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Gary Greif Aug 2013
Caminaba este mundo ausente y perdido
No me capturaba los versos de los románticos y los queridos
Las sonrisas me escapaban porque nunca fueron míos
Algo me hacia falta en la casa del cariño
Tu sonrisas, tu mirada, tu forma de ser, lleno esta casa que por muchas lunas fue vació
Ahorra me sonrió con los románticos y platico con los queridos
Y las sonrisas no me escapan porque tu ya eres mía.
This poem is named "papel amarillo" (yellow paper) because over the last 3 years I have kept a yellow paper on which I started writing this poem. As my love for Seleni grew so did the poem, finally it is complete.
trestrece May 2014
Hoy me di cuenta de que todos somos un horrible cliché. Que más que interactuar y aplicar papeles y máscaras con el mundo que nos rodea, sobreactuamos, somos farsantes. Ya nadie nos cree. Ni nosotros mismos ni nuestros mejores amigos. Estamos solos y exageramos. Nos convertimos en bufones de los otros y ellos de nosotros. Que lento, que estúpido, que patéticos.

Hoy me di cuenta de que aquellos que parecían gentiles, amables y chamanes se han perdido, se han ido. Se han convertido en malabarismo de onomatopeyas, en cacofonías de libertad artificial. Hoy me di cuenta de que perdí el respeto por lo que creía superior a mí y que tal vez en mi ego, en mi megalomanía, he superado al maestro.

Me han aburrido los grandes sabios del mundo. Todo aquel jurando que la verdad está en sus palabras y en un video bonito. En la prepotencia de la única razón, ortodoxa falsificación de poder. ¿Cuánto tiempo no preví esta charlatanería? Y los idiotas, al final han tenido la razón, la que no quisimos ver. Años pasaron desde mi encuentro con los falsos trogloditas borgianos; ahora me arrepiento de no haber prestado más atención.

Siempre uno cerca de la muerte aprende y recuerda algo. Epifanías de cincuenta centavos y hierbas toqueteadas por el kitsch y el sinsabor viejo de un hierbero, de una calabaza de mate sin un cebador profesional. ¿Cuántos años, siglos, nos hemos tardado en psicologizar a los perros? El epítome del ser humano: sanar el ánima animal.

Pretendemos que lo que hacemos es original y pretendemos crear rupturas en la conciencia pública. Nosotros no somos Hakim Bey y mucho menos agentes del caos. Somos pretensiones de unicidad que cansan al hablar. Somos odio e indiferencia entre protagonistas de cada película hedonista. Nadie será trastornado por una belleza brutal más que tu falsa autoestima.

He prometido a la virgen, exvoto tras milagros que creo sentir. Mater dolorosa, he visto tanto mal… He hecho tanto mal. ¡Que ignorancia la tolerancia! Sentirse humilde ante falsos profetas ha sido el peor de mis pecados, jamás miré de donde aparecía la paloma blanca. Caí muy bajo y al parecer es tarde para rectificar. ¿Será este el punto donde vi o veré la luz? ¿Habrá más allá después del inicio de semana? ¿Habrá amor? ¿Habrá algo más que esta triste apuesta con convicción de orador?

Pretensiones de Gingsberg y actores sobrevalorados por bellas sonrisas. Interpretaciones de aquello que se cree pretender, ni siquiera ser. Pero siempre, el bueno de la película. Yo prefiero a las locas y las putas que la doble moral del cínico con cara de ángel cocainómano. Yo prefiero aquella de la infección vaginal y la tristeza embarrada en el cuello. Yo prefiero al homosexual de closet que ama con pasión, y las lesbianas cristianas que se rasuran las axilas para encajar socialmente en la bella estética de portería, de revista “Teen Sport”, Sport Spice, Pepsi y futbol. Latinismos a la Salma Hayek y relojería armamentista.

Prefiero movimientos involuntarios y errores. Perder la conciencia para saber que se ha perdido todo, que solo quedan las buenas noticias debajo de la bata de un hospital, con el culo al aire y los tubos controlando tu cuerpo. Viajar no me sirve de nada si no huyo de los fantasmas, si revivo miradas de comadrejas y camaradas que piensan que el arte, la poesía y el comunismo salvarán de alguna manera y desde su liderazgo al mundo; y sobre todo, que todo debe ser como ellos crean que sea.

****: se dice “natzi” no “nasi”. Los alemanes y franceses son sensuales al hablar español. Pronunciando la “r” como un bello gargajo. Escupitajo en retretes de ideología escatológica. Jedis con obesidad exógena frenan el movimiento cerebral. Cefaleas de obscuridad y lipotimias que me recuerdan rasguños antiguos. Cicatrices de épocas salvajes.

Marchas de vaginas violentadas, liberadas y repletas de castigos divinos. Y tú, tú apenas eres un recuerdo forzoso. Una brisa con leve olor a meados. A triste esperanza de poeta maldito, que los reblogs de una página le recuerdan el pesar. Diálogos žižekianos preparados para impresionar hipsters. Lo posmoderno de un Manchester tercermundista y la bicicleta como justificación, como disfraz del ñoño, de aquel que sabe pero que igual es un loco con miedo y visiones conspiranoicas; con tanta incapacidad, con tanta tristeza y miedo a morir como cualquier otro animal.

Goffman se quedó corto, jamás miró Marimar; jamás tuvo perfil en Facebook, blog, ni presentó a Lady Gaga en los MTV. Vestidos de carne, así se describe el género humano: todos somos un artista pop. Preguntas perfectas para congresos de embaucadores, de gitanos sociales. De adivinos de tres pesos con beca del FONCA.

¿Enserio a los 30 años y dándote cuenta de la doble moral mexicana, renegando con cicatrices en las muñecas? ¿Cómo no me di cuenta antes de que lo que buscaba no estaba en este teatro? Cuanta pérdida de tiempo, cuánto desperdicié con sofistas y feministas que reúnen redes pro-ana en la clandestinidad de la diarrea polifacética y políticamente correcta.

Una de esas florecitas que creía solo crecían en mi pueblo, me cansas pequeña. Prefiero las sonrisas tachadas y los ojos cansados del escritor que juega billar. Poco tiene sentido y poco hay que hacer. He perdido el deseo de convivir con esta sociedad más no las ganas de estar vivo.
(bad) trip | 2012 | guadalajara | 313
I

Temblaban las manos, sudorosas a la temperatura,
se quebraban las piernas del suspense
mientras te veía caminar hacia mí.

Me detengo con el tiempo sin asegurar mi aliento
y me ahogo en el desasosiego de la espera,
los pasos cada vez más lentos,
siento las gotas de mis manos caer,
mis músculos titilar impacientes a tu llegada.

El verde hacia énfasis ese día,
lubricando mi pupila agitada.
El jardín de concreto nos presentó
de forma súbita,
y ahí, en ese lugar, te vi;
destruyendo cada partícula de temor
y volviéndome el alma y el color.

II

Las curvas que tomamos fueron insignificantes
comparadas a tu silueta esplendorosa.
Era inconsciente de todo lo que me rodeaba
pero tu presencia - aunque no tangible-
ya la reconocía y me sentía en curiosa paz.

Éramos niñas exaltadas en el momento,
turbadas por las miradas, los roces inocentes,
las risas nerviosas y los besos en el cuello.
Esperando, como nos es costumbre,
el instante previo.

Ese con el que tanto jugamos y evadimos
buscando ser perfecto,
pero la perfección no existe si no es de tus labios
que buscaron los míos sin importar el lance
y se adentraron en la ternura
haciendo paréntesis entre lugar,
dejándonos libres de los sentidos,
esos que nos distraen de nuestra causa.

III

Tu mirada entra en mí
como torrente de río bravo,
golpeándome con tus emociones
y haciendo las mía paralelas a las tuyas.

No hubo descanso alguno de mis ojos
desde ese instante, diligentes ante ti,
esperando cada movimiento, cada facción
de tu cara dulce.

Son anestesia tus manos sobre las mías,
tan suaves y delicadas,
fuertes y femeninas
que me tomaban como suya.

Cada palabra saliente de tu boca
eran milagros hechos de diosa,
retronando en mi cabeza
expandiéndola y haciéndome entender
la vida entre oraciones.

IV

Nunca presté atención a nada,
no recuerdo ningún rostro,
ni las palabras dichas esa noche.

Pasaba los minutos luchando,
esforzándome por mirar otra cosa
que no fuera tuya,
estar atenta, estar dócil,
calmando mi deseo mientras se acercaba el momento.
Estaba hipnotizada bajo tu aura,
tu presencia sobresaliente ante todo.

Tu mano siempre tomando la mía,
mi mano que se escapaba a tu pierna,
las personas hablando,
y yo escuchando nada.
"Vamos, vamos", pensaba repetidas veces,
intentando mantener mi compostura.
"Vamos, vamos", me dijiste o lo creí.

V

Desaparece la espera que me agota,
el cansancio que cerraba mis ojos por inercia,
para abrirse en su totalidad
admirando la belleza que expones.

Mientras bajan tus prendas,
subo a la búsqueda nerviosa de tus senos
que se encuentran primero con mi boca
y tus manos descubriendo mi espalda.

Ya había estado ahí,
presagio divino de la prórroga
que me hizo conocer tu olor,
tu sabor, tu esencia antes del acercamiento.

¡Qué desasosiego glorioso!
encontrarme entre tus piernas,
suicidio impetuoso de mi cuerpo
acabando en los mares de tus ganas.

VI

Se hacen las caricias infinitas en la noche
y se dejan entrar las luces
logrando iluminar la figura de tu cuerpo
sobre mío titilando.

Siento de nuevo las gotas de mis manos caer,
mis dedos se inundan en la complejidad de tu mares                                                           y puedo  sentir tu fuerza desintegrarse
perder tu mirada al vació,
oír tus sonatas acoplarse
mientras suenan venideros tus te amo
con los míos, se unen
dejándome incapaz de respirar
anegándome en suspiros.

Qué delicado tu pecho latiendo,                                                                                 el olor de tu cabello denso,                        
tus labios rojos cargados de los míos.                
El camino asomó tu esplendor                                  
y el azul cielo, me compensa…

VII

… Sin embargo pienso que tu rostro
-con todas sus expresiones- es más solemne
que las montañas que te rodean.
Que son más cálidas las paredes de tu interior
a la lava ardiente.

Invencible te miro un segundo
y al siguiente, débil,
tus ojos cerrados hacen juego con tu desnudez
y tus labios enaltecen los míos.

El largo de tus piernas son la ruptura del tiempo
dejando cicatrices desobedientes
y marcando un canon en mis quimeras.
Sigo la teoría de los mares;
arropan nuestras tierras
y me dispongo a imitarlos
arropando tus males.

VIII

Soy partidaria de la soledad,
de los espacios y del silencio
pero soy entusiasta de tu compañía,
de tus sonrisas suaves,
las conversaciones ajenas a lo serio
y las que se tornan formales.

Todas con el mismo fin;
marcar tus mejillas de sonrisas concluyentes.
Así se reducen los minutos
y volvemos a esperar,
esta vez a que termine
para seguir tenaces en la misma acción,
aguardar al momento del encuentro.

Reincidir en la ventura, que con él,
siempre nos alivia.

IX

Es fácil admirar tus gustos de erudita
y tan difícil dejarte ir.
Fácil la atracción de nuestras peculiaridades
y tan difícil soltarte.

Tan fácil aprender de ti y callarme
y tan difícil la espera.
Son verdaderos los momentos
y mentira el tiempo.

Reconstruyo los lugares
y te pierdes en sus caudales.
Tanto me lleve de ti
y tanto de mí se quedó contigo.

