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yanci colon Aug 2012
Situaciones intenso
Espero hasta el dia que comienzo
Que intenso...
Negue lo claro por Menso
ó que suspenso tan inmenso
No vo aclarar mi nombre, solo llama me Lorenzo
Lorenzo tiene un dolor intenso
Explicarte? No se, donde comienzo...
La  situación  esta tan intenso....
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p
a
n
g
l
i
s
h
Translation:
This situation is so intense
I'm waiting for the day to commence
I neglected whats clear, because I had no sense
O this suspense is so intense
Explain?  Still don't know where to commence
This Situation is so intense...
Marco Bo Sep 2018
under this suburban sky
red stain on the dull gray, when you move away to your elsewhere
you revive
as a fish returning to the water after a short yet intense pain

for you I'm the bait
and the hook
and the fisherman too,
not in that order
in the order you decide
since you decide

you are elusive, you always look away and tighten your eyes
your words are lashes
I feel weak in your presence,
at the same time your fragility confuses me and it moves me
as a boat adrift in a lonely sea
...................
sotto questo cielo suburbano
macchia rossa su grigio opaco, quando ti muovi nel tuo altrove,

tu rivivi
come un pesce che ritorna in acqua dopo un'agonia breve ma intensa

per te io sono esca
amo ed anche  pescatore,
ma non in quell'ordine
nell'ordine in cui decidi
e tu decidi

sei inafferrabile, distogli sempre lo sguardo e stringi gli occhi
le tue parole sono staffilate
mi sento debole in tua presenza,
allo tempo stesso la tua fragilità mi confonde e mi commuove
come una  barca alla deriva in un solitario mare
..................

bajo este cielo suburbano
mancha roja en gris opaco, cuando te alejas a tu otro lugar,
tu revives

como un pez que regresa al agua después de un dolor breve pero intenso

yo soy cebo para ti
y gancho
y también  pescador
pero no en ese orden
en el orden en que tu decidas
y tu decides

eres evasiva, siempre mira hacia otro lado y cierras los ojos
tus palabras son latigazos
me siento débil en tu presencia,
al mismo tiempo, tu fragilidad me confunde y me conmueve
como un barco a la deriva en un solitario mar
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
Tristes recuerdos del placer perdido,
A aumentar la ansiedad y la agonía
De este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría
Le quedó al corazón sólo un gemido,
Y el llanto que al dolor los ojos niegan
Lágrimas son de hiel que el alma anegan.

¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas
De juventud, de amor y de ventura,
Regaladas de músicas sonoras,
Adornadas de luz y de hermosura?
Imágenes de oro bullidoras.
Sus alas de carmín y nieve pura,
Al sol de mi esperanza desplegando,
Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.

Gorjeaban los dulces ruiseñores,
El sol iluminaba mi alegría,
El aura susurraba entre las flores,
El bosque mansamente respondía,
Las fuentes murmuraban sus amores...
ilusiones que llora el alma mía!
¡Oh, cuán suave resonó en mi oído
El bullicio del mundo y su ruido!

Mi vida entonces, cual guerrera nave
Que el puerto deja por la vez primera,
Y al soplo de los céfiros suave
Orgullosa desplega su bandera,
Y al mar dejando que sus pies alabe
Su triunfo en roncos cantos, va velera,
Una ola tras otra bramadora
Hollando y dividiendo vencedora.

¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente
De amor velaba; el sol de la mañana
Llevaba yo sobre mi tersa frente,
Y el alma pura de su dicha ufana:
Dentro de ella el amor, cual rica fuente
Que entre frescuras y arboledas mana,
Brotaba entonces abundante río
De ilusiones y dulce desvarío.

Yo amaba todo: un noble sentimiento
Exaltaba mi ánimo, Y sentía
En mi pecho un secreto movimiento,
De grandes hechos generoso guía:
La libertad, con su inmortal aliento,
Santa diosa, mi espíritu encendía,
Contino imaginando en mi fe pura
Sueños de gloria al mundo y de ventura.

El puñal de Catón, la adusta frente
Del noble Bruto, la constancia fiera
Y el arrojo de Scévola valiente,
La doctrina de Sócrates severa,
La voz atronadora y elocuente
Del orador de Atenas, la bandera
Contra el tirano Macedonio alzando,
Y al espantado pueblo arrebatando:

El valor y la fe del caballero,
Del trovador el arpa y los cantares,
Del gótico castillo el altanero
Antiguo torreón, do sus pesares
Cantó tal vez con eco lastimero,
¡Ay!, arrancada de sus patrios lares,
Joven cautiva, al rayo de la luna,
Lamentando su ausencia y su fortuna:

El dulce anhelo del amor que guarda,
Tal vez inquieto y con mortal recelo;
La forma bella que cruzó gallarda,
Allá en la noche, entre medroso velo;
La ansiada cita que en llegar se tarda
Al impaciente y amoroso anhelo,
La mujer y la voz de su dulzura,
Que inspira al alma celestial ternura:

A un tiempo mismo en rápida tormenta
Mi alma alborotaban de contino,
Cual las olas que azota con violenta
Cólera impetuoso torbellino:
Soñaba al héroe ya, la plebe atenta
En mi voz escuchaba su destino:
Ya al caballero, al trovador soñaba,
Y de gloria y de amores suspiraba.

Hay una voz secreta, un dulce canto,
Que el alma sólo recogida entiende,
Un sentimiento misterioso y santo,
Que del barro al espíritu desprende;
Agreste, vago y solitario encanto
Que en inefable amor el alma enciende,
Volando tras la imagen peregrina
El corazón de su ilusión divina.

Yo, desterrado en extranjera playa,
Con los ojos extático seguía
La nave audaz que en argentado raya
Volaba al puerto de la patria mía:
Yo, cuando en Occidente el sol desmaya,
Solo y perdido en la arboleda umbría,
Oír pensaba el armonioso acento
De una mujer, al suspirar del viento.

¡Una mujer!  En el templado rayo
De la mágica luna se colora,
Del sol poniente al lánguido desmayo
Lejos entre las nubes se evapora;
Sobre las cumbres que florece Mayo
Brilla fugaz al despuntar la aurora,
Cruza tal vez por entre el bosque umbrío,
Juega en las aguas del sereno río.

¡Una mujer!  Deslizase en el cielo
Allá en la noche desprendida estrella,
Si aroma el aire recogió en el suelo,
Es el aroma que le presta ella.
Blanca es la nube que en callado vuelo
Cruza la esfera, y que su planta huella,
Y en la tarde la mar olas le ofrece
De plata y de zafir, donde se mece.

Mujer que amor en su ilusión figura,
Mujer que nada dice a los sentidos,
Ensueño de suavísima ternura,
Eco que regaló nuestros oídos;
De amor la llama generosa y pura,
Los goces dulces del amor cumplidos,
Que engalana la rica fantasía,
Goces que avaro el corazón ansía:

¡Ay! aquella mujer, tan sólo aquélla,
Tanto delirio a realizar alcanza,
Y esa mujer tan cándida y tan bella
Es mentida ilusión de la esperanza:
Es el alma que vívida destella
Su luz al mundo cuando en él se lanza,
Y el mundo, con su magia y galanura
Es espejo no más de su hermosura:

Es el amor que al mismo amor adora,
El que creó las Sílfides y Ondinas,
La sacra ninfa que bordando mora
Debajo de las aguas cristalinas:
Es el amor que recordando llora
Las arboledas del Edén divinas:
Amor de allí arrancado, allí nacido,
Que busca en vano aquí su bien perdido.

¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!
¡Sentimiento purísimo! ¡memoria
Acaso triste de un perdido cielo,
Quizá esperanza de futura gloria!
¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh qué mujer! ¡qué imagen ilusoria
Tan pura, tan feliz, tan placentera,
Brindó el amor a mi ilusión primera!...

¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,
¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?
¿Por qué, por qué como en mejores días,
No consoláis vosotras mis pesares?
¡Oh! los que no sabéis las agonías
De un corazón que penas a millares
¡Ay! desgarraron y que ya no llora,
¡Piedad tened de mi tormento ahora!

¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos
Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura
De mí, que entre suspiros angustiosos
Ahogar me siento en infernal tortura.
¡Retuércese entre nudos dolorosos
Mi corazón, gimiendo de amargura!
También tu corazón, hecho pavesa,
¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!

¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
Que fuera eterno manantial de llanto,
Tanto inocente amor, tanta alegría,
Tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
En que perdido el celestial encanto
Y caída la venda de los ojos,
Cuanto diera placer causara enojos?

Aun parece, Teresa, que te veo
Aérea como dorada mariposa,
Ensueño delicioso del deseo,
Sobre tallo gentil temprana rosa,
Del amor venturoso devaneo,
Angélica, purísima y dichosa,
Y oigo tu voz dulcísima y respiro
Tu aliento perfumado en tu suspiro.

Y aún miro aquellos ojos que robaron
A los cielos su azul, y las rosadas
Tintas sobre la nieve, que envidiaron
Las de Mayo serenas alboradas:
Y aquellas horas dulces que pasaron
Tan breves, ¡ay! como después lloradas,
Horas de confianza y de delicias,
De abandono y de amor y de caricias.

Que así las horas rápidas pasaban,
Y pasaba a la par nuestra ventura;
Y nunca nuestras ansias la contaban,
Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura.
Las horas ¡ay! huyendo nos miraban
Llanto tal vez vertiendo de ternura;
Que nuestro amor y juventud veían,
Y temblaban las horas que vendrían.

Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío
¡Ay! agostó la flor de tu pureza?
Tú fuiste un tiempo cristalino río,
Manantial de purísima limpieza;
Después torrente de color sombrío
Rompiendo entre peñascos y maleza,
Y estanque, en fin, de aguas corrompidas,
Entre fétido fango detenidas.

¿Cómo caiste despeñado al suelo,
Astro de la mañana luminoso?
Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo
A este valle de lágrimas odioso?
Aún cercaba tu frente el blanco velo
Del serafín, y en ondas fulguroso
Rayos al mando tu esplendor vertía,
Y otro cielo el amor te prometía.

Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído,
O mujer nada más y lodo inmundo,
Hermoso ser para llorar nacido,
O vivir como autómata en el mundo.
Sí, que el demonio en el Edén perdido,
Abrasara con fuego del profundo
La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego
La herencia ha sido de sus hijos luego.

Brota en el cielo del amor la fuente,
Que a fecundar el universo mana,
Y en la tierra su límpida corriente
Sus márgenes con flores engalana.
Mas ¡ay! huid: el corazón ardiente
Que el agua clara por beber se afana,
Lágrimas verterá de duelo eterno,
Que su raudal lo envenenó el infierno.

Huid, si no queréis que llegue un día
En que enredado en retorcidos lazos
El corazón con bárbara porfía
Luchéis por arrancároslo a pedazos:
En que al cielo en histérica agonía
Frenéticos alcéis entrambos brazos,
Para en vuestra impotencia maldecirle,
Y escupiros, tal vez, al escupirle.

