Oh luna que cual góndola de plata vas rielando Del mar sobre las olas, ¡Qué tristes son tus pálidos fulgores en la noche Para el que gime a solas!
Oh luna que cual góndola de plata vas rielando Por la azulada esfera, ¡Con qué dolor te mira quien llora abandonada Y en su ventana espera! Oh luna que iluminas en blancos cementerios Coronas deshojadas: ¡Qué tristes en las noches son tus fulgores pálidos En tumbas olvidadas!
¡Oh luna! ¡tu faz cubre con un cendal de sombras!... ...Pero si es un poeta Al que ves pensativo, luchando con la angustia De una pasión secreta;
Si lo ves que la frente sobre la mano inclina, O alza la vista al cielo, Buscando en las esferas inspiración, o ritmo Para tender el vuelo;
Si lo ves en la orilla de un lago, la mirada En el agua dormida, Y en su fondo una estrella lo atrae como rosa Del cielo desprendida,
O si lo ves en mísera buhardilla pensativo, Y si en silencio llora, ¡Dale tu poesía, todo el encanto tuyo, Y haz de su noche aurora!