Mi alma tiene un secreto, y un misterio escondido Mi vida; amor eterno nacido en un momento. Es mal sin esperanza que callo; y quien tormento Con este amor me causa nunca nada ha sabido.
Cuando la encuentro, paso para ella inadvertido; Cuando voy a su lado, siempre solo me siento; Y al fin sobre la tierra daré mi último aliento Sin nada osar pedirle ni haber nada obtenido.
El cielo, dulce y buena la hizo, y por la vida Prosigue su camino, sin oír, distraída, El amante murmurio que va tras de su huella.
Fiel al deber austero, y en su virtud segura, Cuando estos versos lea, llenos de su alma pura, Dirá: «¿Quién es?» Y nunca comprenderá que es ella.