Recupero alientos mientras me alejo
y ya las montañas tan pequeñas se ven,
como hormigas claras y cómplices.

X

Hubo una vez un muro separando a los amantes,
desgarrándoles la cercanía pero nunca el deseo.
Estuvo y era tan frío que hería los pulmones,
esos con los que respiraban el aire del querido
y que ahogaban de desesperanza a aquél que esperaba.

Hubo una vez media república, separando nuestros cuerpos
pero no nuestras ideas.
Castigos de caminos largos por el llano o las favelas
que nacieron equívocos, erróneos
pero que no desune nuestra esencia.

Miles de infortunios puede haber
a lo largo de la existencia,
severos climas que acrecienten el temor
pero ninguno calcinará nuestro credo.

El concreto cae para convertirse en trenes
que nos adentran a la longevidad.
No importa el medio,
el encuentro es certero y perenne,
y los amantes eternos.
un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
                          un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,

un caminar entre las espesuras
de los días futuros y el aciago
fulgor de la desdicha como un ave
petrificando el bosque con su canto
y las felicidades inminentes
entre las ramas que se desvanecen,
horas de luz que pican ya los pájaros,
presagios que se escapan de la mano,

una presencia como un canto súbito,
como el viento cantando en el incendio,
una mirada que sostiene en vilo
al mundo con sus mares y sus montes,
cuerpo de luz filtrada por un ágata,
piernas de luz, vientre de luz, bahías,
roca solar, cuerpo color de nube,
color de día rápido que salta,
la hora centellea y tiene cuerpo,
el mundo ya es visible por tu cuerpo,
es transparente por tu transparencia,

voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano,

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,

corredores sin fin de la memoria,
puertas abiertas a un salón vacío
donde se pudren todos los veranos,
las joyas de la sed arden al fondo,
rostro desvanecido al recordarlo,
mano que se deshace si la toco,
cabelleras de arañas en tumulto
sobre sonrisas de hace muchos años,

a la salida de mi frente busco,
busco sin encontrar, busco un instante,
un rostro de relámpago y tormenta
corriendo entre los árboles nocturnos,
rostro de lluvia en un jardín a oscuras,
agua tenaz que fluye a mi costado,
busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
caigo con el instante, caigo a fondo,
invisible camino sobre espejos
que repiten mi imagen destrozada,
piso días, instantes caminados,
piso los pensamientos de mi sombra.
piso mi sombra en busca de un instante,

busco una fecha viva como un pájaro,
busco el sol de las cinco de la tarde
templado por los muros de tezontle:
la hora maduraba sus racimos
y al abrirse salían las muchachas
de su entraña rosada y se esparcían
por los patios de piedra del colegio,
alta como el otoño caminaba
envuelta por la luz bajo la arcada
y el espacio al ceñirla la vestía
de una piel más dorada y transparente,

tigre color de luz, pardo venado
por los alrededores de la noche,
entrevista muchacha reclinada
en los balcones verdes de la lluvia,
adolescente rostro innumerable,
he olvidado tu nombre, Melusina,
Laura, Isabel, Perséfona, María,
tienes todos los rostros y ninguno,
eres todas las horas y ninguna,
te pareces al árbol y a la nube,
eres todos los pájaros y un astro,
te pareces al filo de la espada
y a la copa de sangre del verdugo,
yedra que avanza, envuelve y desarraiga
al alma y la divide de sí misma,

escritura del fuego sobre el jade,
grieta en la roca, reina de serpientes,
columna de vapor, fuente en la peña,
circo lunar, peñasco de las águilas,
grano de anís, espina diminuta
y mortal que da penas inmortales,
pastora de los valles submarinos
y guardiana del valle de los muertos,
liana que cuelga del cantil del vértigo,
enredadera, planta venenosa,
flor de resurrección, uva de vida,
señora de la flauta y del relámpago,
terraza del jazmín, sal en la herida,
ramo de rosas para el fusilado,
nieve en agosto, luna del patíbulo,
escritura del mar sobre el basalto,
escritura del viento en el desierto,
testamento del sol, granada, espiga,

rostro de llamas, rostro devorado,
adolescente rostro perseguido
años fantasmas, días circulares
que dan al mismo patio, al mismo muro,
arde el instante y son un solo rostro
los sucesivos rostros de la llama,
todos los nombres son un solo nombre,
todos los rostros son un solo rostro,
todos los siglos son un solo instante
y por todos los siglos de los siglos
cierra el paso al futuro un par de ojos,

no hay nada frente a mí, sólo un instante
rescatado esta noche, contra un sueño
de ayuntadas imágenes soñado,
duramente esculpido contra el sueño,
arrancado a la nada de esta noche,
a pulso levantado letra a letra,
mientras afuera el tiempo se desboca
y golpea las puertas de mi alma
el mundo con su horario carnicero,

sólo un instante mientras las ciudades,
los nombres, los sabores, lo vivido,
se desmoronan en mi frente ciega,
mientras la pesadumbre de la noche
mi pensamiento humilla y mi esqueleto,
y mi sangre camina más despacio
y mis dientes se aflojan y mis ojos
se nublan y los días y los años
sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico
y no hay nada detrás de sus imágenes
el instante se abisma y sobrenada
rodeado de muerte, amenazado
por la noche y su lúgubre bostezo,
amenazado por la algarabía
de la muerte vivaz y enmascarada
el instante se abisma y penetra,
como un puño se cierra, como un fruto
que madura hacia dentro, echa raíces,
crece dentro de mí, me ocupa todo,
me expulsa el follaje delirante,
mis pensamientos sólo son sus pájaros
su mercurio circula por mis venas,
árbol mental, frutos sabor de tiempo,

oh vida por vivir y ya vivida,
tiempo que vuelve en una marejada
y se retira sin volver el rostro,
lo que pasó no fue pero está siendo
y silenciosamente desemboca
en otro instante que se desvanece:

frente a la tarde de salitre y piedra
armada de navajas invisibles
una roja escritura indescifrable
escribes en mi piel y esas heridas
como un traje de llamas me recubren,
ardo sin consumirme, busco el agua
y en tus ojos no hay agua, son de piedra,
y tus pechos, tu vientre, tus caderas
son de piedra, tu boca sabe a polvo,
tu boca sabe a tiempo emponzoñado,
tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
pasadizo de espejos que repiten
los ojos del sediento, pasadizo
que vuelve siempre al punto de partida,
y tú me llevas ciego de la mano
por esas galerías obstinadas
hacia el centro del círculo y te yergues
como un fulgor que se congela en hacha,
como luz que desuella, fascinante
como el cadalso para el condenado,
flexible como el látigo y esbelta
como un arma gemela de la luna,
y tus palabras afiladas cavan
mi pecho y me despueblan y vacían,
uno a uno me arrancas los recuerdos,
he olvidado mi nombre, mis amigos
gruñen entre los cerdos o se pudren
comidos por el sol en un barranco,

no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre,
presente sin ventanas, pensamiento
que vuelve, se repite, se refleja
y se pierde en su misma transparencia,
conciencia traspasada por un ojo
que se mira mirarse hasta anegarse
de claridad:
                  yo vi tu atroz escama,
melusina, brillar verdosa al alba,
dormías enroscada entre las sábanas
y al despertar gritaste como un pájaro
y caíste sin fin, quebrada y blanca,
nada quedó de ti sino tu grito,
y la cabo de los siglos me descubro
con tos y mala vista, barajando
viejas fotos:
                    no hay nadie, no eres nadie,
un montón de ceniza y una escoba,
un cuchillo mellado y un plumero,
un pellejo colgado de unos huesos,
un racimo ya seco, un hoyo *****
y en el fondo del hoy los dos ojos
de una niña ahogada hace mil años,

miradas enterradas en un pozo,
miradas que nos ven desde el principio,
mirada niña de la madre vieja
que ve en el hijo grande su padre joven,
mirada madre de la niña sola
que ve en el padre grande un hijo niño,
miradas que nos miran desde el fondo
de la vida y son trampas de la muerte
-¿o es al revés: caer en esos ojos
es volver a la vida verdadera?,

¡caer, volver, soñarme y que me sueñen
otros ojos futuros, otra vida,
otras nubes, morirme de otra muerte!
-esta noche me basta, y este instante
que no acaba de abrirse y revelarme
dónde estuve, quién fui, cómo te llamas,
cómo me llamo yo:
                              ¿hacía planes
para el verano -y todos los veranos-
en Christopher Street, hace diez años,
con Filis que tenía dos hoyuelos
donde veían luz los gorriones?,
¿por la Reforma Carmen me decía
"no pesa el aire, aquí siempre es octubre",
o se lo dijo a otro que he perdido
o yo lo invento y nadie me lo ha dicho?,
¿caminé por la noche de Oaxaca,
inmensa y verdinegra como un árbol,
hablando solo como el viento loco
y al llegar a mi cuarto -siempre un cuarto-
no me reconocieron los espejos?,
¿desde el hotel Vernet vimos al alba
bailar con los castaños - "ya es muy tarde"
decías al peinarte y yo veía
manchas en la pared, sin decir nada?,
¿subimos juntos a la torre, vimos
caer la tarde desde el arrecife?,
¿comimos uvas en Bidart?, ¿compramos
gardenias en Perote?,
                                  nombres, sitios,
calles y calles, rostros, plazas, calles,
estaciones, un parque, cuartos solos,
manchas en la pared, alguien se peina,
alguien canta a mi lado, alguien se viste,
cuartos, lugares, calles, nombres, cuartos,

Madrid, 1937,
en la Plaza del Ángel las mujeres
cosían y cantaban con sus hijos,
después sonó la alarma y hubo gritos,
casas arrodilladas en el polvo,
torres hendidas, frentes escupidas
y el huracán de los motores, fijo:
los dos se desnudaron y se amaron
por defender nuestra porción eterna,
nuestra ración de tiempo y paraíso,
tocar nuestra raíz y recobrarnos,
recobrar nuestra herencia arrebatada
por ladrones de vida hace mil siglos,
los dos se desnudaron y besaron
porque las desnudeces enlazadas
saltan el tiempo y son invulnerables,
nada las toca, vuelven al principio,
no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
verdad de dos en sólo un cuerpo y alma,
oh ser total...
                      cuartos a la deriva
entre ciudades que se van a pique,
cuartos y calles, nombres como heridas,
el cuarto con ventanas a otros cuartos
con el mismo papel descolorido
donde un hombre en camisa lee el periódico
o plancha una mujer; el cuarto claro
que visitan las ramas del durazno;
el otro cuarto: afuera siempre llueve
y hay un patio y tres niños oxidados;
cuartos que son navíos que se mecen
en un golfo de luz; o submarinos:
el silencio se esparce en olas verdes,
todo lo que tocamos fosforece;
mausoleos del lujo, ya roídos
los retratos, raídos los tapetes;
trampas, celdas, cavernas encantadas,
pajareras y cuartos numerados,
todos se transfiguran, todos vuelan,
cada moldura es nube, cada puerta
da al mar, al campo, al aire, cada mesa
es un festín; cerrados como conchas
el tiempo inútilmente los asedia,
no hay tiempo ya, ni muro: ¡espacio, espacio,
abre la mano, coge esta riqueza,
corta los frutos, come de la vida,
tiéndete al pie del árbol, bebe el agua!,

todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo, el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón, el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la Iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisible, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
                                      se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
                                    el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después;
                                    mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la sustancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;

