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Leydis Oct 2017
Podrás perderte en líneas de un nuevo poema.
Pueda, que expires gozo al excitarte en otras letras.

Podrás perderte en las tristes hojas caídas,
de ese otoño que presagia un invierno indigno.

Podrás perderte cuando se derrite la nieve
y deje de recuerdo las calles inundadas con su agua negra.

Podrás perderte en calores primaverales
en la increíble y refrescante lluvia de verano.

Podrás perderte en una mirada que consiente.
Talvez hasta puedas perderte en unas manos tibias y sedosas.

Puedes esconderte en el escondite más secreto de esta tierra,
Pero del amor que te di…ha ¡de ese nunca podrás escaparte!
No seas tonto, el amor que te concedí, no se olvida tan fácil.
No es tangible, no puedes tocarlo,
pero si es poderoso,
y
te sigue los pasos.

Porque, recordaras que en esas hojas caídas hicimos el amor un día.
Recordaras que de esa nieve que se derrite,
hicimos un juego saltando esos charcos.

Que esa lluvia de verano nos sorprendió en plena calle besándonos.

Recordaras que mis destempladas manos
muchas veces te refugiaron,
te sostuvieron en días de pesares.

Recordaras que de todos los poemas leídos
mi cuerpo fue tu mejor manual y obra de arte,
donde la tinta nunca logro secarse,
donde la inspiración tomo dominio de tus manos,
donde tus labios escribieron versos que se le escaparon
a esos grandes poetas
porque les falto alguien que los amara
como yo te amo!!

LeydisProse
10/19/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/
DET Feb 2016
By:D.E.T

Antes que salga el sol
No, me digas que a llegado el momento
De decir adios
Por favor

Todo lo que quiero es el silencio
Tantas cosas que tenemos que aprender
Mas que este dolor
Por hoy
Es el momento

Pero antes de perderte
Lo último que te pido
Es que por favor no me olvides

Abrazame porque es lo unico
Que pidio
Abrazame por la ultima vez
Porque si ves
Ya no queda nada
Mas que silencio
De este momento
Y memoria's
Asi que abrazame
Trying my best to start writing in spanish:)
Copyright © 2016 D.E.T All Rights Reserved
Santiago Jun 2015
"Ni En Defensa Propia"

Por primera vez no meti ni las manos
ni en defensa propia evite la caida
yo que anduve huyendo de un mundo de engaños
vine a dar de lleno a lo peor de la vida
la primera vez que te tuve en mis brazos
me decias llorando que no habias pecado
pero ya tenias no se cuantos fracasos
y querias borrar con mi amor tu pecado

ya tenias el rostro cubierto de besos
y en tu ser las huellas que dejan las penas
si despues de amarte te hicieron desprecio
yo no he de pagar por las deudas ajenas

te podria jurar que te ame con locura
y jamas pense que llegara a perderte
pero en vez de amores me diste amarguras
y asi como eres prefiero perderte

ya tenias el rostro cubierto de besos
y en tu ser la huella que dejan las penas
si despues de amarte te hicieron desprecio
yo no he de pagar por las deudas ajenas
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
Tristes recuerdos del placer perdido,
A aumentar la ansiedad y la agonía
De este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría
Le quedó al corazón sólo un gemido,
Y el llanto que al dolor los ojos niegan
Lágrimas son de hiel que el alma anegan.

¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas
De juventud, de amor y de ventura,
Regaladas de músicas sonoras,
Adornadas de luz y de hermosura?
Imágenes de oro bullidoras.
Sus alas de carmín y nieve pura,
Al sol de mi esperanza desplegando,
Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.

Gorjeaban los dulces ruiseñores,
El sol iluminaba mi alegría,
El aura susurraba entre las flores,
El bosque mansamente respondía,
Las fuentes murmuraban sus amores...
ilusiones que llora el alma mía!
¡Oh, cuán suave resonó en mi oído
El bullicio del mundo y su ruido!

Mi vida entonces, cual guerrera nave
Que el puerto deja por la vez primera,
Y al soplo de los céfiros suave
Orgullosa desplega su bandera,
Y al mar dejando que sus pies alabe
Su triunfo en roncos cantos, va velera,
Una ola tras otra bramadora
Hollando y dividiendo vencedora.

¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente
De amor velaba; el sol de la mañana
Llevaba yo sobre mi tersa frente,
Y el alma pura de su dicha ufana:
Dentro de ella el amor, cual rica fuente
Que entre frescuras y arboledas mana,
Brotaba entonces abundante río
De ilusiones y dulce desvarío.

Yo amaba todo: un noble sentimiento
Exaltaba mi ánimo, Y sentía
En mi pecho un secreto movimiento,
De grandes hechos generoso guía:
La libertad, con su inmortal aliento,
Santa diosa, mi espíritu encendía,
Contino imaginando en mi fe pura
Sueños de gloria al mundo y de ventura.

