Ayer estaba mi amor como aquella nube blanca que va tan sola en el cielo y tan alta, como aquella que ahora pasa junto a la luna de plata. Nube blanca, que vas tan sola en el cielo y tan alta, junto a la luna de plata, vendrás a parar mañana, igual que mi amor, en agua, en agua del mar amarga. Mi amor tiene el ritornelo del agua, que, sin cesar, en nubes sube hasta el cielo y en lluvia baja hasta el mar. El agua, aquel ritornelo, de mi amor, que, sin cesar, en sueños sube hasta el cielo y en llanto baja hasta el mar.