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Josias Barrios Jul 2012
Me dejaste esperando, deseando oir tu voz diciendome que hibas en camino para darte el masaje que te habia prometido, pero no fue asi, pase la noche creando fantasias en las cuales tu eras el centro de mi atencion.
Pero la espera valio la pena, la siguiente noche cuando llegaste pense que seria otra de esas noches en las cuales conversasiones, puntos de vista y besos serian intercambiados. No te miento yo queria mas que besos lo unico que no sabia era si tu querias lo mismo y si estabas lista para dejarme explorar tu cuerpo. Realmente no imagine cuan intensa nuestra atraccion era, al momento de ese primer beso esa noche yo necesitaba estar dentro de ti, que me sintieras en mi plenitud para satisfacer tus deseos de un hombre.
Te tome por la cintura y acerque tu cuerpo al mio, movi tu cabello al lado para poder morder tu cuello mientras deslizaba mis manos sobre tu firmes y esplendidas caderas. Todavia jalandote mas cerca a mi mientras mordia tu cuello, desabrochaste tu cinturon y quitaste mi camisa. Nuestras manos tocando y explorandonos el uno al otro. Tus ojos se lanzaban de un lado a otro, tu respiracion se hizo mas profunda, fuertes y pequeños gemidos de placer escaparon tus labios mientras te quitabas tu falda  y caia al suelo. Alli en tu tanga y brazier me dijiste que estabas caliente, mojada, excitada y eras toda mia.
Me quite el resto de mi ropa para permitirte ver mi virilidad completa. Desabrochando tu brazier pude tener tus pechos encopados y ver tus pezones erectos y excitados esperando que los pusiera entre mis labios, succionarlos, trazarlos con mi lengua , jalarlos con mis dientes, retorcerlos y frotarlos con mis dedos. En tu oido te susurre…si, eres mia y haras todo lo que yo quiera. Me respondiste…Si!,Si!, lo hare, dimelo, llevame, tomame, Si!..mientras molias tus caderas mas duro y fuerte. Hazme el amor..largo y fuerte.." soy tuya, por cuanto tu quieras, te necesito ahora.
Te acoste en tu espalda, desplegue tus piernas y las puse sobre mis hombros para poder sumergir mi boca de pezcado en tu mar de dulzuras, despues puse mis manos en tus pechos mientras mis caderas clavaban mi instrumento dentro de ti, martillandote, perforandote ,cojiendote tu mojada, resbalosa, ****** rosa...haciendo sonidos de placer contraendose alrededor de mi cumplesueños, cerraste tus piernas, temblaban y me rogaste que explotara junto a ti.
Despues que los dos llegamos al ******, me acomode atras de ti, movi tu tanga hacia el lado lo suficiente para dejar que mi amigo endurezido cupiera entre la rajita de tus nalgas, mis manos en tu estomago, tu trasero moliendose dentro de mi pelvis...mis manos se deslizaban por tu cuerpo . Mas gemidos de placer salieron de tu boca mientras viravas  tu cabeza y me miraste sonriendo.
Anyelo Montero Jun 2014
Si éste intento de poema tuviese un nombre, debería ser el tuyo, pero por cobardía dejaré el anonimato. Después de todo...Siempre fuimos fanáticos del misterio.

Habían pasado tantos días. Tantas horas, tantos inviernos. Inviernos fríos que quemaban como infiernos.
Incendios. Incendios de nieve, supongo.

Nos vimos ese día luego de tanto tiempo. Tanto deseo acumulado ya nos estaba haciendo daño. Ja... ni siquiera nos dimos un abrazo, saltamos directo a los besos. Tengo que decirte; mis latidos estaban muy acelerados.

Lancé mis dados. No me importó el presente o los presentes que en las ventanas estaban asomados.

Y me mirabas a los ojos, y en los tuyos veía que eres mi principal demonio carnal. Pero a la final, si Dios existe sabe que tú no quieres ser ningún ángel.

Nos besamos en ese banco como si nos quisiéramos chupar el alma... Querida, tus besos sabían más exquisitos de lo usual a causa de la ***** barata. Y me arrebatabas el aliento.Y tus senos me me observaban detrás de tu escote; o quizás yo los observaba a ellos, pero no nos importaba.

Estabas tan errática. Tan radical que me era difícil seguirte el paso.

Ibas lanzando ***** sobre el piso y dulces gemidos a mis oídos. No te mentiré, me sentía cohibido. Renuncié a mi actitud bohemia y despreocupada de vaquero y me sentí cohibido. Pero lo que me crecía en el pantalón era muy real como para haberlo fingido. Sabes lo difícil que se me hace ignorar mis animales instintos.

Y no queríamos despedirnos. De irracionalidad pasamos a tecnicismos. Al: "No te vayas, quédate un rato más. Te haré café para que la ***** te deje de afectar". Y después los besos eran besos de tiernos adolescentes que se profesan amor eterno. Amor eterno que nunca fue correcto al momento.

Es triste como acabo todo, ¿no, querida? Es triste que ahora me odies y me hayas sacado de tu vida. Pero si lees esto... por favor, recuérdame.

Recuérdame tan imperfecto como soy.
Recuérdame en tu escote; bajando mis manos por tu espalda y llegando a tus nalgas.
Recuérdame escuchando esa canción que es mi canción favorita, y que escuchas solo por esa razón.
Como sea que quieras, pero recuérdame.

Yo siempre te recuerdo. Porque fuiste, eres y serás la autodestrucción que aún necesito.
En el fondo del pecho estamos juntos,
en el cañaveral del pecho recorremos
un verano de tigres,
al acecho de un metro de piel fría,
al acecho de un ramo de inaccesible cutis,
con la boca olfateando sudor y venas verdes
nos encontramos en la húmeda sombra que deja caer besos.

Tú mi enemiga de tanto sueño roto de la misma manera
que erizadas plantas de vidrio, lo mismo que campanas
deshechas de manera amenazante, tanto como disparos
de hiedra negra en medio del perfume,
enemiga de grandes caderas que mi pelo han tocado
con un ronco rocío, con una lengua de agua,
no obstante el mudo frío de los dientes y el odio de los ojos,
y la batalla de agonizantes bestias que cuidan el olvido,
en algún sitio del verano estamos juntos
acechando con labios que la sed ha invadido.
Si hay alguien que traspasa
una pared con círculos de fósforo
y hiere el centro de unos dulces miembros
y muerde cada hoja de un bosque dando gritos,
tengo también tus ojos de sangrienta luciérnaga
capaces de impregnar y atravesar rodillas
y gargantas rodeadas de seda general.

Cuando en las reuniones
el azar, la ceniza, las bebidas,
el aire interrumpido,
pero ahí están tus ojos oliendo a cacería,
a rayo verde que agujerea pechos,
tus dientes que abren manzanas de las que cae sangre,
tus piernas que se adhieren al sol dando gemidos,
y tus tetas de nácar y tus pies de amapola,
como embudos llenos de dientes que buscan sombra,
como rosas hechas de látigo y perfume, y aun,
aun más, aun más,
aun detrás de los párpados, aun detrás del cielo,
aun detrás de los trajes y los viajes, en las calles donde la gente orina,
adivinas tos cuerpos,
en las agrias iglesias a medio destruir, en las cabinas que el mar lleva en las manos,
acechas con tus labios sin embargo floridos,
rompes a cuchilladas la madera y la plata,
crecen tus grandes venas que asustan:
no hay cáscara, no hay distancia ni hierro,
tocan manos tus manos,
y caes haciendo crepitar las flores negras.

Adivinas los cuerpos
Como un insecto herido de mandatos,
adivinas el centro de la sangre y vigilas
los músculos que postergan la aurora, asaltas sacudidas,
relámpagos, cabezas,
y tocas largamente las piernas que te guían.