El puñal de Catón, la adusta frente
Del noble Bruto, la constancia fiera
Y el arrojo de Scévola valiente,
La doctrina de Sócrates severa,
La voz atronadora y elocuente
Del orador de Atenas, la bandera
Contra el tirano Macedonio alzando,
Y al espantado pueblo arrebatando:

El valor y la fe del caballero,
Del trovador el arpa y los cantares,
Del gótico castillo el altanero
Antiguo torreón, do sus pesares
Cantó tal vez con eco lastimero,
¡Ay!, arrancada de sus patrios lares,
Joven cautiva, al rayo de la luna,
Lamentando su ausencia y su fortuna:

El dulce anhelo del amor que guarda,
Tal vez inquieto y con mortal recelo;
La forma bella que cruzó gallarda,
Allá en la noche, entre medroso velo;
La ansiada cita que en llegar se tarda
Al impaciente y amoroso anhelo,
La mujer y la voz de su dulzura,
Que inspira al alma celestial ternura:

A un tiempo mismo en rápida tormenta
Mi alma alborotaban de contino,
Cual las olas que azota con violenta
Cólera impetuoso torbellino:
Soñaba al héroe ya, la plebe atenta
En mi voz escuchaba su destino:
Ya al caballero, al trovador soñaba,
Y de gloria y de amores suspiraba.

Hay una voz secreta, un dulce canto,
Que el alma sólo recogida entiende,
Un sentimiento misterioso y santo,
Que del barro al espíritu desprende;
Agreste, vago y solitario encanto
Que en inefable amor el alma enciende,
Volando tras la imagen peregrina
El corazón de su ilusión divina.

Yo, desterrado en extranjera playa,
Con los ojos extático seguía
La nave audaz que en argentado raya
Volaba al puerto de la patria mía:
Yo, cuando en Occidente el sol desmaya,
Solo y perdido en la arboleda umbría,
Oír pensaba el armonioso acento
De una mujer, al suspirar del viento.

¡Una mujer!  En el templado rayo
De la mágica luna se colora,
Del sol poniente al lánguido desmayo
Lejos entre las nubes se evapora;
Sobre las cumbres que florece Mayo
Brilla fugaz al despuntar la aurora,
Cruza tal vez por entre el bosque umbrío,
Juega en las aguas del sereno río.

¡Una mujer!  Deslizase en el cielo
Allá en la noche desprendida estrella,
Si aroma el aire recogió en el suelo,
Es el aroma que le presta ella.
Blanca es la nube que en callado vuelo
Cruza la esfera, y que su planta huella,
Y en la tarde la mar olas le ofrece
De plata y de zafir, donde se mece.

Mujer que amor en su ilusión figura,
Mujer que nada dice a los sentidos,
Ensueño de suavísima ternura,
Eco que regaló nuestros oídos;
De amor la llama generosa y pura,
Los goces dulces del amor cumplidos,
Que engalana la rica fantasía,
Goces que avaro el corazón ansía:

¡Ay! aquella mujer, tan sólo aquélla,
Tanto delirio a realizar alcanza,
Y esa mujer tan cándida y tan bella
Es mentida ilusión de la esperanza:
Es el alma que vívida destella
Su luz al mundo cuando en él se lanza,
Y el mundo, con su magia y galanura
Es espejo no más de su hermosura:

Es el amor que al mismo amor adora,
El que creó las Sílfides y Ondinas,
La sacra ninfa que bordando mora
Debajo de las aguas cristalinas:
Es el amor que recordando llora
Las arboledas del Edén divinas:
Amor de allí arrancado, allí nacido,
Que busca en vano aquí su bien perdido.

¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!
¡Sentimiento purísimo! ¡memoria
Acaso triste de un perdido cielo,
Quizá esperanza de futura gloria!
¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh qué mujer! ¡qué imagen ilusoria
Tan pura, tan feliz, tan placentera,
Brindó el amor a mi ilusión primera!...

¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,
¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?
¿Por qué, por qué como en mejores días,
No consoláis vosotras mis pesares?
¡Oh! los que no sabéis las agonías
De un corazón que penas a millares
¡Ay! desgarraron y que ya no llora,
¡Piedad tened de mi tormento ahora!

¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos
Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura
De mí, que entre suspiros angustiosos
Ahogar me siento en infernal tortura.
¡Retuércese entre nudos dolorosos
Mi corazón, gimiendo de amargura!
También tu corazón, hecho pavesa,
¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!

¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
Que fuera eterno manantial de llanto,
Tanto inocente amor, tanta alegría,
Tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
En que perdido el celestial encanto
Y caída la venda de los ojos,
Cuanto diera placer causara enojos?

Aun parece, Teresa, que te veo
Aérea como dorada mariposa,
Ensueño delicioso del deseo,
Sobre tallo gentil temprana rosa,
Del amor venturoso devaneo,
Angélica, purísima y dichosa,
Y oigo tu voz dulcísima y respiro
Tu aliento perfumado en tu suspiro.

