Dice «Calixto Papa» la bella empuñadura, El pectoral, las llaves, la harca y la tiara blasonan, en relieve, como una joya rara, el Buey hereditario, del oro en la tersura.
De un Dios pagano, Príapo o Fauno, la figura con granos coralinos ramo de yedra ampara: y allí, bajo el esmalte, brilla con luz tan clara el metal, que el estoque más que corta, fulgura.
El Maestro Las Cellas, con paciencia, en su forja pulió este hermoso báculo, don hecho al primer Borja, presintiendo su raza, adivino y artífice;
pues más que Sannazaro y que Ariosto , esta espada, por su acero y su oro, y por lo bien templada, dice: El Príncipe César y Alejandro el Pontífice.