Oh conducida herida de flechas especiales!

Hueles lo húmedo en medio de la noche?

O un brusco vaso de rosales quemados?

Oyes caer la ropa, las llaves, las monedas
en las espesas casas donde llegas desnuda?

Mi odio es una sola mano que te indica
el callado camino, las sábanas en que alguien ha dormido
con sobresalto: llegas
y ruedas por el suelo manejada y mordida,
y el viejo olor del ***** como una enredadera
de cenicienta harina se desliza a tu boca.

Ay leves locas copas y pestañas,
aire que inunda un entreabierto río
como una sola paloma de colérico cauce,
como atributo de agua sublevada,
ay substancias, sabores, párpados de ala viva
con un temblor, con una ciega flor temible,
ay graves, serios pechos como rostros,
ay grandes muslos llenos de miel verde,
y talones y sombra de pies, y transcurridas
respiraciones y superficies de pálida piedra,
y duras olas que suben la piel hacia la muerte
llenas de celestiales harinas empapadas.

Entonces, este río
va entre nosotros, y por una ribera
vas tú mordiendo bocas?
Entonces es que estoy verdaderamente, verdaderamente lejos
y un río de agua ardiendo pasa en lo oscuro?
Ay cuántas veces eres la que el odio no nombra,
y de qué modo hundido en las tinieblas,
y bajo qué lluvias de estiércol machacado
tu estatua en mi corazón devora el trébol.

El odio es un martillo que golpea tu traje
y tu frente escarlata,
y los días del corazón caen en tus orejas
como vagos búhos de sangre eliminada,
y los collares que gota a gota se formaron con lágrimas
rodean tu garganta quemándote la voz como con hielo.

Es para que nunca, nunca
hables, es para que nunca, nunca
salga una golondrina del nido de la lengua
y para que las ortigas destruyan tu garganta
y un viento de buque áspero te habite.

En dónde te desvistes?
En un ferrocarril, junto a un peruano rojo
o con un segador, entre terrones, a la violenta
luz del trigo?
O corres con ciertos abogados de mirada terrible
largamente desnuda, a la orilla del agua de la noche?

Miras: no ves la luna ni el jacinto
ni la oscuridad goteada de humedades,
ni el tren de cieno, ni el marfil partido:
ves cinturas delgadas como oxígeno,
pechos que aguardan acumulando peso
e idéntica al zafiro de lunar avaricia
palpitas desde el dulce ombligo hasta las rosas.

Por qué sí? Por qué no? Los días descubiertos
aportan roja arena sin cesar destrozada
a las hélices puras que inauguran el día,
y pasa un mes con corteza de tortuga,
pasa un estéril día,
pasa un buey, un difunto,
una mujer llamada Rosalía,
y no queda en la boca sino un sabor de pelo
y de dorada lengua que con sed se alimenta.
Nada sino esa pulpa de los seres,
nada sino esa copa de raíces.

Yo persigo como en un túnel roto, en otro extremo
carne y besos que debo olvidar injustamente,
y en las aguas de espaldas cuando ya los espejos
avivan el abismo, cuando la fatiga, los sórdidos relojes
golpean a la puerta de hoteles suburbanos, y cae
la flor de papel pintado, y el terciopelo cagado por las ratas y la cama
cien veces ocupada por miserables parejas, cuando
todo me dice que un día ha terminado, tú y yo
hemos estado juntos derribando cuerpos,
construyendo una casa que no dura ni muere,
tú y yo hemos corrido juntos un mismo río
con encadenadas bocas llenas de sal y sangre,
tú y yo hemos hecho temblar otra vez las luces verdes
y hemos solicitado de nuevo las grandes cenizas.

Recuerdo sólo un día
que tal vez nunca me fue destinado,
era un día incesante,
sin orígenes, Jueves.
Yo era un hombre transportado al acaso
con una mujer hallada vagamente,
nos desnudamos
como para morir o nadar o envejecer
y nos metimos uno dentro del otro,
ella rodeándome como un agujero,
yo quebrantándola como quien
golpea una campana,
pues ella era el sonido que me hería
y la cúpula dura decidida a temblar.

Era una sorda ciencia con cabello y cavernas
y machacando puntas de médula y dulzura
he rodado a las grandes coronas genitales
entre piedras y asuntos sometidos.

Éste es un cuento de puertos adonde
llega uno, al azar, y sube a las colinas,
suceden tantas cosas.

Enemiga, enemiga,
es posible que el amor haya caído al polvo
y no haya sino carne y huesos velozmente adorados
mientras el fuego se consume
y los caballos vestidos de rojo galopan al infierno?

Yo quiero para mí la avena y el relámpago
a fondo de epidermis,
y el devorante pétalo desarrollado en furia,
y el corazón labial del cerezo de junio,
y el reposo de lentas barrigas que arden sin dirección,
pero me falta un suelo de cal con lágrimas
y una ventana donde esperar espumas.

Así es la vida,
corre tú entre las hojas, un otoño
***** ha llegado,
corre vestida con una falda de hojas y un cinturón de metal amarillo,
mientras la neblina de la estación roe las piedras.

Corre con tus zapatos, con tus medias,
con el gris repartido, con el hueco del pie, y con esas manos que el tabaco salvaje adoraría,
golpea escaleras, derriba
el papel ***** que protege las puertas,
y entra en medio del sol y la ira de un día de puñales
a echarte como paloma de luto y nieve sobre un cuerpo.

Es una sola hora larga como una vena,
y entre el ácido y la paciencia del tiempo arrugado
transcurrimos,
apartando las sílabas del miedo y la ternura,
interminablemente exterminados.
Natalia Rivera Apr 2015
…Los besos comenzaron leves, estructurados. Sus manos trazaban rutas en mi piel, deslizándose por mi pecho. Lo deseaba, lo quería dentro de mí y la idea de tenerlo me excitaba; me senté frente a él y con delicadeza tome su mano y puse dentro de mi ropa interior. Su dedo hizo contacto con mi piel humedecida, podía sentir como su respiración se aceleraba y se le endurecía. Dibujaba círculos en mi clítoris mientras me observaba; sonrisas coquetas se me escapaban mientras iba subiendo el ritmo y gemidos cuando lo sentía dentro de mí. Íbamos perdiendo el control, no importaba quien nos viera, quien me escuchara; su boca permanecía en la mía, rozándome la lengua de vez en cuando. Me había recostado entre medio de sus piernas, dejándole la libertad de explorar con su boca, contraía mis piernas en su espalda, podía ver la vida con los ojos cerrados. Aquello era delicioso, cuando se detuvo rozo su dedo dentro de mí y lo metió en mi boca, volvió a meter sus dedos dentro de mí mientras me dejaba huellas en los pezones. El mundo fue perdiendo sonido, la vista se me había ido y todo mi cuerpo estaba tenso, y húmedo. Al despertar yacía en sus brazos, completamente sudada pero él, a él le brotaba una sonrisa tierna y caprichosa.
-Es una delicia verte así. Me encantas.

-Eres una delicia y me encanta ser tuya infinitas veces.
Wörziech May 2013
Amigos queridos,
sem faces e sem nomes.

Retiradas foram suas vísceras,
logo antes de seus corpos imergirem
em um exacerbadamente denso volume de sangue
grotesca e plenamente apreciado
pelos algozes responsáveis,
certos irreconhecíveis demônios.

Vieram dos céus os tais tiranos,
visíveis, mas imateriais,
enquanto esperávamos
inconscientes e inevitavelmente despreparados
para uma luta justa.

