La calle sola, plácido el ambiente... Un piano suena, y vibra con tristeza; Y al compás de la música doliente Mi pensamiento a divagar empieza.
¿Quién arranca esos ritmos que así gimen? ¿Qué alma en el mundo sin amor perdida Vierte esas notas trémulas que exprimen El dolor y el cansancio de la vida?
Y sigue divagando el pensamiento... Y de la luna al moribundo brillo, En alta roca donde silba el viento, Miro las torres de ojival castillo.
Temblando llego al levadizo puente; Dormitan en la sombra los arqueros, Y del cielo en la bóveda luciente Parpadean los pálidos luceros.
¡Oh edad lejana que en mis sueños lloro, ¿En dónde está mi ***** ferreruelo, Mi alto calzón y mis espuelas de oro, Y mi jubón de suave terciopelo?
¿En dónde está la hermosa castellana? ¿En dónde está la soñadora rubia, Que la escala no prende en la ventana, Como en las noches de tristeza y lluvia?
Tiempo hace ya que tu presencia aguardo Y la angustia en mi pecho se dilata; Despierta ya que mi laúd de bardo Quiere entonar la alegre serenata.
La última nota lánguida fenece, Y de la luna al moribundo brillo, En el lejano azul se desvanece La sombría silueta del castillo.