Mi cama fue un roble Y en sus ramas cantaban los pájaros Mi cama fue un roble Y mordió la tormenta sus gajos.
Deslizo mis manos Por sus claros maderos pulidos, Y pienso que acaso toco el mismo tronco Donde estuvo aferrado algún nido.
Mi cama fue un roble. Yo duermo en un árbol. En un árbol amigo del agua, Del sol y la brisa del cielo y el musgo, De lagartos de ojuelos dorados Y de las orugas, de un verde esmeralda.
Yo duermo en un árbol. ¡Oh, amado!, en un árbol dormimos. Acaso por eso me parece el lecho Esta noche, blando y hondo cual nido.
Y en ti me acurruco como una avecilla Que busca el reparo de su compañero. ¡Que rezongue el viento, que gruña la lluvia! Contigo en el nido, no sé lo que es miedo.