para que le tocaran el pelo inclinó su cabeza como una gran confianza como una entrega en su deseo por sus alrededores acontecían maravillas una necesidad de manos y maniobras inclinó la cabeza y mis dedos entraron a su seca delicia ella aparece y sus alrededores tienen que ver con mis desastres celebro a esa mujer canto a sus animales agazapados tiernos buscándose en los míos canto a la delicada como una asamblea de obreros reunidos por el triunfo un aire de mujeres rodea a esa mujer un espacio que espera sus acontecimientos una felicidad una gran madre un lugar donde cuelga las trampas de la noche especie de delirios y sábanas y furias y un niño siempre un niño con la cabeza hundida en tetas silenciosas como planetas dulces que recién terminaron de sufrir