Se deslizó, por accidente, en una botella de vidrio.
Se quemó los brazos bajo el sol imponente,
se sentó horas viendo el atardecer...
Los niños solo lo ven,
la gente corre al mediodía
a trabajar más y más.
La era ya está cambiando,
sonido cristalino en la calle...
Hace bailar a las fáciles,
ojos bonitos, cara desconocida,
sentidos reconectándose con la mente.
Especial, ¿me sentiría así ayer?
Las flores están a bajo precio por la temporada,
esos labios mordiéndose, haciendo señas para llegar al destino;
no hay más camino por el cual recorrer.
Era...
La era...
Sintiendo que te muerde una araña,
el mar limpiando tu sangre,
atractivo para tiburones por el sabor
el fin de esto, del ayer, del hey!
Era.
Ella caminó, se tropezó, dijo hola,
el señor se acercó, risas, una mano en la pierna.
Hace mucho tiempo... en un día lejano,
era, esa era la era...