Y aún miro aquellos ojos que robaron
A los cielos su azul, y las rosadas
Tintas sobre la nieve, que envidiaron
Las de Mayo serenas alboradas:
Y aquellas horas dulces que pasaron
Tan breves, ¡ay! como después lloradas,
Horas de confianza y de delicias,
De abandono y de amor y de caricias.

Que así las horas rápidas pasaban,
Y pasaba a la par nuestra ventura;
Y nunca nuestras ansias la contaban,
Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura.
Las horas ¡ay! huyendo nos miraban
Llanto tal vez vertiendo de ternura;
Que nuestro amor y juventud veían,
Y temblaban las horas que vendrían.

Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío
¡Ay! agostó la flor de tu pureza?
Tú fuiste un tiempo cristalino río,
Manantial de purísima limpieza;
Después torrente de color sombrío
Rompiendo entre peñascos y maleza,
Y estanque, en fin, de aguas corrompidas,
Entre fétido fango detenidas.

¿Cómo caiste despeñado al suelo,
Astro de la mañana luminoso?
Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo
A este valle de lágrimas odioso?
Aún cercaba tu frente el blanco velo
Del serafín, y en ondas fulguroso
Rayos al mando tu esplendor vertía,
Y otro cielo el amor te prometía.

Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído,
O mujer nada más y lodo inmundo,
Hermoso ser para llorar nacido,
O vivir como autómata en el mundo.
Sí, que el demonio en el Edén perdido,
Abrasara con fuego del profundo
La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego
La herencia ha sido de sus hijos luego.

Brota en el cielo del amor la fuente,
Que a fecundar el universo mana,
Y en la tierra su límpida corriente
Sus márgenes con flores engalana.
Mas ¡ay! huid: el corazón ardiente
Que el agua clara por beber se afana,
Lágrimas verterá de duelo eterno,
Que su raudal lo envenenó el infierno.

Huid, si no queréis que llegue un día
En que enredado en retorcidos lazos
El corazón con bárbara porfía
Luchéis por arrancároslo a pedazos:
En que al cielo en histérica agonía
Frenéticos alcéis entrambos brazos,
Para en vuestra impotencia maldecirle,
Y escupiros, tal vez, al escupirle.

Los años ¡ay! de la ilusión pasaron,
Las dulces esperanzas que trajeron
Con sus blancos ensueños se llevaron,
Y el porvenir de oscuridad vistieron:
Las rosas del amor se marchitaron,
Las flores en abrojos convirtieron,
Y de afán tanto y tan soñada gloria
Sólo quedó una tumba, una memoria.

¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento
Un pesar tan intenso!  Embarga impío
Mi quebrantada voz mi sentimiento,
Y suspira tu nombre el labio mío.
Para allí su carrera el pensamiento,
Hiela mi corazón punzante frío,
Ante mis ojos la funesta losa,
Donde vil polvo tu bondad reposa.

Y tú, feliz, que hallastes en la muerte
Sombra a que descansar en tu camino,
Cuando llegabas, mísera, a perderte
Y era llorar tu único destino:
¡Cuando en tu frente la implacable suerte
Grababa de los réprobos el sino!
Feliz, la muerte te arrancó del suelo,
Y otra vez ángel, te volviste al cielo.

Roída de recuerdos de amargura,
Árido el corazón, sin ilusiones,
La delicada flor de tu hermosura
Ajaron del dolor los aquilones:
Sola, y envilecida, y sin ventura,
Tu corazón secaron las pasiones:
Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran
Y hasta el nombre de madre te negaran.

Los ojos escaldados de tu llanto,
Tu rostro cadavérico y hundido;
único desahogo en tu quebranto,
El histérico ¡ay! de tu gemido:
¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto
Envolver tu desdicha en el olvido,
Disipar tu dolor y recogerte
En su seno de paz? ¡Sólo la muerte!

¡Y tan joven, y ya tan desgraciada!
Espíritu indomable, alma violenta,
En ti, mezquina sociedad, lanzada
A romper tus barreras turbulenta.
Nave contra las rocas quebrantada,
Allá vaga, a merced de la tormenta,
En las olas tal vez náufraga tabla,
Que sólo ya de sus grandezas habla.

Un recuerdo de amor que nunca muere
Y está en mi corazón: un lastimero
Tierno quejido que en el alma hiere,
Eco suave de su amor primero:
¡Ay de tu luz, en tanto yo viviere,
Quedará un rayo en mí, blanco lucero,
Que iluminaste con tu luz querida
La dorada mañana de mi vida!

Que yo, como una flor que en la mañana
Abre su cáliz al naciente día,
¡Ay, al amor abrí tu alma temprana,
Y exalté tu inocente fantasía,
Yo inocente también ¡oh!, cuán ufana
Al porvenir mi mente sonreía,
Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo
Pensé contigo remontarme al cielo!

Y alegre, audaz, ansioso, enamorado,
En tus brazos en lánguido abandono,
De glorias y deleites rodeado
Levantar para ti soñé yo un trono:
Y allí, tú venturosa y yo a tu lado.
Vencer del mundo el implacable encono,
Y en un tiempo, sin horas ni medida,
Ver como un sueño resbalar la vida.

