Cuando se eleven ídolos de arcilla, Y se convierta en sombra lo que alumbra Y lo de falso brillo que deslumbra Oprima a la virtud que no se humilla;
Cuando a todo se doble la rodilla, Y su saliva lance en la penumbra Lo que se arrastra, a lo que el vuelo encumbra, Lo que se esconde a lo que surge y brilla;
Cuando pérfida mano apague artera Lo que en la noche a clarear aspira, Lo que en la frente fulgurar espera;
Cuando al ara de Dios llegue la mofa, Que se convierta en látigo la lira, Que se convierta en bofetón la estrofa!