De paso en el vergel donde has nacido, Callando mi dolor y mis congojas, Quiero, para librarme del olvido, Dejarte alguna flor en estas hojas.
Busco en mi alma y no encuentro qué corona Pondré de tu belleza en los altares; No sé lo que es felicidad ¡perdona! ¡Yo soy el trovador de los pesares!
¿Mancharán de esta página el encanto Mis lágrimas de hiel? ¡oh suerte impía! Si da el mar del dolor perlas de llanto, Recoge este collar, amiga mía...