Annia regilla yace bajo esta blanca losa. De la rubia Afrodita con sangre fue formada esta hija de Eneas por Herodes amada. Compadécela. Ha muerto feliz, joven y hermosa.
La sombra cuyo cuerpo divino aquí reposa, en la mansión del Príncipe de la Isla Fortunada, piensa en el tiempo en que ella se encuentra separada del amor de los suyos por la Parca celosa.
Con el recuerdo vivo de quien fue su tesoro, el Esposo angustiado solloza, y atormenta la púrpura sin sueño de su lecho de oro.
Mas no llega, y el alma de la adorada, en tanto, esperándolo , sigue volando, y se lamenta en torno al ***** cetro que empuña Radamanto.