El poema nada en un viento y brilla. No sabe quien es hasta que lo arrastran aquí, donde seguramente morirá a la intemperie de las bestias. Me gustaría entender a las bestias para entender mi bestia. La realidad hace gemir con jadeos de animal. ¿Qué gracia fue ganada en su respiración? Ninguna que no fuera perdida. Abajo de lo suave crepita la sospecha. En estas manos.