Como un enorme tajo corta el monte la zanja Que de la serranía lleva el agua al molino, Y entre las altas rocas y el cielo vespertino Destella de arreboles una encendida franja.
Dora un fulgor intenso de color de naranja El trigal; hay aromas de huerto campesino; Y como roja mancha, lejos, junto al camino, Asoma entre eucaliptos el techo de una granja.
El trabajo del día terminado en la siega, Van, lentos, y seguidos del gañán, por la vega, Ya sin yugo los bueyes al conocido pozo;
Y a la luz de la tarde, repleto de gavillas De trigo, avanza un carro; y el carro es alborozo De cantares y música bajo rojas sombrillas.