Era el día ritual. Vibró en la orilla De la laguna musical concierto. El campo todo semejaba huerto; Y doblegó la tribu la rodilla.
Sobre andas el Cacique, en áurea silla, De polvo de oro apareció cubierto: Ante el alba, en el bosque ya despierto Por trinos de aves, como un ascua brilla.
Relincho de un corcel se oyó distante: La invasión que llegaba. En ese instante Subía un canto virginal en coro;
Y cuando el sol despedazó la bruma, Saltó el Cacique a la dormida espuma ¡Y se abrió el agua en remolino de oro!