Los años ¡ay! de la ilusión pasaron,
Las dulces esperanzas que trajeron
Con sus blancos ensueños se llevaron,
Y el porvenir de oscuridad vistieron:
Las rosas del amor se marchitaron,
Las flores en abrojos convirtieron,
Y de afán tanto y tan soñada gloria
Sólo quedó una tumba, una memoria.

¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento
Un pesar tan intenso!  Embarga impío
Mi quebrantada voz mi sentimiento,
Y suspira tu nombre el labio mío.
Para allí su carrera el pensamiento,
Hiela mi corazón punzante frío,
Ante mis ojos la funesta losa,
Donde vil polvo tu bondad reposa.

Y tú, feliz, que hallastes en la muerte
Sombra a que descansar en tu camino,
Cuando llegabas, mísera, a perderte
Y era llorar tu único destino:
¡Cuando en tu frente la implacable suerte
Grababa de los réprobos el sino!
Feliz, la muerte te arrancó del suelo,
Y otra vez ángel, te volviste al cielo.

Roída de recuerdos de amargura,
Árido el corazón, sin ilusiones,
La delicada flor de tu hermosura
Ajaron del dolor los aquilones:
Sola, y envilecida, y sin ventura,
Tu corazón secaron las pasiones:
Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran
Y hasta el nombre de madre te negaran.

Los ojos escaldados de tu llanto,
Tu rostro cadavérico y hundido;
único desahogo en tu quebranto,
El histérico ¡ay! de tu gemido:
¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto
Envolver tu desdicha en el olvido,
Disipar tu dolor y recogerte
En su seno de paz? ¡Sólo la muerte!

¡Y tan joven, y ya tan desgraciada!
Espíritu indomable, alma violenta,
En ti, mezquina sociedad, lanzada
A romper tus barreras turbulenta.
Nave contra las rocas quebrantada,
Allá vaga, a merced de la tormenta,
En las olas tal vez náufraga tabla,
Que sólo ya de sus grandezas habla.

Un recuerdo de amor que nunca muere
Y está en mi corazón: un lastimero
Tierno quejido que en el alma hiere,
Eco suave de su amor primero:
¡Ay de tu luz, en tanto yo viviere,
Quedará un rayo en mí, blanco lucero,
Que iluminaste con tu luz querida
La dorada mañana de mi vida!

Que yo, como una flor que en la mañana
Abre su cáliz al naciente día,
¡Ay, al amor abrí tu alma temprana,
Y exalté tu inocente fantasía,
Yo inocente también ¡oh!, cuán ufana
Al porvenir mi mente sonreía,
Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo
Pensé contigo remontarme al cielo!

Y alegre, audaz, ansioso, enamorado,
En tus brazos en lánguido abandono,
De glorias y deleites rodeado
Levantar para ti soñé yo un trono:
Y allí, tú venturosa y yo a tu lado.
Vencer del mundo el implacable encono,
Y en un tiempo, sin horas ni medida,
Ver como un sueño resbalar la vida.

¡Pobre Teresa!  Cuando ya tus ojos
Áridos ni una lágrima brotaban;
Cuando ya su color tus labios rojos
En cárdenos matices se cambiaban;
Cuando de tu dolor tristes despojos
La vida y su ilusión te abandonaban,
Y consumía lenta calentura,
Tu corazón al par de tu amargura;

Si en tu penosa y última agonía
Volviste a lo pasado el pensamiento;
Si comparaste a tu existencia un día
Tu triste soledad y tu aislamiento;
Si arrojó a tu dolor tu fantasía
Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento
A otra mujer tal vez acariciando,
Madre tal vez a otra mujer llamando;

Si el cuadro de tus breves glorias viste
Pasar como fantástica quimera,
Y si la voz de tu conciencia oíste
Dentro de ti gritándole severa;
Si, en fin, entonces tú llorar quisiste
Y no brotó una lágrima siquiera
Tu seco corazón, y a Dios llamaste,
Y no te escuchó Dios, y blasfemaste;

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel! ¡martirio horrendo!
¡Espantosa expiación de tu pecado,
Sobre un lecho de espinas, maldiciendo,
Morir, el corazón desesperado!
Tus mismas manos de dolor mordiendo,
Presente a tu conciencia lo pasado,
Buscando en vano, con los ojos fijos,
Y extendiendo tus brazos a tus hijos.

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel!... ¡Ay! yo entretanto
Dentro del pecho mi dolor oculto,
Enjugo de mis párpados el llanto
Y doy al mundo el exigido culto;
Yo escondo con vergüenza mi quebranto,
Mi propia pena con mi risa insulto,
Y me divierto en arrancar del pecho
Mi mismo corazón pedazos hecho.

Gocemos, sí; la cristalina esfera
Gira bañada en luz: ¡bella es la vida!
¿Quién a parar alcanza la carrera
Del mundo hermoso que al placer convida?
Brilla radiante el sol, la primavera
Los campos pinta en la estación florida;
Truéquese en risa mi dolor profundo...
Que haya un cadáver más, ¿qué importa al mundo?
Desde la ventana de un casucho viejo
abierta en verano, cerrada en invierno
por vidrios verdosos y plomos espesos,
una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientas la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje *****
que la beca roja que ciñe su cuello,
y que por la espalda casi roza el suelo.Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibuja su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
Él, solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos
a la salmantina de rubio cabello
la mira muy fijo, con mirar intenso.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el estío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste; rezando y cosiendo
una salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
su seminarista de los ojos negros;
cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa la niña que pide aquel cuerpo
marciales arreos.Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirla:  -¡Te quiero!, ¡te quiero!,
¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.En una lluviosa mañana de inverno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
con la beca roja por cima cubierto,
y sobre la beca, el bonete *****.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
los seminaristas iban en silencio
siempre en dos filas hacia el cementerio
como por las tardes al ir de paseo.La niña angustiada miraba el cortejo
los conoce a todos a fuerza de verlos...
tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
el seminarista de los ojos negros.Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.La labor suspende, los mira, y al verlos
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
del seminarista de los ojos negros...
Derekis Apr 2015
Hoy me siento triste y despojado
me siento tan infeliz, tan desolado
no puedo creer que el destino me prohíba tenerte a mi lado.

Una tras otra, cada noche espero tu promesa
esperando a que me des una carta o un mensaje
pero en vano , por un momento contigo, mi alma reza
sin saber si en realidad tu piensas en mi,
sin saber si tu das el mas mínimo suspiro por mi ser o mi existencia.

Estoy solo, de nuevo, en esta noche de impotencia
preguntándole a mi corazón la razón de esta locura
que no me deja ni pensar ni vivir sin tu presencia.

Cada vez que me niegas tus amistosas palabras
siento como una daga mi pecho atraviesa
tan profundo y tan doloroso como unas tijeras
que cortan los lazos de mi amor hacia tu gentileza.

Las noche sin ti es un interminable tormento
sangra mi corazón herido y abierto
me siento tan solo sin ti, tan frió, tan muerto,
sin ti me quedo sin aliento
y con ganas de que este sea mi ultimo momento.

No puedo sacarte de mi pensamiento,
tan fuerte siento sobre ti que mi cuerpo sufre en silencio
por esa jugarreta del destino y mi intenso remordimiento
de no haber actuado antes y de haber perdido la oportunidad de ganar tu corazón y tu aprecio.

No sabes las ganas que tengo de oír tus palabras susurrarme en el oído,
aunque me llenes el alma con falsa esperanza
para que después esos sueños mueran en el olvido.

Tus recuerdos y tus fotos me lastiman el alma
al pensar que tus sonrisas yo no puedo experimentarlas
el dolor estará dentro de mi hasta el día en que tu te intereses en mi
o hasta el momento en que yo me olvide de ti..

En la ventana miro la cuidad muerta,
tan solitaria como mi alma que grita por tu cariño
pero tu solo le cierras la puerta
sin saber que lo único que quiero es cumplir mi destino.

He llevado mi sufrimiento a las calles de mi pensamiento
se ven como un paisaje desolado, tan frías y tan turbulentas,
al final de un callejón en mi mente veo como tu me huyes
y sufro al sentir como mis ojos se llenan de lagrimas sangrientas.

Tu silencio ha esculpido mi llanto
el viento frío que ha dejado mí aliento,
esta noche he querido llorarte,
pero solo he conseguido esperarte.

Tengo tantas ganas y deseos de llamarte
pero tengo tanto miedo de molestarte
y decirte que te quiero.

Si pudiera hacer que me entendieras
o que por un momento esta desesperación sintieras,
el sufrimiento que mi corazón experimenta
al sentir como el amor aumenta
pero la persona que se quiere ni siquiera lo enfrenta..

Tonto es el corazón,
que al saber que aunque no hay razón
sigue queriendo con tanta pasión
sin importar el dolor causado por el desamor.
I dont...
want to..
destroy life.  Remember...
I still believe♫
Sam Aug 2012
Mi fai scoppiare in lacrime.
Gioia, tristezza, e l'amore.
Sono sopraffatto
ogni volta
Ti vedo.

Le Farfalle ritorno
Di volta in volta.

Il mento così prominente,
Il tuo sorriso così luminoso,
I tuoi occhi così incantevole.

Un abbraccio come nessun altro,
Caldo, pieno d'amore.
Imbarazzante e scomodo.

Baci soffici, duro, lento, veloce.
Intenso.

Fai finta di essere, cose che non sono,
Ma dentro di me vedere il tuo amore, la compassione,
La paura, il dolore, la gioia.

ride piccoli come un anello vero figlio dalla bocca,
come ** dolcemente solleticare la vostra abbronzato, ventre maculato.

Avvolto tra le tue braccia,
un bruco in un bozzolo.
Cassetta di sicurezza, suono, sicuro.

Abbiamo urlare e piangere.
Ci baciamo e ci sorridiamo.
Abbiamo fatto male e guarire.

Tu sei mia,
Io sono tuo.
Non importa chi ti ha amato,
o che vi piace quando ci separiamo,
L'amore che sgorga dal mio cuore,
per te,
Continuerà fino a che non cessa di.

Mi fai ridere,
piangere,
urlo,
brivido,
nella gioia, la rabbia, la disperazione, l'amore.

Voi mi levate dal baratro che è la mia mente.
Mi ricordi per questo che voglio essere vivo.
Era su nombre Betsy y era de Ohio.
                                                       
Un día,
En que al azar vagaba por mi ruta sombría,
Los dos nos encontramos.  Y la quise por bella;
Después amé su alma, porque mi alma en ella
Vio una luz casta y blanca, vio piedad y ternura.

Jirón azul de cielo rompió mi noche oscura,
Y la luz de una estrella de fulgores risueños,
Hizo abrir la dormida floración de mis sueños.

¿Qué fuerza misteriosa la puso en mi camino?...
¿Fue una intuición secreta quizá de mi destino
La que a la senda suya llevó mi errante paso?
¿Fue casual ese encuentro?... ¿Fue presentido
acaso?
No lo sé... ni me importa.

