Será en azul mañana. Lejos, habrá una estrella, Muy lejos, entre nubes rosadas, al oriente. Después vendrá la Pálida. «¡No!» le diré, mas ella, Furtiva y en silencio, me besará en la frente.
En la aldea y el campo comenzará la vida. A la escuela los niños pasarán. De la calle Vendrán llegando voces de gente conocida, Y al són de las esquilas irá el rebaño al valle.
Azul, azul el cielo. Por la ventana abierta, Las ruedas de los carros se oirán por los caminos; Y se verá en el llano, que ante la luz despierta, Alzarse lento el humo de techos campesinos.
Será entonces el tránsito. Cadencia, incienso, nube, Ascensión hacia mundos de luz y eternas galas. Será entonces el tránsito, con todo lo que sube, Trino, y alma de flores y palpitar de alas.