Estaba tan absorta frente al mundo que no sentí como volaba el tiempo siempre adelante con sus duras garras cargadas de sucesos y momentos, halcón imperturbable, me llevaba también a mí, la joven e inocente. Y quise detenerme, mas no pude se me filtra en la oscura cabellera la escarcha de los fríos inclementes, esclava de sus pasos siempre anduve en busca del verano que es mi patria como no puedo hallarle me he sentado a llorar. Ya no soy sino una apátrida.