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Alta va la luna.
Bajo corre el viento.
  (Mis largas miradas,
exploran el cielo.)
  Luna sobre el agua.
Luna bajo el viento.
  (Mis cortas miradas,
exploran el suelo.)
  Las voces de dos niñas
venían. Sin esfuerzo,
de la luna del agua,
me fui a la del cielo.
Un brazo de la noche
entra por mi ventana.
  Un gran brazo moreno
con pulseras de agua.
  Sobre un cristal azul
jugaba al río mi alma.
Los instantes heridos
por el reloj... pasaban.
Asomo la cabeza
por mi ventana, y veo
cómo quiere cortarla
la cuchilla del viento.
  En esta guillotina
invisible, yo he puesto
la cabeza sin ojos
de todos mis deseos.
  Y un olor de limón
llenó el instante inmenso,
mientras se convertía
en flor de gasa el viento.
Al estanque se le ha muerto
hoy una niña de agua.
Está fuera del estanque,
sobre el suelo amortajada.
  De la cabeza a sus muslos
un pez la cruza, llamándola.
El viento le dice "niña",
mas no puede despertarla.
  El estanque tiene suelta
su cabellera de algas
y al aire sus grises tetas
estremecidas de ranas.
  Dios te salve. Rezaremos
a Nuestra Señora de Agua
por la niña del estanque
muerta bajo las manzanas.
  Yo luego pondré a su lado
dos pequeñas calabazas
para que se tenga a flote,
¡ay!, sobre la mar salada.
Frente al mar, y en la puerta de su pobre morada,
La viuda del marino con su hijo está sentada.
Se ve tristeza en ambos. Los rudos temporales
De esos días de otoño causaron tantos males,
Tanto destrozo hicieron, fue tal del mar la saña,
Cual nunca visto había la costa de Bretaña.
Por eso ante el crepúsculo se encuentran abstraídos
Y silenciosos, y ambos de luto están vestidos.

En ese lago quieto, de aguas murmuradoras,
En donde se deslizan las barcas pescadoras,
Cuyas velas se extienden bajo el oro del día,
¡Quién, al ver esa calma, reconocer podría
Aquel mar tempestuoso, que sólo en un momento,
En el pasado otoño, con ímpetu violento
Destrozó veinte barcas, y que a esa pobre madre
Dejó  trocada en viuda y a ese niño sin padre!

El agua azul sonríe; sin nubes brilla el cielo;
Y ella sigue sombría, con hondo desconsuelo
Recordando la tarde trágica de su vida,
Cuando hundió en sus abismos la mar embravecida
A su esposo. «Mas suya fue la culpa», a su hijo,
Que seguía en silencio, sollozando le dijo.
«A desgraciados náufragos que el temporal hundía,
¿Cómo sin un socorro dejárseles podría?

¡Qué tarde horrible! ¡Nadie recordaba en la aldea
Haber visto en su vida semejante marea!
¡Era tentar al cielo y era jugar la suerte
Socorrer a los náufragos... era afrontar la muerte!
Tu padre con nosotros estaba. En la bahía,
Recién entrada al puerto su barca se veía».
-«Sin duda están malditos, decíame comiendo,
Los que en el mar aguantan ese chubasco horrendo».

Como era su costumbre, después de la comida
Saliose de la casa con su pipa encendida,
Y a pesar de la lluvia, varios iban al puerto,
A ver saltar las olas sobre el muelle desierto;
Cuando de pronto observa tu padre en lontananza
Que contra los peñascos un bergantín se lanza.
Aquello fue un instante. Lo empuja el mar, y choca,
Y roto allí en pedazos quedó contra la roca.

-«Un bote», grita al punto. Yo lo miré aterrada.
Y en tanto que los otros le muestran la oleada
Que viene sobre el puerto rugiendo amenazante,
Grita otra vez: - ¡Salvémoslos! !Un bote... ¡En el instante!
Un bote al mar! ¡Un bote!... ¡Cobardes no seamos!»
Y seguían sus gritos: -«A socorrerlos vamos!
¡Mi barca! ¡Arriba! ¡Es tiempo! Mi barca no ha temido
Jamás las tempestades ni el mar embravecido,
Y por eso Adelante la bauticé»...

