La víspera de un nuevo despertar se nubla en neblina de adicción, mi garganta se seca de tanto cantar y a mi voz le hace falta una musa.
Por latir y perseguir a la quimera de ilusión que me hace perder la razón, Cansado mi bohemio corazón está.
En un trago amargo se ahoga el llanto de lagrimas disecadas; mientras tanto sus besos embargo con las palabras de un enamorado trovador
Soy el loco bohemio, no se a donde voy y acepto que no me importa, pero aún en las veredas de húmedos desiertos mi alma yo le doy.
No son los primeros versos que te escribo, los últimos espero tampoco. Mil palabras de vino tinto este poeta escribe a la vena de fábula Esperando algún día, el mito clandestino se vuelva realidad.