                                                 
De raza puritana,
De aquella raza austera que a la costa britana,
Buscando hogar y patria, dijo adiós sin tristeza;
De los lagos del Norte rubia flor de belleza;
Los libros y la música su amada compañía,
Y esquiva a los arranques de ruidosa alegría;
Su flor dilecta, el lirio; mística en sus anhelos,
 -Palomas que sus alas tendían a los cielos;-
En contraste sus hábitos y su elación divina
Con todos los impulsos de mi raza latina;
De regiones distantes dos solitarias palmas,
¿Qué fuerza misteriosa juntó nuestras dos almas?
De su idioma, al principio, pocas frases sabía,
Mas mezclando palabras de su lengua y la mía,
Con versos que copiaba de antiguo Florilegio,
Y dísticos de Byron que aprendí en el Colegio,
Le dije muchas cosas... muchas, en el balneario
Donde por vez primera la vi.
                                              (Del solitario
Poeta fue la Musa desde entonces).

                                      Su gracia
Y atractiva belleza; su aire de aristocracia;
Su cabellera blonda, de un rubio veneciano,
Y su perfil de antiguo camafeo romano;
Sus ojos pensativos y de mirar risueño
Donde flotaba a veces el azul de un ensueño;
Sus mejillas rosadas como un durazno; el breve;
Esbelto busto, en donde tuvo vida la nieve;
Sus veinte años... ¡Qué hermosa primavera florida!
¡Todo en ella era un himno que cantaba la vida!
En bailes, en paseos, en la playa...  doquiera
De todos los galanes la preferida era.

Con su traje de lino, con su blanca sombrilla,
Con sus zapatos grises de reluciente hebilla,
Y el sombrero de paja con una cinta angosta,
Nunca se vio más bella mujer en esa costa.

Quiso aprender mi lengua: cambiábamos lecciones,
Y así fueron frecuentes nuestras conversaciones;
Hasta que al fin un día-mi alma de ella esclava,
-Le dije que era bella... muy bella y que la amaba.

Pasado ya el verano, adiós al mar dijimos,
Y en tren, expreso, todos a la ciudad volvimos.
Rodaban... y rodaban las hojas, desprendidas
En raudos torbellinos, por parques y avenidas;
Del ábrego se oían los resoplidos roncos,
Y entre brumas se alzaban casi escuetos  los troncos;
En las calles formaba la lluvia barrizales
Y eran soplos de invierno las brisas otoñales.
Rodaban... y rodaban las hojas. De ceniza
Parecía el crepúsculo con su niebla plomiza,
Y alzábase doliente la luna, en la gris y ancha
Lámina de los cielos, como amarilla mancha.

Con sombrero de plumas, sobretodo entallado,
Y traje azul oscuro, su rostro sonrosado
Era una nota viva y alegre, era un celaje
En la helada y sombría tristeza del paisaje.

«¡Qué triste es el otoño... qué triste!» me decía;
«Todo se está muriendo... todo está en la agonía,
Mas nuestro amor...»:

                                             
(De pronto cayó. Vivos sonrojos
La hicieron al instante bajar los castos ojos).
«También!» dije riendo, «cual todo lo que vuela».
Y reía... reía como alegre chicuela,
Porque su claro instinto de mujer le decía
Que la amaba y que nunca mi pasión moriría.

En bailes, en conciertos, en salones... doquiera

De todos los galanes la preferida era,
Y aunque su amor, a veces, riendo me negaba,
También reía, porque... sabía que me amaba.
Una tarde de invierno, cuando como un sudario
La nieve en albos copos, el parque solitario
Y las calles desiertas cubría; cuando el cielo
Era blanca mortaja; cuando espectros en duelo
Parecían los árboles quemados por el frío,
En un diván sentados, en el salón sombrío,
Junto a la chimenea que con su alegre y clara
Luz daba un vago tinte sonrosado a su cara,
Enjugando una lágrima silenciosa y furtiva,
«Me siento enferma y triste», me dijo pensativa.

Los aullidos del viento vibraban en la sombra...
Y se alejó. Y el roce de su traje en la alfombra
Me arrancó de mis sueños. Incliné la cabeza,
Y solo, y en silencio, quedé con mi tristeza.
Pasó el invierno.
                                     
El cielo fue todo resplandores;
El bosque, lira inmensa, y el campo, todo flores.
Y una tarde, su alcoba, después de muchos días,
Dejó por vez primera la enferma.
                                               
¡Oh, las sombrías
Noches en vela, noches de indecible martirio,
Noches interminables de fiebre y de delirio,
Cuando todos, henchidos de lágrimas los ojos,
Su vida amada al cielo pedíamos de hinojos,
Mientras que en el silencio de esa calma profunda
Se oía, delirando, su voz de moribunda!

Abierta la ventana que daba al parque, en ondas
De fragancia entró el aura susurrando.  Las frondas
De las viejas encinas sus más gratos rumores
Dieron en el crepúsculo.  Fue el triunfo de las flores
Sobre el verde sombrío de los boscajes.  Era
Una tarde rosada, tarde de primavera.

Envuelta en amplia bata de rojo terciopelo,
Suelta la cabellera, como un dorado velo,
Y en la pálida boca, pálida flor sin vida,
Una sonrisa casta, como estrella dormida,
Tendiéndome la mano, pero baja la frente,
Y esquivando los ojos, avanzó lentamente.

Unidas nuestras manos, a mi lado sentada,
Y un instante en mi hombro su frente reclinada,
Quedamos en silencio...

                                                   
¡Cuántas veces, de noche,
Lloroso, y en los labios el blasfemo reproche,
Desde ese mismo sitio sus quejidos oía,
Los ahogados quejidos de su larga agonía!
¡Cuántas veces a solas, cerca de esa ventana,
Me sorprendió sin sueño la luz de la mañana,
Mientras que de la Muerte, furtiva y en acecho,
Oíanse los pasos en torno de su lecho!...
De pronto alzó los ojos, llenos de honda dulzura,
Donde brillaba siempre su alma blanca y pura,
Y con su voz de arrullo, voz de celeste encanto,
-«Sé que lloraste... Gracias», me dijo, y rompió en llanto.

Por la abierta ventana soplos primaverales
La fragancia traían de los verdes rosales.

Luego al parque salimos.
                                                     
Su palidez de cera;
Sus pasos vacilantes al bajar la escalera,
Al andar, su cansancio; los círculos violados
En torno de las claras pupilas; los holgados
Pliegues de su vestido; la enfermiza blancura
De las manos; los dedos, en donde con holgura
Los anillos giraban; la tos, triste presagio
De que estaba marcada para el final naufragio
En la roca sombría de la Muerte; la lenta,
Triste voz; la dulzura de la faz macilenta,
Sus ahogados suspiros, plegarias de su anhelo,
-Plegarias sin palabras para un remoto cielo,-
Su laxitud... ¡Cuán pura, cuán ideal belleza,
Allí mis ojos vieron con su halo de tristeza!...
Y como presintiendo su eterna despedida
En ese dulce instante reconcentré mi vida
Y fue mi amor más grande, fue más intenso y fuerte
Al pensar que muy pronto sería de la Muerte!

Era música el vago rumor de la arboleda,
Y seguimos callados por la oscura alameda.

Al verla se agitaron en sus tallos las rosas;
Más aromas regaron las auras bulliciosas;
Entre arbustos tupidos y fragantes macetas
Asomaron sus ojos azules las violetas;
Todas las campanillas en el verde boscaje
Como que repicaron al ver su rojo traje;
Los pájaros miraban a la convaleciente,
Del parque solitario tantos días ausente;
Se oyeron en las frondas cual vagos cuchicheos,
Y al fin la alada orquesta preludió sus gorjeos
Los cisnes, como góndolas de alba plata bruñida
Enarcaron sus cuellos en el agua dormida
Y del sol a los tibios fulgures vesperales;
Destellaron las colas de los pavos reales.

«La vida es la tristeza», me dijo. «¡Todo anhelo
Del presente, mañana será amargura y duelo;
La vida es desencanto. Feliz creíme un día,
Y ya ves, cuan traidora la suerte y cuan impía!
Como flor, en mi pecho, se abría la Esperanza,
Y ya la desventura por mi camino avanza.
Lentamente mi vida se extingue. Triste, enferma,
¿A qué traer tus sueños a la sombría y yerma
Soledad de mi alma? ¿Para qué tu alegría
Trocar en amargura con mi lenta agonía?
Del árbol de la Vida fui pálido retoño,
Y me iré con las hojas marchitas del otoño;
Para toda esperanza ya soy despojo inerte...
Tú vas para la Vida... ¡yo voy hacia la Muerte!»

«Tus temores», le dije, «son de niña mimada;
Tú todo lo exageras...»

                                                   
En mi brazo apoyada
El parque abandonamos, y al subir la escalera
Parecía un crepúsculo su rubia cabellera.

Un día, para Ohio, tomó el tren.,.., ¡triste día!
Y alzando la vidriera, cuando el tren ya partía
De la Estación, me dijo:
                                             
«Te escribiré primero,
Pero escribe. Hasta pronto...  No olvides que te espero».
Y después.... en sus cartas decía:
                                                         
«Si vinieras,
¡Qué sorpresa la tuya! ¡Qué cambio...! ¡Si me vieras!
Las brisas de mi lago fueron auras de vida.
Razón tuviste. Ha vuelto la esperanza perdida.
Recuerdas? Tú decías: todo eso pronto pasa,
Y es verdad.  La alegría de nuevo está en mi casa.
Soy otra.... y soy la misma: tú entiendes.  Frescas rosas
Se abren en mis mejillas, que eran dos tuberosas.
(Bien sé que de esta frase burla harás con tu flema,
Mas no importa.  No es mía: la copié de un poema).
Hoy río, canto y juego como chiquilla. El piano,
Cerrado tanto tiempo, ya al roce de mi mano
Es música perenne.  Las viejas Melodías
¡Cómo evocan recuerdos de venturosos días!
Soy otra.... habrás de verlo.  Pasaron mis congojas,
¡Y creí que me iría con las marchitas hojas!».
Sueños de un alma casta... ¡Visión desvanecida!
Creyó en la Vida ... ¡Y pronto la traicionó la Vida!

Para siempre descansa del rigor de la suerte,
Con su velo de novia tejido por la Muerte,
Con todas sus quimeras, con todos sus anhelos,
Junto al nativo lago... bajo brumosos cielos.
Derekis Jan 2015
Hoy me siento triste y despojado
me siento tan infeliz, tan desolado
no puedo creer que el destino
me prohíba tenerte a mi lado.

Una tras otra, cada noche espero tu promesa
esperando a que me des una carta o un mensaje
pero en vano ...
por un momento contigo, mi alma reza
sin saber si en realidad tu piensas en mi,
sin saber si tu das el mas mínimo suspiro por mi ser o mi existencia.

Estoy solo, de nuevo, en esta noche de impotencia
preguntándole a mi corazón la razón de esta locura
que no me deja ni pensar ni vivir sin tu presencia.

Cada vez que me niegas tus amistosas palabras
siento como una daga mi pecho atraviesa
tan profundo y tan doloroso como unas tijeras
que cortan los lazos de mi amor hacia tu gentileza.

Las noche sin ti es un interminable tormento
sangra mi corazón herido y hambriento
me siento tan solo sin ti, tan frió, tan muerto,
sin ti me quedo sin aliento
y con ganas de que este sea mi ultimo momento.