mejor la castidad, flor invisible
que se mece en los tallos del silencio,
el difícil diamante de los santos
que filtra los deseos, sacia al tiempo,
nupcias de la quietud y el movimiento,
canta la soledad en su corola,
pétalo de cristal es cada hora,
el mundo se despoja de sus máscaras
y en su centro, vibrante transparencia,
lo que llamamos Dios, el ser sin nombre,
se contempla en la nada, el ser sin rostro
emerge de sí mismo, sol de soles,
plenitud de presencias y de nombres;

sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo adonde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja,
                                    el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre la yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso,

no pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
grande como la vida de cien soles),
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
-y el festín, el destierro, el primer crimen,
la quijada del asno, el ruido opaco
y la mirada incrédula del muerto
al caer en el llano ceniciento,
Agamenón y su mugido inmenso
y el repetido grito de Casandra
más fuerte que los gritos de las olas,
Sócrates en cadenas (el sol nace,
morir es despertar: "Critón, un gallo
a Esculapio, ya sano de la vida"),
el chacal que diserta entre las ruinas
de Nínive, la sombra que vio Bruto
antes de la batalla, Moctezuma
en el lecho de espinas de su insomnio,
el viaje en la carreta hacia la muerte
-el viaje interminable mas contado
por Robespierre minuto tras minuto,
la mandíbula rota entre las manos-,
Churruca en su barrica como un trono
es
Cada ves que olvido algo, malos momentos espero aveses veo sufrimiento pero aun sonriendo camino simplemente donde creare arte, verdades del sabio ancestro, sostengo objetos de luz, piedras, aire, agua, fuego el comienso termino aun siguiendo busco y siempre mi familia encuentro, ciego dibujo mi sueno en este infierno, nuestra ilusion, o solo sera mia por ejemplo una flor destruida todavia deja semillas, logicamente crecen, vida buena amenese, miro sonrisas, y ala mejor descanse, formaremos nuestros trece cielos, eterno sagrado, canto hablando destrulle mucha gente, ignorandolos cuando escucho, de todos modos muertos, montanas a pedasos, siguen moviendo con su voz el cranio, artistico, hueso presioso enterrado, revolusionarios levanto porque llo no se tampoco dar pas devolviendo todo injusto dolor obvio eso contesto si preguntan que ara uno al morir? Luego enseΠo sacrificio aprendido claramente diario visto utilizo arte para imortalisarlo bien aqui, memoria espiritual, esta illusion, vision, dream when singing, weird things I hear my mind say at night or day there's never been a need to pray I'm still unawake people judge any without what they not see around them forgive them one person says dying, laughing, brings better moments, days resting, peace I show with images that are unexplainable unless you know how artisticly these hands form stars, moons hold inside caves or wumb thrones ancient sacred rhythms respected are measurements, life, death, blind carved stone from, dreaming where children new born adorn earth nature womens tears paint every reason I won't ever hesitate to die protecting kind presence, why how take a life? It becomes easier if your enemies get lost near whoevers truly innocent, hardworker souls native soldiers, word, speech, heart, body envokes things Ive called mine speak in code all words with rhymes shine similar to diamonds, gold, even people fight many times give their lives for
After being told it's worth more shown useless teachings televisions living divided by races if all nations portray mostly poverty forgotten ninety percent population, destroys hells when few coward thoughts wanna smile watching kids crying poor creation, nest, room, natures unhappy house, only door found grows into hates reflection mirror smoke portrays fear, war, when death ends your home own selfcreated nightmares daydreaming seems what most call god forgets a lot of things though brothers or your elders won't ignore anyones pain wise youth learns truth well tought proof seek only family during struggles sustains hallusinacions very stable mindstates worldwide, waiting frontline prepared always, patiently.....
Nicole May 2014
No puedo escribir.
Trato de redactar, de escribir. Sentada en una mesa que pudo haber bien sido de cualquier otra persona menos mía. Mi vida es complicada. Tengo más problemas de los que una persona que se considera normal tendría usualmente y se que eso esta mal. Siempre he sido un poco más de lo anormal.

Trato de estirar mis dedos sobre las teclas y en lo único que pienso es en que debe de haber una razón oculta por la cual aún no haya recaído. Veo mis brazos y los veo limpios, mi cabeza no lo esta tanto. Siempre he sido un poco sucia en ese aspecto.

Busco tu aprobación por cada palabra que escribo. Un paso en falso y todo el
texto tendrá que ser borrado. Necesito que vivas, necesito que me veas vivir. Ilógico, loco, pero cierto. Siempre he sido una persona extremadamente exagerada, pero no para esto.

Trato de concentrarme en mirarte por menos tiempo de lo que debería y no puedo. Aveces me encuentro con los ojos clavados en tu nuca. Estas de espaldas, estas durmiendo. Yo floto por algún lugar de tu techo, techo que nos mira cada tarde. Ahí estoy, pero no estoy. ¿Estaré en tu cabeza?
-Mi pequeño cerebro siempre dirá que no.

Trato de contarle un cuento a los pequeño monstruos que viven dentro de este diminuto pero expandido cuerpo, y lo único que sale de mi boca son fragmentos de como te veías. Y sonrisas, muchas sonrisas. Hay veces en las que lo único que repito es tu nombre, y los bichos que me infestan se esconden,
        ¿Estará loca?
-Nosotros la volvimos así.

Trato de escribir, otra vez. Trato de encontrarle un sentido a lo que pienso y solo sale esto. Palabra tras palabra por tí. Sílaba por sílaba, medida y corregida en un lapso mayor al que usualmente mido. Siempre he sido una obsesiva, perdón por eso.

Trato de redactar, pero solo redacto para tí.
Lentamente el ahogado recorre sus dominios
Donde el silencio quita su apariencia a la vida.
Transparentes llanuras inmóviles le ofrecen
Árboles sin colores y pájaros callados.

Las sombras indecisas alargándose tiemblan,
Mas el viento no mueve sus alas irisadas;
Si el ahogado sacude sus lívidos recuerdos,
Halla un golpe de luz, la memoria del aire.

Un vidrio denso tiembla delante de las cosas,
Un vidrio que despierta formas color de olvido;
Olvidos de tristeza, de un amor, de la vida,
Ahogados como un cuerpo sin luz, sin aire, muerto.

Delicados, con prisa, se insinúan apenas
Vagos revuelos grises, encendiendo en el agua
Reflejos de metal o aceros relucientes,
Y su rumbo acuchilla las simétricas olas.

Flores de luz tranquila despiertan a lo lejos,
Flores de luz quizá, o miradas tan bellas
Como pudo el ahogado soñarlas una noche,
Sin amor ni dolor, en su tumba infinita.

A su fulgor el agua seducida se aquieta,
Azulada sonrisa asomando en sus ondas.
Sonrisas, oh miradas alegres de los labios;
Miradas, oh sonrisas de la luz triunfante.

Desdobla sus espejos la prisión delicada;
Claridad sinuosa, errantes perspectivas.
Perspectivas que rompe con su dolor ya muerto
Ese pálido rostro que solemne aparece.

Su insomnio maquinal el ahogado pasea.
El silencio impasible sonríe en sus oídos.
Inestable vacío sin alba ni crepúsculo,
Monótona tristeza, emoción en ruinas.

En plena mar al fin, sin rumbo, a toda vela;
Hacia lo lejos, más, hacia la flor sin nombre.
Atravesar ligero como pájaro herido
Ese cristal confuso, esas luces extrañas.

Pálido entre las ondas cada vez más opacas
El ahogado ligero se pierde ciegamente
En el fondo nocturno como un astro apagado.
Hacia lo lejos, sí, hacia el aire sin nombre.
Derekis Apr 2015
Hoy me siento triste y despojado
me siento tan infeliz, tan desolado
no puedo creer que el destino me prohíba tenerte a mi lado.

Una tras otra, cada noche espero tu promesa
esperando a que me des una carta o un mensaje
pero en vano , por un momento contigo, mi alma reza
sin saber si en realidad tu piensas en mi,
sin saber si tu das el mas mínimo suspiro por mi ser o mi existencia.

Estoy solo, de nuevo, en esta noche de impotencia
preguntándole a mi corazón la razón de esta locura
que no me deja ni pensar ni vivir sin tu presencia.

Cada vez que me niegas tus amistosas palabras
siento como una daga mi pecho atraviesa
tan profundo y tan doloroso como unas tijeras
que cortan los lazos de mi amor hacia tu gentileza.

Las noche sin ti es un interminable tormento
sangra mi corazón herido y abierto
me siento tan solo sin ti, tan frió, tan muerto,
sin ti me quedo sin aliento
y con ganas de que este sea mi ultimo momento.

No puedo sacarte de mi pensamiento,
tan fuerte siento sobre ti que mi cuerpo sufre en silencio
por esa jugarreta del destino y mi intenso remordimiento
de no haber actuado antes y de haber perdido la oportunidad de ganar tu corazón y tu aprecio.

No sabes las ganas que tengo de oír tus palabras susurrarme en el oído,
aunque me llenes el alma con falsa esperanza
para que después esos sueños mueran en el olvido.

Tus recuerdos y tus fotos me lastiman el alma
al pensar que tus sonrisas yo no puedo experimentarlas
el dolor estará dentro de mi hasta el día en que tu te intereses en mi
o hasta el momento en que yo me olvide de ti..

En la ventana miro la cuidad muerta,
tan solitaria como mi alma que grita por tu cariño
pero tu solo le cierras la puerta
sin saber que lo único que quiero es cumplir mi destino.

He llevado mi sufrimiento a las calles de mi pensamiento
se ven como un paisaje desolado, tan frías y tan turbulentas,
al final de un callejón en mi mente veo como tu me huyes
y sufro al sentir como mis ojos se llenan de lagrimas sangrientas.

Tu silencio ha esculpido mi llanto
el viento frío que ha dejado mí aliento,
esta noche he querido llorarte,
pero solo he conseguido esperarte.

Tengo tantas ganas y deseos de llamarte
pero tengo tanto miedo de molestarte
y decirte que te quiero.

Si pudiera hacer que me entendieras
o que por un momento esta desesperación sintieras,
el sufrimiento que mi corazón experimenta
al sentir como el amor aumenta
pero la persona que se quiere ni siquiera lo enfrenta..

Tonto es el corazón,
que al saber que aunque no hay razón
sigue queriendo con tanta pasión
sin importar el dolor causado por el desamor.
I dont...
want to..
destroy life.  Remember...
I still believe♫
Ellie Stelter Mar 2012
El mundo es falso, y las sonrisas son falsas.
Todos los días en que vivimos es simplemente pintado,
Nadie lo quiere decir más.
A todos nos causan nuestros propios problemas.
En algún lugar de su inicio, hacia atrás y hacia atrás y hacia atrás-
Una palabra desagradable, un retorcido pensamiento-
Y ahora es el caos.

Si, de alguna manera, yo podría dispersar las sombras del mundo
Y soportar todo el peso para usted, lo haría.
Me harìa llevar todo el sufrimiento del mundo en mis hombros
Para la humanidad. Ahora lo sé eso.
No puedo creer que alguna vez fui tan egoísta
Para derramar una sola lágrima por mí mismo.
Yo podía soportarlo. Yo podría tomar en el mundo
Si eso significa que ninguno de ustedes tenía que sentir que el dolor por más tiempo.

Se amo incondicionalmente.
The world is fake, and smiles are fake.
Everyday we live is just painted on,
No one means it anymore.
We all cause our own problems.
Somewhere it started, back and back and back -
One unkind word, one twisted thought-
And now it's chaos.

If, somehow, I could dispel the shadows of the world
And bear the entire burden for you, I would.
I would carry all the suffering of the world on my shoulders
For humanity. I know that now.
I can't believe I was ever so selfish
To shed a tear for me.
I could stand it. I could take on the world
If it meant that none of you had to feel that pain any longer.

