Hoy he vuelto
al mismo sitio
de siempre, por primera vez.
Ahi, me dije:
para ser feliz solo hay que querer serlo.
Y yo te quiero
como si no existiera otra opción.
Así que imagínate
lo feliz que soy.
Me atrevo a desobedecer(me)
la idea de desobedecerles a todos,
de desobedecerte a ti mismo.
Es crucial.
Ya no sé si me gusta lo que escribo,
porque son tontos.
Si son felices, no están deprimidos
y tienen que salir al mundo a vivir,
lo cual puede ser deprimente.