Me olvidé que me amaste después de que te fuiste. Una maleta cogiste y sin pensar me desarmaste. Primero mi boca agarraste y la metiste en la maleta, y como ella no te respeta te dijo “perra sin corazón que me metes a un cajón donde guardas los condones que te llenan de placeres de un hombre que no te quiere; y a mí que me aguanto esto y que a donde vas te sigo me quieres enterrar vivo sin siquiera haberme muerto.”