¡Pobre Teresa!  Cuando ya tus ojos
Áridos ni una lágrima brotaban;
Cuando ya su color tus labios rojos
En cárdenos matices se cambiaban;
Cuando de tu dolor tristes despojos
La vida y su ilusión te abandonaban,
Y consumía lenta calentura,
Tu corazón al par de tu amargura;

Si en tu penosa y última agonía
Volviste a lo pasado el pensamiento;
Si comparaste a tu existencia un día
Tu triste soledad y tu aislamiento;
Si arrojó a tu dolor tu fantasía
Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento
A otra mujer tal vez acariciando,
Madre tal vez a otra mujer llamando;

Si el cuadro de tus breves glorias viste
Pasar como fantástica quimera,
Y si la voz de tu conciencia oíste
Dentro de ti gritándole severa;
Si, en fin, entonces tú llorar quisiste
Y no brotó una lágrima siquiera
Tu seco corazón, y a Dios llamaste,
Y no te escuchó Dios, y blasfemaste;

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel! ¡martirio horrendo!
¡Espantosa expiación de tu pecado,
Sobre un lecho de espinas, maldiciendo,
Morir, el corazón desesperado!
Tus mismas manos de dolor mordiendo,
Presente a tu conciencia lo pasado,
Buscando en vano, con los ojos fijos,
Y extendiendo tus brazos a tus hijos.

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel!... ¡Ay! yo entretanto
Dentro del pecho mi dolor oculto,
Enjugo de mis párpados el llanto
Y doy al mundo el exigido culto;
Yo escondo con vergüenza mi quebranto,
Mi propia pena con mi risa insulto,
Y me divierto en arrancar del pecho
Mi mismo corazón pedazos hecho.

Gocemos, sí; la cristalina esfera
Gira bañada en luz: ¡bella es la vida!
¿Quién a parar alcanza la carrera
Del mundo hermoso que al placer convida?
Brilla radiante el sol, la primavera
Los campos pinta en la estación florida;
Truéquese en risa mi dolor profundo...
Que haya un cadáver más, ¿qué importa al mundo?
Natalia Rivera Jun 2014
Perderte es duro pero la idea de que alguien más disfrute las maravillas que posees es como un suicidio. No quiero que alguien más bese esa boca cuando no puedes parar de hablar porque algo te pone nervioso, no quiero que alguien más tenga que darte consejos sobre que diseño puedes hacer o que color ponerle. No quiero que alguien más sea el que este ahí para ti cuando más lo necesites, cuando sientas que el mundo se cae, cuando quieras cantar alguna canción rara de esas tuyas, cuando quieras  cagarte en las papas, cuando quieras tener un encuentro glorioso & culminarlo con el orgasmo más rico, no quiero que sea otra persona la que este ahí. Así que por favor, no te enamores de alguien más.
trestrece May 2014
Celos de saberte lejos, de no tenerte, de no poder pedirte nada.
Celos de todo aquello que se queda en mi lengua,
de todo lo que no puedo decirte.
Celos de la geografía, de la altura, de la tes de tu piel.
Celos de esos ojos que todo lo viven y todo lo ven.
¿Dónde quedo cuando no admito que te miro?
Cuando escucho tu voz y sé que no me pertenece.
¿Dónde quedo si me escondo para sonreírte?
Si en camas y cubos bailamos en secreto
y los cigarros se agotan en el calor de la función.
¿Dónde queda el corazón si lo entrego a la cercanía
a lo fácil, a la melancolía?
Celos de la bocina que besa tu boca
mientras escucho la lejanía de tu voz
en el eco de una mañana distante.
Envidia de los lentes que abrazan tu rostro,
de la ropa que cubre tu torso.
¿Por qué no puedo ser esos brazos?
¿Por qué no puedo ser esa tela?
Celos por perderte, porque no te tengo.
El miedo a tu fluir porque eres libre
porque eres hombre, porque eres viento.
Hora de soledad y de melancolía,
en que casi es de noche y casi no es de día.

Hora para que vuelva todo lo que se fue,
hora para estar triste, sin preguntar por qué.

Todo empieza a morir cuando nace el olvido.
Y es tan dulce buscar lo que no se ha perdido.

Y es tan agria esta angustia terriblemente cierta
de un gran amor dormido que de pronto despierta.
Viendo pasar las nubes se comprende mejor
que así como ellas cambian, va cambiando el amor,

y aunque decimos: «Todo se olvida, todo pasa...»,
en las cenizas, a veces nos sorprende una brasa.

Porque es triste creer que se secó una fuente,
y que otro beba el agua que brota nuevamente;

o una estrella apagada que vuelve a ser estrella,
y ver que hay otros ojos que están fijos en ella.

Decimos: «Todo pasa, porque todo se olvida»,
y el recuerdo entristece lo mejor de la vida.
Apenas ha durado para amarte y perderte
este amor que debía durar hasta la muerte.

