¡Beso que ha mordido mi carne y mi boca Con su mordedura que hasta el alma toca! ¡Beso que me sorbe lentamente vida Como una incurable y ardorosa herida!
¡Fuego que me quema sin mostrar la llama Y que a todas horas por más fuego clama! ¿Fue una boca bruja o un labio hechizado El que con su beso mi alma ha llagado?
¿Fue un sueño o vigilia que hasta mí llegó El que entre sus labios mi alma estrujó? Calzaré sandalias de bronce e iré
Adonde esté el mago que cura me dé. ¡Secadme esta llaga, vendadme esta herida Que por ella en fuga se me va la vida!