Mi padre se llamaba José. ¿Por qué José? ¿Por qué se llamaba José? Tengo que detenerlo en esta pregunta: ¿por qué te llamabas José? Ahí va mi verte como si no quisieras tener alma conmigo. La palabra es una falta de palabra en el rostro de tu mujer. La he visto en los desfiles del error. Y ahora me siento a veces a esperar tu pérdida. Cuando el día no es más que esa enfermedad, el sol no sola. El anuncio incompleto de algo desconocido baja con la tarde y veo la cama donde moriste y tu silencio que no se mueve. ¿Por qué José? ¿Por qué te llamabas José?