Sobre os indiferentes, distantes,
mas ainda amigáveis e queridos companheiros,
ainda recordo de alguma ordem:

O primeiro não sentiu dor alguma,
bem como nada viu ou percebeu; fora partido ao meio.
O segundo, já desesperado e afogando-se em lagrimas,
tornou-se borrão de um vermelho pesado, grosso e brutal;

Dos outros, três ou quatro,
somente tenho em mente os gemidos inexprimíveis;
uma junção entre suspiros e soluços
de uma morte nada convidativa e próxima.

Foram todos rostos sem faces perdidos
na espera do desconhecido fatalmente promulgado
pelas minhas ânsias.

O ultimo vivo me induziu à única ação possível:
pude cair meus quinhentos intermináveis metros;
deslizando, enquanto tentava me segurar,
por um material recoberto de farpas
que transpassavam minhas mãos,
as quais sangravam em direção a um mar, sombrio e obscuro;
me afundei irremediavelmente em minhas próprias aflições.
El Mascarón. ¡Mirad el mascarón!
¡Cómo viene del África a New York!

Se fueron los árboles de la pimienta,
los pequeños botones de fósforo.
Se fueron los camellos de carne desgarrada
y los valles de luz que el cisne levantaba con el pico.

Era el momento de las cosas secas,
de la espiga en el ojo y el gato laminado,
del óxido de hierro de los grandes puentes
y el definitivo silencio del corcho.

Era la gran reunión de los animales muertos,
traspasados por las espadas de la luz;
la alegría eterna del hipopótamo con las pezuñas de ceniza
y de la gacela con una siempreviva en la garganta.

En la marchita soledad sin honda
el abollado mascarón danzaba.
Medio lado del mundo era de arena,
mercurio y sol dormido el otro medio.

El mascarón. ¡Mirad el mascarón!
¡Arena, caimán y miedo sobre Nueva York!

Desfiladeros de cal aprisionaban un cielo vacío
donde sonaban las voces de los que mueren bajo el guano.
Un cielo mondado y puro, idéntico a sí mismo,
con el bozo y lirio agudo de sus montañas invisibles,

acabó con los más leves tallitos del canto
y se fue al diluvio empaquetado de la savia,
a través del descanso de los últimos desfiles,
levantando con el rabo pedazos de espejo.

Cuando el chino lloraba en el tejado
sin encontrar el desnudo de su mujer
y el director del banco observaba el manómetro
que mide el cruel silencio de la moneda,
el mascarón llegaba al Wall Street.

No es extraño para la danza
este columbario que pone los ojos amarillos.
De la esfinge a la caja de caudales hay un hilo tenso
que atraviesa el corazón de todos los niños pobres.
El ímpetu primitivo baila con el ímpetu mecánico,
ignorantes en su frenesí de la luz original.
Porque si la rueda olvida su fórmula,
ya puede cantar desnuda con las manadas de caballos;
y si una llama quema los helados proyectos,
el cielo tendrá que huir ante el tumulto de las ventanas.
No es extraño este sitio para la danza, yo lo digo.
El mascarón bailará entre columnas de sangre y de números,
entre huracanes de oro y gemidos de obreros parados
que aullarán, noche oscura, por tu tiempo sin luces,
¡oh salvaje Norteamérica! ¡oh impúdica! ¡oh salvaje,
tendida en la frontera de la nieve!

El mascarón. ¡Mirad el mascarón!
¡Qué ola de fango y luciérnaga sobre Nueva York!

Yo estaba en la terraza luchando con la luna.
Enjambres de ventanas acribillaban un muslo de la noche.
En mis ojos bebían las dulces vacas de los cielos.
Y las brisas de largos remos
golpeaban los cenicientos cristales de Broadway.

La gota de sangre buscaba la luz de la yema del astro
para fingir una muerta semilla de manzana.
El aire de la llanura, empujado por los pastores,
temblaba con un miedo de molusco sin concha.

Pero no son los muertos los que bailan,
estoy seguro.
Los muertos están embebidos, devorando sus propias manos.
Son los otros los que bailan con el mascarón y su vihuela;
son los otros, los borrachos de plata, los hombres fríos,
los que crecen en el cruce de los muslos y llamas duras,
los que buscan la lombriz en el paisaje de las escaleras,
los que beben en el banco lágrimas de niña muerta
o los que comen por las esquinas diminutas pirámides del alba.

¡Que no baile el Papa!
¡No, que no baile el Papa!
Ni el Rey,
ni el millonario de dientes azules,
ni las bailarinas secas de las catedrales,
ni construcciones, ni esmeraldas, ni locos, ni sodomitas.
Sólo este mascarón,
este mascarón de vieja escarlatina,
¡sólo este mascarón!

Que ya las cobras silbarán por los últimos pisos,
que ya las ortigas estremecerán patios y terrazas,
que ya la Bolsa será una pirámide de musgo,
que ya vendrán lianas después de los fusiles
y muy pronto, muy pronto, muy pronto.
¡Ay, Wall Street!

El mascarón. ¡Mirad el mascarón!
¡Cómo escupe veneno de bosque
por la angustia imperfecta de Nueva York!
Josias Barrios Nov 2013
Increiblemente mi primer pensamiento cuando desperte fue la melodia y palabras de la canción de tus gemidos de anoche, eres una infatuacion total.
Tu cuerpo es mi terapia, repara y revitaliza. eso es lo que provocas en mi, inspiras una passion excesiva, me haces perder los sentidos cuando estoy cerca de ti, puedo compartir mis fantasías contigo y no las rechazas, tratas de hacerlas realidad.
Victor Marques Aug 2018
A noite chega com gemidos e lamentos,
Eu com a vida em torno de ternos
momentos,
Se nasce em qualquer lugar,  vivemos com sonhos para realizar,
E eu aqui sentado com o pranto e o luar...

A lua hoje é plena e observa  todos os seres que vivem para sempre morrer,
Uns acreditam outros não numa vida sem tristeza em eterna comunhão,
Pedaços de saudade de quem partiu sem por vezes querer...
Jesus Cristo foi vinho, foi pão, foi a única esperança para a vida,morte e ressurreição.

A vida foi aquilo que quis ser, pois pensamos que tudo podemos fazer,
Nunca temos a verdadeira preocupação que nascemos e vivemos para terra tornar a ser...

Com o canto dos grilos e com a terna saudade de quem foi vivo e nos deixou,
Me abandono ao mundo, ao céu e a Deus que tudo criou.
Victor Marques
Victor Marques Apr 2012
Árvores

As árvores são esperança,
Seus ramos, suas cores.
Troncos facetados,
Suas folhas e odores.


Umas com espinhos escondidos,
Até se ouve seus gemidos.
As árvores, felizes diferentes,
Sonhadoras e sempre exuberantes,
Ajudam todo o ser humano,
Nos amam com seu oxigénio.


As árvores enaltecem tudo de belo,
Unidas elo, por elo,
Se erguem em direção desenfreada,
Até parece que nasceram do nada.

