Como revuelven las hojas
en el suspiro de la penumbra.
Las risas cursan como los ríos
que desaparecen en el mar.
Las calles se envejecen con
cada minuto infinito. El viento
sopla sombras oscuras y gotas de
rocío cristalinas, a las rejas puntadas
en filas como tantas lanzas. Y el entorno
reverbera con llantos callados mientras
que el mundo revuelve como las mujeres
antiguas que en lotes vacios juntan pábulo.