En Brujas, otro tiempo, fui pintor aclamado Entre grupo escogido de sutiles pintores. Cristos rubios y vírgenes, con eternos colores Fijó sobre la tela mi pincel delicado.
Vuelvo y búscome entre esos que en rincón ignorado Yacen desconocidos, bajo polvo, sin flores, Desconocidos tristes que sufren los rigores De los años que pasan, del Olvido y del Hado.
En iglesias que llena sombra helada, en los muros De conventos, en viejos bodegones oscuros, y en los graves museos busco las obras mías;
y busco en todas partes, busco febril, sin calma, Para hacer que en las sombras resucite mi alma De buen pintor, mi alma de pintor de otros días.