Español del éxodo de ayer y español del éxodo de hoy: te salvarás como hombre, pero no como español. No tienes patria ni tribu. Si puedes, hunde tus raíces y tus sueños en la lluvia ecuménica del sol. Y yérguete... ¡Yérguete! Que tal vez el hombre de este tiempo... es el hombre movible de la luz, del éxodo y del viento.