Gracias, compañero Cernuda, gracias por recordamos la nobleza humana en este tiempo de la despasión. Gracias por recordarla con belleza, como sol que entra en una casa vacía. La llenás con la memoria de los sueños y más, con sueños y horizontes que pueden volver. Gracias por dejamos la palabra que vuela en un claro de la tempestad a ciertas dichas, ciertas esperanzas. Transparente de niños te fuiste, pero no. Bailamos nuestra danza contra clausuras de la nada.