Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Tulio Farias Apr 2015
Aquel día vi
Lo que no esperaba
El mundo mas rápido giraba
Era un alma preciosa

Más bella que una prosa
Más dulce que estos versos
Que llegarán a ella
Sin siquiera haberle robado un beso


Que con una palabra
Saca suspiros
Toda mi atención se concentra
Pierdo noción de lo que me rodea

Pero a última hora
Trago mis palabras
Siempre me quedo en blanco
Me pierdo en su brillante mirada

Pero el problema empieza aquí

Me encantaría hacerla reír
Me gustaría hablarle sin parar
Pero se ríe mejor con alguien más
No hay nada que pueda hacer
Ni decir

Me siento capaz
De despertar su más grande interés
Pero el pesimismo ha nublado mi razón
Y el corazón no ve las cosas igual

A veces las ilusiones no dan
Al pensar sobre ellas las ganas se van
Solo queda el realismo y la noche
Que solo rimas me hacen sacar

Algún dia veré
Como se despedirá de todos
Posiblemente de mi
Mientras por dentro lloro

Por haber gastado mi tiempo
En escribir sobre ella tantas hojas
¿Pero que culpa tengo
De que no me escoja?

Nada de esto es perfecto
Es fácil y difícil al mismo tiempo
Te distrae por un momento
Pero cuando no funciona
Dios como lo siento.
Natalia Rivera Jan 2015
Una luz tenue me levanto, ¿qué hora será? Miro el rejo y son las 4:50 de la madrugada de algún martes. Me volteo para verlo plasmado, la obra de arte más bella del mundo; el. Esta dormido profundamente, debido a su insomnio es cosa de celebrar así que lo dejo dormir y tomo el abrigo que hay en el suelo. El bonito abrigo color azul de rayas que tanto me encanta, el mismo abrigo que horas antes me quito con la ternura y pasión de dos amantes. Una pequeña sonrisa brota de mis labios y continúo para la sala, atravieso el pasillo forrado de fotos. Fotos de él, fotos mías, fotos familiares, sus pinturas, llego a la cocina y miro por la ventana, ya casi amanece. Me sirvo un poco de agua en mi taza con forma de gato, en la mesa de la sala están las copas y el vino de anoche.
El estaba sentado en el sofá, con su camisa color negra y sus mahonés grises. Con la mitad de la copa vacía me miraba indescifrablemente. Yo estaba sentada en el suelo cerca de la chimenea, usaba mi lindo vestido de flores junto a su abrigo color azul de rayas y el pelo alborotado (como siempre).
-¿Qué te trae bailando en el cinturón de Orión? dice dándole el último sorbo a su copa.
- En lo bien que se te ven esos mahonés le contesto; seguido de unas miradas disfrazadas y unas cuantas risas  me anime a contarle lo que me pasaba realmente.
-Hay días que el miedo me invade, mi vida era bastante simple antes de tu aparición. Nada me quitaba el sueño, vivía viajando en mis libros y mis prioridades era mantener con vida a mi pez y conseguir dinero al final de día para poder sustentarme. Pero apareciste, de la nada, porque si y mi mundo fue un caos. Cartas, besos, caricias, charlas, malos hábitos, terrible humor, un artista, un genio, un sádico, un romántico, egocéntrico y niño. De eso se componían mis pensamientos, pase de depender de cómo terminaba el final de un libro a como terminaba cada una de sus palabras. Estaba enamorada como nunca antes y eso me asustaba. Estoy enamorada de ti y todas tus mañas, pero quiero que te quedes para siempre.

Podía verlo, la luz del fuego enfocaba su rostro a la perfección, el silencio era agobiante. Permanecía sentada de alguna forma extraña hasta que al fin lo vi caminar hacia mí; se sentó junto y me miraba con ojos perdidos, tomo mi rostro en sus deliciosas manos y me besó. Me besó despacio, permitiéndome respirar su aroma y saborear su alma. Entre caricias, besos y suspiros terminamos en la cama, aún vestidos, aún con ganas. Lentamente baja la cremallera del abrigo y me lo quita con esa sonrisa de picardía, como un niño comenzando una travesura. Una vez que el abrigo cae al suelo me mira y me dice “Te amo, mi pequeña niña y mi inmensa mujer”
El resplandor del sol hizo que retornara a la realidad, eran las 5:20 de la mañana y el seguía durmiendo. Abrí la puerta del balcón para saludar a mi madre, danzaba en las olas y en los rayos del sol, radiante como siempre. La playa estaba desierta, estaba desnuda así como me gusta; decidí entrarme en ella así camine hasta la orilla del agua y me senté.  Me sentía viva pero me di cuenta que algo me cubría de pies a cabeza; la melancolía. Lo quería, si lo miraba sabia que ese era el hombre al que amaría por el resto de mis días y tenía miedo. Miedo a que el no sintiera lo mismo, que no me viera como yo lo veo. Mi desfile de pensamientos fue interrumpido por un cálido beso en la cabeza, mi artista de había levantado. Traía una manta y un bulto,  la extendió y cubriéndome me pregunto ¿Qué haces medio desnuda con este frió sentada ahí? Necesitaba brisa con sabor a playa, le dije. Se quedo junto a mi callado durante un rato. Vimos como del océano brotaban las nubes y danzaban hasta llegar a lo más alto del cielo, también, a lo lejos en el muelle vimos a una pareja sacar su pequeño bote para pasar lo que parecía ser un excelente día.
Inesperadamente el toma mi mano y la besa, me acerca a él y al oído casi susurrando me dice
- Jamás encuentro las palabras correctas para expresarte cuán importante eres, y cuando las encuentro se me pierde el coraje para decirlas. La otra noche vi tu alma desnuda, te vi a ti con todos tus miedos y con todo el amor que tienes, entonces supe nuevamente porque te escogí para pasar el resto de mis días contigo. Has estado en cada paso que doy, aun sabiendo que alguno de esos pasos me alejaba de ti. Fuiste mi brújula cuando me encontraba extraviado, mi amiga cuando deseo hablar de cosas que no te interesan y has sido toda una diosa para mí en aspectos que ambos sabemos.  No soy muy bueno en esto, y sé que estas no son las palabras que deseas oír solo sé que te amo y lo haré hasta que mis ganas de plasmar tu sonrisa en un canva se vayan, hasta que me haya cansado de hacerte el amor, hasta el día en que me muera. Te amo, y no dejare que te marches de mi vida nunca.
El sonido de las olas cubría mis sollozos, las lagrimas bajaban por mis mejillas y las palabras no me salían. Lo mire y el tenia una inmensa sonrisa y sus ojos me miraban con ternura. Me quito ambas mantas y del bulto saco su abrigo azul de rayas, me lo puso y me dijo:
-Quédate conmigo para siempre.
Y le dije:
-Me quedare contigo hasta en las ocasiones que quieras estar solo.
Lo beso y le digo:
-Te amo, renacuajo
Me besa y me dice:
-Te amo, mi niña.
Segunda historia.
Helas, helas por do vienen
La Corruja y la Carrasca,
A más no poder mujeres,
Hembros de la vida airada.
Mortales de miradura
Y ocasionadas de cara,
El andar a lo escocido,
El mirar a lo de l'Hampa.
Llevan puñazos de ayuda
Como perrazos de Irlanda,
Avantales voladores,
Chapinitos de en volandas.
Sombreros aprisionados,
Con porquerón en la falda,
Guedejitas de la tienda,
Colorcita de la plaza.
Mirándose a lo penoso,
Cercáronse a lo borrasca,
Hubo hocico retorcido,
Hubo agobiado de espaldas.
Ganaron la palmatoria
En el corral de las armas,
Y encaramando los hombros.
Avalentaron las sayas.
CORRUJA: «De las de la hoja
Soy flor y fruto,
Pues a los talegos
Tiro de puño.»
CARRASCA: «Tretas de montante
Son cuantas juego;
A diez manos tomo
Y a dos peleo.»
Luego, acedada de rostro
Y ahigadada de cara,
Un tarazón de mujer,
Una brizna de muchacha
Entró en la escuela del juego
Maripizca la Tamaña,
Por quien Ahorcaborricos
Murió de mal de garganta.
Presumida de ahorcados
Y preciada de gurapas
Por tener dos en racimo
Y tres patos en el agua,
Con valentía crecida
Y con postura bizarra
Desembrazando a los dos,
En esta manera garla:
[MARIPIZCA:] «Llamo uñas arriba
A cuantos llamo,
Y al recibo los hiero
Uñas abajo.
»Para el que me embiste
Pobre y en cueros,
Siempre es mi postura
Puerta de hierro.»
Rebosando valentía,
Entró Santurde el de Ocaña,
Zaino viene de bigotes
Y atraidorado de barba.
Un locutorio de monjas
Es guarnición de la daga,
Que en puribus trae al lado
Con más hierro que Vizcaya.
Capotico de Antemulas,
Sombrerico de la carda,
Coleto de por el vivo,
Más probado que la pava.
Entró de capa caída,
Como los valientes andan,
Azumbrada la cabeza
Y bebida la palabra:
[SANTURDE:] «Tajo no le tiro,
Menos le bebo;
Estocadas de vino
Son cuantas pego.»
Una rueda se hicieron;
¿Quién duda que de navajas?
Los codos tiraron coces,
Azogáronse las plantas;
Trastornáronse los cuerpos,
Desgoznáronse las arcas,
Los pies se volvieron locos,
Endiabláronse las plantas.
No suenan las castañetas,
Que de puro grandes, ladran,
Mientras al son se concomen,
Aunque ellos piensan que bailan.
Maripizca tornó el puesto,
Santurde tomó la espada,
Con el montante el Maestro
Dice que guarden las caras.
[MAESTRO:] «De verdadera destreza
Soy Carranza,
Pues con tocas y alfileres
Quito espadas.
»Que tengo muy buenos tajos
Es lo cierto,
Y algunos malos reveses
También tengo.
»El que quisiere triunfar,
Salga de oros,
Que el salir siempre de espadas
Es de locos.»
MAESTRO: «Siente ahora la Corruja.»
CORRUJA: «Aquesta venida vaya.»
MAESTRO: «Jueguen destreza vuarcedes.»
SANTURDE: «Somos amigos, y basta.»
MAESTRO: «No es juego limpio brazal.»
CORRUJA: «Si no es limpio que no valga.»
MAESTRO: «Siente vuarced.»
SANTURDE:                             «Que ya siento,
        Y siento pese a su alma.»
Tornáronse a dividir
En diferentes escuadras,
Y denodadas de pies,
Todas juntas se barajan.
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «Entráronme con escudos,
Cansáronme con rodelas;
Cobardía es sacar pies,
Cordura sacar moneda.
»Aguardar es de valientes
Y guardar es de discretas,
La herida de conclusión
Es la de la faltriquera.»
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «Ángulo agudo es tomar;
No tomar, ángulo bestia;
Quien viene dando a mi casa,
Se viene por línea recta.
»La universal es el dar;
Cuarto círculo, cadena;
Atajo, todo dinero;
Rodeo, toda promesa.»
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «El que quisiere aprender
La destreza verdadera,
En este poco de cuerpo
Vive quien mejor la enseña.»
Desde el amanecer, se cambia la ropa sucia de los altares y de los santos, que huele a rancia bendición, mientras los plumeros inciensan una nube de polvo tan espesa, que las arañas apenas hallan tiempo de levantar sus redes de equilibrista, para ir a ajustarías en los barrotes de la cama del sacristán.