No puedo sacarte de mi pensamiento,
tan fuerte siento sobre ti que mi cuerpo sufre en silencio
por esa jugarreta del destino y mi intenso remordimiento
de no haber actuado antes y de haber perdido la oportunidad de ganar tu corazón y tu aprecio.

No sabes las ganas que tengo de oír tus palabras susurrarme en el oído,
aunque me llenes el alma con falsa esperanza
para que después esos sueños mueran en el olvido.

Tus recuerdos y tus fotos me lastiman el alma
al pensar que tus sonrisas yo no puedo experimentarlas
el dolor estará dentro de mi hasta el día en que tu te intereses en mi
o hasta el momento en que yo me olvide de ti..

En la ventana miro la cuidad muerta,
tan solitaria como mi alma que grita por tu cariño
pero tu solo le cierras la puerta
sin saber que lo único que quiero es cumplir mi destino.

He llevado mi sufrimiento a las calles de mi pensamiento
se ven como un paisaje desolado, tan frías y tan turbulentas,
al final de un callejón en mi mente veo como tu me huyes
y sufro al sentir como mis ojos se llenan de lagrimas sangrientas.

Tu silencio ha esculpido mi llanto
el viento frío que ha dejado mí aliento,
esta noche he querido llorarte,
pero solo he conseguido esperarte.

Tengo tantas ganas y deseos de llamarte
pero tengo tanto miedo de molestarte
y decirte que te quiero.

Si pudiera hacer que me entendieras
o que por un momento esta desesperación sintieras,
el sufrimiento que mi corazón experimenta
al sentir como el amor aumenta
pero la persona que se quiere ni siquiera lo enfrenta..

Tonto es el corazón,
que al saber que aunque no hay razón
sigue queriendo con tanta pasión
sin importar el dolor causado por el desamor.
My first poem, back in 2007,, was infatuated with a redhead girl and couldn't handle it well.. I wrote a few more poems like these and then stopped writing altogether until last year, when I started to write again.
Decíame cantando mi niñera
que a mi madrina la embrujó la luna;
y una Dama de ardiente cabellera
veló mi sueño en torno de la cuna.
Su cabello -cauda sombría-
ondeando al viento, ondeando al viento,
ardía, ardía.
Ya en las tórridas noches, si derrama
su efluvio un huerto y me mitiga un lloro,
y en mi sueño de párvulo se inflama
un astro azul de abéñuelas de oro;
ya en el viaje feliz por los caminos
que moja un agua
de tenues hálitos,
entre brillos de aurora,
trinos de pájaros
y muchas lágrimas…
¡Oh, el viaje a Santa Rosa, sobre oro edificada!
Se ven las torres…
Bordeando los senderos
granan mortiños,
crecen romeros…
Ya en los juegos del Tenche, cuando llena
olor sensual la bóveda enramada,
vuela un mirlo, arde un monte, muere un día;
o en la aldea de incienso sahumada,
donde el melodium en el templo suena
y el alma vesperal responde: ¡Ave María!
O en San Pablo, de guijas luminosas,
no he visto pez, guayabas ambarinas,
platanares batidos con lamento
y un turpial que en la hondura se ha acallado:
en cada instante mío, en cada movimiento
-su cabellera un fuego desatado
y ondeando al viento, ondeando al viento-
¡ELLA estaba a mi lado!
Mirífica, invisible, muellemente,
sus manos aliñaban la blandura
de mi carne, volando por mi frente
con suave mimo de fruición impura.
Luego, cuando la luna iba llenando
y era azul el infante en su blancura,
o cuando llueve, o… yo no supe cuándo,
fue su beso en su dádiva
mi primera ambrosía,
y vi el mundo como una granada
que se abría.
La Dama de cabellos encendidos
transmutó para mí todas las cosas,
y amé la soledad, los prohibidos
huertos y las hazañas vergonzosas.
¡Qué intenso el fruto
de las tinieblas!
¡Qué grato el beso
de un labio en llamas!
Y oía un trino y su espiral me abría
caminos de ilusión al claro monte,
al claro cielo absorto en la extensión…
Mas al tornar del viaje vagaroso
por la escala de lumbre de una estrella,
me hundía nuevamente en el moroso
deleite en soledad: -¡solo con ELLA!
Y pasaba envolviéndome el aliento
de una honda, radiante poesía;
y en hazaña ideal por lauro y mirto
iba mi desatada fantasía.
¡Yo volvería!
Luna en San Pablo, novia de siempre,
yo volvería, aun en Abril.
Y entre las auras
de los maizales
que espigan lágrimas,
iba a partir.
Mas la Dama, sortílega a mi lado,
besó mi boca: ¡oh fruto llameante,
por mil íntimas mieles penetrado,
de misterio marino y montesino!…
Y en la onda rubia de la luz ligera,
dorando mi camino
iba su cabellera.
¡Oh, si entonces mi sangre refluyera,
y, manando del cuerpo como un vino
que se vierte, mi lúgubre jornada
fuera no más vertiginoso instante
de aquel vago crepúsculo ambarino!
ELLA me fascinó con la mirada,
y por hondos jardines irreales
en la onda rubia de la luz ligera
dorando mi camino
iba su cabellera.
Cantaba suavemente:
"Yo he mullido
tu carne con mis manos prodigiosas,
y por ellas tu lira da un lamento
a cada sensación, como las rosas
a cada brisa un poco de su aliento.
Pudiste ser el árbol sin la flama,
caduco en su ruindad y en su colina,
y eres la hoguera espléndida que inflama
los tules de la noche y la ilumina.
O el barro sordo, sordo, en que no encuentra
ni un eco fiel el trémolo del mundo,
y eres el caracol, donde concentra
y fija el mar su cántico profundo.
¡Todo por mí! Por la virtud secreta
que mis óleos balsámicos infunden,
rozando apenas la materia oscura,
y que sobre las sienes del poeta
el verde claro del laurel augura.
¡Todo por mí! La ardiente cabellera
flota en los manantiales de la vida,
y por mí, como un bosque en primavera,
la Muerte está de niños frutecida…"
Silbaban sus palabras como víboras
de fuego, llameantes, arrecidas,
y las sutiles lenguas de las víboras
destilaban dulzores homicidas.
¡Cómo me conmoví! Sobre las hierbas
sudor de sangre
marcó mis huellas.
Mas la Dama me ahondó tan blandamente
por el muelle jardín de su regazo,
tan íntima en la sombra refulgente
me ciñó las cadenas de su abrazo,
que me adormí, dolido y sonriente.
Me envolvió en sus cabellos
ondeantes y rojos,
y hallé el deleite en ellos
entornados los ojos.
Colinas del pudor en nieblas opalinas;
río del arte de ondas peregrinas,
sepulto entre montañas diamantinas;
mar del saber, mar triste, mar acerbo…
¡todo lo vi! Laurel, ternura, calma,
¡todo pudo ser mío Y la inefable gloria,
el silencioso gusto
del esfuerzo fallido en la victoria!
Mas la Dama me ahondó tan blandamente
por el muelle jardín de su regazo,
Tan íntima en la sombra refulgente
me ciñó las cadenas de su abrazo,
que me adormí, dolido y sonriente.
Me envolvió en sus cabellos,
ondeantes y rojos,
y está la Muerte en ellos,
insondables los ojos…
Wörziech May 2014
Mil-réis entre réis pagos pelo algodão e pelo o material sinteticamente enfadonho – ambos traçados na sala abafada em que, agora, a escuridão de frequência vibrante busca-me, parado, observando o sangue que segue, que traça, desenha os seus próprios afluentes em uma elaborada figura de empalhamento. Tropeço por entre galhos, perco um ou outro membro e abro os olhos. Agora, veja! Eles estão lá! Meus membros estão lá! Mas atente-se! Aquele, meio torto, veja-o com perfeição.
Digo, eram meus. Sim, pois agora a este outro pertence.  Está lá, na poça de meu sangue, com a minha própria estrutura, o que parece ter sido um simpático palhaço. Confirmo aquela minha primeira impressão: empalhado palhaço. Agora há algo dentro daqueles membros. Definitivamente há! Até vejo alguma perenidade por entre as articulações, à mostra - resultado de um trabalho mal feito pelo meu próprio líquido vermelho intenso.
Depois de muito apreciar minhas partes nunca tão bem aproveitadas, vejo algo mais além - vejo asas! Inicialmente, um âmago bastante ridículo e tedioso - mas observando mais atentamente, percebo profundamente que aquela minha obra orgânica possui, como verdadeira essência, o plano mais ao fundo, que não só se colocava de forma discreta, como aspirava se esconder do foco do olhar, retirando nitidez que a ele é supostamente é inerte. Percebi a explicação para minha atrapalhada e inconsciente criação. Humano algum será capaz de apreciá-la como eu aprecio. Amo-a agora como amo a morte! E morta está minha obra, afastada para sempre de mim. Assim como os meus olhos e libido.

*É um sangue amaldiçoado aquele que escorrera de mim, seria está a plausível explicação? Sequer traçara ele uma imagem de uma mecânica funcional.
Uomo, mi hanno condotta dall'estremo
dove vivevo intera la "mia" vita
al Tuo opposto tremendo di giustizia:
che cosa dedurranno dal confronto
dei nostri due insondabili princìpi?
Qualcuno certo, conscio del Tuo inizio,
tratteneva i Tuoi volti successivi
in un travaglio cieco di rapporti
ma io, ancor prima che gli anelli tutti
della mia vita fossero congiunti,
mi distaccai precipite dal nulla
e proclamai la carne concepita.
Uomo Perfetto, cosa dannerai
di questo seme che, nel modularsi,
s'è rinforzato solo di se stesso
senza estasiarsi in giochi di virtù?
Certo conoscerai che equilibrando
ogni comandamento che mi esorta
a saturarmi tutta di peccato,
che riportando a questo intendimento
la perfezione delle mie lacune,
confluirei con adeguato passo
verso una vita lineare e assente.
Ma per ora, il peccato del mio tutto,
resta la tappa ultima e possente
ed un ritmo incessante di condanna
mi rigetta dal muovermi comune.
Quando, fanciulla appena, mi concessi,
quando mi sciolsi per la prima volta
da quel bruciore acuto di purezza
che sublimava ambiguità tremende,
sentii l'impegno che covavo dentro
crescere, quasi a forza di missione.
Non ** altra virtù che di condurmi
a prodigiose altezze di consenso
e una stanchezza illimite mi prende
se non mi adagio sopra un'altra forma...
Allineando tutte le mie ombre
volte perdutamente verso terra,
posso durare un tempo indefinito
accentrata in un'unica figura.
Ma che dolore sale le mie braccia
reggenti il grave fascio di me stessa:
l'essere dura giova solamente
a questa dubbia resistenza mia...
Sotto il piede che immagino sicuro
cerco il terreno viscido di sempre:
la tentazione è come un tempo lungo
ch'io devo bere, abbrividendo, in fretta...
Guarda, perché previeni il Tuo guardarmi
con errata coscienza di pudore?
Guarda, senza sapere l'astinenza,
queste carni purgate dal piacere,
questi occhi sinceri nell'orgoglio,
questi capelli dal profumo intenso
di vita e di memorie...
Peccato questo vivere me stessa?
So che la santità germoglierebbe
esercitando in me falsi connubi,
ma asségnami una giusta tolleranza
se l'indulgenza nega questo passo,
fa che il ritorno al vivere di sempre
non sprofondi nel buio di un abisso
e che non mi si dia maggiore colpa
se come gli altri, e con eguale indugio,
gioco il distacco dalla mia matrice.
Wörziech Nov 2014
Um medíocre seixo formado por um aglomerado espalhafato de pulgas flutua e veleja por oceanos saturados de desaproveitas lágrimas amarelo-chumbo nas mais desoladas camadas de sua privativa órbita, em uma intersecção de múltiplos limbos supra-reais, bem entre dois muros de um corredor estreito, escuro e corroborado pelo lodo - sobre o qual, cabe-se dizer, resta imóvel uma pequena patrola laranja de brinquedo, esquecida.

