Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Podés querer el alba
cuando quieras
he conservado intacto
tu paisaje
podés querer el alba
cuando ames
venir a reclamarte
como eras

aunque ya no seas vos
aunque mi amor te espere
quemándose en tu azar
y tu sueño sea eso
y mucho más

esta noche otra noche
aquí estarás
y cuando gima el tiempo
giratorio
en esta paz ahora
dirás
quiero esta paz

ahora podés venir a reclamarte
penetrar en tu noche
de alegre angustia
reconocer tu tibio
corazón sin excusas
los cuadros
las paredes
saberte aquí

he conservado intacto
tu paisaje
pero no sé hasta dónde
está intacto sin vos
podés querer el alba
cuando quieras
venir a reclamarte
como eras
aunque el pasado sea
despiadado
y hostil

aunque contigo traigas
dolor y otros milagros
aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí.
trestrece May 2014
Celos de saberte lejos, de no tenerte, de no poder pedirte nada.
Celos de todo aquello que se queda en mi lengua,
de todo lo que no puedo decirte.
Celos de la geografía, de la altura, de la tes de tu piel.
Celos de esos ojos que todo lo viven y todo lo ven.
¿Dónde quedo cuando no admito que te miro?
Cuando escucho tu voz y sé que no me pertenece.
¿Dónde quedo si me escondo para sonreírte?
Si en camas y cubos bailamos en secreto
y los cigarros se agotan en el calor de la función.
¿Dónde queda el corazón si lo entrego a la cercanía
a lo fácil, a la melancolía?
Celos de la bocina que besa tu boca
mientras escucho la lejanía de tu voz
en el eco de una mañana distante.
Envidia de los lentes que abrazan tu rostro,
de la ropa que cubre tu torso.
¿Por qué no puedo ser esos brazos?
¿Por qué no puedo ser esa tela?
Celos por perderte, porque no te tengo.
El miedo a tu fluir porque eres libre
porque eres hombre, porque eres viento.
...Eres tan misteriosa como la voz del viento
Eres tan atrayente como un abismo ¡Abismo
lleno de rosas frescas! ...Eres, como el contento,
expresiva y voluble. Ama el romanticismo

tu alma, le dispensa igual recibimiento
a la blanca ilusión que al ***** sensualismo.
Eres tan turbadora como un presentimiento,
y cruel y a la paz piadosa, tal como un espejismo.

Por esas vaguedades que en tu ser adivino,
por saberte dudosa, por saberte imprecisa,
y porque nada esperas de Dios ni del destino.

Yo amo tu alma, sutil como un jirón de brisa,
y tu cuerpo estatuario, que son la ostia y el vino
con que consagro a Venus esta erótica misa.
Fa Be O Dec 2013
Cuando respiras y mi cabeza recostada
Sube y baja y escucho el aire escapar tus pulmones,
Que son míos también,
Me tiembla el corazón,
Que es tuyo también,
De ese sentimiento de saberte mío,
De saberme tuya y de sabernos juntos, siempre.

Cuando sin pensarlo acostados
Cabe la silueta de mi rostro,
Las curvas de mi frente y mi nariz, mis labios,
Contra la curva de tu cuello,
Para qué caiga mi boca justo ahí,
Donde te gustan más los besos, y te hago suspirar,
Me sonrió al pensar que te se cuidar.
12/7/13
Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a aherrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tú detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mí.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ésa,
yo no soy ése, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora
vengo un poco a ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.Puedes querer el alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu dueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.
Habrá para vivir cualquier huida
y el momento de la espuma y el sol
que aquí permanecieron.
Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí.
La Señora Silenciosa,
La Veterana Infalible.
La Muerte, cosa terrible,
La Muerte... ¡tremenda cosa!
Qué fuerza tan misteriosa,
implacable, traicionera:
Llegas al que no te espera,
huyes del que te reclama,
ríes del pobre que clama:
¡Muerte, si otra muerte hubiera...!
Quisiera librar al mundo
de tu macabra misión.
Quisiera darte prisión
en un abismo profundo.
Quisiera, por un segundo,
contemplarte cara a cara
y que el Cosmos me dotara
de indestructible poder
conjugando un verbo Ser
que de ti me libertara.
Muerte, yo te desafío,
tu presencia no me extraña,
me burlo de tu guadaña
y de tus huesos me río.
Muerte, no le temo al frío
Que los corazones para.
Muerte, si otra te matara,
al saberte ya destruida,
con la prenda más querida
a esa Muerte pagara.
Muerte que todo lo callas
estás en todo lugar,
en las nubes, en el mar,
en los campos de batalla.
Cada bala de metralla
es tu palabra certera...
Si de otra muerte muriera,
si otra muerte me llevase
a esa Muerte pagase
porque a ti, muerte te diera.
«En fondo de aire» (dije) «estoy»,
(dije) «soy animal de fondo de aire» (sobre tierra),
ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un sol
que es carbón allá arriba, mi fuera, y me ilumina
con su carbón el ámbito segundo destinado.

Pero tú, dios, también estás en este fondo
y a esta luz ves, venida de otro astro;
tú estás y eres
lo grande y lo pequeño que yo soy,
en una proporción que es ésta mía,
infinita hacia un fondo
que es el pozo sagrado de mí mismo.

Y en este pozo estabas antes tú
con la flor, con la golondrina, el toro
y el agua; con la aurora
en un llegar carmín de vida renovada;
con el poniente, en un huir de oro de gloria.
En este pozo diario estabas tú conmigo,
conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogaba
sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti.
Este pozo que era, sólo y nada más ni menos,
que el centro de la tierra y de su vida.