Victor Marques
árvores
Fa Be O Jan 2013
no sabia que lo que yo sentia
tuviera nombre...
le llamaba amor,
le llamaba tentacion,
le llamaba frustracion,
le llamaba decepcion,
le llamaba inspiracion.
y no, no llegaba
ninguna palabra
ni a la mitad.
y tu lo dijiste:
incondicional
esa palabra que lo explica todo:
el porque de mis desvelos,
el sentimiento de enojo
cuando mis ojos
captaban los tuyos mirando a otros,
y aun así pensar que eran hermosos,
la razón por la cual
mi orgullo no existe contigo,
lo que excusa
que yo te bese donde quieras:
en el cuello cuando estamos solos,
en la mejilla cuando hay que pretender
simplemente amistad.
incondicional:
que me rompas el corazón
de mil maneras,
a tu forma, cuando quieras;
y que vuelva otra vez,
a perdonarte mil veces
como a ti te gusta,
pidiéndote que me quieras
un poquito mas,
un poquito mas así....
incondicional:
que sepa siempre
cuando se trata de amar,
cuando de los negocios,
y cuando de solo idear....
que cambie mi voz,
que te complazca
una noche
con mis gemidos sin aliento,
con mi llanto de placer,
y al otro día
que te informe ,
bien seria y profesional,
los detalles de aquel plan....
incondicional
saber que ahi voy a estar,
que voy a ser lo que necesites,
cuando lo necesites.
incondicional
*incondicional
1/10/13
¡Oh tú, que inadvertido peregrinas
de osado monte cumbres desdeñosas,
que igualmente vecinas
tienen a las estrellas sospechosas,
o ya confuso vayas
buscando el Cielo, que robustas hayas
te esconden en las hojas,
o la alma aprisionada de congojas
alivies y consueles,
o con el vario pensamiento vueles
delante de esta peña tosca y dura,
que de naturaleza aborrecida
envidia de aquel prado la hermosura:
detén el paso y tu camino olvida,
y el duro intento, que te arrastra, deja,
mientras vivo escarmiento te aconseja!
En la que oscura ves, cueva espantosa,
sepulcro de los tiempos que han pasado,
mi espíritu reposa,
dentro en mi propio cuerpo sepultado,
pues mis bienes perdidos
sólo han dejado en mí fuego y gemidos,
victorias de aquel ceño
que, con la muerte, me libró del sueño
de bienes de la tierra,
y gozo blanda paz tras dura guerra,
hurtado para siempre a la grandeza,
al envidioso polvo Cortesano,
al inicuo poder de la riqueza,
al lisonjero adulador tirano.
¡Dichoso yo, que fuera de este abismo,
vivo me soy sepulcro de mí mismo!
Estas mojadas, nunca enjutas ropas,
estas no escarmentadas y deshechas
velas, proas y popas,
estos hierros molestos, estas flechas,
estos lazos y redes
que me visten de miedo las paredes,
lamentables despojos,
desprecio del naufragio de mis ojos,
recuerdos despreciados,
son, para más dolor bienes pasados.
Fue tiempo que me vio, quien hoy me llora,
burlar de la verdad y de escarmiento,
y ya, quiérelo Dios, llegó la hora,
que debo mi discurso a mi tormento:
ved cómo y cuán en breve el gusto acaba,
pues suspira por mí quien me envidiaba.
Aun a la muerte vine por rodeos,
que se hace de rogar, o da sus veces
a mis propios deseos;
mas ya que son mis desengaños jueces,
aquí solo conmigo
la angosta senda de los sabios sigo,
donde gloriosamente
desprecio la ambición de lo presente.
No lloro lo pasado,
ni lo que ha de venir me da cuidado,
y mi loca esperanza siempre verde,
que sobre el pensamiento voló ufana,
de puro vieja aquí su color pierde,
y blanca puede estar de puro cana.
Aquí, del primer hombre despojado,
descanso ya de andar de mí cargado.
Estos que han de beber, fresnos hojosos,
la roja sangre de la dura guerra;
estos olmos hermosos,
a quien esposa vid abraza y cierra
de la sed de los días,
guardan con sombras las corrientes frías;
y en esta dura sierra,
los agradecimientos de la tierra,
con mi labor cansada,
me entretienen la vida fatigada.
Orfeo del aire el Ruiseñor parece,
y ramillete músico el jilguero;
consuelo aquél en su dolor me ofrece;
éste, a mi mal, se muestra lisonjero;
duermo, por cama, en este suelo duro,
si menos blando sueño, más seguro.
No solicito el mar con remo y vela,
ni temo al Turco la ambición armada;
no en larga centinela,
al sueño inobediente, con pagada
sangre y salud vendida,
soy, por un pobre sueldo, mi homicida;
ni a fortuna me entrego,
con la codicia y la esperanza ciego,
por acabar diligente,
los peligros precisos del Oriente;
no de mi gula amenazada vive
la Fénix en Arabia temerosa,
ni a ultraje de mis leños apercibe
el mar su inobediencia peligrosa:
vivo como hombre, que viviendo muero
por desembarazar el día postrero.
Llenos de paz serena mis sentidos,
y la Corte del alma sosegada,
sujetos y vencidos
apetitos de la ley desordenada,
por límite a mis penas
aguardo que desate de mis venas
la muerte, prevenida
la alma que anudada está en la vida,
disimulando horrores
a esta prisión de miedos y dolores,
a este polvo soberbio y presumido,
ambiciosa ceniza, sepultura
portátil que conmigo la he traído,
sin dejarme contra hora segura.
Nací muriendo, y he vivido ciego,
y nunca al cabo de mi muerte llego.
Tú, pues, oh caminante que me escuchas,
si pretendes salir con la victoria
del monstruo con quien luchas,
harás que se adelante tu memoria
a recibir la muerte,
que oscura y muda viene a deshacerte.
No hagas de otro caso,
pues se huye la vida paso a paso;
y en mentidos placeres
muriendo naces, y viviendo mueres.
Cánsate ya, oh mortal, de fatigarte
en adquirir riquezas y tesoro,
que últimamente el tiempo ha de heredarte,
y al fin te dejarán la plata y oro:
vive para ti solo, si pudieres,
pues sólo para ti, si mueres, mueres.
Equivocar el camino
es llegar a la nieve
y llegar a la nieve
es pacer durante veinte siglos las hierbas de los cementerios.

Equivocar el camino
es llegar a la mujer,
la mujer que no teme la luz,
la mujer que no teme a los gallos
y los gallos que no saben cantar sobre la nieve.

Pero si la nieve se equivoca de corazón
puede llegar el viento Austro
y como el aire no hace caso de los gemidos
tendremos que pacer otra vez las hierbas de los cementerios.

Yo vi dos dolorosas espigas de cera
que enterraban un paisaje de volcanes
y vi dos niños locos que empujaban llorando las pupilas de un asesino.

Pero el dos no ha sido nunca un número
porque es una angustia y su sombra,
porque es la guitarra donde el amor se desespera,
porque es la demostración de otro infinito que no es suyo
y es las murallas del muerto
y el castigo de la nueva resurrección sin finales.
Los muertos odian el número dos,
pero el número dos adormece a las mujeres
y como la mujer teme la luz
la luz tiembla delante de los gallos
y los gallos sólo saben votar sobre la nieve
tendremos que pacer sin descanso las hierbas de los cementerios.
Vuelve a la noche,
racimo de horas sombrías;
córtalo, come el fruto de tiniebla,
saborea la ignorancia
Con orgullo de árbol
plantado de pleno torbellino
te desvistes
                      con el gesto del agua
saltando de la peña
abandonas tus cuerpos
con los pasos sonámbulos del viento
te arrojas en el lecho
con los ojos cerrados
buscas tu más antigua desnudez
Caigo en ti con la ciega caída de la ola
tu cuerpo me sostiene como la ola que renace
el viento sopla afuera y reúne las aguas
todos los bosques son un solo árbol

Navega la ciudad en plena noche
tierra y cielo y marea que no cesa
los elementos enlazados tejen
la vestidura de un día desconocido
Desierto inmenso y fuente secreta
balanza del silencio y árbol de gemidos
cuerpo que se despliega como la vela
cuerpo que se repliega como la brasa
corazón que desgajo de la noche
escorpión que se clava en mi pecho
sello de sangre sobre mis años de hombre
(Hago lo que dices)

Con un Sí
la lámpara que te guía a la entrada del sueño
Con un No
la balanza que pesa la falacia y la verdad del deseo
Con un Ay
el hueso floreciendo para atravesar la muerte
(Hoy, siempre hoy)

Hablas (se oyen muchas lluvias)
no sé lo que dices (una mano amarilla nos sostiene)
Callas (nacen muchos pájaros)
no sé adónde estamos (un alveolo escarlata nos encierra)
Ríes (las piernas del río se cubren de hojas)
no sé adónde vamos (hoy es ya mañana en mitad de la noche)

          Hoy que se abre y se cierra
          nunca se mueve y no se detiene
          corazón que nunca se apaga
          Hoy (un pájaro se posa
          en una torre de granito)
          Siempre es mediodía
Victor Marques Apr 2012
Árvores

As árvores são esperança,
Seus ramos, suas cores.
Troncos facetados,
Suas folhas e odores.