Con todas las características del criminal nato lombrosiano, los apóstoles se evaden de sus nichos, ante las vírgenes atónitas, que rompen a llorar... porque no viene el peluquero a ondularles las crenchas.

Enjutos, enflaquecidos de insomnio y de impaciencia, los nazarenos pruébanse el capirote cada cinco minutos, o llegan, acompañados de un amigo, a presentarle la virgen, como si fuera su querida.

Ya no queda por alquilar ni una cornisa desde la que se vea pasar la procesión.

Minuto tras minuto va cayendo sobre la ciudad una manga de ingleses con una psicología y una elegancia de langosta.

A vista de ojo, los hoteleros engordan ante la perspectiva de doblar la tarifa.

Llega un cuerpo del ejército de Marruecos, expresamente para sacar los candelabros y la custodia del tesoro.

Frente a todos los espejos de la ciudad, las mujeres ensayan su mirada "Smith Wesson"; pues, como las vírgenes, sólo salen de casa esta semana, y si no cazan nada, seguirán siéndolo...
¡Campanas!
¡Repiqueteo de campanas!
¡Campanas con café con leche!
¡Campanas que nos imponen una cadencia al
abrocharnos los botines!
¡Campanas que acompasan el paso de la gente que pasa en las aceras!
¡Campanas!
¡Repiqueteo de campanas!

En la catedral, el rito se complica tanto, que los sacerdotes necesitan apuntador.

Trece siglos de ensayos permiten armonizar las florecencias de las rejas con el contrapaso de los monaguillos y la caligrafía del misal.

Una luz de "Museo Grevin" dramatiza la mirada vidriosa de los cristos, ahonda la voz de los prelados que cantan, se interrogan y se contestan, como esos sapos con vientre de prelado, una boca predestinada a engullir hostias y las manos enfermas de reumatismo, por pasarse las noches -de cuclillas en el pantano- cantando a las estrellas.

Si al repartir las palmas no interviniera una fuerza sobrenatural, los feligreses aplaudirían los rasos con que la procesión sale a la calle, donde el obispo -con sus ochenta kilos de bordados- bate el "record" de dar media vuelta a la manzana y entra nuevamente en escena, para que continúe la función...
¡Agua!
¡Agüita fresca!
¿Quién quiere agua?

En un flujo y reflujo de espaldas y de brazos, los acorazados de los cacahueteros fondean entre la multitud, que espera la salida de los "pasos" haciendo "pan francés".

Espantada por los flagelos de papel, la codicia de los pilletes revolotea y zumba en torno a las canastas de pasteles, mientras los nazarenos sacian la sed, que sentirán, en tabernas que expenden borracheras garantizadas por toda la semana.

Sin asomar las narices a la calle, los santos realizan el milagro de que los balcones no se caigan.

¡Agua!
¡Agüita fresca!
¿Quién quiere agua?
pregonan los aguateros al servirnos una reverencia de minué.

De repente, las puertas de la iglesia se abren como las de una esclusa, y, entre una doble fila de nazarenos que canaliza la multitud, una virgen avanza hasta las candilejas de su paso, constelada de joyas, como una cupletista.

Los espectadores, contorsionados por la emoción,
arráncanse la chaquetilla y el sombrero, se acalambran en
posturas de capeador, braman piropos que los nazarenos intentan callar
como el apagador que les oculta la cabeza.

Cuando el Señor aparece en la puerta, las nubes se envuelven con un crespón, bajan hasta la altura de los techos y, al verlo cogido como un torero, todas, unánimemente, comienzan a llorar.

¡Agua!
¡Agüita fresca!
¿Quién quiere agua?Las tribunas y las sillas colocadas enfrente del Ayuntamiento progresivamente se van ennegreciendo, como un pegamoscas de cocina.

Antes que la caballería comience a desfilar, los guardias civiles despejan la calzada, por temor a que los cachetes de algún trompa estallen como una bomba de anarquista.

Los caballos -la boca enjabonada cual si se fueran a afeitar- tienen las ancas tan lustrosas, que las mujeres aprovechan para arreglarse la mantilla y averiguar, sin darse vuelta, quién unta una mirada en sus caderas.

Con la solemnidad de un ejército de pingüinos, los nazarenos escoltan a los santos, que, en temblores de debutante, representan "misterios" sobre el tablado de las andas, bajo cuyos telones se divisan los pies de los "gallegos", tal como si cambiaran una decoración.

Pasa:
El Sagrado Prendimiento de Nuestro Señor, y Nuestra Señora del Dulce Nombre.
El Santísimo Cristo de las Siete Palabras, y María Santísima de los Remedios.
El Santísimo Cristo de las Aguas, y Nuestra Señora del Mayor Dolor.
La Santísima Cena Sacramental, y Nuestra Señora del Subterráneo.
El Santísimo Cristo del Buen Fin, y Nuestra Señora de la Palma.
Nuestro Padre Jesús atado a la Columna, y Nuestra Señora de las Lágrimas.
El Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor, y La Quinta Angustia de María Santísima.

Y entre paso y paso:
¡Manzanilla! ¡Almendras garrapiñadas! ¡Jerez!

Estrangulados por la asfixia, los "gallegos" caen de rodillas cada cincuenta metros, y se resisten a continuar regando los adoquines de sudor, si antes no se les llena el tanque de aguardiente.

Cuando los nazarenos se detienen a mirarnos con sus ojos vacíos, irremisiblemente, algún balcón gargariza una "saeta" sobre la multitud, encrespada en un ¡ole!, que estalla y se apaga sobre las cabezas, como si reventara en una playa.

Los penitentes cargados de una cruz desinflan el pecho de las mamas en un suspiro de neumático, apenas menos potente al que exhala la multitud al escaparse ese globito que siempre se le escapa a la multitud.

Todas las cofradías llevan un estandarte, donde se lee:

                      S. P. Q. R.Es el día en que reciben todas las vírgenes de la ciudad.

Con la mantilla negra y los ojos que matan, las hembras repiquetean sus tacones sobre las lápidas de las aceras, se consternan al comprobar que no se derrumba ni una casa, que no resucita ningún Lázaro, y, cual si salieran de un toril, irrumpen en los atrios, donde los hombres les banderillean un par de miraduras, a riesgo de dejarse coger el corazón.

De pie en medio de la nave -dorada como un salón-, las vírgenes expiden su duelo en un sólido llanto de rubí, que embriaga la elocuencia de prospecto medicinal con que los hermanos ponderan sus encantos, cuando no optan por alzarles las faldas y persuadir a los espectadores de que no hay en el globo unas pantorrillas semejantes.