                                             
Salieron
Todos al mar entonces... y ¡nunca más volvieron!...

De tarde, en este invierno, y al bajar la marea,
Hasta allá, donde ves la espuma que blanquea,
Ir me has visto abatida. Mas todo ha sido en vano...
Nada de entre sus olas devuelve el océano...
¡Y ese mar que a mis plantas expira en la ribera,
De la barca no arroja ni una tabla siquiera!

Hijo: me prometiste no ser, jamás marino:
Cumplirás tu promesa. Será otro tu destino.
El cura, que te quiere, te seguirá enseñando;
Aprenderás las letras, luego a escribir. Y cuando
Grande estés, serás cura. ¡Pasará el tiempo aprisa...
Veré el día dichoso de tu primera misa!...
Yo misma pondré flores en el altar... ¡Oh, cuánta
Será mi dicha, lejos de este mar que me espanta!

Calla el niño pensando sin duda en los chicuelos
Que ve sobre chalupas y ágiles barquichuelos,
En las azules aguas, desde que el día brilla,
Caminar en la borda, bajar a la escotilla,
Mientras que él no se atreve, ni nunca se ha atrevido,
Un cable a atar siquiera. Cumple lo prometido.
Y cuando terminada la lección de lectura,
El viejo silabario cierra de tarde el cura,
Y le dice que es hora de que a jugar se vaya,
Descalzo, arremangado, se aleja por la playa,
Y así engaña sus sueños el hijo del marino;
Pero entre los cabellos el áspero y salino
Viento sentir que sopla; sentir el agua fría
Que a la rodilla sube; ver en la lejanía
Las olas que se rompen bajo azulada bruma
Y que el peñasco cubre de iridiscente espuma;
Ir conchas o mariscos buscando por la costa,
O saltar, sobre piedras, detrás de una langosta,
Eso no le bastaba; quería más; quería
La barca que se aleja bajo el fulgor del día,
Con sus palos erectos y sus velas redondas;
Quería el horizonte, los tumbos de las ondas,
Y la embriaguez del alma sobre la mar rugiente,
Cuyos acres aromas hablaban a su mente
De países lejanos... ¡Tal era su delirio!
¡Y hacía muchos meses que ese era su martirio!

Y va pasando el tiempo. Llega otro otoño horrible;
Y un día los marinos, a la luz apacible
De un cielo gris, entre ellos hablando, hacia el poniente
Sobre el mar tempestuoso, señalan de repente
Un velero que avanza contra las rocas. Brava
Marejada envolvíalo... Más y más se encrespaba...

¡En las revueltas olas aquello parecía
El estertor postrero del barco en la agonía!

-«¡Un bote al mar! ¡Un bote!», dice alguien con voz ruda,
 ¡Al mar! ¡A socorrerlos! ¡A prestarles ayuda!»

Y todos recordaban a los que al mar salieron
A salvar a unos náufragos, y nunca más volvieron;
Mas de pronto a una barca se abalanzan, y en tanto,
Todo lo ve la madre con indecible espanto;
Y a su hijo abrazando le murmura al oído:
-«¿Sabes? Me lo ofreciste... lo tienes prometido,
¡No irás!...» Con las pupilas dilatadas, la frente
Pensativa,   y el labio mordiéndose impaciente,
Nada responde, y mira con absorta mirada
Que ya los hombres tienen la barca aparejada.
De repente, una ola gigantesca y sombría,
 Que avanza rugidora por la turbia bahía.
Se estrella con fracaso, toda la playa moja, fe...
Y a las plantas del niño, tabla podrida arroja.

En la tabla estas letras leíanse: Adelante.