Umas com espinhos escondidos,
Até se ouve seus gemidos.
As árvores, felizes diferentes,
Sonhadoras e sempre exuberantes,
Ajudam todo o ser humano,
Nos amam com seu oxigénio.


As árvores enaltecem tudo de belo,
Unidas elo, por elo,
Se erguem em direção desenfreada,
Até parece que nasceram do nada.

Victor Marques
árvores
Natalia Rivera Jun 2014
Todo está tranquilo & quieto como una típica noche de verano. Todos duermen profundamente, menos tu & yo. Nadie se da cuenta que estamos en el auto envolviéndonos entre caricias & besos bajo la luna menguante. Tus manos acariciando cada detalle pequeño de mi cuerpo, mis labios besando cada lunar que yace en tu piel, teniendo el más placentero contacto ****** con la delicadeza que puede poseer un  artesano. Ahí estábamos, dos adolescentes enamorados dejándose llevar por un impulso ****** que no podían controlar, devorándose bajo las estrellas, dejando que su amor fluyera entre sus cuerpos. Entre gemidos, chupones, rasguños, mordiscos & mil cosas más culminaron su orgásmico encuentro ******. Al terminar el la toma en sus brazos, la mira a sus brillantes ojos hazel & le dice “Teamo, siempre lo hare & jamás voy a dejar que te vayas de mi lado”
Josias Barrios Apr 2015
Estando detrás de ti, ese instante que tuve tu cuerpo entre mis brazos, tocando cada centimetro delicadamente para poder liberar gemidos de placer. El suave aroma de tu pelo y el sabor de tu piel enamoraron mis sentidos, tan dulce como la miel de abeja.  Esos ojos juguetones que me hipnotizan cada vez que pierdo la mirada en el abismo de los deseos y fantasias, esos labios que nunca he llegado a tocar, eluden los mios como el sol a la luna cada noche y cada amanecer.
Josias Barrios Jan 2016
Yo quiero seguir viendo tus miradas sensuales, besar tus labios deliciosos, conocer tus sueños y desilusiones, despertar junto a ti y sentir tu cuerpo caliente después de una noche de orgasmos, risas y gemidos. Yo quiero.
11016
Débil mortal no te asuste
mi oscuridad ni mi nombre;
en mi seno encuentra el hombre
un término a su pesar.
Yo, compasiva, te ofrezco
lejos del mundo un asilo,
donde a mi sombra tranquilo
para siempre duerma en paz.Isla yo soy del reposo
en medio el mar de la vida,
y el marinero allí olvida
la tormenta que pasó;
allí convidan al sueño
aguas puras sin murmullo,
allí se duerme al arrullo
de una brisa sin rumor.Soy melancólico sauce
que su ramaje doliente
inclina sobre la frente
que arrugara el padecer,
y aduerme al hombre, y sus sienes
con fresco jugo rocía
mientras el ala sombría
bate el olvido sobre él.Soy la virgen misteriosa
de los últimos amores,
y ofrezco un lecho de flores,
sin espina ni dolor,
y amante doy mi cariño
sin vanidad ni falsía;
no doy placer ni alegría,
más es eterno mi amor.En mi la ciencia enmudece,
en mi concluye la duda
y árida, clara, desnuda,
enseño yo la verdad;
y de la vida y la muerte
al sabio muestro el arcano
cuando al fin abre mi mano
la puerta a la eternidad.Ven y tu ardiente cabeza
entre mis manos reposa;
tu sueño, madre amorosa;
eterno regalaré;
ven y yace para siempre
en blanca cama mullida,
donde el silencio convida
al reposo y al no ser.Deja que inquieten al hombre
que loco al mundo se lanza;
mentiras de la esperanza,
recuerdos del bien que huyó;
mentiras son sus amores,
mentiras son sus victorias,
y son mentiras sus glorias,
y mentira su ilusión.Cierre mi mano piadosa
tus ojos al blanco sueño,
y empape suave beleño
tus lágrimas de dolor.
Yo calmaré tu quebranto
y tus dolientes gemidos,
apagando los latidos
de tu herido corazón.
Victor Marques Jan 2017
O homem  na ilusão de sonhos alcançar,
Eu me deleito com a magia do luar.
Vivemos sim, aprendemos não,  
Pedaços de amor e solidão.

O Deus eterno sentado no seu infinito altar,
Eu me esqueço de criancinhas embalar.
Vivemos sim , aprendemos não,  
Gritos e gemidos que muitos dão .

Seres humanos maltratados, mutilados,
São todos mal amados.
Vivemos sim, aprendemos não,
Refugiados do mundo e de sua religião.

O universo grato e sempre muito preciso,
O verdadeiro Deus esta com ele e comigo.
Vivemos sim, aprendemos não,
Temos um mundo oco e vão .

Victor Marques
viver , aprender
Mariah Tulli Feb 2019
Chovia a umas três horas, nada tão diferente de dias normais em São Paulo. Clara se arrumava para o trabalho com aquela pressa de quem ia perder o trem, mas na verdade era apenas a euforia pro segundo encontro com Luisa, que ia acontecer no fim do expediente. Se desesperou mais ainda quando olhou para cama e viu o tanto de roupa que havia deixado espalhada.  E se no final nós viermos para minha casa? Vai estar tudo uma bagunça, pensou ela, mas deixou assim mesmo, pois não queria criar expectativas demais, era apenas o segundo encontro e como já havia notado, Luisa parecia ser daquelas meninas meio tímidas de início. Pronto, calça preta, blusa preta e um boné vermelho que combinava com o tênis, pois em dias de chuva era necessário já que sempre perdia a sombrinha.

- Oii linda, então está tudo certo pra hoje né? Saio às 17h e prometo não atrasar. Disse clara enfatizando aquela idéia de pontualidade mais pra ela mesma do que para Luisa.
- Clara.. ops, claro rs! Te encontro no metrô perto do seu trabalho :)

Luisa tinha mania de fazer piadas com coisas bem bobas, era sua marca. Logo em seguida da mensagem enviada percebeu que mais uma vez tinha feito isso e riu de si mesma. Assim se estendeu o dia, Luisa sem muito o que fazer pois era seu dia de folga, então estava com todo o tempo do mundo para se arrumar, mas era daquelas decididas que pensava na roupa que iria vestir enquanto tomava banho e em dez minutos já estava pronta. O relógio despertou às 16h, trinta minutos se arrumando e mais trinta no metrô. Luisa estava pontualmente no local combinado, mesmo sabendo que Clara iria demorar mais um pouco ate finalizar todas as tarefas. Mais trinta minutos se passaram e nesse tempo Luisa já estava sentada em um bar ao lado da saída lateral do metrô com uma cerveja na mão, avistou aquele sorriso intenso de Clara, sorriu de volta cantarolando em sua cabeça “cê tem uma cara de quem vai fuder minha vida”, música vívida entre os jovens.

-Desculpa, te deixei esperando mais uma vez, como vamos resolver essa dívida aí? Disse clara esperando que a resposta fosse “com um beijo”.
-Sem problemas, já estou quase me acostumando, me rendi a uma cerveja, mas podemos beber outras lá em casa, o que acha?