Fugaz como el contorno de una nube remota,
tu amor nace en la espiga muriendo en la gaviota.

Tu amor, cuando era mío, no me pertenecía.
Hoy, aunque vas con otro, quizás eres más mía.

Tu amor es como el viento que cruza de repente:
Ni se ve, ni se toca, pero existe y se siente.

Tu amor es como un árbol que renunció a su altura,
pero cuyas raíces abarcan la llanura.

Tu amor es como un viaje por el sueño de un loco, 1
porque nunca comienza ni termina tampoco. 1

Tu amor me negó siempre lo poco que pedí,
y hoy me da esta alegría de estar triste por ti.

Y, aunque creí olvidarte, pienso en ti todavía,
cuando, aún sin ser de noche, dejó de ser de día.
Adrián Poveda May 2014
Siento la lucha de no perderte y el conformismo de tenerte...
siento el frío de tu ausencia y la calidez de tu recuerdo...
siento la pena de no verte y la alegría de extrañarte...
siento cerca tu lejanía... tan cerca, que puedo respirarte…
siento, que puedo tocarte por siempre con tan solo imaginarte...
y eso amor es mi paz… eres tu..!
Copyright © 2014 Adrián Poveda All Rights Reserved
Just Alex Aug 2018
Quiero escribirte un millon de versos
En todos decirte como te quiero
Pero no hay suficiente tinta en el universo
Asi que acercate, pegate a mi pecho

Acercate, te lo dire con besos
Dejare tus labios rotos y desehechos
Un frenesi que no conoce frenos
Que tu placer rompa el silencio

Que en este fuego que tenemos
Nuestros cuerpos se derritan enteros
En uno solo fundido este nuestro aliento
Tomados de la mano, rozar las nubes del cielo

Quiero escribirte un millon de versos
En todos decirte cuanto te deseo
Pero las palabras se la lleva el viento
Asi que acercate mas, perderte no quiero
A little experiment maybe, but I also speak and write in spanish, hell I began writing poetry due to Pablo Neruda, a chilean poet, so I gave it a shot to write a poem in spanish here, so let´s see what happens, maybe one day I´ll translate it, but for now here goes nothing.
Mercedes M Bell Oct 2020
Quería una escalera muy alta,
trepar por las gotas de agua,
escalar las nubes empinadas,
volar lejos sin tener alas,
encender las luciérnagas
anidando en el mar verde del cielo.

Quería un rayo de luz elocuente
como cínico rugido a la muerte,
quemar las arrugas del dolor
inerte al no poder verte.

Quería lavar mis lágrimas y
forjarla con una asesina espada,
apuñalar mis locos quebrantos
sin olvidar el atesorado acantilado
de tus abrazos.

Quería hallar la sombra de tu figura  
sacándola del cajón de los espantos,
liberar tu espíritu de la botella,
arroparte en espuma de recuerdos.

Quería acariciar tus cabellos blancos,
navegar al lejano infinito,
traficar la moneda del barquero,
hallar silenciosas palabras,
vomitar maléficos lamentos,
pernoctar en las agitadas aguas.

No quería una montaña
quería tocar tu corazón con mi alma,
mimar tus ojos de perla,
vestir tus dedos desnudos,
quería que no desplomara el telón de tus ojos,
quería seguir viéndote
quería no perderte.
Al perderte yo a ti,
tú y yo hemos perdido:
yo, porque tú eras
lo que yo más amaba,
y tú, porque yo era
el que te amaba más.
Pero de nosotros dos,
tú pierdes más que yo:
porque yo podré
amar a otras
como te amaba a ti,
pero a ti nadie te amará
como te amaba yo.
Muchachas que algún día
leaís emocionadas estos versos
Y soñéis con un poeta
Sabed que yo los hice
para una como vosotras
y que fue en vano.
Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo

sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas

no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
        y carajo de perderte
        y volverte a encontrar
        y ojalá nada más

no me refiero sólo a que de pronto digas
        voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
        bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol

ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
        y decisivas complicidades
o que yo pueda         o creerme que puedo
        convertir mis reveses
en victorias
o me hagas el tierno regalo
        de tu más reciente desesperación

no
la cosa es muchísimo más grave

cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebras
y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría         y regarlo mirándolo

quiero decir que estás sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede el armazón de mi verdad sin proezas

quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida

como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con estas o con otras palabras
quiero decir que no sos         tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
        o cautelosas mujeres
        que quise o quiero

porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora
                                        y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
                según
venga la vida

una bahía donde los barcos
        llegan y se van

llegan los pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
                y se van
pero vos
por favor
                no te vayas.
Fiorella Nov 2014
Tres cuartos de mi corazón cayeron en pedazos
Tres cuartos eres de mi mente,
Aunque tal vez nunca logre conocerte.

Ocupas un lugar en su mente,
No hay opción a perderte,
impregnada como amargo aroma,
revoloteas en su inconsciente.

Él no quiere olvidarte,
yo no pretendo borrarte,
fuiste inspiración,
fuiste nieblas,
fuiste sol.