Después de la vigésima estación, si un fémur no nos ha perforado un intestino, contemplamos veintiocho "pasos" más, y acribillados de "saetas", como un San Sebastián, los pies desmenuzados como albóndigas, apenas tenemos fuerza para llegar hasta la puerta del hotel y desplomarnos entre los brazos de la levita del portero.

El "menú" nos hace volver en sí. Leemos, nos refregamos los ojos y volvemos a leer:

"Sopa de Nazarenos."
"Lenguado a la Pío X."

-¡Camarero! Un bife con papas.
-¿Con Papas, señor?...
-¡No, hombre!, con huevos fritos.Mientras se espera la salida del Cristo del Gran Poder, se reflexiona: en la superioridad del marabú, en la influencia de Goya sobre las sombras de los balcones, en la finura chinesca con que los árboles se esfuman en el azul nocturno.

Dos campanadas apagan luego los focos de la plaza; así, las espaldas se amalgaman hasta formar un solo cuerpo que sostiene de catorce a diez y nueve mil cabezas.

Con un ritmo siniestro de Edgar Poe -¡cirios rojos ensangrientan sus manos!-, los nazarenos perforan un silencio donde tan sólo se percibe el tic-tac de las pestañas, silencio desgarrado por "saetas" que escalofrían la noche y se vierten sobre la multitud como un líquido helado.

Seguido de cuatrocientas prostitutas arrepentidas del pecado menos original, el Cristo del Gran Poder camina sobre un oleaje de cabezas, que lo alza hasta el nivel de los balcones, en cuyos barrotes las mujeres aferran las ganas de tirarse a lamerle los pies.

En el resto de la ciudad el resplandor de los "pasos" ilumina las caras con una técnica de Rembrandt. Las sombras adquieren más importancia que los cuerpos, llevan una vida más aventurera y más trágica. La cofradía del "Silencio", sobre todo, proyecta en las paredes blancas un "film" dislocado y absurdo, donde las sombras trepan a los tejados, violan los cuartos de las hembras, se sepultan en los patios dormidos.

Entre "saetas" conservadas en aguardiente pasa la "Macarena", con su escolta romana, en cuyas corazas de latón se trasuntan los espectadores, alineados a lo largo de las aceras.

¡Es la hora de los churros y del anís!

Una luz sin fuerza para llegar al suelo ribetea con tiza las molduras y las aristas de las casas, que tienen facha de haber dormido mal, y obliga a salir de entre sus sábanas a las nubes desnudas, que se envuelven en gasas amarillentas y verdosas y se ciñen, por último, una túnica blanca.

Cuando suenan las seis, las cigüeñas ensayan un vuelo matinal, y tornan al campanario de la iglesia, a reanudar sus mansas divagaciones de burócrata jubilado.

Caras y actitudes de chimpancé, los presidiarios esperan, trepados en las rejas, que las vírgenes pasen por la cárcel antes de irse a dormir, para sollozar una "saeta" de arrepentimiento y de perdón, mientras en bordejeos de fragata las cofradías que no han fondeado aún en las iglesias, encallan en todas las tabernas, abandonan sus vírgenes por la manzanilla y el jerez.

Ya en la cama, los nazarenos que nos transitan las circunvoluciones redoblan sus tambores en nuestra sien, y los churros, anidados en nuestro estómago, se enroscan y se anudan como serpientes.

Alguien nos destornilla luego la cabeza, nos desabrocha las costillas, intenta escamotearnos un riñón, al mismo tiempo que un insensato repique de campanas nos va sumergiendo en un sopor.

Después... ¿Han pasado semanas? ¿Han pasado minutos?... Una campanilla se desploma, como una sonda, en nuestro oído, nos iza a la superficie del colchón.
¡Apenas tenemos tiempo de alcanzar el entierro!...

¿Cuatrocientos setenta y ocho mil setecientos noventa y nueve "pasos" más?

¡Cristos ensangrentados como caballos de picador! ¡Cirios que nunca terminan de llorar! ¡Concejales que han alquilado un frac que enternece a las Magdalenas! ¡Cristos estirados en una lona de bombero que acaban de arrojarse de un balcón! ¡La Verónica y el Gobernador... con su escolta de arcángeles!

¡Y las centurias romanas... de Marruecos, y las Sibilas, y los Santos Varones! ¡Todos los instrumentos de la Pasión!... ¡Y el instrumento máximo, ¡la Muerte!, entronizada sobre el mundo..., que es un punto final!

¿Morir? ¡Señor! ¡Señor!
¡Libradnos, Señor!
¿Dormir? ¡Dormir! ¡Concedédnoslo,
Señor!
You will love
And it will hurt sometimes
Your frijoles will burn sometimes
And sometimes you’ll put too much salt or not enough
An insult or two
But mijo don’t ever let him hit you
And leave before you hit him back

You will love
And it will **** sometimes
Cocine en olla de barro
Persígnese en la mañana
Use condones y lubricante
Y guarde un cuchillo debajo de la cama

You will love
And it will feel good sometimes
No le eche tanta sal a la carne
Póngale un vaso de agua a sus muertos
Take lots of pictures
And in times of trial, don’t forget about the good memories
Invoke them, que esas lo van a sacar de dudas

You will love
And it will get intense sometimes
Límpiese con un ramo de flores blancas
Hágase un baño de agua florida con cascarilla
Get tested at least twice a year,
Y coma bien, no se malpase

You will love
And it will be sad sometimes
Use grape seed oil instead of mazola
Chia seeds on your water, pa’ la diabetis
Honey instead of refined sugars
******* once a day o las veces que quiera
And never let your ****** desire depend on a man
For all men despite their beauty can be damaged

You will love
And you will be on top of the world sometimes
Don’t eat so many tortillas,
Soda is not good for your kidneys, drink water or brew your own ice tea o hagase su juguito natural
Sea humilde y buena gente
No need to be mean and creido
Crease de su identidad y su lenguage
Ya lo material va y viene
Pero eso sí, que no se lo hagan pendejo que por ahí hay mucho cabron abusivo

You will love
And you will break up sometimes
Don’t overdo it with the drinking
Write a lot of poetry
Listen to a lot of Jenni Rivera
Go out and enjoy your singlehood
Que es bien bonito no rendirle cuentas a nadie

You will love
Pero no se olvide de uste’ mismo
Love yourself
Quiérase musho
Pa’ que ningún cabrón le vea la cara de pendejo
Pero antes de que llore por cualquier wey
Acuérdese de su ama
De su guelita
Y de su familia
Y piense que un hombre por más rico que coja no es todo en la vida

Acuérdese que venimos de una raza de gente fuerte y hermosa
Pero que eso no nos quita lo hijos de la chingada
Y de eso también hay que estar orgullosos
Porque lo hijos de la chingada es lo que nos ayuda a sobrevivir
Nomas no hay que ser hijos de la chingada con la gente que como nosotros sufre y lucha
Sea hijo de la chingada con la gente que nos quiere chingar

You will love,
And love is the only thing that will bring you happiness
Beauty and health
Love pues y cuando le digan que no puede amar a otro hombre
Mándelos a la chingada y dígales con palabras de profeta: YOU WILL LOVE.
En París está doña Alda,   la esposa de don Roldán,
trescientas damas con ella   para la acompañar:
todas visten un vestido,   todas calzan un calzar,
todas comen a una mesa,   todas comían de un pan,
si no era doña Alda,   que era la mayoral;
las ciento hilaban oro,   las ciento tejen cendal,
las ciento tañen instrumentos   para doña Alda holgar.
Al son de los instrumentos   doña Alda dormido se ha;
ensoñado había un sueño,   un sueño de gran pesar.
Recordó despavorida   y con un pavor muy grande;
los gritos daba tan grandes   que se oían en la ciudad.
Allí hablaron sus doncellas,   bien oiréis lo que dirán:
-¿Qué es aquesto, mi señora?   ¿quién es el que os hizo mal?
-Un sueño soñé, doncellas,   que me ha dado gran pesar:
que me veía en un monte   en un desierto lugar:
do so los montes muy altos   un azor vide volar,
tras dél viene una aguililla   que lo ahínca muy mal.
El azor, con grande cuita,   metióse so mi brial,
el aguililla, con gran ira,   de allí lo iba a sacar;
con las uñas lo despluma,   con el pico lo deshace.
Allí habló su camarera,   bien oiréis lo que dirá:
-Aquese sueño, señora,   bien os lo entiendo soltar:
el azor es vuestro esposo   que viene de allén la mar,
el águila sedes vos,   con la cual ha de casar,
y aquel monte es la iglesia,   donde os han de velar.
-Si así es, mi camarera,   bien te lo entiendo pagar.
Otro día de mañana   cartas de fuera le traen:
tintas venían por dentro,   de fuera escritas con sangre,
que su Roldán era muerto   en caza de Roncesvalles.
Santiago Nov 2015
Hoja En Blanco
Monchy y Alexandra