Sem mais nem menos Clara aceitou e ficou surpresa pelo convite, a timidez percebida por ela já tinha ido embora pelo jeito. Chegando lá sentou em um colchão em cima de um pallet que ficava na sala e começou a analisar todo o ambiente, uma estante com dezenas de livros e três plantas pequenas no topo. Luisa com o tempo livre do dia deixou a casa toda arrumada e a geladeira cheia de cerveja, abriu uma garrafa e sentou-se ao lado de Clara em seu sofá improvisado.

-Posso? Pergunta Luisa ao indicar que queria passar a mão no sidecut de Clara.
-Claro, aproveita que raspei ontem.

Com a deixa para carícias, a mão ia deslizando de um lado para o outro em um toque suave na parte raspada do cabelo, até chegar ao ponto em que Clara já estava ficando um pouco excitada e gentilmente virou-se para Luisa encarou-a e sorriu, sem dizer nada, silêncio total, deixando aquela tensão pré beijo no ar por uns segundos. E sem nenhum esforço deixou que acontecesse naturalmente, sentindo aquele beijo encantador de Luisa. Pernas se entrelaçaram, corpos mais pertos um do outro, Clara acariciava lentamente o ombro de Luisa, aproveitando o movimento para abaixar a alça de sua blusa e dar um leve beijo na parte exposta, se estendendo ao pescoço, fazendo Luisa se arrepiar. Naquele momento o ambiente começa a ficar mais quente e num piscar de olhos as duas já se livraram de suas blusas. Clara volta a acariciar a pele de Luisa, mas dessa vez mais intensamente, percorre a mão pela barriga, puxa cuidadosamente a pele perto do quadril para conter o tesão, vai deslizando pela coxa, e num movimento quase imperceptível abaixa o short de Luisa e beija seus lábios molhados, fazendo-a soltar gemidos de excitação, criando um clima mais ofegante. Luisa em um mix de sensações sentiu a pulsação mais rápida de suas veias acelerado o coração, pernas tremendo e mãos suando, até perceber que aquele oral era o primeiro em que se entregava por completo, e se entregou.  Estava segura de si que aquilo era mágica e com a respiração voltando ao normal, posou um sorriso no rosto, abraçou Clara e perdurou o afago até cair no sono.
Nis Jun 2018
"Toda la noche hago la noche. Toda la noche escribo. Palabra por palabra yo escribo la noche"
-Extracción de la piedra de la locura, de Alejandra Pizarnik

La luna riela en las olas de los gemidos de mi viento.

La noche se torna amarga en el nacer del día
pues su muerte llena al corazón solitario de alegría.

Alejandra y yo escribimos mejor por la noche,
para la noche,
en la noche.

Alejandra ya no está con nosotros pero su noche es eterna en mi dicha.

Podríamos haber sido amigas,
compartir alguna noche;
pero la muerte nos separa,
su muerte,
su noche.
Este es un canto a las almas perdidas en la noche.
En nuestra noche.
La noche mía y de Pizarnik y de tantos otros.
Espero verte
al
nacer
el día.

//

"All night I make the night. All night I write it. Word for word I write the night."
-Extracting the stone of madness, by Alejandra Pizarnik.

The moon shimmers on the waves of the moans of mi wind.

The night is turned bitter at the birth of day
for its death fills the lonely heart with joy.

Alejandra and I write better at night,
for the night,
in the night.

Alejandra is no longer with us but her night is endless in my joy.

We could have been friends,
sharing some night;
but death does us part,
her death,
her night.
This is a song for the souls lost in the night.
In our night.
This my night, and Pizarnik's and son many others'.
I hope to see you
at
the birth
of day.
Descubrí (en tinder de todos los sitios posibles) a la escritora argentina Alejandra Pizarnik y me está gustando tanto que decidí reempezar su "Extracción de la piedra de la locura" con un boli en la mano. Este es el primer texto de una serie que iré subiendo según lea y escriba, basado en su corto "Linterna sorda" del que incluyo más de la mitad.

//

So I found out (in tinder of all places) about this great Argentinian poet called Alejandra Pizarnik. I liked her "Extracting the stone of madness" so much I decided to restart it with pen in hand, and this is my first shot at a poem based on her's. In this case, the short "Deaf flashlight", of which I included (and tried to translate lol) more than a half. I know poetry is harder upon switching languages and I myself try to do my best at coping with them, but I know there is a translation of the book out there, haven't checked it out myself tho.
Josias Barrios Jan 2016
Deseo despertar com tu cuerpo desnudo junto al mío después de una noche saciando nuestra sed bebiendo besos llenos de lujuria y pasión. Deseo despertar, ver el reflejo del amanecer en tus ojos y perderme en tu mirada, tratar de encontrar tus secretos mas profundos al mismo instante que encuentre el punto donde tus gritos y gemidos de satisfacción exclamen mi nombre.
11016
¿Quién te verá, ciudad de manzanilla,
amorosa ciudad, la ciudad más esbelta,
que encima de una torre llevas puesto: Sevilla?

Dolor a rienda suelta:
la ciudad de cristal se empaña, cruje.
Un tormentoso toro da una vuelta
al horizonte y al silencio, y muge.

Detrás del toro, al borde de su ruina,
la ciudad que viviera
bajo una cabellera de mujer soleada,
sobre una perfumada cabellera,
la ciudad cristalina
yace pisoteada.

Una bota terrible de alemanes poblada
hunde su marca en el jazmín ligero,
pesa sobre el naranjo aleteaste:
y pesa y hunde su talón grosero
un general de vino desgarrado,
de lengua pegajosa y vacilante,
de bigotes de alambre groseramente astado.

Mirad, oíd: mordiscos en las rejas,
cepos contra las manos,
horrores reluciendo por las cejas,
luto en las azoteas, muerte en los sevillanos.

Cólera contenida por los gestos,
carne despedazada ante la soga,
y lágrimas ocultas en los tiestos,
en las roncas guitarras donde un pueblo se ahoga.

Un clamor de oprimidos,
de huesos que exaspera la cadena,
de tendones talados, demolidos
por un cuchillo siervo de una hiena.

Se nubló la azucena,
la airosa maravilla:
patíbulos y cárceles degüellan los gemidos,
la juventud, el aire de Sevilla.


Amordazado el ruiseñor, desierto
el arrayán, el día deshonrado,
tembloroso el cancel, el patio muerto
y el surtidos, en medio, degollado.

¿Qué son las sevillanas
de claridad radiante y penumbrosa?
Mantillas mustias, mustias porcelanas
violadas a la orilla de la fosa.

Con angustia y claveles oprime sus ventanas
la población de abril. La cal se altera
eclipsada con rojo zumo humano.

Guadalquivir, Guadalquivir, espera:
¡no te lleves a tanto sevillano!
Leydis Oct 2017
Pienso en ti
(se eleva mi cuerpo)

Esa tu bendita esencia,
que me hace tanta falta en tu ausencia,
esa manera en que me resucitas cuando en ti pienso,
esa manera en que excitas cada espacio de mi desvaído cuerpo,
ese, tu fuego fugaz que exalta mis lugares impávidos,
que corta mi respiración entre tantos gemidos,
que me eleva al éxtasis más exquisito...

esa pasión desatada,
rebosada entre respiros de una prisión pasional
que quiere  liberarse contigo.

Son eternas las ganas en tu ausencia,
se desbordan mis ríos de impaciencia,
queriendo entregarte ¡mi exquisitez y delicadeza!

