En fin, esto no es justo. Soy siempre muy sensible. Cuando daño me causas y mi orgullo has herido Quiero el mal devolverte. Pero eso no es posible. Más que tú siempre sufro; siempre más he sufrido.
Los enojos de días soportar has sabido, Silencios obstinados y hasta miradas duras. Amable sé conmigo. Todas mis amarguras, Oh amada de mi vida, siempre grandes han sido.
Mas soy loco, muy loco. No me prestes oído. Verdades peligrosas te he dicho tontamente. Ya mi oculta franqueza te revelé imprudente, Y de ella, en contra mía, sabrás sacar partido.