No llores por tristezas, llora por alegrías, ya tristezas hay muchas pero alegrías pocas, para que desperdiciar la valiocidad de tus lágrimas en cosas deprimentes, úsalas cuando realmente las necesites, donde las cosas te causen felicidad, porque las lágrimas, no deben llevarse con la derrota, mucho menos con la tristeza, solo con la victoria.