Cierro el libro, y los ojos cierro también. El día Se va apagando, y sueño. Y en la tarde borrosa Se destaca en neblinas de oro, de nieve y rosa, De un alcázar lejano marmórea gradería.
Y las visiones suben entre suave armonía: Hombres de ferreruelo, damas de faz radiosa, Un galán que la mano besa a la más hermosa.... Parejas y violines bajo la alta arquería.
Cierro el libro, y los ojos cierro también. Radiante El rojo cortinaje para mis sueños abro; En coro se oyen voces de un cántico distante.
Las visiones desfilan con su real decoro, Y en mis estrofas, ménsulas de mármoles que labro, Van sonando las rimas como espuelas de oro.