I love you unconditionally.
Natalia Rivera Apr 2015
…Los besos comenzaron leves, estructurados. Sus manos trazaban rutas en mi piel, deslizándose por mi pecho. Lo deseaba, lo quería dentro de mí y la idea de tenerlo me excitaba; me senté frente a él y con delicadeza tome su mano y puse dentro de mi ropa interior. Su dedo hizo contacto con mi piel humedecida, podía sentir como su respiración se aceleraba y se le endurecía. Dibujaba círculos en mi clítoris mientras me observaba; sonrisas coquetas se me escapaban mientras iba subiendo el ritmo y gemidos cuando lo sentía dentro de mí. Íbamos perdiendo el control, no importaba quien nos viera, quien me escuchara; su boca permanecía en la mía, rozándome la lengua de vez en cuando. Me había recostado entre medio de sus piernas, dejándole la libertad de explorar con su boca, contraía mis piernas en su espalda, podía ver la vida con los ojos cerrados. Aquello era delicioso, cuando se detuvo rozo su dedo dentro de mí y lo metió en mi boca, volvió a meter sus dedos dentro de mí mientras me dejaba huellas en los pezones. El mundo fue perdiendo sonido, la vista se me había ido y todo mi cuerpo estaba tenso, y húmedo. Al despertar yacía en sus brazos, completamente sudada pero él, a él le brotaba una sonrisa tierna y caprichosa.
-Es una delicia verte así. Me encantas.

-Eres una delicia y me encanta ser tuya infinitas veces.
La noche se abre
Granada desgranada
Hay estrellas arriba y abajo
Unas son peces dormidos en el río
Otras cantan en un extremo del cielo
Altas fogatas en los repliegues del monte
Resplandores partidos
Hay estrellas falaces que engañan a los viajeros
La Estrella Polar ardió pura y fría en las noches de mi
infancia
La Estrella del Nacimiento nos llama a la vida
Es una invitación a renacer porque cada minuto podemos nacer a
la nueva vida
Pero todos preferimos la muerte
Hay las estrellas del Hemisferio Austral que no conozco
La Cruz del Sur que aquella muchacha argentina llevaba en su alhajero
Nunca olvidaré la estrella verde en la noche de Yucatán
Pero entre todas hay una
Luz recogida Estrella como una almendra
Grano de sal
No brilla en los cuellos de moda
Ni en el pecho del General
Va y viene sin ruido por mis recuerdos
Su ausencia es una forma sutil de estar presente
Su presencia no pesa
Su luz no hiere
Va y viene sin ruido por mis pensamientos
En el recodo de una conversación brilla como una mirada que no
insiste
Arde en la cima de un silencio imprevisto
Aparece en un paseo solitario como un sabor olvidado
Modera con una sonrisa la marea de la vida
Silenciosa como la arena se extiende
Como la yedra fantasma sobre una torre abandonada
Pasan los días pasan los años y su presencia invisible me
acompaña
Pausa de luz entre un año y otro año
Parpadeo
Batir de dos alas en un cuarto olvidado
Su luz como un aceite brilla esta noche en que estoy solo
Ha de brillar también la última noche


  Aislada en su esplendor
  La mujer brilla como una alhaja
  Como un arma dormida y temible
  Reposa la mujer en la noche
  Como agua fresca con los ojos cerrados
  A la sombra del árbol
  Como una cascada detenida en mitad de su salto
  Como el río de rápida cintura helado de pronto
  Al pie de la gran roca sin facciones
  Al pie de la montaña
  Como el agua del estanque en verano reposa
  En su fondo se enlazan álamos y eucaliptos
  Astros o peces brillan entre sus piernas
  La sombra de los pájaros apenas oscurece su ****
  Sus pechos son dos aldeas dormidas
  Como una piedra blanca reposa la mujer
  Como el agua lunar en un cráter extinto
  Nada se oye en la noche de musgo y arena
  Sólo el lento brotar de estas palabras
  A la orilla del agua a la orilla de un cuerpo
  Pausado manantial
  Oh transparente monumento
  Donde el instante brilla y se repite
  Y se abisma en sí mismo y nunca se consume


  Llorabas y reías
  Palabras locas peces vivaces frutos rápidos
  Abría la noche sus valles submarinos
  En lo más alto de la hora brillaba el lecho con luz fija
  En la más alta cresta de la noche brillabas

  Atada a tu blancura
  Como la ola antes que se derrame
  Como la dicha al extender las alas
  Reías y llorabas
  Encallamos en arenas sin nadie
  Muros inmensos como un No
  Puertas condenadas mundo sin rostro
  Todo cerrado impenetrable
  Todo daba la espalda
  Salían de sus cuevas los objetos horribles
  La mesa volvía a ser irremediable para siempre mesa
  Sillas las sillas
  Máscara el mundo máscara sin nadie atrás
  Árido lecho a la deriva
  La noche se alejaba sin volverse siquiera
  Llorabas y reías
  La cama era un mar pacífico
  Reverdecía el cuarto
  Nacían árboles nacía el agua
  Había ramos y sonrisas entre las sábanas
  Había anillos a la medida de la dicha
  Pájaros imprevistos entre tus pechos
  Plumas relampagueantes en tus ojos
  Como el oro dormido era tu cuerpo
  Como el oro y su réplica ardiente cuando la luz lo toca
  Como el cable eléctrico que al rozarlo fulmina
  Reías y llorabas
  Dejamos nuestros nombres a la orilla
  Dejamos nuestra forma
  Con los ojos cerrados cuerpo adentro
  Bajo los arcos dobles de tus labios
  No había luz no había sombra
  Cada vez más hacia el fondo
  En el ***** velero embarcados
Revolute Jay Aug 2012
I wanted to find something to bring back to life.
Lately, these stanzas have been on repeat.
My words: resurrected.

Stories engrave themselves in my synapses
A memory forms and then collapses
A Heart skips beats and then relaxes
Powerhouse of nerves in through the spine
Messages from hands moving to the mind
No rush, steady-paced climb
Following the crooked lines

Pulled apart, then pushed together
Overloaded with the
Doing and undoing tether
Smiles slowly building the road to better
Best medicine is the sound of laughter
The world spins, and spins faster
Without even a second thought
Of what happens after

Los secretos, el momento,
Las caras que vemos
Pero aqui, en sonrisas,
Aqui nos quedemos
En los ojos siempre,
Facil nos perdemos
Cada maravilla es diferente que vemos
Es que las cosas no son tan complicadas
La vida esta llena de cosas delicadas
Pero es una lucha, ya sabes eso
Toma un corazon fuerte en el pecho

Exposure, exposure, to the other moving closer
Admiration reaching and pulling voices over
Of passion, and into the seas of liberation
Speaking a language with no available translation
Rules broken, laws and regulations
Systematic arrangements of our kings and queens
In different moments, places,
Different things
But the beauty is more than the perfection
Or imperfection in the seams
Lining the different parts of la vita bella
Every part of the whole of what we fiend
Filling the empty spaces sitting vacant in between
From past, told and untold dreams
The path in life winds and turns
Full of chances and opportunities to get burned
Full of the learned and unlearned
Growing pensive,
Minds fill with the incentive
To rise above,
Intentionally connected

v.***.xi
Copyright © Jimena Zavaleta 2012
Derekis Jan 2015
Hoy me siento triste y despojado
me siento tan infeliz, tan desolado
no puedo creer que el destino
me prohíba tenerte a mi lado.

Una tras otra, cada noche espero tu promesa
esperando a que me des una carta o un mensaje
pero en vano ...
por un momento contigo, mi alma reza
sin saber si en realidad tu piensas en mi,
sin saber si tu das el mas mínimo suspiro por mi ser o mi existencia.

Estoy solo, de nuevo, en esta noche de impotencia
preguntándole a mi corazón la razón de esta locura
que no me deja ni pensar ni vivir sin tu presencia.

Cada vez que me niegas tus amistosas palabras
siento como una daga mi pecho atraviesa
tan profundo y tan doloroso como unas tijeras
que cortan los lazos de mi amor hacia tu gentileza.

Las noche sin ti es un interminable tormento
sangra mi corazón herido y hambriento
me siento tan solo sin ti, tan frió, tan muerto,
sin ti me quedo sin aliento
y con ganas de que este sea mi ultimo momento.

No puedo sacarte de mi pensamiento,
tan fuerte siento sobre ti que mi cuerpo sufre en silencio
por esa jugarreta del destino y mi intenso remordimiento
de no haber actuado antes y de haber perdido la oportunidad de ganar tu corazón y tu aprecio.

No sabes las ganas que tengo de oír tus palabras susurrarme en el oído,
aunque me llenes el alma con falsa esperanza
para que después esos sueños mueran en el olvido.

Tus recuerdos y tus fotos me lastiman el alma
al pensar que tus sonrisas yo no puedo experimentarlas
el dolor estará dentro de mi hasta el día en que tu te intereses en mi
o hasta el momento en que yo me olvide de ti..

En la ventana miro la cuidad muerta,
tan solitaria como mi alma que grita por tu cariño
pero tu solo le cierras la puerta
sin saber que lo único que quiero es cumplir mi destino.

He llevado mi sufrimiento a las calles de mi pensamiento
se ven como un paisaje desolado, tan frías y tan turbulentas,
al final de un callejón en mi mente veo como tu me huyes
y sufro al sentir como mis ojos se llenan de lagrimas sangrientas.

Tu silencio ha esculpido mi llanto
el viento frío que ha dejado mí aliento,
esta noche he querido llorarte,
pero solo he conseguido esperarte.

Tengo tantas ganas y deseos de llamarte
pero tengo tanto miedo de molestarte
y decirte que te quiero.

Si pudiera hacer que me entendieras
o que por un momento esta desesperación sintieras,
el sufrimiento que mi corazón experimenta
al sentir como el amor aumenta
pero la persona que se quiere ni siquiera lo enfrenta..

Tonto es el corazón,
que al saber que aunque no hay razón
sigue queriendo con tanta pasión
sin importar el dolor causado por el desamor.
My first poem, back in 2007,, was infatuated with a redhead girl and couldn't handle it well.. I wrote a few more poems like these and then stopped writing altogether until last year, when I started to write again.
Revolute Jay Aug 2012
I wanted to find something to bring back to life.
Lately, these stanzas have been on repeat.
My words: resurrected.

