La calle oscura y desierta De «Las Béjares»... -«¿Quién va?» Un galán llama a la puerta, Y la puerta se abrirá.
Embozado: en ansia loca Te esperan, soñado bien, Un beso para tu boca Y un hombro para tu sien.
Canto a compás de vihuela De dulce y plácido són... ¡Marichuela, Marichuela! Cuan alegre es tu canción!
En un beso confundidos Dos anhelos de placer. Embriagados los sentidos En radioso amanecer...
Feliz eres! Ya tu dueño A tus pies rendido está, Y en visión de luz, tu sueño El amor arrullará. La calle oscura y desierta De «Las Béjares»... -«¿Quién va?» Es el viento. Es que en la puerta Sollozando el viento está.
Noche horrible, noche en vela, Sin destello de ilusión... ¡Marichuela, Marichuela! Ya murió tu corazón.
Con la mente, velo ahora En ceniza... Yerto está! Y un fulgor de eterna aurora En su frente irradia ya.
Sola tú... Manos cual lirios, Manos pálidas en cruz; En el suelo, cuatro cirios, Y los ojos ya sin luz.
¡Marichuela! ¡En tu amargura Quién te habrá de consolar! Allá está su sepultura... ¡Ya lo llevan a enterrar!