De su abismo esa tabla sacaba el mar de Atlante.
¡Mandato de su padre sobre las olas era!
Listos los remadores sacan de la ribera
La barca. De los brazos maternos se desprende;
Detrás de los marinos veloz carrera emprende;
Salta al bote con ellos, y al punto un remo ensaya...
 ¡Y allá van con la ola que vuelve de la playa!

¡Cómo con la mirada todos los van siguiendo!
¡Virgen Santa! ¡Las olas cuan altas y qué estruendo!
¡Parece que se hunden! ¡Jesús! ¡Naufraga el bote!
¡Mas no!... ¡Las olas pasan y ellos están a flote!
¡Y siguen!... Van llegando... ¡Ya se les ve acercarse!
¡Ya era tiempo !... ¡ Ya el barco comenzaba a inclinarse

¡Ya vuelven! ¡Los pañuelos agitan! ¡Qué arrojados!
¡El bote viene lleno!...
-«¿Cuántos?»
-« ¡Todos salvados!»
-«¡Hurra! ¡Pronto una amarra!»
Y en tanto que gozosos,
Náufragos y marinos, saltando presurosos
De piedra en piedra vienen, hacia la madre el niño
Se lanza. Ella lo abraza; lo besa; y con cariño
Él le dice al oído: «No me regañes, madre...
¡Tan contento estaría mirándome mi padre!»
Natalia Rivera May 2015
¿Cómo le digo que me siento intimidada?
¿Cómo hago para que no me importe?
¿Cómo sigo mi curso?
¿Cómo debería sentirme?
¿Cómo?

¿Y si esta chica lo cautiva como yo lo hice?
¿Y si lo hace aún mejor que yo?
¿Y si un día despierto y me dice que se acabó?
¿Y si aprende a volar sin mí?
¿Y si?

¿Qué pasa si yo no aprendo?
¿Qué pasa si no consigo salir a flote?
¿Qué pasa si parte de mí se va con él?
¿Qué pasa?
En realidad, solo lo quiero para mi y si, es de forma egoísta.
John Desde Jun 2013
EL AGUA.*
Alba circulatoria deposita en boca fresadora
incontroladas gotas trazándose en el radio corporal
y flores comestibles en acueducto curvo disparan
las aguas como fuente dividida a la desembocadura
de la boca
que sonora diamantada graba en caricias de regadío
y sumerge en hábitat de lago la reunión química que eres.

Desandada en los abrigos inunda
labial esqueje,
en el sol del secano, espiga cerrándose
que expande granada con el humo breve
en camino recortado ajardinado hasta observatorio umbilical.

Solar verde con fondo marítimo
y el sol crudo penetra
efectuando fotosíntesis de lupa en las gotas.

Cadena floral circunvala
el artificio de la leche protectora
y pule suavidad sentada.
En un hilo laberíntico se construye
flor de los algodones nuevos
y vuelve el agua al juego de los brillos
a flote,

a fondo anclada en peso emerge cerámica náutica
que removiendo visualiza celosía de la seda
y transparencia de ala delta ante el beso de diluvio
indudable.

SafeCreative.org
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0
John Desde
http://www.johndesde.blogspot.com
Rangzona Mar 2012
It approaches 
That's all that matters
It comes ever closer 
With a speed that none are clear of
But none can live with out knowing the result 
Death is coming
And I feel her hands grasping for my neck

I see her coming 
Not a threat 
But a promise from reality
She is hear to make the balance 
Her presents scatters all
But I wait for her 

My life I wish was worth more
But because of my own mind I never allow my self
To clim
To aprouch the heart of my existence

I sat never grasping 
As death Grasp for me
She is hear and it's all my falt
I have allowed my life pass me by
Just let the sand seep though my hand

I have forgotten the reson I'm hear 
Never venturing
Never gaining 
Just waiting for her to come
To clame what is hers

But as she grasp my through she stops
"why do u not fear me"
She said this to my emotionless face
"all Flea befor me and yet you stair at me
As if  You could cair less if I came"