Stories engrave themselves in my synapses
A memory forms and then collapses
A Heart skips beats and then relaxes
Powerhouse of nerves in through the spine
Messages from hands moving to the mind
No rush, steady-paced climb
Following the crooked lines

Pulled apart, then pushed together
Overloaded with the
Doing and undoing tether
Smiles slowly building the road to better
Best medicine is the sound of laughter
The world spins, and spins faster
Without even a second thought
Of what happens after

Los secretos, el momento,
Las caras que vemos
Pero aqui, en sonrisas,
Aqui nos quedemos
En los ojos siempre,
Facil nos perdemos
Cada maravilla es diferente que vemos
Es que las cosas no son tan complicadas
La vida esta llena de cosas delicadas
Pero es una lucha, ya sabes eso
Toma un corazon fuerte en el pecho

Exposure, exposure, to the other moving closer
Admiration reaching and pulling voices over
Of passion, and into the seas of liberation
Speaking a language with no available translation
Rules broken, laws and regulations
Systematic arrangements of our kings and queens
In different moments, places,
Different things
But the beauty is more than the perfection
Or imperfection in the seams
Lining the different parts of la vita bella
Every part of the whole of what we fiend
Filling the empty spaces sitting vacant in between
From past, told and untold dreams
The path in life winds and turns
Full of chances and opportunities to get burned
Full of the learned and unlearned
Growing pensive,
Minds fill with the incentive
To rise above,
Intentionally connected

v.***.xi
Copyright © Jimena Zavaleta 2012
Sonrisas que vienen con el color,
historias olvidadas que reviven al alma.
Colores, imágenes, música y sentimientos,
que cautivan, que encantan, que hipnotizan
con los detalles que crean la magia,
entretejiendo líneas de ilusión y felicidad,
que en un suspiro se extingue, pero que perdura en el recuerdo,
corta e inolvidable,
es un camino para los sueños.
Era un aire suave, de pausados giros;
el hada Harmonía rimaba sus vuelos,
e iban frases vagas y tenues suspiros
entre los sollozos de los violoncelos.Sobre la terraza, junto a los ramajes,
diríase un  trémolo de liras eolias
cuando acariciaban los sedosos trajes,
sobre el tallo erguidas, las blancas magnolias.La marquesa Eulalia risas y desvíos
daba a un tiempo mismo para dos rivales:
el vizconde rubio de los desafíos
y el abate joven de los madrigales.Cerca, coronado con hojas de viña,
reía en su máscara Término barbudo,
y, como un efebo que fuese una niña,
mostraba una Diana su mármol desnudo.Y bajo un boscaje del amor palestra,
sobre el rico zócalo al modo de Jonia,
con un candelabro prendido en la diestra
volaba el mercurio de Juan de Bolonia.La orquesta parlaba sus mágicas notas;
un coro de sones alados se oía;
galantes pavanas, fugaces gavotas
cantaban los dulces violines de Hungría.Al oír las quejas de sus caballeros,
ríe, ríe, ríe la divina Eulalia,
pues son un tesoro las flechas de Eros,
el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia. ¡Ay de quien sus mieles y frases recoja!
¡Ay de quien del canto de su amor se fíe!
Con sus ojos lindos y su boca roja,
la divina Eulalia ríe, ríe, ríe.Tiene azules ojos, es maligna y bella;
cuando mira, vierte viva luz extraña;
se asoma a las húmedas pupilas de estrella
el alma del rubio cristal de Champaña.Es noche de fiesta, y el baile de trajes
ostenta su gloria de triunfos mundanos.
La divina Eulalia, vestida de encajes,
una flor destroza con sus tersas manos.El teclado armónimo de su risa fina
a la alegre música de un pájaro iguala.
Con los staccati  de una bailarina
y las locas fugas de una colegiala.¡Amoroso pájaro que trinos exhala
bajo el ala a veces ocultando el pico;
que desdenes rudos lanza bajo el ala,
bajo el ala aleve del leve abanico!Cuando a media noche sus notas arranque
y en arpegios áureos gima Filomela,
y el ebúrneo cisne, sobre el quieto estanque,
como blanca góndola imprima su estela,la marquesa alegre llegará al boscaje,
boscaje que cubre la amable glorieta
donde han de estrecharla los brazos de un paje,
que siendo su paje será su poeta.Al compás de un canto de artista de Italia
que en la brisa errante la orquesta deslíe,
junto a los rivales, la divina Eulalia
la divina Eulalia ríe, ríe, ríe.¿Fue acaso en el tiempo del rey Luis de Francia,
sol con corte de astros, en campos de azur,
cuando los alcázares llenó de fragancia
la regia y pomposa rosa Pompadour?¿Fue cuando la bella su falda cogía
con dedos de ninfas, bailando el minué,
y de los compases el ritmo seguía
sobre el tacón rojo, lindo y leve pie?¿O cuando pastoras de floridos valles
ornaban con cintas sus albos corderos,
y oían, divinas Tirsis de Versalles,
las declaraciones de sus caballeros?¿Fue en ese buen tiempo de duques pastores,
de amantes princesas y tiernos galanes,
cuando entre sonrisas y perlas y flores
iban las casacas de los chambelanes?¿Fue acaso en el Norte o en el Mediodía?
Yo el tiempo y el día y el país ignoro;
pero sé que Eulalia ríe todavía,
¡y es cruel y eterna su risa de oro!
Natalia Rivera May 2015
Me he entregado a su devoción, y al encanto de sus manos.
He sido el canvas que siempre está en blanco, y a su disposición.
Le canto en las noches, y se las enmarco en un beso.
Colecciono atardeceres, y sus sonrisas.
Mi alma baila la pieza que lleva tu nombre
Le cuento las pecas, y le pinto los gestos.
Dulce martirio que es el vivir alucinando contigo
Amarte va más allá de prevalecer con cordura.
Y es que ¿Cómo podría  pedirle a la luna que solo iluminara mi camino?
¿Dominar el espíritu libre del mar?

¿Decirle al viento que solo revuelque mi cabello?
Solo los cuerdos exigen esas cosas.
Yo lo quiero rebelde, de colores, egocéntrico.
Así que, quédese. Sumérjase en mí.
Aunque lluevan gritos, y el sol se caiga.
Que lo que le puedo prometer,
Es un pedazo de alma más puro que el agua.
Noche. Este viento vagabundo lleva
las alas entumidas
y heladas. El gran Andes
yergue al inmenso azul su blanca cima.
La nieve cae en copos,
sus rosas transparentes cristaliza;
en la ciudad, los delicados hombros
y gargantas se abrigan;
ruedan y van los coches,
suenan alegres pianos, el gas brilla;
y si no hay un fogón que le caliente,
el que es pobre tirita.
Yo estoy con mis radiantes ilusiones
y mis nostalgias íntimas,
junto a la chimenea
bien harta de tizones que crepitan.
Y me pongo a pensar: ¡Oh! ¡Si estuviese
ella, la de mis ansias infinitas,
la de mis sueños locos
y mis azules noches pensativas!
¿Cómo? Mirad:
                                  De la apacible estancia
en la extensión tranquila
vertería la lámpara reflejos
de luces opalinas.
Dentro, el amor que abrasa;
fuera, la noche fría;
el golpe de la lluvia en los cristales,
y el vendedor que grita
su monótona y triste melopea
a las glaciales brisas.
Dentro, la ronda de mis mil delirios,
las canciones de notas cristalinas,
unas manos que toquen mis cabellos,
un aliento que roce mis mejillas,
un perfume de amor, mil conmociones,
mil ardientes caricias;
ella y yo: los dos juntos, los dos solos;
la amada y el amado, ¡oh Poesía!
los besos de sus labios,
la música triunfante de mis rimas,
y en la negra y cercana chimenea
el tuero brillador que estalla en chispas.
¡Oh! ¡Bien haya el brasero
lleno de pedrería!
Topacios y carbunclos ,
rubíes y amatistas
en la ancha copa etrusca
repleta de ceniza.
Los lechos abrigados,
las almohadas mullidas,
las pieles de Astrakán, los besos cálidos
que dan las bocas húmedas y tibias.
¡Oh, viejo Invierno, salve!
puesto que traes con las nieves frígidas
el amor embriagante
y el vino del placer en tu mochila.
Sí, estaría a mi lado,
dándome sus sonrisas,
ella, la que hace falta a mis estrofas,
esa que mi cerebro se imagina;
la que, si estoy en sueños,
se acerca y me visita;
ella que, hermosa, tiene
una carne ideal, grandes pupilas,
algo del mármol, blanca luz de estrella;
nerviosa, sensitiva,
muestra el cuello gentil y delicado
de las Hebes antiguas;
bellos gestos de diosa,
tersos brazos de ninfa,
lustrosa cabellera
en la nuca encrespada y recogida
y ojeras que denuncian
ansias profundas y pasiones vivas.
¡Ah, por verla encarnada,
por gozar sus caricias,
por sentir en mis labios
los besos de su amor, diera la vida!
Entre tanto hace frío.
Yo contemplo las llamas que se agitan,
cantando alegres con sus lenguas de oro,
móviles, caprichosas e intranquilas,
en la negra y cercana chimenea
do el tuero brillador estalla en chispas.
Luego pienso en el coro
de las alegres liras.
En la copa labrada, el vino *****,
la copa hirviente en cuyos bordes brillan
con iris temblorosos y cambiantes
como un collar de prismas;
el vino ***** que la sangre enciende,
y pone el corazón con alegría,
y hace escribir a los poetas locos
sonetos áureos y flamantes silvas.
El Invierno es beodo.
Cuando soplan sus brisas,
brotan las viejas cubas
la sangre de las viñas.
Sí, yo pintara su cabeza cana
con corona de pámpanos guarnida.
El Invierno es galeoto,
porque en las noches frías
Paolo besa a Francesca
en la boca encendida,
mientras su sangre como fuego corre
y el corazón ardiendo le palpita.
-¡Oh crudo Invierno, salve!
puesto que traes con las nieves frígidas
el amor embriagante
y el vino del placer en tu mochila.
Ardor adolescente,
miradas y caricias;
cómo estaría trémula en mis brazos
la dulce amada mía,
dándome con sus ojos luz sagrada,
con su aroma de flor, savia divina.
En la alcoba la lámpara
derramando sus luces opalinas;
oyéndose tan sólo
suspiros, ecos, risas;
el ruido de los besos;
la música  triunfante de mis rimas,
y en la negra y cercana chimenea
el tuero brillador que estalla en chispas.
Dentro, el amor que abrasa;
fuera, la noche fría.
Josias Barrios Jul 2012
Buen viaje mi buen amigo, que esta jornada te traiga memorias inolvidables, sonrisas sin limite, experiencias que cambien tu vida, y conozcas a personas que enriquezcan tu vida, buen viaje mi buen amigo.
No digamos la palabra del canto,
cantemos. Alrededor de los huesos,
en los panteones, cantemos.
Al lado de los agonizantes,
de las parturientas, de los quebrados, de los presos,
de los trabajadores, cantemos.
Bailemos, bebamos, violemos.
Ronda del fuego, círculo de sombras,
con los brazos en alto, que la muerte llega.

Encerrados ahora en el ataúd del aire,
hijos de la locura, caminemos
en torno de los esqueletos.
Es blanda y dulce como una cama con mujer
Lloremos.
Cantemos: la muerte, la muerte, la muerte,
hija de puta, viene.

La tengo aquí, me sube, me agarra
por dentro.
Como un esperma contenido,
como un vino enfermo.
Por los ahorcados lloremos,
por los curas, por los limpiabotas,
por las ceras de los hospitales,
por los sin oficio y los cantantes.
Lloremos por mí,
el más feliz, ay, lloremos.

Lloremos un barril de lágrimas.
Con un montón de ojos lloremos.
Que el mundo sepa que lloramos aquí
por el amor crucificado y las vírgenes,
por nuestra hambre de Dios
(¡pequeño Dios el hombre!)
y por los riñones del domingo.

Lloremos llanto clásico, bailando,
riendo con la boca mojada de lágrimas.
Que el mundo sepa que sabemos ser trágicos.
Lloremos por el polvo
y por la muerte de la rosa en las manos de los mendigos.
Yo, el último, os invito
a bailar sobre el cráneo del tiempo.
¡De dos en dos los muertos!
Al tambor, a la Luna,
al compás del viento.
¡A cogerse las manos, sepultureros!
Gloria del hombre vivo:
¡espacio para el miedo
que va a bailar la danza que bailemos!
 