Queriendo comerme las ansias de estar contigo-yo vivo,
susurrando entre leves suspiros tu bendito nombre,
hasta conseguir agitar mi orgullo,
que se rinde ante el delirio que se manifiesta
cuando tu nombre pronuncio y te invoco y te digo
en voz baja, después un poco más alta,
que me tomes, que me grites, que me alces, me alivies
de este deseo que solo tú sabes saciar con tus labios,
con tus sedosas manos,
con tu ojos de marineros desafiando mi cuerpo,
contorsionándolo a tu antojo hasta doblegarme en tu ego
al saber que solo en tus brazos libero mis deseos.
  
De pronto despierto de ese trance,
y me doy cuenta que no estás conmigo,
vuelvo de nuevo a evocarte en una descarga que llegue hasta tu nido.
Con esa telepatía que nos junta a pesar de esta lejanía,
y descargo, y me desprendo, y me rindo ante todo este deseo,
y mis sábanas rojas evidencian esos anhelos
de esa pasión que despierta en este alejamiento
y
que se aquieta solo cuando regresas a nuestro domicilio…..,
sea llamándote a lo lejos
o
cuando finalmente se juntan nuestros cuerpos……...
Estar bajo los brazos de èl,
Con un te amo y una sonrisa,
bajo la tentaciòn caer.
Un día, un mes, un año
De puro amor, alegría y placer.
Pasar la noche acurrucada entre
su piel.
Bajo la luz de la luna, como cantar  de la noche entre suspiros y gemidos, recibir el amanecer
Rui Serra Sep 2015
oiço
ao longe
sobre o mar

sons

aviso
noite

perdi-me no caminho
da minha mente

esperança

gemidos de guerra
percorrem espaços passados

olho o céu
que arde no calor da noite
no ponto de não retorno
Leo Janowick Nov 2018
No me aconstumbro, ah desperta sin ti
Quizas el olvido llegó alos lazos del amor,
No me aconstumbro a vivir sin amor ,
En estas noches tan fria, como el invierno, ..
No me acostumbro a vivir entre la odscuridad sin los lamentós al ser penetrenada en esta imensa... odscurida, donde te colmó de besos y gemidos ,levantando el alba entre mis ganas te pintó mi alma como tatuajes en tu ser,
No me aconstumbro a dejar de saborear, tu eròstimo entre mis labios , suncumbe los sentidos , al desperta con mis besos las partes erógenas y los rincónes de tu cuerpo.. quien esparce mi lengua su deleite , humedad entre mis labios, que acaricia saciandote, en cada exclamò de placer, ...
no me aconstumbro...
Ah vivir sin amor, en esta noches, que despierta mi ansieda de ser mujer...
entre mis labios jugosos y humedos suncunbem
que hoy entrego en tus labios, que juegas con mis ganas no me acostumbro entre mis gemidos gritando en el silencio de mi cuerpo, quien difruta de tu erótismo , grande y gruesp penetrandome , con el vaiven de tu cuerpo. Metiendo, y sacando mis ganas de mi cuerpo ,que sube en ti donde mi húmeda difruta su baile de erotico, jugando con tus dedos en mi cavida sale un gemido de placer, que grito al cielo , implorando no terminar , no me aconstumbro a vivir sin ti
Cantas y a sol y a cielo con tu canto
tu voz desgrana el cereal del día,
hablan los pinos con su lengua verde:
trinan todas las aves del invierno.

El mar llena sus sótanos de pasos,
de campanas, cadenas y gemidos,
tintinean metales y utensilios,
suenan las ruedas de la caravana.

Pero sólo tu voz escucho y sube
tu voz con vuelo y precisión de flecha,
baja tu voz con gravedad de lluvia,

tu voz esparce altísimas espadas,
vuelve tu voz cargada de violetas
y luego me acompaña por el cielo.
Victor Marques Apr 2022
A noite chega com gemidos e lamentos,
Eu com a vida em torno de ternos
momentos,
Se nasce em qualquer lugar,  vivemos com sonhos para realizar,
E eu aqui sentado com o pranto e o luar...

A lua hoje é plena e observa  todos os seres que vivem para sempre morrer,
Uns acreditam outros não numa vida sem tristeza em eterna comunhão,
Pedaços de saudade de quem partiu sem por vezes querer...
Jesus Cristo foi vinho, foi pão, foi a única esperança para a vida,morte e ressurreição.

A vida foi aquilo que quis ser, pois pensamos que tudo podemos fazer,
Nunca temos a verdadeira preocupação que nascemos e vivemos para terra tornar a ser...

Com o canto dos grilos e com a terna saudade de quem foi vivo e nos deixou,
Me abandono ao mundo, ao céu e a Deus que tudo criou.
Victor Marquesrealizar
vida,morte, resurreiçao
Leydis Sep 2017
Mi boca sangra de deseo,
chorrea por tu aliento,
se excita en tu anhelo,
en el poder con esa boca
comerte todito entero.

Mi boca quiere;
saborear contigo el tiempo,
en tus labios conocer
el sahumerio de tu pasión,
morderte la sabiduría,
mientras voy dejando
tu cuño en mi cintura.

Mis ardientes labios quieren;
corroer tu miedo a quererme,
a entregarte a mis locuras,
a carcomerte en dulzura,
de endulzarte la amargura,
apolillar esas rancias dudas,
con un beso…………..
que borre lo antiguo,
que embelesa al tiempo,
que se acobija en tu pecho,
y te derroque esos muros de desasosiego.

Mi boca es cristalinas,
para que en ella se refleje
un hombre deseado, amado y venerado
como ningún otro en esta vida.

Siempre pintada con el más lindo carmesí,
para que te transporte a un mundo
de amantes sin restricciones
que celebran sus pasiones,
entre besos, gozo, y culminantes gemidos.  

Quiero morderte el alma.
zamparte la existencia,
volver tu vida mía,
vinculándote a los sabores de mi providencia.

Te invito a que me pruebes.
a que te pierdas en mi travesía,
a que te endulces con mi néctar,
con los sabores que emito y
fluyen libremente por mi cuerpo,
cuando pienso yo en el tuyo.

Quiero que sean mis labios y mis sabores
por siempre tuyos,
pueden que te sepan
a candente pasión, canela o cereza.

Puede pasar que si me besas,
sean tus labios,
los que se desangren de impaciencia
por apropiarse de los míos.

LeydisProse
9/20/2017   https://www.facebook.com/LeydisProse/
Iv
Los mendigos pelean por España
mendigando en París, en Roma, en Praga
y refrendando así, con mano gótica, rogante,
los pies de los Apóstoles, en Londres, en New York, en Méjico.

Los pordioseros luchan suplicando infernalmente
a Dios por Santander,
la lid en que ya nadie es derrotado.
A1 sufrimiento antiguo
danse, encarnízanse en llorar plomo social
al pie del individuo,
y atacan a gemidos, los mendigos,
matando con tan solo ser mendigos.

Ruegos de infantería,
en que el arma ruega del metal para arriba,
y ruega la ira, más acá de la pólvora iracunda.
Tácitos escuadrones que disparan,
con cadencia mortal, su mansedumbre,
desde un umbral, desde sí mismos, ¡ay! desde sí mismos.
Potenciales guerreros
sin calcetines al calzar el trueno,
satánicos, numéricos,
arrastrando sus títulos de fuerza,
migaja al cinto,
fusil doble calibre: sangre y sangre.
¡El poeta saluda al sufrimiento armado!
La dentellada del mar muerde
la abierta pulpa de la costa
donde se estrella el agua verde
contra la tierra silenciosa.

Parado cielo y lejanía.
El horizonte, como un brazo,

rodea la fruta encendida
del sol cayendo en el ocaso.

Frente a la furia del mar son
inútiles todos los sueños.
¿Para qué decir la canción
de un corazón que es tan pequeño?


Sin embargo es tan vasto el cielo
y rueda el tiempo, sin embargo.
¡Tenderse y dejarse llevar
por este viento azul y amargo!...