Y tú eras en el pozo májico el destino
de todos los destinos de la sensualidad hermosa
que sabe que el gozar en plenitud
de conciencia amadora,
es la virtud mayor que nos trasciende.

Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú,
para hacerme sentir que yo era tú,
para hacerme gozar que tú eras yo,
para hacerme gritar que yo era yo
en el fondo de aire en donde estoy,
donde soy animal de fondo de aire,
con alas que no vuelan en el aire,
que vuelan en la luz de la conciencia
mayor que todo el sueño
de eternidades e infinitos
que están después, sin más que ahora yo, del aire.
DAVID Feb 2017
el pliegue erogeno,
la piel deseada, y el deseo
en mi mente

camino entre los hombres,
con tu piel en mi mente, la dorada
verdad que emana de ti.

en tus ojos la calma de saberte amada,
deseada, y en tu cuerpo, y en tu mente,

la hermosa veracidad, y el juego
erotico, languido y sensual,
de mirarte a los ojos.

sentir la paz, que emana de
tu cuerpo, el balsamo, pleno
de tu delicada figura, van conmigo.

y la plena ensoñacion, se,
vuelve verdad, en tus ojos,
de leona.

besar tu cuerpo, y abrazarlo en silencio,
hermosa y serena, insegura, fragil
y salvaje, adorada.

cada desicion, no nos separa, nos une
aun mas, sigue tu alma , tu corazon.

en tus ojos y en tu cuerpo, esta mi
ferozidad perdida, y en tu pliegue erogeno,
mi deseo y devocion.

oh leona de montaña, eres la paz, el deseo,
y la serenidad, que me hace fuerte, sereno,
humano, en paz.

en tus ojos y en tu pecho, la bella y dulce tonada,
que arrulla mis sueños, en silencio.

lejos de haber perdido tiempo y vida,
solo preambulos, antes de tu calma, y tu bella
inseguridad.

y en mi mente tus ojos, tu piel,
tu presencia, firme segura, hermosa y
paciente.

y tu aparente fragilidad, es contrastada
con la belleza de tus ojos de leona
de montaña.
unfinished
DAVID May 2018
El placer inherente
Y adictivo de mirarte

cierro los ojos y apareces
Y mi mente te besa entre
silencios

Y en tus ojos de miel
Hay un brillo adorado

Y el sabado llega rapido
Pues tus ojos hablan

de ese brillo de saberte
Entenderte y reconocerte

y tus labios rojos y fecundos
Me roban las miradas

besarlos y volverlos mios
Lentamente, Y a mi pecho
conectaste esa Fecunda mirada

Tus ojos y los mios
En una frecuencia que
te vuelve amada

Y los lunares de tu espalda
Marcan un rastro
Un sendero, el camino
En un viaje compartido

Y los de tu estomago y
Tu pecho, mi sendero al
Paraíso

Mi cuerpo brilla al notar
Que fuiste violentamente
Amada

Tierna y violentamente
Nos unimos en silencio

Tu alma brilla en la
oscuridad d tu cama

Y de tus labios salen besos
Silentes, de mujer enamorada

Y de tu cuerpo sale el
mar Mientras te abres

Y mis besos beben de tus
Labios, d lis y miel

Mientras tus ojos sienten
la verdad, y ves el todo

Y tus rios y tu selva, calman
La sensual llamarada

Una llama que tu enciendes
Con tus ojos y tu cuerpo

luego apagas, con tus labios
De mujer enamorada

Mi cuerpo huele al tuyo
Y te recuerda en silencios

en sielncios que tu rompes
Al pensarme desde lejos

Y el placer de mirarte
Sin cadenas ni lazos,
Solo el que usas al amarme

Eres libre y adorada
Y como una gran leona,
eres violentamente amada

Y te muerdo suavemente
Mientras te amo en silencios


Silencios que se rompen, con
Tu labios rojos

Y de ellos mana tu tonada,
El rugido de una leona,
fuerte Completa y adorada.
Beats on the placer of a look.
Translation on hold
¿Por qué persistes, incesante espejo?
¿Por qué duplicas, misterioso hermano,
el movimiento de mi mano?
¿Por qué en la sombra el súbito reflejo?

Eres el otro yo de que habla el griego
y acechas desde siempre. En la tersura
del agua incierta o del cristal que dura
me buscas y es inútil estar ciego.

El hecho de no verte y de saberte
te agrega horror, cosa de magia que osas
multiplicar la cifra de las cosas

que somos y que abarcan nuestra suerte.
Cuando esté muerto, copiarás a otro
y luego a otro, a otro, a otro, a otro…
Tu rostro siempre en mi sangre,
tu aliento sobre mi ensueño.
No hay torrentes ni murallas,
descansas sobre mi pecho.

Van y vienen aves lentas,
van y vienen golondrinas.
¡Ah, qué dulzura saberte
incorporado a mi vida!

Tan lejos y tan cercano.
Tan real y tan de mi niebla.
Vuelve la cara. Yo sé
que estás sintiendo mis venas.

Mi gozo es de luz y sombra
si te vas o te aproximas,
brilla o duerme la lucerna
que me alumbra la sonrisa.

¡Qué blando es el terciopelo
de tu ternura increíble!
Musgo que alivia mi sueño
cuando a la piedra se ciñe.

Anda y vuelve. Voy contigo
y quedas en mi desvelo.
Para mi sombra en tu sombra,
el cielo.

— The End —