Hay dos españas, la del soldado y la del poeta. La de la espada fratricida y la de la canción vagabunda. Hay dos españas y una sola canción. Y esta es la canción del poeta vagabundo:
Franco, tuya es la hacienda, la casa, el caballo, la pistola.
Mía es la voz antigua de la tierra. Tú te quedas con todo y me dejas desnudo y errante por el mundo... más yo te dejo mudo...
¡Mudo!
Y, ¿cómo vas a recoger el trigo y a alimentar el fuego si yo me llevo la canción?