Fue imposible sacar tu recuerdo de mi mente
Fue imposible olvidar que algun dia yo te quise
Tanto tiempo pasó desde el dia que te fuiste
Ahi yo supe que las despedidas son muy tristes
Nunca me imagine que un tren se llevara en su viaje
Aquellas ilusiones que de niños nos juramos
Todos tus sentimientos los guardaste en tu equipaje
Quiciste consolarme y me dijiste yo te amo
Desde entonces no supe que seria de tu vida
Desde entonces no supe si algun dia regresabas
Los amigos del pueblo preguntabas si volvias
Llorando di la espalda no les pude decir nada
Ayer que regresé a mi pueblo
Aguien me dijo que ya te casaste
Mirame y dime si ya me olvidaste
Me marcharé con los ojos aguados
Despues le pregunté a la luna
Me dio la espalda e intento ocultarse
Hasta la luna sabe que me amaste
Hasta la luna sabe que aun me amas
Y vuela vuela por otro rumbo
Ve y sueña sueña que el mundo es tuyo
Tu ya no puedes soñar conmigo
Aunque mis sueños se iran contigo
Es tan triste tener que decirte que me olvides
Otro amor ha llegado a mi vida y no te quiero
Es muy tarde no puedo negarte que me muero
Pero no callaran mis palabras pa' decirte
Que soñaré contigo siempre que cierre mis ojos
Que entonaré por ti mis cantos tristes noche a noche
Que lloraré sin ti cuando recuerde que estoy solo
Y al recordar que duermes en los brazos de otro hombre
Me pregunto si aun reflejas algo de mi vida
Si en tu memoria vive aquel amor de tantos años
Aquel hombre que siempre te ha querido desde niña
Que llora porque el amor de su vida se ha casado
Es triste ver que un tren se aleja
Y en el se va lo mejor de tu vida
Dime el motivo de tu despedida
¿Por que te fuiste dejando mil penas?
Un dia recibi tu carta
Quice leerla y era una hoja en blanco
Pues de tu vida nunca supe nada
Como preguntas que si aun te amo
d3x Jul 2014
-
el dolor siempre es necesario.
muchos estan cegados y no encuentran nunca un motivo o una razon por la cual el dolor se necesite...
pero al final de todo, lo necesitas.
el ser humano siempre va a carecer de muchas cosas, pero nunca de dolor.
con esto no quiero decir que la felicidad no se necesite, porque se necesita y mucho. pero ciertamente las cosas buenas y malas vienen de la mano.
toda felicidad va a llegar con algo malo y todo lo malo va a venir con algo bueno. pero en realidad, sin dolor no serias nadie.
imagina un mundo lleno de felicidad, un mundo donde todo sea perfecto...
no puedes imaginarlo, porque la perfeccion no es real. lo perfecto es una vision que creas con tus propios ojos. lo curioso es ¿por que el ser humano no crea una vision perfecta con el dolor? es obvio que nadie quisiera crear del dolor alguna vision de perfeccion ya que es eso, dolor. a veces duele demasiado a un punto que te deja ciego...pero al final del dia, nadie hace el intento de sacar lo perfecto de ahi. solo sacan tiempo para crear visiones perfectas acerca de cosas sin valor y sentido alguno. yo en mi caso, no saco lo perfecto del dolor. tan siquiera logro buscarle lo positivo a las cosas malas. pero si en este mundo hay alguien de la manera que estoy describiendo, realmente lo envidio. quisiera poder crear una vision perfecta de todo y cada uno de los dolores que he tenido en esta vida. yo por lo menos, no puedo. pero quien puede es dichoso y afortunado. quien puede, estoy segura que entiende a la perfeccion que el dolor es necesario. que necesitas dolor para crecer y continuar con la travesía mas larga y corta de todas, la vida.
esto es solo un punto de vista, algo que me paso por la mente. nada importante.
Albert Leon Jun 2013
Sacar lo que hay tan adentro de mi
es algo tan sencillo de decir
pero en veces tan difícil de conseguir
Por eso que hay en ti
y que siento que falta en mi
me es tan difícil decidir
La vida que quiero vivir
ya se quedó tan atrás de mi
y llegó el momento de seguir
aunque te quiero junto a mi
Todo eso que me fui sin decir
te lo vengo a escribir
porque las palabras fluyen en mi
y sé que hacen eco en ti
Entiendo bien que no quieras escuchar
pero llegó tu momento de aceptar
que amor como el mío no vas a encontrar
aunque gastes mil vidas en buscar.
Cuando el agua esperábamos ansiosos,
una nube de polvo cubrió el cielo.

Fue Inútil cerrar puertas y ventanas:
nos invadió los hondos aposentos,
cubrió maderas, apagó cristales,
cayó sobre mis libros y cuadernos,
fue crujido gris entre los dientes
y ceniza fugaz en los cabellos.
El limpio patio se llenó de tierra,
de hojas, de plumas, de papeles viejos,
cantaron el vuelo unas palomas
y se encrespó ruidoso el gallinero.
¡Qué lástima me dio la madreselva
zarandeada, rota, por el viento,
y mi sillón de voluptuosos mimbres
derribado de bruces en el suelo!
Pero brilló un relámpago de pronto,
estalló un largo trueno,
y veraniegas, numulares gotas
se abrieron paso por el sucio velo.
Y en seguida la lluvia
empezó a resonar sobre los techos.
Fue entonces un cerrar y abrir de puertas,
un respirar con los pulmones plenos,
un poner tinas bajo de los caños
que un chorro daban argentino y trémulo,
sacar las plantas de los corredores,
diosmas, jazmines, tímidos helechos,
y un gozo de cepillos y de escobas
guiando las aguas hacia el sumidero.
Igual cosa que hacían los de al lado,
y los de enfrente, y casi todo el pueblo.

Ahora todo es frescura y poderío,
el mármol brilla, el bronce echa reflejos,
los mosaicos parecen de oro puro,
el paraíso tiene un verde nuevo,
y en el umbral sentado de mi casa
miro sencillamente el universo.
la poesía
debe ser hecha por todos
y no por uno, dijo
esas cosas solamente las puede decir un francés
rengo

que nadie sabe que hizo en la comuna de parís
nadie sabe si se murió o no pudo
todos se acuerdan de cuando tocaba el piano
hasta altas horas del almita

molestando a los vecinos que después tenían que ir a trabajar
y se iban de la pensión mal dormidos
pensando en la madre del pianoeta o poenista
hablando pestes de ella cada vez que tropezaban con las piedras
o los fríos de las calles de parís

lo peor es que tenía un acorde en la cabeza
y no se lo podían sacar
se la pasaban fundiendo hierro soplando vidrio
y no se podían sacar el acorde del rengo

el rengo les había hecho un acorde en la cabeza
y por allí pasaban furias, mañanitas, agüeros
una vez a un ferroviario le paso un pajarito por ahí
el pajarito volaba al futuro con un papel que decía futuro en el pico

la cuestión es que los vecinos del rengo
tenían cara de piano en la mitad del atardecer
caían músicas de ellos o teclas de oro
donde empezaba el horizonte

una mujer bellísima cantaba
en la cabeza de los vecinos del rengo
que en realidad no era francés
más bien era uruguayo

solamente a un uruguayo se le puede ocurrir
que la poesía debe ser hecha por todos
      y no por uno
que es como decir que la tierra
es de todos y no solamente de uno

que el sol no es de uno
que el amor es de todos y de nadie
      como el aire
y la muerte es de todos
      y la vida
no tiene dueño conocido

