En un colchón de piedras duerme el saqueo del sueño, la lengua cortada en pedacitos de la memoria a la linda alondra. Qué es una alondra preguntaba la multitud que come altura, el existir que no quiere ser ensuciado, la violenta luz de la suerte. Todo se llama amor si lo llaman amor, precio de la flor que surca el cerebro contra tanta infelicidad abajo, atrás, arriba, al frente, alrededor.