Desgranado viento del mar,
sigue besándome la cara.
¡Arrástrame, viento del mar,
adonde nadie me esperara!

A la tierra más pobre y dura
llévame, viento, entre tus alas,
así como llevas a veces
las semillas de las hierbas malas.

Ellas quieren rincones húmedos,
surcos abiertos, ellas quieren
crecer como todas las hierbas:
¡yo sólo quiero que me lleves!

Allá estaré como aquí estoy:
adonde vaya estaré siempre
con el deseo de partir
y con las manos en la frente...


Ésa es la pequeña canción
arrullada en un vasto sueño.
¿Para qué decir la canción
si el corazón es tan pequeño?

Pequeño frente al horizonte
y frente al mar enloquecido.
¡Si Dios gimiera en esta playa,
nadie oiría sus gemidos!

A mordiscos de sal y espuma
borra el mar mis últimos pasos...

La marea desata ahora
su cinturón, en el ocaso.

Y una bandada raya el cielo
como una nube de flechazos...
Nix Evadne Nov 28
Detengan todo.
Ella está aquí.

Paren el mundo que me quiero bajar.
Bajar para besarla, para recorrerla entera, bajar hasta su entrepierna degustando cada parte de su cuerpo.

La habitación se llena de silencio, silencio roto solo por el hedonismo, por nuestros gemidos.
Su cuerpo, un afrodisíaco absoluto.

Mis manos la buscan, ansiosas; mi boca la descubre, impaciente por sentirla llegar.
Su espalda, suave y delicada, un lienzo sobre el que mi dedo dibuja su columna vertebral.
Puedo sentir como el relieve de su piel cambia, como la temperatura de su cuerpo sube.

Sigo bajando, en un éxtasis que solo Dionisio podría inspirar.
Mis labios trazan un camino que se pierde en su piel; exploro cada rincón, cada curva que forman su figura.
Sus gemidos guían mis movimientos, y yo, absorta, me dejo llevar por el calor de su cuerpo.

Paren el mundo, paren los relojes, paren todo.

Hay momentos que deberían ser interminables.
Quiero guardarlo para siempre: el momento en que alguien me hizo correr más de 5 veces.

Como un tributo a Eros mismo;
ella y su sonrisa.

Nix Evadne
me derrumbé,
caía
entre astillas y huesos,
entre llantos de arena
y aguaceros de vidrio,
cuando oí
que gritaban:
"¡Abajo!"
"¡Mas abajo!"
y seguía cayendo,
dando vueltas
y vueltas,
entre ásperas cenizas
y gritos mutilados,
"¡Abajo!"
"¡Más abajo!"
en espiral,
rodando,
envuelto en lo derruido,
en turbios remolinos
de trozos y fragmentos,
de esquirlas,
de gemidos,
"¡Abajo!"
"¡Más abajo!"
entre escombros y ruinas
ululantes,
informes,
a través de la asfixia,
del horror, del misterio,
más allá del aliento,
de la luz,
del recuerdo.
umi kara Jul 2018
cada momento passado na realidade
me dá mais certeza
de que te inventei alguns anos atrás
te coloquei numa gaiola de sonhos ansiados
da qual conseguiste escapar,
levando teus pés por um tapete de estrelas
pra chegar até mim.

desejos infinitos que cultivei antes do acontecimento de ti
(aqueles que pensei que pra sempre seriam fantasmas na minha mente)
agora desabrocham nas palmas de minhas mãos
toda vez que encosto em ti,
deságuam nos meus calafrios
toda vez que encostas em mim,
e vibram na nossa volta
toda vez que estamos juntas.

(sentimento doce esse de se construir
uma em volta da outra
e se conhecer
uma em volta da outra
e de dar voltas uma em volta da outra
incessa e incansavelmente.)

me sinto mar revolto de profundeza apaziguada quando deito contigo.
nossos movimentos como ondas que quebram uma em cima da outra e chiam num sussurro explosivo;
gemidos que vêm de furacões de dentro do peito
transbordam na curva do lábio
e derramam no lençol
como mel pingando da colmeia.

a maneira na qual esperamos o verão dobrar a esquina,
nos ocupamos achando maneiras de nos esquentar
dissertando uma sobre a outra
pelo fio invisível do telefone
o qual não nos separa e não mede distância:
quando estou perto de ti estou perto de mim mesma
e de toda minha luz
que se mistura com tua luz
e faz de nós sol.
Leydis Feb 2018
A esa hora, en esa oscuridad,
en ese silencio cuando el malecón priva de turistas
ahí quiero hacer el amor.

A esa hora,
en esas piedras que han sido testigo de tanta guerra,
quiero que tú y yo en ella, descubramos la paz.

A esa hora,
que nos cante el mar su canción favorita,
que sus olas compitan con nuestro ritmo.
y vea ella como dos almas se entregan entre gemidos.
Que nuestros cuerpos sirvan para que se
enamore el agua de la muralla que trilla.

A esa hora,
en medio del rompeolas, quiero romper este deseo,
entregarme a ti sin peros, pasar toda la noche en tus brazos,
besarte hasta que se seque mi boca,
amarte y calentar el frio de esas murallas.

Que se encele el cielo *****,
que se caliente el océano,
que encuentre la bruma su claridad
en la manera en que tú y yo, nos sabemos entregar.

A esa hora
en el silencio de la noche
cuando el malecón priva de turistas,
quiero hacer el amor, hasta que sea de día.

LeydisProse
2/2/2018
https://m.facebook.com/LeydisProse/
Jenny Barajas Aug 2019
Su cuerpo fugaz rosando me la piel,
mi suspiros y gemidos
causados solo por el....

Cierro los ojos mi cuerpo tiembla de placer,
enredada en sus brazos
hasta no sentir el amanecer...

Besos sensuales mezclados entre sonrisas,
sus manos quitando me la ropa
siento que mi alma se excita...

Rosas en la cama, velas encendidas,
me hace tocar el cielo
cada noche y cada dia...

eres ese fuego, encendido en mi ser,
vivir a tu lado es vivir
en un mundo lleno de placer!
Leydis Nov 2017
Desnuda
En mi habitación, me
Susurra la perdición
Agitada en tu
Fulgor, en esa
Inmensa necesidad de ti, que me
Obliga a seducirme y rendirme,

Entre gemidos y forzada
Respiración
Obedecen mis dedos
Tratando de
Inducir el mismo
Cósmico
Orgasmo,
  como si tu...estuvieses ahí!

LeydisProse
11/18/2017
https://m.facebook.com/LeydisProse/
Músico llanto en lágrimas sonoras
Llora Monte doblado en cueva fría;
Y destilando líquida armonía,
Hace las peñas cítaras canoras.Ameno y escondido a todas horas,
En mucha sombra alberga poco día;
No admite su silencio compañía,
Sólo a ti, Solitario, cuando lloras.Son tu nombre, color y voz doliente
Señas más que de pájaro de amante;
Puede aprender dolor de ti un ausente.Estudia en tu lamento y tu semblante
Gemidos este monte y esta fuente,
Y tienes mi dolor por estudiante.
bulletcookie Feb 2019
Los gatos y sus gemidos
the cats and their moaning

esta mañana me despertaron
woke me up this morning

mientras sueña con una tetera de pescado
while dreaming of a kettle of fish

-cec
Taijitu Feb 2018
Te vas...

pero dejas tus gemidos resonando en las paredes de mi habitación,

el olor de tu piel recordándome lavar las sabanas de seda,

tu humedad en mis labios y tu sudor aun sobre mi piel.

Te vas...

pero dejas impregnada tus ansias en mi cuerpo

y tu voz como un susurro quemando todo mi ser.

-Custodio

— The End —