vos no eras rengo
l'autréamont
lo que pasó es que dejaste Uruguay
se te cayó un pedazo que
toca el piano y no deja dormir
Mente de caballos de carnaval, mente inparable siempre soñando de deseos inalcansables. Mundo de fantasia, mundo perfecto lo que siempre yo he pensado que es correcto. No hay preocupasiones porque no hay tiempo para ellas es una accion sin existencia. Para mi esto es mi ser muy despejado de la realidad pero vivo de el, reacciono differente tal vez muy creativo es complicado vivir en dos mundos y que uno sea elusivo. No prefiero el ireal aunque nadie me crea, siempre estoy en el espacio sin nave y sin esfuerzo. Pero esta mente no es un juego es dificil vivir en dos mundos cuando solo uno de ellos es importante. Pero en este carnaval no hay tal cosa como el descanso. Intento lo mejor pero mi mente me llama me atrae de diferentes maneras con las cosas que trama. Soluciones para problemas de una manera poca visible, y possibilidades de gran interes en mi vida constante. Yo lo decidi ase mucho en sacar tiempo para los dos sin el mundo elusivo no existiria "yo".
No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.En otros siglos pudo ser pecado
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.Pues sepa quien lo niega, y quien lo duda,
que es lengua la verdad de Dios severo,
y la lengua de Dios nunca fue muda.Son la verdad y Dios, Dios verdadero,
ni eternidad divina los separa,
ni de los dos alguno fue primero.Si Dios a la verdad se adelantara,
siendo verdad, implicación hubiera
en ser, y en que verdad de ser dejara.La justicia de Dios es verdadera,
y la misericordia, y todo cuanto
es Dios, todo ha de ser verdad entera.Señor Excelentísimo, mi llanto
ya no consiente márgenes ni orillas:
inundación será la de mi canto.Ya sumergirse miro mis mejillas,
la vista por dos urnas derramada
sobre las aras de las dos Castillas.Yace aquella virtud desaliñada,
que fue, si rica menos, más temida,
en vanidad y en sueño sepultada.Y aquella libertad esclarecida,
que en donde supo hallar honrada muerte,
nunca quiso tener más larga vida.Y pródiga de l'alma, nación fuerte,
contaba, por afrentas de los años,
envejecer en brazos de la suerte.Del tiempo el ocio torpe, y los engaños
del paso de las horas y del día,
reputaban los nuestros por extraños.Nadie contaba cuánta edad vivía,
sino de qué manera: ni aun un'hora
lograba sin afán su valentía.La robusta virtud era señora,
y sola dominaba al pueblo rudo;
edad, si mal hablada, vencedora.El temor de la mano daba escudo
al corazón, que, en ella confiado,
todas las armas despreció desnudo.Multiplicó en escuadras un soldado
su honor precioso, su ánimo valiente,
de sola honesta obligación armado.Y debajo del cielo, aquella gente,
si no a más descansado, a más honroso
sueño entregó los ojos, no la mente.Hilaba la mujer para su esposo
la mortaja, primero que el vestido;
menos le vio galán que peligroso.Acompañaba el lado del marido
más veces en la hueste que en la cama;
sano le aventuró, vengóle herido.Todas matronas, y ninguna dama:
que nombres del halago cortesano
no admitió lo severo de su fama.Derramado y sonoro el Oceano
era divorcio de las rubias minas
que usurparon la paz del pecho humano.Ni los trujo costumbres peregrinas
el áspero dinero, ni el Oriente
compró la honestidad con piedras finas.Joya fue la virtud pura y ardiente;
gala el merecimiento y alabanza;
sólo se cudiciaba lo decente.No de la pluma dependió la lanza,
ni el cántabro con cajas y tinteros
hizo el campo heredad, sino matanza.Y España, con legítimos dineros,
no mendigando el crédito a Liguria,
más quiso los turbantes que los ceros.Menos fuera la pérdida y la injuria,
si se volvieran Muzas los asientos;
que esta usura es peor que aquella furia.Caducaban las aves en los vientos,
y expiraba decrépito el venado:
grande vejez duró en los elementos.Que el vientre entonces bien diciplinado
buscó satisfación, y no hartura,
y estaba la garganta sin pecado.Del mayor infanzón de aquella pura
república de grandes hombres, era
una vaca sustento y armadura.No había venido al gusto lisonjera
la pimienta arrugada, ni del clavo
la adulación fragrante forastera.Carnero y vaca fue principio y cabo,
Y con rojos pimientos, y ajos duros,
tan bien como el señor, comió el esclavo.Bebió la sed los arroyuelos puros;
de pués mostraron del carchesio a Baco
el camino los brindis mal seguros.El rostro macilento, el cuerpo flaco
eran recuerdo del trabajo honroso,
y honra y provecho andaban en un saco.Pudo sin miedo un español velloso
llamar a los tudescos bacchanales,
y al holandés, hereje y alevoso.Pudo acusar los celos desiguales
a la Italia; pero hoy, de muchos modos,
somos copias, si son originales.Las descendencias gastan muchos godos,
todos blasonan, nadie los imita:
y no son sucesores, sino apodos.Vino el betún precioso que vomita
la ballena, o la espuma de las olas,
que el vicio, no el olor, nos acredita.Y quedaron las huestes españolas
bien perfumadas, pero mal regidas,
y alhajas las que fueron pieles solas.Estaban las hazañas mal vestidas,
y aún no se hartaba de buriel y lana
la vanidad de fembras presumidas.A la seda pomposa siciliana,
que manchó ardiente múrice, el romano
y el oro hicieron áspera y tirana.Nunca al duro español supo el gusano
persuadir que vistiese su mortaja,
intercediendo el Can por el verano.Hoy desprecia el honor al que trabaja,
y entonces fue el trabajo ejecutoria,
y el vicio gradüó la gente baja.Pretende el alentado joven gloria
por dejar la vacada sin marido,
y de Ceres ofende la memoria.Un animal a la labor nacido,
y símbolo celoso a los mortales,
que a Jove fue disfraz, y fue vestido;que un tiempo endureció manos reales,
y detrás de él los cónsules gimieron,
y rumia luz en campos celestiales,¿por cuál enemistad se persuadieron
a que su apocamiento fuese hazaña,
y a las mieses tan grande ofensa hicieron?¡Qué cosa es ver un infanzón de España
abreviado en la silla a la jineta,
y gastar un caballo en una caña!Que la niñez al gallo le acometa
con semejante munición apruebo;
mas no la edad madura y la perfeta.Ejercite sus fuerzas el mancebo
en frentes de escuadrones; no en la frente
del útil bruto l'asta del acebo.El trompeta le llame diligente,
dando fuerza de ley el viento vano,
y al son esté el ejército obediente.¡Con cuánta majestad llena la mano
la pica, y el mosquete carga el hombro,
del que se atreve a ser buen castellano!Con asco, entre las otras gentes, nombro
al que de su persona, sin decoro,
más quiere nota dar, que dar asombro.Jineta y cañas son contagio moro;
restitúyanse justas y torneos,
y hagan paces las capas con el toro.Pasadnos vos de juegos a trofeos,
que sólo grande rey y buen privado
pueden ejecutar estos deseos.Vos, que hacéis repetir siglo pasado,
con desembarazarnos las personas
y sacar a los miembros de cuidado;vos distes libertad con las valonas,
para que sean corteses las cabezas,
desnudando el enfado a las coronas.Y pues vos enmendastes las cortezas,
dad a la mejor parte medicina:
vuélvanse los tablados fortalezas.Que la cortés estrella, que os inclina
a privar sin intento y sin venganza,
milagro que a la invidia desatina,tiene por sola bienaventuranza
el reconocimiento temeroso,
no presumida y ciega confianza.Y si os dio el ascendiente generoso
escudos, de armas y blasones llenos,
y por timbre el martirio glorïoso,mejores sean por vos los que eran buenos
Guzmanes, y la cumbre desdeñosa
os muestre, a su pesar, campos serenos.Lograd, señor, edad tan venturosa;
y cuando nuestras fuerzas examina
persecución unida y belicosa,la militar valiente disciplina
tenga más platicantes que la plaza:
descansen tela falsa y tela fina.Suceda a la marlota la coraza,
y si el Corpus con danzas no los pide,
velillos y oropel no hagan baza.El que en treinta lacayos los divide,
hace suerte en el toro, y con un dedo
la hace en él la vara que los mide.Mandadlo así, que aseguraros puedo
que habéis de restaurar más que Pelayo;
pues valdrá por ejércitos el miedo,
y os verá el cielo administrar su rayo.
Nat G Asúnsolo Sep 2015
Finalmente comprendí,
Yo no había hecho nada malo
Todo fue cuando me sorprendí
Al encontrarte otra chica a tu lado.

Dulces sueños, somos muy parecidos
Yo estuve a tu lado, completamente opuestos
Ya limpia tu conciencia, yo lo entiendo
Ya no necesitas huir, pero yo no soy así.

Hablar temblando pero sacar tus pensamientos, si los dejas adentro, se pudren en lo interno.
De ahí tu necesidad de alguien, pues esa chica también la dejaste y ya tienes a otra.
Seríamos completamente iguales de no ser por una enorme diferencia: mi felicidad está en mi interior, tu felicidad la buscas en el exterior, pasándola entre hombros y clavículas.
SonLy Sep 2018
Sólo quiero que ya sean las tres de la mañana
Es lo que estoy pensando y más ansío
En días como estos cuando me siento vacío
Tengo tantos pensamientos que me matan

Sólo quiero que ya sean las tres de la mañana
Porque así todo estará en silencio
No quiero responder preguntas
Sólo quiero ahogarme en la calma

Sólo quiero que ya sean las tres de la mañana
Porque así sólo oiré mi propia voz
Porque en medio de una canción
Encontraré las palabras que tanto me faltan

Sólo quiero que ya sean las tres de la mañana
Porque ya no me queda privacidad
Estoy harto de compartir mi lugar
Siento que quiero golpear hasta no sentir nada

Sólo quiero que ya sean las tres de la mañana
Porque por el día mis ojos se secan
Mi voz calla y la felicidad me deja
Veo los días vacíos, ya no siento mi alma

Sólo quiero que ya sean las tres de la mañana
Concentrarme en mi pena y desahogarla
Es difícil sostener el nudo en mi garganta
Estoy lleno de odio y lágrimas

Ya me estoy olvidando de quién soy
Pero a las tres de la mañana se abre mi corazón
Entonces me encuentro de nuevo
Al menos por un breve momento

Siento que valgo algo
Siento que ya no tengo que callarlo
Siento que la angustia puede fluir e irse
Comienzo a ver que ya serán las cuatro
Y aunque mi voz no haya sonado
Pude sacar este dolor
Pude lavar mi corazón
Y sentirme vivo y con fuerzas
Por eso es que quiero que sean
Las tres de la mañana en mi pieza

