¿Por qué mar, y otro mar, y años sin cuento -Quién lo sabrá jamás, oh nacarado Y hermoso caracol- habrás rodado Entre algas y olas que conduce el viento?
Lejos ahora del rugir violento, De arena hallaste al fin lecho dorado; Mas vana es tu esperanza desolado En ti siempre del mar gime el lamento.
Es hoy mi corazón cárcel sonora; Y como sin cesar suspira y llora Dentro del caracol el océano,
Así de esta alma en el oscuro fondo, Donde Ella siempre vive, eterno y hondo Ruge en las sombras el rumor lejano.