Las gaviotas vuelan y nadie se salva de existir. Ni aun los compañeros que murieron y esperan un mundo sin desprecio. Me siento en mis cavilaciones, cuido que no se caigan del amor. He sido, al menos. Ellos pagan errores de la verdad. Paseo a sus orillas para oír esos oleajes, esas cuentas, las profecías de su sombra agitada.