Tranca la tranca,
con la musiquilla del concierto
¡qué fácil es bailar remuerto!¿Vamos a seguir con el cuento del canto y de la risa?
¡Ojos de sombra, corazón de ciego!
Pirámides de huesos se derrumban,
la madre hace los muertos.
Aremos los panteones y sembremos.
Trigo de muerto, pan de cada día,
en nuestra boca coja saliva.
(Moneda de los muertos sucia y salada,
en mi lengua hace de hostia petrificada).
Hay que ver florecer en los jardines
piernas y espaldas entre arroyos de orines.
Cráneos con sus helechos, dientes violetas,
margaritas en las caderas de los poetas.
Que en medio de este cante
el loco pájaro gigante,
aleluya en el ala del vuelo,
aleluya por el cielo.

¡De pie, esqueletos!
Tenemos las sonrisas por amuletos.
¡Entremos a la danza,
en las cuencas los ojos de la esperanza!Hay que mirar los niños en la flor de la muerte floreciendo,
luz untada en los pétalos nocturnos de la muerte.
Hay que mirar los ojos de los ancianos
mansamente encendidos, ardiendo en el aceite
votivo de la muerte.
Hay que mirar los pechos de las vírgenes
delgados de leche
amamantando las crías de la muerte.
Hay que mirar, tocar, brazos y piernas,
bocas mejillas, vientres
deshaciéndose en el ácido de la muerte.
Novias y madres caen,
se derrumban hermanos silenciosamente
en el pozo de la muerte.
Ejército de ciegos,
uno tras otro, de repente,
metiendo el pie en el hoyo de la muerte.Acude, sombra, al sitio en que la muerte
nos espera.
Asiste, llanto, visitante *****.
Agujas en los ojos, dedos en la garganta,
brazos de pesadumbre sofocando el pecho.
La desgracia ha barrido el lugar
y ha cercado el lamento.
Coros de ruinas organiza el viento.
Viudos pasan y huérfanos,
y mujeres sin hombre,
y madres arrancadas, con la raíz al aire,
y todos en silencio.
Asiste, hermano, padre,
ven conmigo, ternura de perro.
Mi amor sale como el sol diariamente.
Cortemos la fruta del árbol *****,
bebamos el agua del río *****,
respiremos el aire *****.

No pasa, no sucede, no hablar del tiempo.
Esto ha de ser, no sé, esto es el fuego
-no brasa, no llama, no ceniza-
fuego sin rostro, *****.
Deja que me arranquen uno a uno los dedos,
después la mano, el brazo,
que me arranquen el cuerpo,
que me busquen inútilmente *****.

Vamos, acude, llama, congrega
tu rebaño, muerte, tu pequeño
rebaño del día, enciérralo en tu puño,
aprisco de sueño.

Dejo en ti, madre nuestra,
en ti me dejo.
Gota perpetua,
bautizo verdadero,
en ti, inicial, final, estoy, me quedo.
Nis Aug 2018
¿Adónde fueron ahogadas aquellas caricias,
perlas susurrantes que se llevó el viento?
¿A quien voló la marea,
como quien se lleva algo que no es suyo,
algo que siempre lo ha sido?

Tu lo sabes, Corsario;
Corsario traicionero,
tu amor son caricias que no tengo,
tu cariño son sonrisas denegadas.
Negaciones que no tengo,
amor cariñoso, sonrisas acariciadas.

Otros poetas nada saben,
nada saben de tus sueños, Corsario,
nada saben de tu cantar,
de tus canciones de ensueño,
tu dormir melódico.
Y sola aquí te espero, Corsario,
en el punto acordado al que no acudirás.
Y aquí te escribo, Corsario,
en el instante acordado en el que no aparecerás.
Y aquí te escribiré siempre, mi amor,
y mi cuerpo omnipresente llorará tu muerte.

//

Where did those caresses go drowned,
whispering pearls the wind took away?
¿Who did the tides fly,
like someone taking something that is not theirs,
something that always has been?

You know, Corsair;
treaterous Corsair,
your love are caresses I do not have,
your affection are denied smiles.
Denies I do not have,
affectionate love, caressed smiles.

Other poets nothing know,
nothing know of your dreams, Corsair,
nothing knkw of your singing,
of your dreamlike songs,
of your melodic dreams.
Alone here I wait for you, Corsair,
in the accorded point to which you will not come.
And here I write you, Corsair,
in the accorded instant in which you will not show up.
And here I will always write, my love,
and my omnipresent body will cry my death.
Prompted by "Adónde fueron despeñadas" by Cernuda
Nicole Jan 2015
Entonces, es ahí cuando todo comienza a cambiar.
Crees tener esperanzas, pero todo sigue igual.
Cada noche me desvelo pensando en un día nuevo,
cuando las cosas sean distintas y no exista la monotonía.

La falta de amor se siente.
Las noches de locura
se convirtieron en algo poco frecuente.
Los detalles, las sonrisas y todos aquellos momentos especiales
se encuentran navegando en los mares.

¿Qué pasó con aquellos días?
En los que solíamos amanecernos
hablando sobre nuestras vidas.

Ahora el silencio las opaca.
Las conversaciones se vuelven cortas
y cada vez más amargas.

Hay algo en nosotros que ha cambiado
¿aún nos seguiremos amando?

Durante el día pienso,
pero cuando el cielo se torna oscuro
se vuelve más intenso.

No sé si te pasa igual,
mas cierto es,
las cosas están por cambiar.

Muchas veces nos hemos fallado
y el dolor seguirá presente
mientras lo tengamos en nuestras mentes.

Nostálgica y afligida me he podido sentir,
pero en mi interior está esa fe por ti.

Mirándome al espejo, en falta de cariño
me he encontrado
y en lo único que pienso es
en estar a tu lado.

Una vida tranquila
quisiera presenciar.
Sin problemas ni escándalos
y gente entrometida en la vida de los demás.

¿Podremos nosotros seguir adelante?
¿O será otra historia con un final espeluznante?
Este fue un escrito que encontré el cual fue redactado hace meses. Ahora mismo no significa nada en mi vida, pero quería compartirlo.
El él solo hay puros sentimientos con pensamientos mezclados que nunca me atreví sacarlos a la luz.
Just Alex Nov 2018
Hace frio allá afuera
La brisa trae consigo el invierno
Y todos sacan sus abrigos y chaquetas
Entonados a una sinfonía de cremalleras.

Son los gélidos vientos de Noviembre
Que sacuden vigorosamente la ciudad
Del Norte bajan fuertes ventoleras
Que rompen la cotidianidad.

La furia de Bóreas templa
Contraria a la ira de sus victimas
Retrasos por calles cerradas
Maldiciones por enfermedad
Dolores despiertan de sus camas
Aquellos a quienes el frio tormenta.

Mas debo decir que esto no me afecta
Desnudo por la calle puedo andar
Pues el frio de mi es el hilo
Que tejió mi vida y normalidad.

Frio es mi corazón diariamente
Un paramo helado sin sensación
Frio es la cámara de mi alma
No hay dulzura, no hay amor
Como frio es la vida de los otros
Calor no encuentro a mi alrededor
Tan frio es el desprecio
A un hombre en precaria condición
Y frio es el silencio
A las plegarias de un hombre en desesperación
Frio es el trato de la gente
Sonrisas mas duras que el hielo
Frio son los besos
Que marcan el hola y el adiós.

Y pienso yo en este frio
Y noto que es invierno ya
Y gélido es el viento
Pero mas frio es el tratar
¿Sera que llamamos este céfiro?
Con actos y palabras sin calor
Que ya el frio encontró hogar
Dentro de la gente, su corazón.
Nicole Jun 2015
Estuche polvoriento,
¡cuántas anécdotas has guardado!
Refrescas cada memoria,
revives el pasado.

Son asombrosos los sentimientos
forzados a quedarse en el olvido
junto con las personas
que el tiempo se ha llevado consigo.

Estuche polvoriento,
has desatado sonrisas inesperadas,
acentuando mis mejillas,
detonando lumbradas.

Es como hallar una pieza del rompe cabezas,
que durante el arduo camino de la vida,
había quedado extraviada.

¡Qué gratificante momento;
lo que son los recuerdos!
Siento que el vigor me has devuelto,
oh, pequeño estuche polvoriento.
Krusty Aranda Jun 2018
Pensando en quienes se han ido antes que yo, me encuentro volteando al cielo, buscando el lugar en el cual por fin descansan.
¿Pero cuál es este lugar?
¿Es realmente el cielo como nos ha dictado la religión?
Y si no lo es, ¿por qué volteo hacia él cuando yo mismo no tengo religión?

No volteo al cielo buscando el paraíso prometido por Dios a aquellos hombres de noble corazón y fe inquebrantable.
En el cielo busco aquel plano existencial al que nosotros, los vivos, no tenemos acceso ni tendremos nunca.

En la infinidad del azul encuentro la esencia inagotable de las almas que llenan mi ambiente interior de paz,
de amor,
de inspiración,
de magnificencia y maravilla por las vidas que han dejado atrás
y sus contribuciones a la mía propia y a las de otros.

En las nubes veo sus rostros,
su arte,
su humor dibujando nuevas sonrisas en mi.

De noche veo en las estrellas el brillo de sus mentes,
el destello en sus ojos,
la luz que rompía en mil a la oscuridad,
y en la luna veo la compañía que nos dejan en las noches,
la protección del mal que acecha por cada esquina,
la mirada preocupada del padre cuyo hijo no ha vuelto a casa, buscándolo en la oscuridad de su habitación.

El cielo pierde su divinidad para dar paso al amor,
a la gente cuya vida no acaba más allá de la muerte,
la gente cuya vida resuena en nosotros,
en nuestras acciones,
nuestras palabras,
nuestras ideas y pensamientos,
recuerdos,
sonrisas,
lágrimas.

La gente cuyo cuerpo no está más,
pero vive aún con nosotros.
Nada mejor para cantar la vida,
y aun para dar sonrisas a la muerte,
que la áurea copa donde Venus vierte
la esencia azul de su viña encendida.
Por respirar los perfumes de Armida
y por sorber el vino de su beso,
vino de ardor, de beso, de embeleso,
fuérase al cielo en la bestia de Orlando,
¡Voz de oro y miel para decir cantando:
la mejor musa es la de carne y hueso!Cabellos largos en la buhardilla,
noches de insomnio al blancor del invierno,
pan de dolor con la sal de lo eterno
y ojos de ardor en que Juvencia brilla;
el tiempo en vano mueve su cuchilla,
el hilo de oro permanece ileso;
visión de gloria para el libro impreso
que en sueños va como una mariposa
y una esperanza en la boca de rosa:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!Regio automóvil, regia cetrería,
borla y muceta, heráldica fortuna,
nada son como a la luz de la Luna
una mujer hecha una melodía.
Barca de amar busca la fantasía,
no el yacht de Alfonso o la barca de Creso.
Da al cuerpo llama y fortifica el seso
ese archivado y vital paraíso;
pasad de largo, Abelardo y Narciso:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!Clío está en esa frente hecha de Aurora,
Euterpe canta en esta lengua fina,
Talía ríe en la boca divina,
Melpómene es ese gesto que implora;
en estos pies Terpsícore se adora,
cuello inclinado es de Erato embeleso,
Polymnia intenta a Calíope proceso
por esos ojos en que Amor se quema.
Urania rige todo ese sistema:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!No protestéis con celo protestante,
contra el panal de rosas y claveles
en que Tiziano moja sus pinceles
y gusta el cielo de Beatrice el Dante.
Por eso existe el verso de diamante,
por eso el iris tiéndese y por eso
humano genio es celeste progreso.
Líricos cantan y meditan sabios
por esos pechos y por esos labios:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!ENVÍO:Gregorio: nada al cantor determina
como el gentil estímulo del beso.
Gloria al sabor de la boca divina.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!
Esto habrá de ser largo. Todo un mes. ¡Qué cansada
Durante un mes mi vida, sin tu charla adorada!

