la poesía debe ser hecha por todos y no por uno, dijo esas cosas solamente las puede decir un francés rengo
que nadie sabe que hizo en la comuna de parís nadie sabe si se murió o no pudo todos se acuerdan de cuando tocaba el piano hasta altas horas del almita
molestando a los vecinos que después tenían que ir a trabajar y se iban de la pensión mal dormidos pensando en la madre del pianoeta o poenista hablando pestes de ella cada vez que tropezaban con las piedras o los fríos de las calles de parís
lo peor es que tenía un acorde en la cabeza y no se lo podían sacar se la pasaban fundiendo hierro soplando vidrio y no se podían sacar el acorde del rengo
el rengo les había hecho un acorde en la cabeza y por allí pasaban furias, mañanitas, agüeros una vez a un ferroviario le paso un pajarito por ahí el pajarito volaba al futuro con un papel que decía futuro en el pico
la cuestión es que los vecinos del rengo tenían cara de piano en la mitad del atardecer caían músicas de ellos o teclas de oro donde empezaba el horizonte
una mujer bellísima cantaba en la cabeza de los vecinos del rengo que en realidad no era francés más bien era uruguayo
solamente a un uruguayo se le puede ocurrir que la poesía debe ser hecha por todos y no por uno que es como decir que la tierra es de todos y no solamente de uno
que el sol no es de uno que el amor es de todos y de nadie como el aire y la muerte es de todos y la vida no tiene dueño conocido
vos no eras rengo l'autréamont lo que pasó es que dejaste Uruguay se te cayó un pedazo que toca el piano y no deja dormir