Tres cuartos mides tú,
aún sigues siendo luz.

Entre nuevos recuerdos te apago,
entre nuevos recuerdos me convierto en ti,
entre nuevos recuerdos soy nueva luz
y poco a poco y lentamente se va llenando de mí.

Lo nublo, lo ahogo,
Lo dejo en el fondo
Te liquido de su mente
soy oscuridad ardiente.

Adió tres cuartos de alma,
Adiós musa.
Karl Allen Jan 2016
Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
yo, porque tú eras lo que yo más amaba;
y tú, porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

-Ernesto Cardenal, Granada, Nicaragua

_________________­_

When I lost you, we both lost something:
I, because I loved you too much
And you, because it is I whom loved you the most.
But between the two of us, it is you who lost the most:
Because I can love anybody the way that I loved you
But you will never be loved the same way that I used to.

-Ernesto Cardenal, Granada, Nicaragua
This is a rough translation of Ernesto Cardenal's poem. Please excuse my limited understanding of Spanish. It has been quite sometime since I last used it.
Cuando se hallaba el mundo a punto
de que el prodigio sucediese.
Cuando las horas esperaban
que unas manos las exprimiesen.
Cuando las ramas opulentas
daban su sombra a nuestras frentes.
Cuando en el mundo se morían
todos los tristes y los débiles.
Cuando el soñar, el sentir hondo,
cuando el beber ávidamente
la luz, la brisa, el agua, el aire,
eran primero que la muerte.
Cuando las tardes solitarias,
cuando los árboles más verdes,
cuando las conchas de colores
a nuestras madres sonrientes,
a nuestras novias de ojos grises
como la escama de los peces.
Cuando eran pena y alegría
nuestros amables timoneles
y no existía otro paisaje
que el que alzaba su luna enfrente:
mundo que abría cada día
sus lejanías, frutalmente.

(¿Eras así, tan sin palabras
Primaverales que te expresen?
¿Tan de elementos terrenales:
arena, piedra, hierba, nieve?
¿Nombres de tiempos, de lugares
deshojados diariamente:
Piélagos, Hoces, Montes Claros,
octubre, enero, abril, noviembre?)

Yo no te pinto otros colores
que los colores que tú tienes.
¿Eras así, mi paraíso,
rumor del agua cuando llueve,
hacha que hiere la madera,
fuego que incendia la hoja verde?

Yo no me acuerdo ya de aquello.
Un día tuve que perderte.
Cuando se hallaba el mundo a punto
de que el prodigio sucediese,
Cuando tenía cada instante
un ritmo nuevo y diferente
cada estación sus ubres llenas,
rebosantes de blanca leche...
Divino dueño mío,
si al tiempo de partirme
tiene mi amante pecho
alientos de quejarse,
oye mis penas, mira mis males.

Aliéntese el dolor,
si puede lamentarse,
y a la vista de perderte
mi corazón exhale
llanto a la tierra, quejas al aire.

Apenas tus favores
quisieron coronarme,
dichoso más que todos,
felices como nadie,
cuando los gustos fueron pesares.

Sin duda el ser dichoso
es la culpa más grave,
pues mi fortuna adversa
dispone que la pague
con que a mis ojos tus luces falten,

¡Ay, dura ley de ausencia!
¿quién podrá derogarte,
si a donde yo no quiero
me llevas, sin llevarme,
con alma muerta, vivo cadáver?

¿Será de tus favores
sólo el corazón cárcel
por ser aun el silencio
si quiero que los guarde,
custodio indigno, sigilo frágil?

Y puesto que me ausento,
por el último vale
te prometo rendido
mi amor y fe constante,
siempre quererte, nunca olvidarte.
Te vimos, por última vez, ante el puente que unía tu reino
con este otro reino que sólo verán nuestros ojos.
Es duro perderte, saber que ni soles, ni siglos, ni vientos,
saber que ni mares ni noches podrán devolvernos tu rostro.
Te vimos llorar. Te sentaste a la sombra de un árbol.
Tus dientes mordían un tallo de verde y de oro.
Después nunca más te encontramos. Nos queda de ti, el
         rezagado,
la imagen de un hombre llevando en su frente la luz del
         crepúsculo rojo.
Nos duele saber que eres débil, que no te atreviste a arrojar al olvido,
a manchar, al rozarte el dolor, tu sereno tesoro.

Desde aquí pensaremos en ti, en tu alegría.
(Eras tú el más perfecto de todos;
pero yo ya conozco qué largas cadenas,
qué profundas raíces, qué fuertes cerrojos,
qué torres, qué ríos detienen tu paso,
qué música de olas, qué frutos redondos.
Yo sé bien lo que cuesta perder la alegría
y volver a ganarla después del dolor, en un mundo remoto).

