Después de tres combates iba en derrota. El día Brillaba en «Macaregua», como una llamarada, Y contra pedrejones, en la árida hondonada, El Chicamocha en blancas espumas se rompía,
Guanentá con los guanes el peñascal subía, Haciendo rodar piedras, la ira en la mirada; Galiano y sus soldados siguieron la jornada Por entre los barrancos de la agria serranía.
Ante los arcabuces su fila deshecha, Subió el Cacique a un risco bañado en resplandores, Y cuando ya en su aljaba faltó la última flecha.
Su airón de rojas plumas despedazó bravío, El arco de macana lanzó a los invasores, Y de un salto, sobre ellos, precipitose al río.