Ya sólo faltan tres horas
Sólo debo esperar eso
Para ya no hacer esfuerzo
Y dejar que este sollozo
Se fugue en silencio
Mientras contemplo mi techo
Vestido de ***** para acompañarme
En este luto de sentimientos
De los cuales quiero alejarme
Sólo quiero que ya sean las jodidas tres de la mañana, maldición...
Estando yo en la mi choza   pintando la mi cayada,
las cabrillas altas iban   y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas,   no paran en la majada.
Vide venir siete lobos   por una oscura cañada.
Venían echando suertes   cuál entrará a la majada;
le tocó a una loba vieja,   patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos   como ***** de navaja.
Dio tres vueltas al redil   y no pudo sacar nada;
a la otra  vuelta que dio,   sacó la borrega blanca,
hija de la oveja churra,   nieta de la orejisana,
la que tenían mis amos   para el domingo de Pascua.
-¡Aquí, mis siete cachorros,   aquí, perra trujillana,
aquí, perro el de los hierros,   a correr la loba parda!
Si me cobráis la borrega,   cenaréis leche y hogaza;
y si no me la cobráis,   cenaréis de mi cayada.
Los perros tras de la loba   las uñas se esmigajaban;
siete leguas la corrieron   por unas sierras muy agrias.
Al subir un cotarrito   la loba ya va cansada:
-Tomad, perros, la borrega,   sana y buena como estaba.
-No queremos la borrega,   de tu boca alobadada,
que queremos tu pelleja   pa' el pastor una zamarra;
el rabo para correas,   para atacarse las bragas;
de la cabeza un zurrón,   para meter las cucharas;
las tripas para vihuelas   para que bailen las damas.
Natalia Rivera Jul 2014
Gracias por brindarme esa brisa que me dio todas las respuestas en mis momentos de incertidumbre, por sacar a flote mi lado risueño cuando estoy junto a la inmensidad del mar.
Gracias por bañarme en tu sabiduría al llover & cuando cae la noche cubrirme con tu manto de miel.
Gracias te doy por  llevarme lejos & desplomarme en un bosque profundo lleno de libros, por morir varias veces & reverdecer en mi con todo tu encanto.
Gracias te doy por darme el conocimiento & el “don” de amar a cada ser viviente que yace en este lugar.
Puede que mi poema no rime pero está claro que te doy las gracias a ti, madre. Madre de todos & de todo, madre que todo lo puede. Mi madre.
Se baño en lagrimas
La mujer que marco en mi
Los demonios que cargo.
La primera, ella fue,
La que no he podido sacar
De aquella tarde de octubre.
Cuando el odio contamino mi sangre
Expulsando fuego en unos textos
Palabras de las que quizas me arrepiento
Pero dolor el que me ahorre...
Soledad con la que tropecé...
Humo y hojas de árbol
la fogata lejana
desde la ventana
el paisaje morado
con el sol casi oculto.

No te dejare caer
esas son palabras
de mucho querer.

Cuando has quedado partido en tres
te construyes poco a poco
vas dejando tus partes en el camino
vas perdiendo un poco de esencia.

Y ahí es cuando te autodestruyes
por no sacar la espina de un amor
que no valía la pena
te has escondido
de tu vergüenza
que dejaste de
hacer y de querer

No te dejes caer
No es bonito estar abajo
No te dejes caer
nadie te va recoger
No te dejes caer
y si la caída libre es inevitable
mantente viendo al cielo
pero no te dejes en aquel frio suelo
aprende y vuelve a nacer
Ahí es cuadno entendí que por mas que te quiera, y tu nunca digas nada y te alejes sin alejarte, lo que realmente importa es vivir para mi, ya no eres mas el ancla la espina en mis entrañas
Le conocí hace ya tiempo;
Déjame que recuerde. Si la memoria falla
A mi edad, cuando trata de imaginarse algo
Que en años mozos fuimos, aún más cuando persigue
La figura del hombre sólo visto un momento.

Nunca pensé que alguien viniera a preguntarme
Por tal persona, sin familiar, amigo,
Posición o fortuna; viviendo oscuramente,
Con los gestos diarios de cualquiera
A quien ya nadie nombra tras de muerto.

Que de espejo nos sirva
El prójimo, y nuestra propia imagen
Observemos en él, mas no la suya,
Ocurre a veces. Quien interroga a otros
Por un desconocido, debe contentarse
Con lo que halla, aun cuando sea huella
Ajena superpuesta a la que busca.

Era de edad mediana
Al conocerlo yo, enseñando,
No sé, idioma o metafísica, en puesto subalterno,
Como extraño que ha de ganar la vida
Por malas circunstancias y carece de apoyo.

A esta ciudad había venido
Desde el norte, donde antes estuvo
En circunstancias aún peores; ya conoce
Aquella gente practica y tacaña, que buscando
Va por la vida sólo rendimiento,
y poco rendimiento de tal hombre traslucía.

Aquí se hallaba a gusto, en lo posible
Para quien no parecía a gusto en. parte alguna,
Aun cuando, ido, no quisiera
Regresar, ni a varios conocidos
Locales recordó. Así trataba acaso
Que lo pasado fuera pasado realmente
y comenzar en limpio nueva etapa.

No le vi mucho, rehusando,
A lo que entiendo, el trato y compañía,
Acaso huraño y receloso en algo
Para mí indiferente. Poco hablaba,
Aunque en rara ocasión hablaba todo
Lo callado hasta entonces, altero, abrupto,
Y pareciendo luego avergonzado.

Pero seamos francos: yo no le quería
Bien, y un día, conversando
Temas insustanciales, el tiempo, los deportes,
La política, sentí temor extraño
Que en burla, no hacia mí, sino a los hombres todos
En mí representados, fuera a sacar la lengua.

Lo que pensó, amó, odió, le dejó
indiferente,
Ignoro; como lo ignoro igual hasta de otros
Que conocí mejor. Nuestro vivir, de muchedumbre
A solas con un dios, un demonio o una nada,
Supongo que era el suyo también. ¿Por qué no habría de serIo?

Su pensamiento hoy puede leerse
Tras la obra, y ella sabrá decirle
Más que yo. Aunque supongo
Tales escritos sin valor alguno,
y aquí ninguno se cuidaba de su autor o ellos.

Esta fama postrera no la mueve,
En mozos tan despiertos, amor de hacer justicia,
Sino' gusto de hallar razón contra nosotros
Los viejos, el estorbo palmario en el camino,
Al cual no basta el apartar, mas el desprecio
Debe añadirse. Pues, ¿acaso,
Vive desconocido el poeta futuro?

Sabemos que un poeta es otra cosa;
La chispa que le anima pronto prende
En quienes junto a él cruzan la vida,
Sus versos aceptados tal moneda corriente.
Lope fue siempre el listo Lope, vivo o muerto.

Tan ****** como quiera será el vulgo,
Pero la voz del vulgo es voz divina,
Por estos tiempos nuestros a lo menos;
y el vulgo era ignorante de ese hombre
Mientras viviera, en signo
Que siempre ignorará su póstuma excelencia.

La sociedad es justa, a todos trata
Como merecen; si hay exceso
Primero, con idéntico exceso retrocede,
Recobrando nivel. Piense de alguno,
Festejado tal dios por muchedumbres,
Por esas muchedumbres tal animal colgado.
Bien que ello nos repugne, justicia pura y simple.

Mas eso no se aplica a nuestro hombre.
¿Acaso hubo exceso en el olvido
Que vivió día a día? Hecho a medida
Del propio ser oscuro, exacto era; y a la muerte
Se lleva aquello que tomamos
De la vida, o lo que ella nos da: olvido
Acá, y olvido allá para él. Es lo mismo.
Con cartas sus mensajeros   el rey al Carpio envió:
Bernardo, como es discreto,   de traición se receló:
las cartas echó en el suelo   y al mensajero habló:
-Mensajero eres, amigo,   no mereces culpa, no,
mas al rey que acá te envía   dígasle tú esta razón:
que no le estimo yo a él   ni aun a cuantos con él son;
mas por ver lo que me quiere   todavía allá iré yo.
Y mandó juntar los suyos,   de esta suerte les habló:
-Cuatrocientos sois, los míos,   los que comedes mi pan:
los ciento irán al Carpio   para el Carpio guardar,
los ciento por los caminos,   que a nadie dejen pasar;
doscientos iréis conmigo   para con el rey hablar;
si mala me la dijere,   peor se la he de tornar.
Por sus jornadas contadas   a la corte fue a llegar:
-Dios os mantenga, buen rey,   y a cuantos con vos están.
-Mal vengades vos, Bernardo,   traidor, hijo de mal padre,
dite yo el Carpio en tenencia,   tú tómaslo en heredad.
-Mentides, el rey, mentides,   que no dices la verdad,
que si yo fuese traidor,   a vos os cabría en parte;
acordáseos debía   de aquella del Encinal,
cuando gentes extranjeras   allí os trataron tan mal,
que os mataron el caballo   y aun a vos querían matar;
Bernardo, como traidor,   de entre ellos os fue a sacar.
Allí me diste el Carpio   de juro y de heredad,
prometísteme a mi padre,   no me guardaste verdad.
-Prendedlo, mis caballeros,   que igualado se me ha.
-Aquí, aquí los mis doscientos,   los que comedes mi pan,
que hoy era venido el día   que honra habemos de ganar.
El rey, de que aquesto viera,   de esta suerte fue a hablar:
-¿Qué ha sido aquesto, Bernardo;   que así enojado te has?
¿Lo que hombre dice de burla   de veras vas a tomar?
Yo te dó el Carpio, Bernardo,   de juro y de heredad.
-Aquestas burlas, el rey   no son burlas de burlar;
llamásteme de traidor,   traidor, hijo de mal padre:
el Carpio yo no lo quiero,   bien lo podéis vos guardar,
que cuando yo lo quisiere,   muy bien lo sabré ganar.
Volando del vértice
del mal y del bien,
es independiente
la saltapared.
Y su principado,
la ermita que fue
granero después.
Sobre los tableros
de la ruina fiel,
la saltapared
juega su ajedrez,
sin tumbar la reina,
sin tumbar al rey...
Ave matemática,
nivelada es
como una ruleta
que baja y que sube
feliz, a cordel.
Su voz vergonzante
llora la doblez
con que el mercader
se llevó al canario
y al gorrión también
a la plaza pública,
a sacar la suerte
del señor burgués.
Del tejado bebe
agua olvidadiza
de los aguaceros,
porque transparente
su cuerpo albañil
gratuito nivel.
Y al ángel que quiere
reconstruir la ermita
del eterno Rey,
sirve de plomada
la saltapared.
¿Pa qué existe el zángano?  Un solo propósito tiene este bicho.....dejar preñada a la reina...hecho y dicho.