En mi última carta te dije que creía,
Que pensaba habituarme, que al fin valor tendría.
Sí, valor... pero sólo valor por un momento.
Después, mi dolor vuelve, vuelve como tormento.
Aquí está, lo percibo, lo siento aquí en mi alcoba;
Me persigue, me arrastra, y el sosiego me roba;
Va por entre los muebles, por las salas sombrías...
¡Ah! Estas noches sin besos, en soledad profunda.
Estas tristes mañanas sin oír «¡Buenos
días!»
Estas noches sin sueño,
En que tantos recuerdos de un pasado risueño
Se agolpan a mi mente conturbada;
Recuerdos que tu aliento no llena, ni el aroma
Que los cabellos tuyos dejan en tu almohada.
Si supieras qué horrible fastidio es verse solo,
¡Qué tristes noches, qué angustiosos días!

La alcoba me parece como muerta, la alcoba
En que orden y desorden siempre poner sabías.
Y después los armarios y puertas, un ruido
Hacen tan diferente, tan raro, entre la sombra,
Como un eco de queja dolorida,
De malestar muy hondo que persiste,
Y que en este vacío va poniendo algo triste,
Como la lluvia en torno de una cita incumplida.

Un son lúgubre todo va adquiriendo:
Ya voz que canta en notas desoladas,
O ya el grito de un niño, él son de un piano,
O en la escalera, al lado, fugitivas pisadas;
Y de pronto, en la calle, sordo rumor lejano,
Que se va, que se extingue... se extingue lentamente,
Y después, en la casa, las voces de las criadas...
Y Marta qué se queja, que regaña insistente,
Y para la comida pide órdenes. ¿Qué puedo
Decirle? Ni tengo hambre. Pues sabrás que en mi mente
Una idea grabada se encuentra solamente:
Esperar, solitario -mi angustia el cielo sabe-
Que este mes ¡ay! tan largo, tan largo, pronto acabe.
Para muchos el tiempo pasa siempre volando.
Y por creer me esfuerzo, con el alma dolida,
Que este mes, para ellos y para mí, en la vida
Será un mes como todos, que irá veloz pasando.

Y mientras tanto, cartas me ocupo en escribirte,
En que nunca he encontrado gran cosa que decirte;
De esas cartas que poco siempre dicen o nada,
Sin la voz, las sonrisas, el gesto y la mirada,
Y que sin eso siempre mal decimos
Todo lo que sentimos;
Y entonces ¿con qué fin ese deseo
Que nos hace escribir lo que escribimos?
Tenemos fe que en charlas de correo
Algo del alma va; pero esos largos
Monólogos de pluma deficiente
Siempre han hecho en la vida que la distancia aumente
La retórica indócil a que siempre le falta
En desoladas horas,
Y cual solaz de fiesta,
Lo que esas charlas hace encantadoras:
El íntimo placer de la respuesta.

Solo estoy. Hasta pronto, tú, ¡vida de mi vida!
¿Cierto es lo que me escribes en tu carta adorada?
¿Conque pensaste en ambos al quedarte dormida?
Mi corazón te envío, mi alma destrozada.
Te envío mi amargura, mi vida desolada,
Sin placer, sin los dulces pasados embelesos;
Y, corno suave arrullo de tu noche callada,
Muchos besos, más besos, siempre besos y besos.
La ciudad imita en cartón, una ciudad de pórfido.Caravanas de montañas acampan en los alrededores.El "Pan de Azúcar" basta para almibarar toda la bahía...
El "Pan de Azúcar" y su alambre carril, que perderá el equilibrio por no usar una sombrilla de papel.
Con sus caras pintarrajeadas, los edificios saltan unos encima de otros y cuando están arriba, ponen el lomo, para que las palmeras les den un golpe de plumero en la azotea.El sol ablanda el asfalto y las nalgas de las mujeres, madura las peras de la electricidad, sufre un crepúsculo, en los botones de ópalo que los hombres usan hasta para abrocharse la bragueta.¡Siete veces al día, se riegan las calles con agua de jazmín!
Hay viejos árboles pederastas, florecidos en rosas té; y viejos árboles que se tragan los chicos que juegan al arco en los paseos. Frutas que al caer hacen un huraco enorme en la vereda; negros que tienen cutis de tabaco, las palmas de las manos hechas de coral, y sonrisas desfachatadas de sandía.Sólo por cuatrocientos mil reis se toma un café, que perfuma todo un barrio de la ciudad durante diez minutos.
Los frescos pintados en la pared
transforman el "Salón Reservado"
en una "Plaza de Toros", donde el suelo
tiene la consistencia y el color de la "arena":
gracias a que todas las noches
se riega la tierra con jerez.

Jinetes en sillas esqueletosas,
tufos planchados con saliva,
una estrella clavada en la corbata,
otra en el dedo meñique,
los tertulianos exigen que el "cantaor"
lamente el retardo de las mujeres
con ¡aves! que lo retuercen
en calambres de indigestión.

De pronto,
en un sobresalto de pavor,
la cortina deja pasar seis senos
que aportan tres "mamás".

Los párpados como dos castañuelas,
las pupilas como dos cajas de betún,
***** el pelo,
negras las pestañas
y las extremidades de las uñas,
las siguen cuatro "niñas", que al entrar,
provocan una descarga de ¡oles!
que desmaya a las ratas que transitan el corredor.

La servilleta a guisa de "capote",
el camarero lidia el humo de los cigarros
y la voracidad de la clientela,
con "pases" y chuletas "al natural",
o "entra" a "colocar" el sacacorchos
como "pone" su vara un picador.

Abroqueladas en armaduras medioevales,
en el casco flamea la bandera de España,
las botellas de manzanilla
se agotan al combatir a los chorizos
que mugen en los estómagos,
o sangran en los platos
como toros lidiados.

Previa autorización de las "mamás",
las "niñas" van a sentarse
sobre las rodillas de los hombres,
para cambiar un beso por un duro,
mientras el "cantaor",
muslos de rana
embutidos en fundas de paraguas,
tartamudea una copla
que lo desinfla nueve kilos.

Los brazos en alto,
desnudas las axilas,
así dan un pregusto de sus intimidades,
las "niñas" menean, luego, las caderas
como si alguien se las hiciera dar vueltas por adentro,
y en húmedas sonrisas de extenuación,
describen con sus pupilas
las parabólicas trayectorias de un espasmo,
que hace gruñir de deseo
hasta a los espectadores pintados en la pared.

Después de semejante simulacro
ya nadie tiene fuerza ni para hacer rodar
las bolitas de pan, ensombrecidas,
entre las yemas de los dedos.

Poco a poco, la luz aséptica de la mañana
agrava los ayes del "cantaor"
hasta identificar
la palidez trasnochada de los rostros
con la angustiosa resignación
de una clientela de dentista.

Se oye el "klaxon" que el sueño hace sonar
en las jetas de las "mamás",
los suspiros del "cantaor"
que abraza en la guitarra
una nostalgia de mujer,
los cachetazos con que las "niñas"
persuaden a los machos
que no hay nada que hacer
sino dejarlas en su casa,
y sepultarse en la abstinencia
de las camas heladas.
Natalia Rivera May 2015
El decía que mi único vicio era escribir.
Aún cuando tenía sus manos acariciando mis virtudes.
Aún cuando tenía su lengua dibujándome sonrisas.
Aún cuando su respiración era la brisa que me refrescaba.

El decía que mi único vició era escribir.
Escribir sobre su sonrisa.
Escribir mientras pintaba.
Escribir orgasmos.

El decía que mi único vició era escribir.
Sin importar que bebiera.
Sin importar las mujeres que me hacían soñar.
Sin importar cuanto gastara en páginas.

El decía que mi único vició era escribir.
Yo le decía: ¿y el mar?
¿Y el cielo?
¿Y la noche?

El decía que mi único vició era escribir.
Y le dije que sí, mi vicio era escribir.
Escribir todo lo que vivía con el; así que todo lo que escribía era para el.
Mi vicio era el, mi poesía.
Natalia Rivera Nov 2014
Muchos afirman que el amor de tu vida tiene esa otra parte de ti que juntos complementan a la perfección, yo afirmo que el tiene su mundo completo que no complementa el mío; le da vida. Me pinta las sonrisas de color aceituna para que combinen con mis ojos, crea una melodía ruidosa para que vaya a tono con el sonido de mi voz. Al compás del ritmo me moldea a diferentes gustos en diferentes días, con esas manos fieles y precisas. Me baña con sus ideas, me salva con sus ojos, me da fuerzas con el sonido de su risa. El es perfecto, un mundo entero; y es todo mío.


- Para el.
Natalia Rivera Jun 2014
Quiero que tomes mi mano y me sigas, pero no me preguntes a donde si no la magia se iría.
Quiero que viajemos mil lunas en una noche, solo acostados mientras nuestras manos se juntan con algunos roces.
Quiero que la espontaneidad brote, que me tires a la cama, me desvistas y me tomes.
Quiero que me consumas, que en una noche me hagas mil veces tuya.
Quiero ser esa mujer, la que saca lo mejor de ti pero jamás olvida el hombre que solías ser.
Quiero que me regales todas tus sonrisas, prometo guárdalas en una caja para cuando me sienta triste abrirla.
Quiero que seas y ser.
Quiero una larga y plena vida junto al amor de mi vida.
A un niño, a un solo niño que iba para piedra nocturna,
para ángel indiferente de una escala sin cielo...
Mirad. Conteneos la sangre, los ojos.
A sus pies, él mismo, sin vida.
  No aliento de farol moribundo,
ni jadeada amarillez de noche agonizante,
sino dos fósforos fijos de pesadilla eléctrica,
clavados sobre su tierra en polvo, juzgándola.
Él, resplandor sin salida, lividez sin escape, yacente,
juzgándose.

  Tizo electrocutado, infancia mía de ceniza, a mis pies, tizo yacente.
Carbunclo hueco, *****, desprendido de un ángel que iba para piedra nocturna,
para límite entre la muerte y la nada.
Tú: yo: niño.
  Bambolea el viento un vientre de gritos anteriores al mundo
a la sorpresa de la luz en los ojos de los reciennacidos,
al descenso de la vía láctea a las gargantas terrestres.
Niño.
  Una cuna de llamas de norte a sur,
de frialdad de tiza amortajada en los yelos,
a fiebre de paloma agonizando en el área de una bujía;
una cuna de llamas meciéndote las sonrisas, los llantos.
Niño.
  Las primeras palabras abiertas en las penumbras de los sueños sin nadie,
en el silencio rizado de las albercas o en el eco de los jardines,
devoradas por el mar y ocultas hoy en un hoyo sin viento.
Muertas, como el estreno de tus pies en el cansancio frío de una escalera.
Niño.
Las flores, sin piernas para huir de los aires crueles,
de su espoleo continuo al corazón volante de las nieves y los pájaros,
desangradas en un aburrimiento de cartillas y pizarrines.
4 y 4 son 18. Y la X, una K, una H, una J.
Niño.
En un trastorno de ciudades marítimas sin escrúpulos,
de mapas confundidos y desiertos barajados,
atended a unos ojos que preguntan por los afluentes del cielo,
a una memoria extraviada entre nombres y fechas.
Niño.
Perdido entre ecuaciones, triángulos, fórmulas y precipitados azules,
entre el suceso de la sangre, los escombros y las coronas caídas,
cuando los cazadores de oro y el asalto a la banca,
en el rubor tardío de las azoteas
voces de ángeles te anunciaron la botadura y pérdida de tu alma.
Niño.
Y como descendiste al fondo de las mareas,
a las urnas donde el azogue, el plomo y el hierro pretenden ser humanos,
tener honores de vida,
a la deriva de la noche tu traje fue dejándote solo.
Niño.
Desnudo, sin los billetes de inocencia fugados en sus bolsillos,
derribada en tu corazón y sola su primera silla,
no creíste ni en Venus, que nacía en el compás abierto de tus brazos.
ni en la escala de plumas que tiende el sueño de Jacob al de Julio Verne.
Niño.
Para ir al infierno no hace falta cambiar de sitio ni postura.
La colina empinada se avecinaba,
las sonrisas se detuvieron en la cumbre
y el miedo se plantó en los huesos
quebrando la inocencia desde adentro.