"I do not fear you 
Since I knew you would come
I do not reglet leveling this place
For I got nothing for me"

She grasped my hand 
She looked in my lifeless eyes
Her eyes was not like mine
But the opposite 
Thouse eyes showed me what I missed
The crush I alow to flote by
The people I pushed away
She showed me what could of been

That crush becoming more
Her braking my heart
My frainds pick the peaces up
And me continuing my life

"I will be back one day" 
She said as her eyes reflected what I could be
But not because of you
I will come for what you owe
But not now"

She left me 
My complete oppiset
And I cried 
Hear I am seeing nouthing but love and life
And all I cared about was the death
The heartache

But she grasped the reality of life
Death knowing more of life 
Than the living

The morning after I cleaned my wound 
Life seemed just the same
But I still herd deth in my head
Tell Me to live
And so I did
I coted my wounds with a jacket 
And seeked what I could not see
With out death
This dedicated to all who tuck their own lives.......
si de lejos te veo, te mando un beso con el viento, que llegue  hasta el corazón, si es posible hasta el estomago y que allí de flote mariposas.
cruzamos miradas eternas, esas que son difícil de olvidar, te marcan... toda una vida
Natalia Rivera Jul 2014
Gracias por brindarme esa brisa que me dio todas las respuestas en mis momentos de incertidumbre, por sacar a flote mi lado risueño cuando estoy junto a la inmensidad del mar.
Gracias por bañarme en tu sabiduría al llover & cuando cae la noche cubrirme con tu manto de miel.
Gracias te doy por  llevarme lejos & desplomarme en un bosque profundo lleno de libros, por morir varias veces & reverdecer en mi con todo tu encanto.
Gracias te doy por darme el conocimiento & el “don” de amar a cada ser viviente que yace en este lugar.
Puede que mi poema no rime pero está claro que te doy las gracias a ti, madre. Madre de todos & de todo, madre que todo lo puede. Mi madre.
Brillo que adormece tu mirada
como el pasar de la brisa cálida,
con el sonido de los pájaros
como en el auto-retrato.

Las manos que toquen tu piel
que dichosas son al quemarse
con el calor de tu tez.

Vas caminando por ahí,
atravesando tu cuerpo al blanco y *****,
tonteando con la perfección.
Los suelos sonríen con tu paso,
haces que flote en porvenir.

Se vuelven los mares en  pedazos
que después he de vivir
sola y atada a tu regazo,
para poder existir.
Noto los vinos y los pardos
de tus labios desde aquí.
¡Oh pobres almas nuestras
que perdieron el nido
y que van arrastradas
en la falsa corriente del olvido!
Y pensar que extraviamos
la senda milagrosa
en que se hubiera abierto
nuestra ilusión, como perenne rosa.
Pudieron deslizarse,
sin sentir, nuestras vidas
con el compás romántico
que hay en las músicas desfallecidas.
Y pensar que pudimos
enlazar nuestras manos
y apurar en un beso
la comunión de fértiles veranos.
Y pensar que pudimos,
al acercarse el fin de la jornada,
alumbrar la vejez en una dulce
conjunción de existencias,
contemplando, en la noche ilusionada,
el cintilar perenne del Zodíaco
sobre la sombra de nuestras conciencias...
Mas en vano deliro y te recuerdo,
oh virgen esperanza,
oh ilusión que te quedas
en no sé qué lejanas arboledas
y en no sé qué remota venturanza.
Sigamos sumergiéndonos... Mas, antes
que la sorda corriente
nos precipite a lo desconocido,
hagamos un esfuerzo de agonía
para salir a flote
y ver, la última vez, nuestras cabezas
sobre las aguas turbias del olvido.
Sergio Lira Jan 2019
Cada respiración es una canción de amor
De izquierda a derecha, nos rebasa
Regresaremos al mundo del más allá.
A tal destino nadie puede desafiar.