Este se hace el huevon...es decir, no hace nada del labor que sostenga a la colonia.  Perdón,
pero este zumbon por ser el único macho se sale con la suya pero todo se paga y por ser un inútil tragón:

Poco después de su única relación amorosa, sufre el zángano una muerte asombrosa...pues la abeja reina lo destripa mientras goza.

Así fuera el caso con la mayoría de los hombres, cuchachos, y cuchos bien machos que no saben nada sino sacar más muchachos.
Somos zánganos los hombres pero no todos
sin prisión/ ni reglamento aprendido/
vaga mi alma/echa más chispas que/
tía adelaida cuando hacía sus negocios con dios/
le daba unciones y subidos silencios
a cambio de la salvación de tío luis/
tía adelaida tenía polleras muy afligidas
con la soledad de sábanas de ella/
se podía hacer un montón de lunas
pero la tía/vivía preocupada por lo que iba a venir

temía que al entregar su alma a la huesuda
ya no iba a ver al tío/oloroso/
como humo que sale del incienso
o así lo recordaba ella
en sus polleras jóvenes/y sábanas
donde los dos en amor y delicada sustancia/
ayuntaron el cuerpo haciendo otro país/
bello/con animales que les pacían el vientre
la yerba de dulzura que les crecía en el vientre
después del amor y antes del amor
su presente estaba lleno de gracia

con una cara miraba las dichas del pasado
con la otra esperaba dichoso el porvenir
tía adelaida me recuerda al coronel Santos López
que peleó con Sandino
fue derrotado/sobrevivió/
pasó treinta años limpiando su fusil
con los trapitos de la memoria
y lo volvió a sacar cuando vino
Carlos/Fonseca/Amador/
el que no usó su nombre en vano
cuando vinieron Tomás Borge, Silvio Mayorga,
el Kuge, Germán Pomares, los del Frente/

y se vio al compañero Santos López en medio del combate
silbando delgadamente como dos que se encuentran por fin
porque cada cual lleva en su vaso el agua que ha de beber
pero en el vaso del compañero Santos López cabía un mar
y después otro mar y un amor y otro amor después
y un alma y otra alma y una eternidad
y otra/otras/y él supo como la eternidad de la espera
se convierte en la espera de la victoria
que ni siquiera la victoria es eterna
que lo único eterno era tía Adelaida

ella llevaba sus negocios con dios/como un carbón encendido
se levantaba a las cinco/avivaba las brasas
ponía a hervir su corazón y así/
empezaba el día/cada día
William Nov 2017
Escarbas tu frente
para sacar ese recuerdo
incurable de tu mente,
la sangre cae y ensucia
el tapete, quemándolo.
Hoy, como nunca, me enamoras y me entristeces;
si queda en mí una lágrima, yo la excito a que lave
nuestras dos lobregueces.
Hoy, como nunca, urge que tu paz me presida;
pero ya tu garganta sólo es una sufrida
blancura, que se asfixia bajo toses y toses,
y toda tú una epístola de rasgos moribundos
colmada de dramáticos adioses.
Hoy, como nunca, es venerable tu esencia
y quebradizo el vaso de tu cuerpo,
y sólo puedes darme la exquisita dolencia
de un reloj de agonías, cuyo tic-tac nos marca
el minuto de hielo en que los pies que amamos
han de pisar el hielo de la fúnebre barca.
Yo estoy en la ribera y te miro embarcarte:
huyes por el río sordo, y en mi alma destilas
el clima de esas tardes de ventisca y de polvo
en las que doblan solas las esquilas.
Mi espíritu es un paño de ánimas, un paño
de ánimas de iglesia siempre menesterosa;
es un paño de ánimas goteando de cera,
hollado y roto por la grey astrosa.
No soy más que una nave de parroquia en penuria,
nave en que se celebran eternos funerales,
porque una lluvia terca no permite
sacar el ataúd a las calles rurales.
Fuera de mí, la lluvia; dentro de mí, el clamor
cavernoso y creciente de un salmista;
mi conciencia, mojada por el hisopo, es un
ciprés que en una huerta conventual se contrista.
Ya mi lluvia es diluvio, y no miraré el rayo
del sol sobre mi arca, porque ha de quedar roto
mi corazón la noche cuadragésima;
no guardaba mis pupilas ni un matiz remoto
de la lumbre solar que tostó mis espigas;
mi vida sólo es una prolongación de exequias
bajo las cataratas enemigas.
En el agua la estrella se refleja
Como una lentejuela de oro vivo,
O un lunar imprevisto en el motivo
Gris y redondo de la charca añeja.

Admiradas, absortas en la duda
De qué será lo que en el pozo brilla,
Las ranas están quietas a la orilla
En una adoración paciente y muda.

Y el pastor loco que con astros sueña
Hunde en el agua la imprudente mano.
Quiere sacar la estrella del pantano
Y en la imposible salvación se empeña.

¡Cloc, cloc!-gimen las ranas desoladas.
Roto el reflejo, desgarrado el astro,
Ya no queda en la charca sino un rastro
De hebras de luz sutiles y doradas.

Y yo, que asisto a la lección y llevo
En mi charca interior la dulce estrella
De una ilusión que se retrata en ella,
A ansiar la realidad ya no me atrevo.

Y como hipnotizada por el loco
Afán de no ver roto mi tesoro,
Hago guardia tenaz al astro de oro,
Lo miro fijo, pero no lo toco.
aquí/palabra que fue perro
por la caballa que decía/
ya no hay nada que hacer/
está la luz/que tanta sombra hizo/

¿por eso dolés tanto/
belleza?/¿me pegás
como si fuera tu hermanito?/
¿boca de tu arrabal?/

¿qué sos?/¿quién sos?/¿decime un poco?/
ya no serás de aquí cuando nos fuimos/
ni me dejás sacar la mano
del fuego de no ser/
Dice octavio que en latinoamérica
los intelectuales somos la catástrofe
entre otras cosas porque defendemos
las revoluciones que a él no le gustan

somos la catástrofe asimismo
porque hemos sido derrotados
pero ¿no es raro que octavio ignore
que la verdad no siempre está
del lado de los victoriosos?

de cualquier manera
ya que con la derrota aprendimos la vida
exprimamos la memoria como un limón
quedémonos sin ángeles ni demonios
solos como la luna en el crepúsculo

desde paco pizarro y hernán cortés
hasta los ávidos de hogaño
nos han acostumbrado a la derrota
pero de la flaqueza habrá que sacar fuerzas
a fin de no humillarnos / no humillarnos
más de lo que permite el evangelio
que ya es bastante

para bien o para mal no es imposible
que los veteranos del naufragio
sobrevivamos como tantas veces
y como tantas veces empecemos
desde cero o desde menos cuatro

es casi una rutina

los derrotados mantenemos la victoria
como utopía más o menos practicable
pero una victoria que no pierda el turno
de la huesuda escuálida conciencia

los vencidos concebimos el milagro
como quimera de ocasión
pero siempre y cuando sea un milagro
que no nos cubra de vergüenza histórica
o simplemente de vergüenza
Leydis Aug 2017
¿Dime por que llevarte a mi ángel?
¿Acaso no se necesitan más ángeles en la tierra?
Aaaaayyyyyyy, como arde mi vientre,
cuanto dolor yace en mi alma,
Se ha postrado en mi matriz el infértil desierto.

¿Cómo me pides que trabaje la nariz para respirar?
¿Para qué respiro? ¡sí mi niñ@ no lo hace ya!