Inevitável e também incoerente,
Continuar a ser (peleja)

"Um equívoco desmistificado; uma perturbação"

Os ideais se contrapõem aos já extintos/
Sedimentos navegam eternamente sem rumo/
Inexprimível Sensível/
O oculto que assim permanece/

Pedregulho pulguento perpetuamente a protuberar-se na imensidão dos mares de um ópio por si próprio proferido, ofendendo e perseguindo leis individuais de universo, causando o óbito comum a todos os parciais ínfimos pares de não-instantes, parados.

Estarrece-se o lógico pela busca do externo consenso, indiferente a todo gotejar de pia:
fundir-se pela semelhança!
tornar-se pela simples analogia!

****-Sutra; ****-Isso.
****-Tundra; ****-Aquilo.
**** Sapiens
**** Gênio

Entrementes,
através de seus poros abertos pela alta temperatura,
sente por seu corpo, de muitos corpos,
a circulação efervescente do mais intenso calor,
o sopro de vida hebraico de um cosmos também filisteu,
(de tudo aquilo que pode até não estar de todo vivo - ou de todo morto);
contradição de um todo-devir também carrasco, mas, em essência, todo-devir de um sorrateiro espaço de tempo do bater de asas de um besouro não mais vivo e nunca catalogado, capturado somente por um pequenino ponteiro vermelho de segundos de um relógio velho, possuído,  em circunstâncias afortunas, por uma avó - ainda hoje vivente - de um tempo atormentado pela tirania e propositalmente esquecido, a proferir não só eternidades-nascedouros e cede ansiada, como, de igual infinita intensidade, a inferir a sublimidade em poderios majestáticos estruturados na mais esplendorosa magia humana, a sua despropria linguagem;

...se apercebe o amontoado, tudo, menos genérico, mesmo não sendo, agora, inseto, nem humano, apenas animal,

Que
Mantêm-se
em correnteza,
Metamorfose lavareda.
DAVID Jul 2016
acallado el fuego,
imperecedero, y la
sed de tu piel, saciada
con creces.

vacilante nunca, pues
tus ojos brillan,de placer,
deseo, satisfaccion total
y absoluta.

la humedad en mi pelviz,
el brillo sedoso, y agridulce
en mi regazo de leon amado.

y por un momento, justo en
ese momento, estoy completo,
sereno, amado, deseado, una
bestia plena, serena, agradecida.

la pena, el dolor, la ira y su desidia,
y el latrocinio brutal, son solo escollos
borrados con la humedad de tu ****.

vacilante es aquella, que no ha amado,
su mentira es una cruz pesada, oscura,
fatua, inerte, su alma jamas podra amar,
bajo  el falo divino.

en cambio, tus ojos, verdad, amor y ventura,
amando un imposible, y aun asi amando,
los estertores de tu ****** amada, besada,

penetrada, tierna y ferozmente, son el eco
del fuego chocando con el mar, provocando la vida,
el vapor, que riega la tierra, que genera el ciclo troffico
de la vida, fuego y agua, vapor de vida, pasion,
entre dos bestias, bellas y amadas.

tu miel y tu deseo, SALVAJE, intenso,
perenne, son vitales en la soledad,
de una bestia de montecristo, que solo, acarrea

el daño y el dolor, de las traiciones,
cada corte y puñalada, me hicieron el
hombre fuerte, que ahora soy.

indestructible, y viviendo, amando
imposibles, destruyendo la mentira,
acabando con las debilidades, de los que solo
mienten, llenos de odio, envidia y rencor,
por haber perdido el tornillo que sujeta
nuestra vida.

luego de eso, y por sus debilidades, montecristo
es vencedor, una bestia con corazon, que aprendio
a amar, lo imposible y lo posible, a desaparecerse
en el otro, envuelto en su luz, y su belleza, y la
debilidad y maldad de aquellas chicas mondego,

solo apuraron la debacle, me bato solo
frente a sus errores, riendo y contestando
a las mentiras, sus mentiras y anatemas,
se volvieron en su contra, la verdad limpio el agua,
y el fuego hizo el vapor, completando el ciclo de vida.

asi, mediante el deseo, y  la mutua pasion, ocurrioze
lo imposible, en pos de la vida, y el amor.
la quimera del deseo, nunca borro, aquella vez
que nos tocamos, a pesar de las diferencias, plenos,
salvajes.

generando el vapor, cogiendo, gruñendo, bramando,
en mi mente y en la tuya, el mismo deseo,
la inconmesurable verdad, nuestra verdad,
y la incomprensible mentira, fatua, el eco de lo falso,
y sus mentiras infecciosas, corrompiendo, y enlutando
lo que siempre fue luz y vida.

la falsa nocion de amor, en el yerro, y sus
secuazes, con su engaño de la no aceptacion,
la necedad, u la locura, fatuos oscuros incompletos.
clauditis inspirativa
Nicole Jan 2015
Entonces, es ahí cuando todo comienza a cambiar.
Crees tener esperanzas, pero todo sigue igual.
Cada noche me desvelo pensando en un día nuevo,
cuando las cosas sean distintas y no exista la monotonía.

La falta de amor se siente.
Las noches de locura
se convirtieron en algo poco frecuente.
Los detalles, las sonrisas y todos aquellos momentos especiales
se encuentran navegando en los mares.

¿Qué pasó con aquellos días?
En los que solíamos amanecernos
hablando sobre nuestras vidas.

Ahora el silencio las opaca.
Las conversaciones se vuelven cortas
y cada vez más amargas.

Hay algo en nosotros que ha cambiado
¿aún nos seguiremos amando?

Durante el día pienso,
pero cuando el cielo se torna oscuro
se vuelve más intenso.

No sé si te pasa igual,
mas cierto es,
las cosas están por cambiar.

Muchas veces nos hemos fallado
y el dolor seguirá presente
mientras lo tengamos en nuestras mentes.

Nostálgica y afligida me he podido sentir,
pero en mi interior está esa fe por ti.

Mirándome al espejo, en falta de cariño
me he encontrado
y en lo único que pienso es
en estar a tu lado.

Una vida tranquila
quisiera presenciar.
Sin problemas ni escándalos
y gente entrometida en la vida de los demás.

¿Podremos nosotros seguir adelante?
¿O será otra historia con un final espeluznante?
Este fue un escrito que encontré el cual fue redactado hace meses. Ahora mismo no significa nada en mi vida, pero quería compartirlo.
El él solo hay puros sentimientos con pensamientos mezclados que nunca me atreví sacarlos a la luz.
Stephanie Kahn May 2015
X
No te prometo un para siempre, no te voy a mentir con eso
Queremos infinitos para una vida que desgasta
Soñamos con amores eternos que al final nos duran solo años
Amores que no acaben en rutina, divorcio u homicidio.

Creo que nadie puede prometerte un para siempre
Al menos no como el de la ficción
Por eso hoy te prometo no ser tu último amor
Ni el más intenso, mucho menos el más apuesto
Hoy te prometo amarte platónicamente
Incluso si en veinte años estas durmiendo con otro hombre en Madrid
Mientras yo paseo por Caracas.

Prometo amar tu alma que es eterna a donde quiera que se vaya
Y donde quiera que la mía este; y por ultimo
No te prometo amor de una noche pero tampoco uno que limite.
DAVID Oct 2018
La ferocidad de un coito,
Y ese fuego apagado en tu
****** de leona, te une y
te completa,

y la luz de tus ojos, y el
Brillo intenso que mana
De tu alma, me conecta
A ti

A tu deseo, a tu alma
Brillante y adorada.
  

Eres el fuego y el agua,
Bajo mis dedos, ardes
y apagas el fuego, y tu
Pliegue erogeno se expande
Para mi

Lleva mi nombre,
Como tatuado por tu
Alma, como si tu corazon
Lo hubiera impreso,

Y brillas completa y amada,
Bajo mis garras de Leon,
ese Leon que es tuyo,
Y adorada te ves en mis
Garras

Completa y amada, y
tus ríos se abren para
Mi, y yo bebo de ellos,
Como si fueras el agua mas
Pura

Y en tus ojos, esa luz que te
Pertenece como mi espada
Samurai,  y el espacio que
las diabla dejaron en mi pecho

Y el vapor que sale de nuestros
Cuerpos al unirnos, es el
Resultado de tu **** hermoso y
Adorado, que oh MUDRAS HERMOSAS

y adoradas sellan mi energía,
Y nos comunica con el padre, y
Somos uno, y te amo bajo su
Energía, conectados a EL.

y bajo sus ojos y en su
Energía, te llenas de luz,
Y asciendiendo vas llegando a
ese hermoso despertar,

y tu pliegue erogeno, es
besado y adorado, y cuando
entro con fuerza, siento que
llego a casa, y que me perteneces

Y tu piel blanca de alabastro
Lleva mi nombre, un nombre
que es tuyo.
Juliet R May 2014
como num sobressalto,
com os pés bem assentes no asfalto,
lembro-me do teu cheiro,
no meio deste nevoeiro
sinto-me dentro do alheio,
dentro do teu devaneio
murmúrio o que cá está solto,
tudo muito envolto
sem capacidade de entendimento, c
om a vista embrulhada no cinzento
partilho dores,
partilho ardores,
partilho amores
surpreendo-te unicamente
e não ficas indiferente
e assim mostra num som,
num único tom
de como intenso é amar,
de como difícil é apaixonar
não por uma pessoa nova,
sem precisar de alguma prova
mas sim por a especial
e, aquela que de nada tem igual,
traços únicos
e puros como o som de acústico
olho-te nos olhos brilhantes e amo-te sem variantes
Alternating rhythms
Induce tantalizing rituals
As the swaying legs
Match the manic congas.
Soft voices soaring loudly
Over drunken crowds
Of would-be happy people
Bailando salsa
Con el ritmo intenso.
Estamos libre
Por esta noche,
Que buen progreso.
Mariah Tulli Feb 2019
Chovia a umas três horas, nada tão diferente de dias normais em São Paulo. Clara se arrumava para o trabalho com aquela pressa de quem ia perder o trem, mas na verdade era apenas a euforia pro segundo encontro com Luisa, que ia acontecer no fim do expediente. Se desesperou mais ainda quando olhou para cama e viu o tanto de roupa que havia deixado espalhada.  E se no final nós viermos para minha casa? Vai estar tudo uma bagunça, pensou ela, mas deixou assim mesmo, pois não queria criar expectativas demais, era apenas o segundo encontro e como já havia notado, Luisa parecia ser daquelas meninas meio tímidas de início. Pronto, calça preta, blusa preta e um boné vermelho que combinava com o tênis, pois em dias de chuva era necessário já que sempre perdia a sombrinha.

