Este dolor heroico de hacerse para cada noche Un nuevo par de alas... Dónde estarán las que ayer puso sobre mis hombros El insomnio de la primera hora del alba!
Día, afilador de tijeras de oro, Y puñales de acero, y espaldas de hierro; Anoche yo tenía alas Y estuve cerca del cielo. Pero esta mañana Llegaste tú con tu flauta, tu piedra. Tus doce cuchillos de plata.