Desconcertados y sin aliento se mantuvieron de pie
hasta que el dolor les tumbó las rodillas al piso
viendo aquella tierra que tornó su color a rojo,
a ***** ceniza y abatimiento.

Vuelcan sus miradas hacia ellos
reconociendo lo que nunca habían sentido;
el sufrir de tu tierra, el sufrir de la muerte
causado por los que no tienen memoria,
que ayer eran mártires y hoy cazan inocentes.

Sus pechos aún formándose yacían en el piso
no teniendo a donde ir, se acostumbraban,
rogando que la tierra les quitara el dolor.
«Despierta, despierta. ¡Mira!
¡Yo lo sé, yo lo sé! Despierta.
Mira las estrellas que caen del cielo,
la luz viene a salvarnos,
la luz».
La hélice deja de latir;
así las casas no se vuelan,
como una bandada de gaviotas.

Erizadas de manos y de brazos
que emergen de unas mangas enormes,
las barcas de los nativos nos abordan
para que, en alaridos de gorila,
ellos irrumpan en cubierta
y emprendan con fardos y valijas
un partido de "rugby".

Sobre el muelle de desembarco,
que, desde lejos,
es un parral rebosante de uvas negras,
los hombres, al hablar,
hacen los mismos gestos
que si tocaran un "jazz-band",
y cuando quedan en silencio
provocan la tentación
de echarles una moneda en la tetilla
y hundirles de una trompada el esternón.

Calles que suben,
titubean,
se adelgazan
para poder pasar,
se agachan bajo las casas,
se detienen a tomar sol,
se dan de narices
contra los clavos de las puertas
que les cierran el paso.

¡Calles que muerden los pies
a cuantos no los tienen achatados
por las travesías del desierto!

A caballo en los lomos de sus mamas,
los chicos les taconean la verija
para que no se dejen alcanzar
por los burros que pasan
con las ancas ensangrentadas
de palos y de erres.

Cada ochocientos metros
de mal olor
nos hace "flotar"
de un "upper-cut".

Fantasmas en zapatillas,
que nos miran con sus ojos desnudos,
las mujeres
entran en zaguanes tan frescos y azulados
que los hubiera firmado Fray Angélico,
se detienen ante las tiendas,
donde los mercaderes,
como en un relicario,
ensayan posturas budescas
entre las nubes tormentosas
de sus pipas de "kiff".

Con dos ombligos en los ojos
y una telaraña en los sobacos,
los pordioseros petrifican
una mueca de momia;
ululan lamentaciones
con sus labios de perro,
o una quejumbre de "cante hondo";
inciensan de tragedia las calles
al reproducir sobre los muros
votivas actitudes de estela.

En el pequeño zoco,
las diligencias automóviles,
¡guardabarros con olor a desierto!,
ábrense paso entre una multitud
que negocia en todas las lenguas de Babel,
arroja y abaraja los vocablos
como si fueran clavas,
se los arranca de la boca
como si se extrajera los molares.

Impermeables a cuanto las rodea,
las inglesas pasean en los burros,
sin tan siquiera emocionarse
ante el gesto con que los vendedores
abren sus dos alas de alfombras:
gesto de mariposa enferma
que no puede volar.

Chaquets de cucaracha,
sonrisas bíblicas,
dedos de ave de rapiña,
los judíos realizan la paradoja de vender
el dinero con que los otros compran;
y cargados de leña y de jorobas
los dromedarios arriban
con una escupida de desprecio
hacia esa humanidad que gesticula
hasta con las orejas,
vende hasta las uñas de los pies.

¡Barrio de panaderos
que estudian para diablo!
¡Barrio de zapateros
que al rematar cada puntada
levantan los brazos
en un simulacro de naufragio!
¡Barrio de peluqueros
que mondan las cabezas como papas
y extraen a cada cliente
un vasito de "sherry-brandy" del cogote!

Desde lo alto de los alminares
los almuédanos,
al ver caer el Sol,
instan a lavarse los pies
a los fieles, que acuden
con las cabezas vendadas
cual si los hubieran trepanado.

Y de noche,
cuando la vida de la ciudad
trepa las escaleras de gallinero
de los café-conciertos,
el ritmo entrecortado
de las flautas y del tambor
hieratiza las posturas egipcias
con que los hombres recuéstanse en los muros,
donde penden alfanjes de zarzuela
y el Kaiser abraza en las litografías al Sultán...

En tanto que, al resplandor lunar,
las palmeras que emergen de los techos
semejan arañas fabulosas
colgadas del cielo raso de la noche.
Tus dientes son el pulcro y nimio litoral
por donde acompasadas navegan las sonrisas,
graduándose en los tumbos de un parco festival.
Sonríes gradualmente, como sonríe el agua
del mar, en la rizada fila de la marea,
y totalmente, como la tentativa de un
Fiat Lux para la noche del mortal que te vea.
Tus dientes son así la más cara presea.
Cuídalos con esmero, porque en ese cuidado
hay una trascendencia igual a la de un Papa
que retoca su encíclica y pule su cayado.
Cuida tus dientes, cónclave de granizos, cortejo
de espumas, sempiterna bonanza de una mina,
senado de cumplidas minucias astronómicas,
y maná con que sacia su hambre y su retina
la docena de Tribus que en tu voz se fascina.
Tus dientes lograrían, en una rebelión,
servir de proyectiles zodiacales al déspota
y hacer de los discordes gritos, un orfeón;
del motín y la ira, inofensivos juegos,
y de los sublevados, una turba de ciegos.
Bajo las sigilosas arcadas de tu encía,
como en un acueducto infinitesimal,
pudiera dignamente el más digno mortal
apacentar sus crespas ansias... hasta que truene
la trompeta del Ángel en el Juicio Final.
Porque la tierra traga todo pulcro amuleto
y tus dientes de ídolo han de quedarse mondos
en la mueca erizada del hostil esqueleto,
yo los recojo aquí, por su dibujo neto
y su numen patricio, para el pasmo y la gloria
de la humanidad giratoria.
Luis Haller Oct 2014
Sonrisas ocultas,
Dedos estáticos,
Suspiros al océano,
Delirio azulado.

Respiración agitada.
Atracción infiltrada
Que has provocado
Con tu mirada.

Ojos brillosos,
Destellos luminosos,
Primavera eterna
En un otoño airoso.

Tu cuello al atardecer,
Tus manos mojadas de cielo,
Tus ojos reviven  mis sueños
Y rellenan todos mis huecos.

Pulmones llenos de deseos,
Tambores a lo lejos...
Melodías que tu alma canta,
Mientras yo las bailo en mi cama.

Melodías, que tus silencios
Hacen discretos
Mis momentos,
De pensar en ti cielo.

Delirio verde azulado
Haces que me derrita
En arena
Me vuelves rojo violeta.
Just Alex Nov 2018
Me distraje con tus ojos
Cuando me encataron tus pupilas de caramelo
Y seran tus pupilas caramelo
No son tan dulces como tus besos
Tus besos que me dieron tus labios
Que dibujan tu sonrisa hermosa
Con un tajo destruyen la sombra
Y me contagia de felicidad

Se me olvido mi corazon blindar
De tus dulces palabras y de tu mirar
Tu risa melodiosa no se puede superar
Pero lo lograste cuando dijiste que me querias
Y que si me fuera, me ibas a extrañar.

Y aqui estoy, lejos, triste y desvalido
Y aqui estoy ahogado en lagrimas y dolor
No siento que me extrañes o me quieras
Como extraño el calor de tus abrazos
Y sentir los latidos de tu corazon

Me engañste con dulzura
Bajaste mis defensas sin considerar
Que si las tenia era para evitar la tristeza
Que has traido asi nada mas
¿Y que hago ahora conmigo mismo?
¿Que hago ahora que te vas?
¿Reemplazar mi corazon molido?
Tal vez lo haria si me lo quisieras regresar
Porque es testarudo el amor, y estupido el querer
Que a quien tanto daño me hizo, estoy dispuesto a morir
Como muero cada dia sin ti
Mis lagrimas son rojas de brillante carmesi
Aferrado a un recuerdo que yo vi morir
Esperando que regrese a la vida, y tu por mi
Esperando tus sonrisas dulce y tu querer
Ya que sin tu amor, ya no se que hacer.
...y las muchachas andan con las piernas desnudas:
¿por qué las utilizan
para andar?
Mentalmente repaso
oficios convincentes
para ellas -las piernas-,
digamos: situaciones
más útiles al hombre
que las mira
despacio,
silbando entre los dientes
una canción recuperada
apenas
          -ese oficio no me gusta...-
en el acantilado del olvido.
Si bien se mira, bien se ve que todas
son bellas: las que pasan
llevando hacia otro sitio
cabellos, voces, senos,
ojos, gestos, sonrisas;
las que permanecen
cruzadas,
dobladas como ramas bajo el peso
de la belleza cálida, caída
desde el dulce abandono de los cuerpos sentados;
las esbeltas y largas;
las tersas y bruñidas; las cubiertas
de leve vello, tocadas por la gracia
de la luz, color miel, comestibles
y apetitosas como frutas frescas;
y también -sobre todo- aquellas que demoran
su pesado trayecto hasta el tobillo
en el curvo perfil que delimita
las pueriles, alegres, inocentes,
irreflexivas, blancas pantorrillas.
Pensándolo mejor, duele mirarlas:
tanta gracia dispersa, inaccesible,
abandonada entre la primavera,
abruma el corazón del conmovido
espectador
que siente la humillante quemadura
de la renuncia,
y maldice en voz baja,
y se apoya en la verja del estanque,
y mira el agua,
y ve su propio rostro,
y escupe distraído, mientras sigue
con los ojos los círculos
que trazan en la tensa superficie
su soledad, su miedo, su saliva.
Vincent Salomon Jul 2017
Infames secretos; que se dilatan en el zar
Infames ojos, de parpadeos rápidos y miradas caóticas
Rubia platino, de tez victoriana.
Prófuga del amor; secreto de azares y de bares,
Añoranzas bucólicas y sonrisas fatuas
De amor profundo hacia el pasado, de labios malva.

Incesante, llamando y buscándote a través de mí
En el tiempo tácito y taciturno de noche dionisíaca.
Apología a Herodes, o elegía de mis pasos muertos.
La rubia platino se reía y ahí, todo me consumía,
Añoranzas bucólicas, de vidas no vividas.

Perdido en naufragio, moribundo en desasosiego,
Errante, pensante petulante e incapaz emisario de camelos.
Cómplices de nuestras acciones, rubia platino, pero víctimas
Prófugo de mis remotos recuerdos; miradas tibias.

Continuaba riendo, en el onírico espacio de mis pensamientos
No he conocido su risa, y sin embargo
                                                         ­                                  [...ya la extraño]

La lluvia pesada cae sobre charcos huecos sin reflejo
Miro, de reojo, en ellos, te observo

Y me pierdo.

— The End —