- Oii linda, então está tudo certo pra hoje né? Saio às 17h e prometo não atrasar. Disse clara enfatizando aquela idéia de pontualidade mais pra ela mesma do que para Luisa.
- Clara.. ops, claro rs! Te encontro no metrô perto do seu trabalho :)

Luisa tinha mania de fazer piadas com coisas bem bobas, era sua marca. Logo em seguida da mensagem enviada percebeu que mais uma vez tinha feito isso e riu de si mesma. Assim se estendeu o dia, Luisa sem muito o que fazer pois era seu dia de folga, então estava com todo o tempo do mundo para se arrumar, mas era daquelas decididas que pensava na roupa que iria vestir enquanto tomava banho e em dez minutos já estava pronta. O relógio despertou às 16h, trinta minutos se arrumando e mais trinta no metrô. Luisa estava pontualmente no local combinado, mesmo sabendo que Clara iria demorar mais um pouco ate finalizar todas as tarefas. Mais trinta minutos se passaram e nesse tempo Luisa já estava sentada em um bar ao lado da saída lateral do metrô com uma cerveja na mão, avistou aquele sorriso intenso de Clara, sorriu de volta cantarolando em sua cabeça “cê tem uma cara de quem vai fuder minha vida”, música vívida entre os jovens.

-Desculpa, te deixei esperando mais uma vez, como vamos resolver essa dívida aí? Disse clara esperando que a resposta fosse “com um beijo”.
-Sem problemas, já estou quase me acostumando, me rendi a uma cerveja, mas podemos beber outras lá em casa, o que acha?

Sem mais nem menos Clara aceitou e ficou surpresa pelo convite, a timidez percebida por ela já tinha ido embora pelo jeito. Chegando lá sentou em um colchão em cima de um pallet que ficava na sala e começou a analisar todo o ambiente, uma estante com dezenas de livros e três plantas pequenas no topo. Luisa com o tempo livre do dia deixou a casa toda arrumada e a geladeira cheia de cerveja, abriu uma garrafa e sentou-se ao lado de Clara em seu sofá improvisado.

-Posso? Pergunta Luisa ao indicar que queria passar a mão no sidecut de Clara.
-Claro, aproveita que raspei ontem.

Com a deixa para carícias, a mão ia deslizando de um lado para o outro em um toque suave na parte raspada do cabelo, até chegar ao ponto em que Clara já estava ficando um pouco excitada e gentilmente virou-se para Luisa encarou-a e sorriu, sem dizer nada, silêncio total, deixando aquela tensão pré beijo no ar por uns segundos. E sem nenhum esforço deixou que acontecesse naturalmente, sentindo aquele beijo encantador de Luisa. Pernas se entrelaçaram, corpos mais pertos um do outro, Clara acariciava lentamente o ombro de Luisa, aproveitando o movimento para abaixar a alça de sua blusa e dar um leve beijo na parte exposta, se estendendo ao pescoço, fazendo Luisa se arrepiar. Naquele momento o ambiente começa a ficar mais quente e num piscar de olhos as duas já se livraram de suas blusas. Clara volta a acariciar a pele de Luisa, mas dessa vez mais intensamente, percorre a mão pela barriga, puxa cuidadosamente a pele perto do quadril para conter o tesão, vai deslizando pela coxa, e num movimento quase imperceptível abaixa o short de Luisa e beija seus lábios molhados, fazendo-a soltar gemidos de excitação, criando um clima mais ofegante. Luisa em um mix de sensações sentiu a pulsação mais rápida de suas veias acelerado o coração, pernas tremendo e mãos suando, até perceber que aquele oral era o primeiro em que se entregava por completo, e se entregou.  Estava segura de si que aquilo era mágica e com a respiração voltando ao normal, posou um sorriso no rosto, abraçou Clara e perdurou o afago até cair no sono.
As vezes quero ser profundo e me manter por lá
Mas sou apaixonado pelo nascer e pôr do sol
E pela lua beijando o mar

As vezes quero sentar
Te ver dancar
Mas sou apaixonado pelo ritmo do teu corpo no meu
Teu calor
E aroma do teu suor

As vezes me pergunto o que será de nós se a paixão acabar?
Mas logo lembro
Que nada dura pra sempre
E enquanto existir este sentimento intenso
Quero aproveitar cada momento

Lembranças não serão levadas pelo vento
Um coração lindo como o teu nunca ficará ao relento
Pra já, faça do meu peito o seu aposento

Encosta a cabeça
Ouça cada batimento
Será eterno até acabar o nosso tempo
Nuevas disposiciones de la noche,
sórdidos ejercicios  al dictado, lecciones del deseo
que yo aprendí, pirata,
oh joven pirata de los ojos azules.
En calles resonantes la oscuridad tenía
todavía la misma espesura total
que recuerdo en mi infancia.
Y dramáticas sombras, revestidas
con el prestigio de la prostitución,
a mi lado venían de un infierno
grasiento y sofocante como un cuarto de máquinas.
¡Largas últimas horas,
en mundos amueblados
con deslustrada loza sanitaria
y cortinas manchadas de permanganato!
Como un operario que pule una pieza,
como un afilador,
fornicar poco a poco mordiéndome los labios.
Y sentirse morir por cada pelo
de gusto, y hacer daño.
La luz amarillenta, la escalera
estremecida toda de susurros, mis pasos,
eran aún una prolongación
que me exaltaba,
lo mismo que el olor en las manos
-o que al salir el frío de la madrugada, intenso
como el recuerdo de una sensación.
Marco Bo Nov 2018
under this gray sky
the eyes burn for the dark rain that falls down
and you shout your caresses on my cheeks of fear

I listen to you with the experience of my twenty years
when twenty years were many
and intense and sweet
sweet

under this gray sky
darkness that you fear, dreams that are lost in  space
in your throat suffocated smiles
opportunities torn in the wind

wind that doesn't come back
never written history books
flowers of little
or nothing
infinite
fragility
and yet
life
……………….

flores de poco

bajo este cielo gris
los ojos arden a través de lluvia oscura que cae
y tu gritas tus caricias en mis mejillas de miedo
yo te escucho con la experiencia de mis veinte años
cuando veinte años eran muchos
e intenso y dulces
dulces

bajo este cielo gris
oscuridad que temes, sueños que se pierden en vuelo
sonrisas sofocadas en la garganta
oportunidades que se rompen en el viento
viento que no vuelve
libros de historia nunca escritos
flores de poco o nada
fragilidad infinita
y sin embargo,
vida...…
……………..
fiori di poco

sotto questo grigio cielo
gli occhi bruciano per la buia pioggia che cade giù
e tu gridi le tue carezze sulle mie guance di timore
io ti ascolto con l'mpazienza dei miei vent'anni
di quando vent'anni erano tanti
e intensi e dolci
dolci

sotto questo grigio cielo
buio che temi, sogni che si perdono in volo
sorrisi soffocati in gola
opportunità che si disfano nel vento
vento che non torna
libri di storia mai scritti
fiori di poco o nulla
fragilità infinita
eppure
vita
Gee Ch Apr 2015
Hablemos...
...de vos
de mi
¿Por qué no hablamos de los dos?

Seamos uno mismo.

Un amor tan intenso como este,
vale la pena.

¿Hoy? ¿Mañana?
¿Cuándo sera el día?
Quiero verte,
tenerte
Quiero hacerte el amor.

Hablemos, sí.

Acurrucados piel con piel
Mientras sentimos el calor
de nuestros cuerpos

Hablemos de **amor
Y, en fin, pasando luego al dominio de la muerte,
que actúa en escuadrón, previo corchete,
párrafo y llave, mano grande y diéresis,
¿a qué el pupitre asirio? ¿a qué el cristiano púlpito,
el intenso jalón del mueble vándalo
o, todavía menos, este esdrújulo retiro?

¿Es para terminar,
mañana, en prototipo del alarde fálico,
en diabetis y en blanca vacinica,
en rostro geométrico, en difunto,
que se hacen menester sermón y almendras,
que sobran literalmente patatas
y este espectro fluvial en que arde el oro
y en que se quema el precio de la nieve?
¿Es para eso, que morimos tánto?
¿Para sólo morir,
tenemos que morir a cada instante?
¿Y el párrafo que escribo?
¿Y el corchete deísta que enarbolo?
¿Y el escuadrón en que falló mi casco?
¿Y la llave que va a todas las puertas?
¿Y la forense diéresis, la mano,
mi patata y mi carne y mi contradicción bajo la sábana?
¡Loco de mí, lovo de mí, cordero
de mí, sensato, caballísimo de mí!

¡Pupitre, sí, toda la vida; púlpito,
también, toda la muerte!
Sermón de la barbarie: estos papeles;
esdrújulo retiro: este pellejo.

De esta suerte, cogitabundo, aurífero, brazudo,
defenderé mi presa en dos momentos,
con la voz y también con la laringe,
y del olfato físico con que oro
y del instinto de inmovilidad con que ando,
me honraré mientras viva -hay que decirlo;
se enorgullecerán mis moscardones,
porque, al centro, estoy yo, y a la derecha,
también, y, a la izquierda, de igual modo.
Li osservo, questi uomini, educati
ad altra vita che la mia: frutti
d'una storia tanto diversa, e ritrovati,
quasi fratelli, qui, nell'ultima forma
storica di Roma. Li osservo: in tutti
c'è come l'aria d'un buttero che dorma
armato di coltello: nei loro succhi
vitali, è disteso un tenebrore intenso,
la papale itterizia del Belli,
non porpora, ma spento peperino,
bilioso cotto. La biancheria, sotto,
fine e sporca; nell'occhio, l'ironia
che trapela il suo umido, rosso,
indecente bruciore. La sera li espone
quasi in romitori, in riserve
fatte di vicoli, muretti, androni
e finestrelle perse nel silenzio.
È certo la prima delle loro passioni
il desiderio di ricchezza: sordido
come le loro membra non lavate,
nascosto, e insieme scoperto,
privo di ogni pudore: come senza pudore
è il rapace che svolazza pregustando
chiotto il boccone, o il lupo, o il ragno;
essi bramano i soldi come zingari,
mercenari, puttane: si lagnano
se non ce n'hanno, usano lusinghe
abbiette per ottenerli, si gloriano
plautinamente se ne hanno le saccocce
piene.
Se lavorano - lavoro di mafiosi macellari,
ferini lucidatori, invertiti commessi,
tranvieri incarogniti, tisici ambulanti,
manovali buoni come cani - avviene
che abbiano ugualmente un'aria di ladri:
troppa avita furberia in quelle vene...