Venimos de los cielos
Ahí fraternizamos con los Ángeles
Al mismo lugar nos elevaremos
A esa ciudad, pasando los siete cielos.

Estamos por encima de los cielos
y trascendemos a los ángeles
¿Por qué deberíamos transigir?
La Casa de las Canciones es nuestro destino.

Vivamos con buena Fortuna
El destino es contradictorio,
Alegres a nuestras vidas demos
La victoria del orgullo mundano.

El dulce aroma de esta brisa
Brota del rizo de ese cabello
Radiante fantasía sobre sus rodillas
Sobre de esa cara gustoso se fija.

Las personas son como los dementes
Nacen del mar del alma
Manténgase a flote muchas lunas
Al mar, el demente, controla.

Desde ese mar llegó la ola
Mientras el barco tomaba forma
Del naufragio nadie podría salvarse
Volviendo al mar por esa tormenta.

Lo que parecía malo, era la gracia
la amabilidad estaba en la ira de la ola
El amanecer de la conciencia aparece
Iluminando ese camino divino.

Desde Tabriz comenzó a brillar
La Luz de la Verdad, me llama
Tu luz que siendo la Distinta Luz
Divina, no obstante, conecta todo.

Rumi-Divan-e Shams

Tomado de la magnífica traducción al inglés de Shahriar Shahriari
Vancouver, Canada July 20, 1998
Cuando caigan las hojas,
Cuando soplen las auras del invierno,
Y la tristeza en el ambiente flote,
Y no haya un astro en el borrado cielo;

Cuando evoques doliente
Las leyendas del Rhin y sientas miedo,
Y el «Feroz Cazador» devaste el campo,
Y haga en las sombras resonar su cuerno;

Cuando espectros parezcan,
Envueltos en la bruma los abetos,
Y la aves emigren, y a la nieve
Caigan los nidos del alar desierto;

A la distante patria
Enviarás con amor tu pensamiento,
Y si mi nombre en tu memoria surge
Oirás como un suspiro, dulce dueño...

¡No tiembles!... es mi alma,
Que no puede vivir de tu alma lejos;
Es mi alma, que nunca te abandona
Y que vive no más de tu recuerdo.
I am Ancient
And I am calling you
Do not leave my eye
By raven-way
You, doused in my hand

I am Called Upon
To boat thy visage apart
Doth not levy mine voice behind
Take thy cloak up-on the flote
And fill thine gut with my sport

I am Love eternal
That has brought you up in circles
That has, hoping you feel fertile,
Milked your insides in our color
Oh, we miss you, love, the gutter

I am feeling Acid
Acting in my skin—
Gentlemen, ladies
Playing on their funny hymns
I'll show you how it ends

I am Your Hands
No, God
Please Hands
I am me, but
I can't be Hands
Finished September 3, 2017
Rococo Apr 2023
De aquel mesiánico Rolando solo queda el recuerdo. No hace tanto que se fue, pero su memoria la vivo en tintes de sepia y en su ausencia las flores, por cinco otoños marchitas, hacen de cama al sepulcro.

Y es que aquello era sublime, un Edén de posibilidades con cada amanecer, tan joven y tan libre.

En su vacío quedamos solo Ello y Yo, transeúntes de un futuro sin rumbo, convidados por su recuerdo y ese duelo que en su cronicidad nos arropa y en cuya promesa pendulan el sol y la luna.

Pero ni el paso del tiempo ni el enclaustro en que habitamos han sabido limar nuestras asperezas. Acinados conviviendo como males necesarios. Codependientes, en esa metástasis mutua que nos mantiene a flote.

Quien fuera Dios en tal hipocresía para abortar aquel diamante en bruto, y sembrar en su lugar esa otredad que me atormenta. Esta quimera de rabia y tristeza cuya mirada en el espejo me encuentra, cuyo pensar me acosa y cuya voluntad me esposa.

No queda más que regresar con flores al sepulcro y amargura en el alma. Anhelando en silencio a que el invierno no vuelva.

— The End —