Mirando en viejas fotos mi rostro en que no estás, la mejilla en que estás como dolor, olvido, pienso qué harán en China ahora con tanta tristeza como se me caía, o crecerá como otro otoño humano lleno de oros, de dulzura, con un fuego en el medio como tu nombre, o sea crepitarás entre los lotos de Hangchaw bajo setiembre como cuando encontré la justicia en el mundo y era como tu rostro, mejor dicho: te amo.