Sono usciti dal ventre delle loro madri
a ritrovarsi in marciapiedi o in prati
preistorici, e iscritti in un'anagrafe
che da ogni storia li vuole ignorati...
Il loro desiderio di ricchezza
è, così, banditesco, aristocratico.
Simile al mio. Ognuno pensa a sé,
a vincere l'angosciosa scommessa,
a dirsi: "È fatta, " con un ghigno di re...
La nostra speranza è ugualmente ossessa:
estetizzante, in me, in essi anarchica.
Al raffinato e al sottoproletariato spetta
la stessa ordinazione gerarchica
dei sentimenti: entrambi fuori dalla storia,
in un mondo che non ha altri varchi
che verso il sesso e il cuore,
altra profondità che nei sensi.
In cui la gioia è gioia, il dolore dolore.
Rui Serra Jul 2014
Naquela tarde segui, embriagado, rumo ao esquecimento. E esqueci-me do mundo lá fora. O ruído era intenso. O medo era grande. Mas o meu mundo privado parou, por uns momentos, no mesmo lugar, naquele lugar onde, um dia, resolvi seguir os rituais da natureza...
Preso nos erros do passado
Preso a ti porque o coraçao nao quer mais ninguem do meu lado
Convicto de que errei contigo
Talvez devessemos mesmo ser simples amigos
Nada mais do que isso
Preto e branco
Mas , colorir fazia mais sentido
Compromisso sem compromisso
Teu corpo fez-me perder o juizo
Como um vicio
Desejo intenso
Como as chamas de um fogo aceso
Tem sabor adocicado o fruto proibido
Teu calor e gemido
Hoje memorias de um amor proibido
Tenías un rebozo en que lo blanco
iba sobre lo gris con gentileza
para hacer a los ojos que te amaban
un festejo de nieve en la maleza.
Del rebozo en la seda me anegaba
con fe, como en un golfo intenso y puro,
a oler abiertas rosas del presente
y herméticos botones del futuro.
(En abono de mi sinceridad
séame permitido un alegato:
entonces era yo seminarista
sin Baudelaire, sin rima y sin olfato).
¿Guardas, flor del terruño, aquel rebozo
de maleza y de nieve,
en cuya seda me adormí, aspirando
la quintaesencia de tu espalda leve?
Mariah Tulli May 2018
Hoje eu joguei o dado e ele me mandou voltar duas casas, passos pra trás. Eu estava tão bem, mas do nada, como um flash, você me veio à cabeça e a saudade gritou seu nome. Revi nossas fotos, lembrei de tantos momentos lindos, que jamais esquecerei e em seguida me veio uma imagem do seu sorriso, que continua bem aberto, marcando essas covinhas. Vi uma imagem de você feliz, feliz no momento de agora, sem mim e tudo bem com isso. Acho isso de fato muito bom, pois essa é a vida, jamais te desejarei infelicidade, como já dizia a música: "quero te ver, dando voltas no mundo, indo atrás de você". Ver você sorrindo me deixa genuinamente feliz, pois sei o quanto a vida nos fode, mas sei que pelo menos naquele momento em que seu sorriso foi registrado, você estava ali em paz. Eu também continuo sorrindo e sei bem o quanto você gosta de ver isso em mim e também de saber que estou bem, com todos os seus "cuida dela". Hoje eu tive que voltar atrás, meu coração posou num sentimento antigo, trazendo à tona a saudade das nossas vivências juntas e eu não sei definir se isso é bom ou ruim, acho que tem um pouco dos dois. Ruim por talvez me apegar a esse sentimento, mas penso que está mais voltado para o bom, pois foi tão lindo e sabe, não temos que excluir tudo o que aconteceu de nossas vidas. Vivemos, está marcado em nossa pele, não dá pra jogar fora. Agora escrevendo isso te peço e me peço também, para que não ignoremos o que tivemos, vamos apenas entender que a vida é assim mesmo e agradecer por termos experienciado sentimentos tão intensos e bonitos. Ainda sinto um amor enorme por você, mas este amor mudou, ele ainda é intenso e bonito, mas mudou. Quero que siga sua vida feliz, pois jamais suportaria saber que você está mal de alguma forma. Então me retiro aqui com meu agradecimento por me fazer sentir isso tudo:

Senti em mim
Energia solar
Esquentou tanto
Que fez até iluminar

Obrigada mais uma vez
Por me proporcionar
Este lindo ato
Que foi o de amar

Me despeço aqui
Com um vá voar
Em outras vidas
Que você há de alegrar
Leydis Jun 2017
Yo estaba completamente negada,
obstinada, empeñada,
a nunca más entregar mi alma a otro ser humano!!!!!

Ya estaba harta, asqueada,
cansada, dolida
del amor, de las mentiras,
de las intrigas, del **** a medias.

Entras tú, como solo tú pudiste entrar;
repentinamente,
superlativamente,
sublimemente,
casualmen­te,
gloriosamente,
y como nada, borras todas mis
dudas y mis ansiedades.

Yo renuente amar de nuevo
y queriendo protegerme, y no pude,
pues tus palabras;
me desencajaban los miedos,
me armaban el autoestima,
me entusiasmaban y me llenaron de valentía,
y cuando vine a ver…..
mis alas, que como una Mariquita,
las tenía intricadamente guardadas y dobladas,
se fueron extendiendo hacia un vuelo de arrobamiento,
de rebasada pasión
de intenso amor, comprensión, y atención.

Como el macho Mariquita
te encolaste por detrás y no soltaste,
no hasta desvanecer mis ansiedades.
Hasta hacerme enloquecer cuando comiste de mi vorazmente, hasta saciarnos.
Hasta dejarnos impregnados de la magia del universo en un beso.
Hasta llevarme a ese lugar donde quede muerta frente a tu pasión.
Tu devoción en la entrega, me hizo firmarte una estrella.

Y como mariquita,
eclosione todo el veneno de la duda en la entrega.

LeydisProse
6/1/2017
https://m.facebook.com/LeydisProse/
Resuelve tornar al padre
No temas, Cristo rey, si descarriado
tras locos ideales he partido:
ni en mis días de lágrimas te olvido,
ni en mis horas de dicha te he olvidado.
En la llaga crüel de tu costado
quiere formar el ánima su nido,
olvidando los sueños que ha vivido
y las tristes mentiras que ha soñado.
A la luz del dolor, que ya me muestra
mi mundo de fantasmas vuelto escombros,
de tu místico monte iré a la falda,
con un báculo: el tedio, en la siniestra;
con andrajos de púrpura en los hombros,
con el haz de quimeras a la espalda.De cómo se congratularán del retorno
Tornaré como el Pródigo doliente
a tu heredad tranquila; ya no puedo
la piara cultivar, y al inclemente
resplandor de los soles tengo miedo.
Tú saldrás a encontrarme diligente;
de mi mal te hablaré, quedo, muy quedo...
y dejarás un ósculo en mi frente
y un anillo de nupcias en mi dedo;
y congregando del hogar en torno
a los viejos amigos del contorno,
mientras yantan risueños a tu mesa,
clamarás con profundo regocijo:
«¡Gozad con mi ventura, porque el hijo
que perdido llorábamos, regresa!»Pondera lo intenso de la futura vida
¡Oh sí!, yo tornaré; tu amor estruja
con invencible afán al pensamiento,
que tiene hambre de paz y de aislamiento
en la mansa quietud de la cartuja.
¡Oh sí!, yo tornaré; ya se dibuja
en el fondo del alma, ya presiento
la plácida silueta del convento
con su albo domo y su gentil aguja...
Ahí, solo por fin conmigo mismo,
escuchando en las voces de Isaías
tu clamor insinuante que me nombra,
¡cómo voy a anegarme en el mutismo,
cómo voy a perderme en las crujías,
cómo voy a fundirme con la sombra!
Mariana Seabra Mar 2022
Da menina que nasceu azul,

Conto-te esta breve história.



Sei que foi em dia de sol…

Até o céu

Se abriu no espaço,

Até ele

Se manchou de glória.



Por entre os sete mares

Se espalharam; Aí e  

Em todos os lugares,

Violentas ondas  

em sua memória.



Assim nasceu,

Tão alegre…

Uma bela tela…

Era o que ela  

Me parecia.

Com o seu cheiro  

A maresia,

Amarela e só de alma.



Assim cresceu,

Tão sonhadora…

Rodava o universo

Na sua palma.

E ao passar, todos lhe diziam

“Não vás!”.



Os desassossegados,

Esses faziam tudo aquilo que podiam

Porque sentimento fútil

Não a satisfaz.



Enjaulados,

Os homens tremiam!

Piores que loucos  

Repetiam

“Olha o diabo que a moça traz!”.



Mas ela nem ouvia…

Sonhava, e não caía;

Voava; pela sua própria asa.



Como o verde, florescia

Uma flor dentro de mim.

E assim ela crescia,

Fosse de noite; fosse de dia;

Não se molhava em água rasa.



Menina nobre,

De ti brotou  

Tanta bondade

Que se espalhou.

Ofereceste-a! A quem passava.

Nem um cêntimo

Sequer cobrou.



Menina pura,

Que se isolava,

Nunca tirava  

O pé da estrada.

E mais azul ela ficou.



Com aparências?

Não se importava.

Tudo o que tinha, ela doou.

Manteve a essência,

Essa brilhava,

Tornou-se estrela

Que nunca apagou.



Tanto azul!  

Que a matava…

Então outra cor ela criou.



Em balanço perfeito  

Com a água

Nasceu uma cor

Que a transformou.



Agora,

Menina de fogo,

Apaixonada!

E avermelhada ela ficou.



O azul é triste,

E o vermelho engana,

Então a Terra ela explorou.



Num vulcão ardia

A sua gémea-chama

Aquela cor vermelha

Que a fascinou.

Forjou-se; de rocha vulcânica,

E só mais forte isso a tornou.



Lá conheceu

A bela cigana,

Deusa da montanha,

Que a salvou.



Juntou todo o amor

Que a inspirava

E à raça humana regressou.



Menina ingénua!

Chora desolada;

Porque o humano a roubou.



Cor azul; e avermelhada,

Mas que bonito roxo

Que dela jorrou.



Menina pura! destroçada,

Pela ganância de quem não vê nada…

Foi ao mundo que se entregou.



Assim espelhava; como ouro,

A sua pequena alma dourada

Que deu início a esta balada.

Ah!...

É de ti que falo, minha amada,

O meu maior tesouro.

Eterna flecha em mim marcada,

Amor real e duradouro.



Mas o humano triste; insaciado

Que antes de mim a encontrou!

Que nem por ela dar de graça…

Nem assim ele a poupou!

Quis o tesouro de mão beijada,

E pouco ou nada se esforçou.



Daqui veio a desgraça,

De quem esta história narrou.



Foi à noite, na madrugada…

Como um cobarde! Que a apanhou.

Foi arrogância ou maldade?

Qual o motivo que o levou?!

A devorar pela calada

O coração puro

Da minha menina aprisionada

Que nunca mais se recuperou.