Es duro perderte. Quisiera guardar para siempre tu imagen,
la imagen que está en mi recuerdo poblando de sueños su
         fondo.
Pero ya te han llenado las manos de estrellas azules,
el pecho de yedra, la frente de mares brumosos.
Tan lejos te vemos y extraño, tan de otro planeta,
que casi olvidamos que un día viviste feliz con nosotros.
Cordero tranquilo, cordero que paces
tu grama y ajustas tu ser a la eterna armonía:
hundiendo en el lodo las plantas fugaces
huí de mis campos feraces
un día...
Ruiseñor de la selva encantada
que preludias el orto abrileño:
a pesar de la fúnebre muerte, y la sombra, y la nada,
yo tuve el ensueño.
Sendero que vas del alcor campesino
a perderte en la azul lontananza:
los dioses me han hecho un regalo divino:
la ardiente esperanza.
Espiga que mecen los vientos, espiga
que conjuntas el trigo dorado:
al influjo de soplos violentos,
en las noches de amor, he temblado.
Montaña que el sol transfigura.
Tabor al febril mediodía,
silente deidad en la noche estilífera y pura:
¡nadie supo en la tierra sombría
mi dolor, mi temblor, mi pavura!
Y vosotros, rosal florecido,
lebreles sin amo, luceros, crepúsculos,
escuchadme esta cosa tremenda: ¡He Vivido!
He vivido con alma, con sangre, con nervios, con músculos,
y voy al olvido...
Mark Lecuona Apr 2017
La puesta del sol se cayó para ti de nuevo
As you looked to the West
I turned my back
I wanted to see if you could make the sun rise

Que estas buscando mi querida
I see you longing for something
That is why I must wait for you to decide
What am I compared to a dream that paints the skies

Entonces es mejor esperar que perderte
I’ll be around like this thing upon which you travel
It’s so far beyond the horizon
It’s become my life to imagine the reason for your cries  

Me miraste a los ojos, todavía buscas
Why must you make me wonder
It is how a woman must live needing to be convinced
I’m not asking you to trust my words, just my eyes
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Oh pedazo, pedazo de miseria, ¿en qué vida
tienes tus manos albas y tu cabeza triste?
...Y tanto andar, y tanto llorar las cosas idas
sin saber qué dolores fueron los que tuviste.

Sin saber qué pan blanco te nutrió, ni qué duna
te envolvió con su arena, te fundió en su calor,
sin saber si eres carne, si eres sol, si eres luna,
sin saber si sufriste nuestro mismo dolor.

Si estás en este árbol o si lloras conmigo,
¿qué es lo que quieres, pedazo de miseria y amigo
de la cansada carne que no quiere perderte?

Si quieres no nos digas de qué racimo somos,
no nos digas el cuándo, no nos digas el cómo,
pero dinos adónde nos llevará la muerte...
carmel Jan 2020
Me has enseñado tanto, me has dado los momentos mas hermosos de mi vida, y también me has destrozado al punto de estar en el suelo con el corazón tirado en la calle, conmigo has hecho lo que querías, me has abierto de piernas me has dolido, me has tomado y me has dejado, me has utilizado, me has hecho sentir nada.
también admito que me has hecho sentir viva, me has hecho sentir todo, me has enseñado a callar, aunque también me has enseñado a desahogarme con penas, con baile, con lagrimas, con fiesta, me has hecho sentir sola, me has vuelto loca, he manejado con lagrimas en los ojos por tu culpa, he vivido buscándote pensando que eras de una forma para darme cuenta que no te encuentro en las formas que sueño, te encuentro pero ya no quiero buscarte, ya no se si te quiero, me tienes harta, juegas conmigo, me escupes en la cara, me mias encima, me tomas por un juego mientras solo quiero cuidarte, que esperas que quieres de mi? que tantas putas lecciones quieres darme?
quieres que mi alma se rompa, lo lograste
quieres que mi confianza se destrose, hecho
que quieres de mi?
quieres que tenga fe en ti para volver a perderla una y otra y otra vez
lo has logrado
quieres que me abra de piernas rapido lo has logrado te he confundido con tantos rostros y te he buscado en tantos cuerpos ya ni si quiera se como te verias si te tuviera enfrente
quieres que me espere, que te espere a llegar para que incluso asi decidas no aparecerte
lo tienes.
que mierda quieres de mi
sabes que ya no importa lo que tu quieras de mi, te voy a decir lo que yo quiero de ti ahora
estos son mis terminos amor
estas son mis condiciones
mi corazon esta abierto para ellos que han estado siempre. mi corazon y mi vulnerabilidad es de ellos.
no esperes que te espere, no esperes que quiera que llegas a rescatarme, por que te digo ahorita las reglas cambiaron me rescato sola yo ya no te espero, siendo honesta ni si quiera se si pudiera aceptarte, si pudiera quererte, me la has jugado tantas putas veces. te aviso que me hartaste, te aviso que ya no te quiero, te aviso que ya no te necesito
te aviso que te bajo del pedestal donde te tuve y que mi soledad me la pongo como, un vestido ajustado con los labios bien pintados y la cara en alto.
He perdido tanto sabes? tu crees que voy a tener miedo a perderte? el miedo tu me lo quitaste hace mucho.
te aviso que me perdiste
te aviso que no te espero
te aviso amor que ya no te siento.
Está bien, vas con otro, y me apeno y sonrío,
pues recuerdo las noches que temblaste en mi mano,
como tiembla en la hoja la humedad del rocío,
o el fulgor de la estrella que desciende al pantano.

