¡Oh, formidable Azur!, te miro y pienso: Cual hoy y ayer, así serás mañana. ¿Qué siglos hace que a la estirpe humana Cubres callado con tu dombo inmenso?
Cayeron del Olvido, bajo el denso Polvo, los dioses de la edad pagana, y aún los hombres, en triste caravana, Te envían preces, cánticos e incienso.
Cuanto vive en el orbe a una inmutable Ley sometido está, ley implacable, y todo es fuerza que a esa ley sucumba.
Sólo, tú solo, incólume, profundo, Frío, inmortal, sigues cubriendo el mundo, Cual tapa enorme de anchurosa tumba.