A menina ri alto;  

Gargalhadas loucas ao vento;

Ali encostada, envolta em tormento,

Segura o peito; completamente esvaziada  

por dentro.



E o desumano,

Que fez o assalto,  

Vira cinza; não sobra nada.



Escorrem-me as lágrimas pela cara…

Rios de tom arroxeado.

Menina azul, vermelha e rara

Peço-lhe: “Fica! Só mais um bocado”.



Ela ouve-me; e sorri.

Existe afinal alguém que a ama!

Diz-me: “Todos os perigos  

Que corri,

Todo o amor

Que ofereci,

É o que me torna  

Tão humana”.



Penso que a entendi.

Senti a sua dor como se fosse a minha,

Foi por ambas que sofri.



“Há coisas que não podem ser roubadas.

Sobrevivem à guerra, estagnadas…

Mas ficam as memórias assombradas.

Casas em ruína, muros de pedra,

Envolvem as pessoas arrombadas.”



Ah!...

Afinal, foi nesta Terra  

Onde descobri

Que quem não morre,

Sempre quebra.



Há preciosidades que só podem ser dadas…

Sem qualquer valor que lhes possa ser afixado.

E ao ladrão da cor, a esse *******!

Está o inferno destinado!

Pois o humano; ser desgraçado;

É monstro que se apodera; e as desfaz.

Nem seque olha para o que está ao lado…

Tanta crueldade, numa mente tão pequena,

Torna-o um bicho incapaz.



"Meu pequeno ser azulado!

A diferença que isto me faz…

Deita-te aqui, esquece o pecado,

Enquanto quente ainda estás.

Vou viajar, para o outro lado,

E vais passar um mau bocado

Mas isto é apenas um até já.



Meu pequeno ser avermelhado!

Não deixes que essa raiva te consuma.

Lembra-te! Do nosso tom arroxeado,

Do céu, da montanha e do mar.

Olha sempre à tua volta,

Eu estou em todo o lugar.



Que me vejas! Por entre a bruma,

A passar pelo rochedo.

A deixar na praia a minha espuma…

Será esse o nosso segredo.



Ao teu ouvido, eu vou soprar.

Exatamente do meu jeito.

E ao teu ouvido, eu vou falar

Como te fala o búzio

Que carregas ao peito.



Numa linguagem única, por nós escrita,

Escrevo-te um poema; e está perfeito.

Ouve o silêncio quando me quiseres chamar

Para me perguntares o que tenho eu feito.



Se não obtiveres resposta

Naquele exato momento,

E o desespero te abraçar;

Não é porque estou morta,

Inspira-me no vento;

Apesar do meu corpo morto estar.



É que a minha alma insurreta,

Que pela curiosidade se desperta,

Decidiu que uma volta ela queria dar.

Mas é no teu peito, minha poeta,

O lugar! Onde dorme a tua alma

Também inquieta.  

A casa, a doce casa,  

A que ela decide sempre regressar.



Como a andorinha,  

Que carrega a primavera  

Na sua pequena asa,

Assim, para ti, eu vou chegar.

Ouve o som do meu cantar,

De ramo em ramo a saltitar…

E até a chuva, que sempre passa,

Cai aos teus pés e fica em brasa

Com o calor do amor intenso

Que ainda iremos partilhar."
Victor Marques Jul 2022
Com mais sangue nos nossos vasos,
Lábios cheios e rosados,
O coração quer bater mais forte,
Por destino ou sorte.

A voz tudo seduz,
Parace ser tudo luz.
Corrente  sempre ligada,
Vida bela e apaixonada.

A distância um local incerto,
O amor está sempre perto.
Parece que existe música suave,
Sorriso que nunca acabe.

Os níveis altos de dopamina,
Te ajudam e tudo anima.
Se cria um desejo intenso,
Ao toque do amor e do vento.

Parece nascer flores nos caminhos ,
Ser se ave para fazer ninhos,
Borboletas no estômago  amolecem,
Pétalas molhadas permanecem.

Queremos a felicidade de alguém,
Sem prejuízo do nosso bem.
Anseiar pela presença desenfreada,
Suspiro ao acordar com a madrugada.


Victor Marques
Amor,vida,sentimento
Los tres Reyes Magos, bajo los fulgores
de la Estrella, avanzan por campos y eriales,
con cofres, camellos y ricos metales.
Así vense en láminas de antiguos pintores.

Del Oriente llegan a rendirle honores,
al Niño venido a curar los males
que  en la tierra sufren hombres y animales.
Sus vestidos lucen relucientes flores.

Al llegar se quitan la corona. El Niño,
cuya frente adorna resplandor intenso,
los mira y sonríe con jovial cariño.

Así,  bajo César Augusto potente,
a Belén llevaron oro, mina, incienso,
los tres Reyes Magos del lejano Oriente.
Como un enorme tajo corta el monte la zanja
Que de la serranía lleva el agua al molino,
Y entre las altas rocas y el cielo vespertino
Destella de arreboles una encendida franja.

Dora un fulgor intenso de color de naranja
El trigal; hay aromas de huerto campesino;
Y como roja mancha, lejos, junto al camino,
Asoma entre eucaliptos el techo de una granja.

El trabajo del día terminado en la siega,
Van, lentos, y seguidos del gañán, por la vega,
Ya sin yugo los bueyes al conocido pozo;

Y a la luz de la tarde, repleto de gavillas
De trigo, avanza un carro; y el carro es alborozo
De cantares y música bajo rojas sombrillas.
Mariana Seabra Mar 2022
E eu, amante da utopia, irrealista mórbida.

E eu, que observo com a intensidade do respirar.

Com olhos que veem tanto como aquilo que sentem.



Como é que, eu, não vi?



Todos os detalhes não são além de pistas.  

Pequenas migalhas que o destino nos deixa,

Como constelações desordenadas no céu.



E eu, amante da fantasia, sonhadora de impossibilidades.

E eu, que sinto no patamar da loucura,

Com extremos que gritam mais alto do que as vozes no meu ouvido.



Como é que, eu, não vi?



E se a doença está no sentir intenso,  

Então sou demente.



E eu, mente alucinada, mas consciente,

Drogada pelas sensações constantes.

E eu, construída por tudo o que me rodeia,

Eu que transpiro insanidade lúcida e,

Eu que absorvo cada átomo do pensamento.



Como é que, eu, não vi?



Agora vejo…

Na própria doença está sempre também a cura.
Li osservo, questi uomini, educati
ad altra vita che la mia: frutti
d'una storia tanto diversa, e ritrovati,
quasi fratelli, qui, nell'ultima forma
storica di Roma. Li osservo: in tutti
c'è come l'aria d'un buttero che dorma
armato di coltello: nei loro succhi
vitali, è disteso un tenebrore intenso,
la papale itterizia del Belli,
non porpora, ma spento peperino,
bilioso cotto. La biancheria, sotto,
fine e sporca; nell'occhio, l'ironia
che trapela il suo umido, rosso,
indecente bruciore. La sera li espone
quasi in romitori, in riserve
fatte di vicoli, muretti, androni
e finestrelle perse nel silenzio.
È certo la prima delle loro passioni
il desiderio di ricchezza: sordido
come le loro membra non lavate,
nascosto, e insieme scoperto,
privo di ogni pudore: come senza pudore
è il rapace che svolazza pregustando
chiotto il boccone, o il lupo, o il ragno;
essi bramano i soldi come zingari,
mercenari, puttane: si lagnano
se non ce n'hanno, usano lusinghe
abbiette per ottenerli, si gloriano
plautinamente se ne hanno le saccocce
piene.
Se lavorano - lavoro di mafiosi macellari,
ferini lucidatori, invertiti commessi,
tranvieri incarogniti, tisici ambulanti,
manovali buoni come cani - avviene
che abbiano ugualmente un'aria di ladri:
troppa avita furberia in quelle vene...

Sono usciti dal ventre delle loro madri
a ritrovarsi in marciapiedi o in prati
preistorici, e iscritti in un'anagrafe
che da ogni storia li vuole ignorati...
Il loro desiderio di ricchezza
è, così, banditesco, aristocratico.
Simile al mio. Ognuno pensa a sé,
a vincere l'angosciosa scommessa,
a dirsi: "È fatta, " con un ghigno di re...
La nostra speranza è ugualmente ossessa:
estetizzante, in me, in essi anarchica.
Al raffinato e al sottoproletariato spetta
la stessa ordinazione gerarchica
dei sentimenti: entrambi fuori dalla storia,
in un mondo che non ha altri varchi
che verso il sesso e il cuore,
altra profondità che nei sensi.
In cui la gioia è gioia, il dolore dolore.
Uomo, mi hanno condotta dall'estremo
dove vivevo intera la "mia" vita
al Tuo opposto tremendo di giustizia:
che cosa dedurranno dal confronto
dei nostri due insondabili princìpi?
Qualcuno certo, conscio del Tuo inizio,
tratteneva i Tuoi volti successivi
in un travaglio cieco di rapporti
ma io, ancor prima che gli anelli tutti
della mia vita fossero congiunti,
mi distaccai precipite dal nulla
e proclamai la carne concepita.
Uomo Perfetto, cosa dannerai
di questo seme che, nel modularsi,
s'è rinforzato solo di se stesso
senza estasiarsi in giochi di virtù?
Certo conoscerai che equilibrando
ogni comandamento che mi esorta
a saturarmi tutta di peccato,
che riportando a questo intendimento
la perfezione delle mie lacune,
confluirei con adeguato passo
verso una vita lineare e assente.
Ma per ora, il peccato del mio tutto,
resta la tappa ultima e possente
ed un ritmo incessante di condanna
mi rigetta dal muovermi comune.
Quando, fanciulla appena, mi concessi,
quando mi sciolsi per la prima volta
da quel bruciore acuto di purezza
che sublimava ambiguità tremende,
sentii l'impegno che covavo dentro
crescere, quasi a forza di missione.
Non ** altra virtù che di condurmi
a prodigiose altezze di consenso
e una stanchezza illimite mi prende
se non mi adagio sopra un'altra forma...
Allineando tutte le mie ombre
volte perdutamente verso terra,
posso durare un tempo indefinito
accentrata in un'unica figura.
Ma che dolore sale le mie braccia
reggenti il grave fascio di me stessa:
l'essere dura giova solamente
a questa dubbia resistenza mia...
Sotto il piede che immagino sicuro
cerco il terreno viscido di sempre:
la tentazione è come un tempo lungo
ch'io devo bere, abbrividendo, in fretta...
Guarda, perché previeni il Tuo guardarmi
con errata coscienza di pudore?
Guarda, senza sapere l'astinenza,
queste carni purgate dal piacere,
questi occhi sinceri nell'orgoglio,
questi capelli dal profumo intenso
di vita e di memorie...
Peccato questo vivere me stessa?
So che la santità germoglierebbe
esercitando in me falsi connubi,
ma asségnami una giusta tolleranza
se l'indulgenza nega questo passo,
fa che il ritorno al vivere di sempre
non sprofondi nel buio di un abisso
e che non mi si dia maggiore colpa
se come gli altri, e con eguale indugio,
gioco il distacco dalla mia matrice.

— The End —