¿Cómo me pides fortaleza?
¡acaso no tienen piedad!
no entienden que mi niñ@ que ha fallecido
……………………………………………déjenme llorar.

No me pidan fuerzas,
¿de dónde las poder sacar?
si ya no me quedan cenas,
si ya él/ella, no me llamara ¡mamá!
Si no dejare de preocuparme,
si temprano no ha de llegar.
Si ya en mi cama no se subirá,
buscando refugio porque le temía,
a la noche y a la oscuridad.
¿Dónde está esa sonrisa, que me daba fuerzas para luchar?
¿Dónde está la misericordia?
Diiiiooooossssss ¡Ya no puedo más!

¿Cómo me piden fortaleza?
si mi niñ@, mi ángel en la tierra ya no morara,
¿cómo piden que me enfoque en sustento?
si mi alma en ayuna esta.
No me pidan que duerma,
a mi niño lo tengo que velar,
si, él/ella-ya no está en la tierra,
y por su alma tengo orar.

No me pidan nada, déjenme llorar.
El vacío que siento, no lo puedo explicar.
No me hagan preguntas,
No me pidan nada,
solo abrácenme y déjenme llorar.

LeydisProse
8/7/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/
Iii
Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias.
Extraño la callecita donde mataron a mi perro, y yo lloré
junto a su muerte, y estoy pegado al empedrado con sangre donde mi
perro se murió, existo todavía a partir de eso, existo de
eso, soy eso, a nadie pediré permiso para tener nostalgia de eso.

¿Acaso soy otra cosa? Vinieron dictaduras militares, gobiernos
civiles y nuevas dictaduras militares, me quitaron los libros, el pan,
el hijo, desesperaron a mi madre, me echaron del país,
asesinaron a mis hermanitos, a mis compañeros los torturaron,
deshicieron, los rompieron. Ninguno me sacó de la calle donde
estoy llorando al lado de mi perro. ¿Qué dictadura
militar podría hacerlo? ¿Y qué militar hijo de
puta me sacará del gran amor de esos crepúsculos de mayo,
donde la ave del ser se balancea ante la noche?

No era perfecto mi país antes del golpe militar. Pero era mi
estar, las veces que temblé contra los muros del amor, las veces
que fui niño, perro, hombre, las veces que quise, me quisieron.
Ningún general le va a sacar nada de eso al país, a la
derrita que regué con amor, poco o mucho, tierra que
extraño y que me extraña, tierra que nada militar
podrá enturbiarme o enturbiar.

Es justo que la extrañe. Porque siempre nos quisimos así:
ella pidiendo más de mí, yo de ella, dolidos ambos del
dolor que el uno al otro hacía, y fuertes del amor que nos
tenemos.

Te amo, patria y me amas. En ese amor quemamos imperfecciones, vidas.
Leydis Oct 2017
A veces tienes que desplomarte
A veces tiene el cuerpo que desmoronarse,
a veces tienes que ser invisible,
desaparecerte, esconderte, retirarte.

A veces la única manera de recuperarte,
es en la invisibilidad…ya que da espacio
para contigo encontrarte.

Es en el proceso de desechar la piel inerte,
la que está muerta,
la que para nada te sirve
y
sacar otra que a tu alma alimente.

Es duro el proceso,
cuando no hay aves surcando el cielo,
cuando tu brillo parece más aserrín que un bello reflejo.
cuando de tanto llorar tu centro se ahueca.

Si, duele caminar con una sola pierna,
duele anclarte en puerto inciertos,
duele no saber cuál rostro refleja el espejo,
duele saber que a veces todo es un espejismo,
mas nada dura por siempre
tanto el cielo como el infierno,
tuvieron fecha de estreno.

Puede ser solitario vivir sin ensueños,
sin quimeras,
sin hogueras que colmen tu interino fuego.
Sí, todo eso es cierto,
pero es ahí, donde aprendes, que tu dominas tu cuerpo.
Solo tú, tienes control de cuan feliz te sientes,
estés sola, acompañada o solamente ardiendo en fuego.

Nada ni nadie puede encontrar sus sueños,
solo tú sabes, su escondite secreto.
Nada ni nadie puede hacer la fusión
de que tu corazón encuentre sus pulsos,
solo tu controlas el ritmo y al paso que debe seguirte.

Nada ni nadie puede amarte con pureza,
cuando tú misma ¡maltratas tu existencia!
Permitiendo asaltos a tu persona,
y falta de respeto en tu presencia.

Solamente tú puedes entregarte,
amarte con intención
con destino y fortaleza!!!

LeydisProse
10/11/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/
Jr Dec 2019
Mandíbulas caídas
andar en descenso al centro de la tierra misma,
calor, frío, llanto y sangre
perros en llamas mordiendo cuerpos

caras familiares en estado de deformidad, volviendo a los  músculos y huesos mismos

la muerte, el odio, la vida, el amor, los viajes, los recuerdos

años en instantes y en desorden total

caos


un sin fin de sinfonías desafinadas que no puedo sacar de mi mente

rebeldía total de todo lo que me rodeaba

colores bonitos y recuerdos feos

presión de avanzar sin rumbo certero, un infierno dentro de mi mente proyectándose al mundo exterior
exterior

impacto, golpe, sangre.

paranoia pura
muerte


                                              y vida
22 octubre 2018
Jr Sep 2017
Todos espinas
del mismo tallo
marchito,
pisoteado,
seco y viejo.

Rosa, encima,
intenta florecer,
sacar jugo a los nutrientes
pero las orugas agujerean sus pétalos.

Se está cansando.
En fin, esto no es justo. Soy siempre muy sensible.
Cuando daño me causas y mi orgullo has herido
Quiero el mal devolverte. Pero eso no es posible.
Más que tú siempre sufro; siempre más he sufrido.

Los enojos de días soportar has sabido,
Silencios obstinados y hasta miradas duras.
Amable sé conmigo. Todas mis amarguras,
Oh amada de mi vida, siempre grandes han sido.

Mas soy loco, muy loco. No me prestes oído.
Verdades peligrosas te he dicho tontamente.
Ya mi oculta franqueza te revelé imprudente,
Y de ella, en contra mía, sabrás sacar partido.
¿oíste/corazón?/nos vamos
con la derrota a otra parte/
con este animal a otra parte/
los muertos a otra parte/

que no hagan ruido/callados como están/ni
se oiga el silencio de sus huesos/
sus huesos son animalitos de ojos azules/
se sientan mansos a la mesa/

rozan dolores sin querer/
no dicen una sola palabra de sus balazos/
tienen una estrella de oro y una luna en la boca/
aparecen en la boca de los que amaron/

pasan noticias de sus sueños/
arrastran sus lágrimas con un pañuelito detrás
como barriendo el padecer/
como no queriendo mojarlo/
para que el padecer estalle y arda y haga asiento donde sentarse a
pensar otra vez/

nos vamos/corazón/a otra parte/
hace mal que no podás sacar los pies de la tristeza/
aunque es tristeza que besa la mano que empuñó el fusil y
triunfó/
y tiene corazón y guarda en su corazón una mujer y un
hombre
pasando como tigres por el cielo del sur/

una mujer y un hombre como tires enjaulados en la memoria del sur/
besando hijitos que nunca más van a crecer/
compañeros que nunca más van a crecer y ahora cosen
la tierra al aire/cosen

tu corazón/corazón/sus animales/
una mujer y un hombre
caminando por el cielo del tigre
como tigre que canta/

vámonos con esta perra a otra parte/
no tenemos derecho a molestar/
nuestro solo derecho es empezar otra vez
bajo la luz del sol sereno/

los límites del cielo cambiaron/
ahora están llenos de cuerpos que se abrazan
y dan abrigo y consolación y tristeza
con una estrella de oro y una luna en la boca/

con un animal en la boca mirando el centellear
de los compañeritos que sembraron corazón
y levantan su corazón ardiente
como un pueblo de besos/
es muy común que un buitre me trabaje las entrañas no devorándolas sino más bien amándolas o como desgarrándolas para sacar a luz mis rostros últimos y  míralos me dice mira lo que te comes animal me dice el bello buitre
starlaxs Oct 2020
pez
se movia en mi, piel escamosa
y lo vomite junto con la merienda
pero jamas me deshice de el
nada en mi cada tanto
trato de pescarlo con los dedos
pero solo logro sacar ese tapon
y vomitar todo de vuelta
esta hecho de mi ese pez
quizas sea mi alma
vista al reves
como sacarmelo de encima?
vomitarlo y ver
al sol todos sus colores
Jorge Rangel Mar 2022
Siento ganas de llorar
y lo estoy haciendo.
Hoy me encuentro herido!
No me preguntes porque,
No te diré mi motivó.
Pero si  oyes mis suspiros,
ellos claramente te dirán
lo que no he podido.
 
Si me ves llorando; Déjame!
Quiero sacar lo que siento.
Pronto me veras reír.
Yo voy a vivir contento.
No me preguntes porque lloró.
Nunca lo diré en palabras.
Pero si sabes leer,
la razón; en mis lágrimas cuento.

— The End —