No seamos exigentes. La dicha no es accesible A toda clase de gentes. Bueno es ser menos sensible, O con ánimo logrero Tener de sobra dinero... No pidamos lo imposible.
Vivir siempre bien hallados Con nosotros, debe ser Lo que se pida a los hados; Y obtener siempre favores De intermitentes amores, Que en eso estriba el placer.
Es mucho ser dos, y estar Juntos hasta el porvenir Y mutuamente sufrir, Y nada al otro ocultar En nuestro triste vivir.
Y si al fin nos convencemos Que es mucha nuestra exigencia, Prueba eso con suficiencia Que mal carácter tenemos O excesiva inteligencia.