Te perdono, y es poco. Te perdono, y es todo,
yo que amaba tus formas, más amaba tu amor,
y empezó siendo rosa lo que luego fue lodo,
a pesar del perfume y a pesar del color.

Hoy prefiero mil veces sonreír aunque pierda,
mientras pierda tan solo el derecho a tu abrazo,
y no ser el que olvida, mientras él quien recuerda,
y tú bajes el rostro y él lo vuelva si paso.

Quien te lleva no sabe que pasó mi tormento,
y me apena su modo de aferrarse a lo vano,
él se aferra a la rosa, pero olvida que el viento,
todavía dirige su perfume a mi mano.

Y por ser quien conozco tus angustias y anhelos,
te perdono si pasas y si no me saludas,
pues prefiero el orgullo de perderte con celos,
a la angustia que él siente de tenerte con dudas.

Y mañana quien sabe, no sabré si fue rubia,
si canela, o si blanca la humedad de esta pena,
y quizás te recuerde si me adentro en la lluvia,
o tal vez me dé risa si acaricio la arena.
Cuando yo te miro
Eres la cosa mas bonita
Nadie es como tu
Ojala que tambien piensas que somos amigos
Seria triste perderte

Me disfruto de hablar contigo.
Ya se que estar saliendo con un Chico mayor
Y solo quiero que saves que eres un gran amiga mia.
carmel May 2020
Lo que mas voy a entrañar de ti, es lo que era yo a tu lado
Extrañare despertar con una sonrisa sabiendo que estas a un lado, con el sol en mis ojos cada que veía tus pupilas y pensar cuanto me encantas, con las ganas de pegarte un beso o que me pegues tu uno para sonreír mas y agradecer a la vida tenerte conmigo, extrañare que las primeras palabras que salgan de mi boca sean " buenos días". Extrañare que seas mi primer pensamiento al despertar y mi ultimo pensamiento al dormir. Extrañare abrirme de par en par y enseñar lo que soy. Extrañare mi desnudes a tu lado, dormir en calzones y buscar tu mano, extrañare abrazarte por la espalda y oler tu pelo,
extrañare hacerte el amor y pedirte que me digas que soy tuya mientras me besas, extrañare escuchar el ritmo de tu corazón y querer que el mio vaya al ritmo del tuyo, extrañare mi amor a ti.
Extrañare prepararte el café que me huele a ti y el chocolate que me sabe a ti, extrañare verte caminar desnudo por el cuarto y pensar me encantas así con tu poco pudor y tu olor por la mañana.
Extrañare estar tan enamorada y tener ojos solo para ti.
Extrañare tus "gracias por cocinar" y tus besos dulces, tu forma torpe de caminar, y tu complicada forma de expresar, extrañare tu sonrisa.
Pero sabes no extrañare que me digas " hablas mucho, ocupo que estemos en silencio", tampoco extrañare que no te puedas comprometer por tu miedo a perder tu libertad, no extrañare que hables con otras mujeres para " Tener otra oportunidad por si no funciona", no extrañare tus arranques de  enojo y tu poca paciencia, no extrañare que me grites, no extrañare que me empujes, no extrañare que me limites en mi forma de amar, que me pidas que sienta menos, que me digas que es muy pronto para sentir tanto, no extrañare el estúpido miedo a perderte, no extrañare tu falta de querer.
Te voy a extrañar pero sabes me voy a extrañar mas a mi.
Jorge Rangel Apr 2022
Hoy quiero disculparme.
Por no haberte entendido.
Mi afligido corazón, se ahogaba;
Con arduo sentido.
Que no logro apreciar
La empatía que ofrecías
Después de tu rechazo
Se le detuvo el tiempo
Dejo de respirar
Morir sintió por dentro.

Mas ya pasó ,eso fue ayer.
Con gran vigor se escuchó latir,
Mi corazón; recuperó su aliento.
Un viejo reloj también marco.
Un nuevo hoy, otro momento.

Día nuevo es hoy, Mi corazón;
nuevo dolor sufre por dentro.
Es mi tortura por comprender,
Lo que no hice al perderte.
Hoy, rememoré; tus palabras
Oí, las sellé en mi mente.
Este martirio lo engendró
Lo que expusiste al decirme
“Y sé cómo se siente”
Mila Sep 3
Sálvame de caer al vacío, sálvame de desaparecer en tu olvido. llévame a conocer contigo lo que pasa más allá del abismo.

Rescartame de este desierto en el que me ahogo. en este mar inmenso de soledad.Enterrada en las cenizas de nuestras llamas apagadas

Sálvame de tu amor que olvida el mio. Sálvame de perderme, de perderte. Sálvame amor, sálvame.

— The End —