Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Tomas M Ruiz Or Oct 2011
Volver y volver a perder mis dedos en tu cabellera, volver  a contraer y volver a perder la calma cuando la calma es lo que se necesita para volver al momento cero en que te conocí. Volver y volver a los días cuando la respuestas a mis insistencias fueron no, queriendo decir sigue intentándolo que volveré amar, volveré a donde el amor no es utópico.

Querer ser lo que no era una opción en su momento, momento en que querer ya no era opción, Querer estar en el punto medio del inicio cuando nos presentaron el uno al otro y se marcó el final de dos soledades.
Así como se dice: Quién no espera nada no se decepciona”. Yo digo: Que uno sabe reconocer lo mejor cuando lo peor era lo único que se conocía.

Con una mirada, me di un viaje al interior de eso que estaba resguardado, lo nunca visto: la profundidad de lo que estaba a la superficie; La hermosura latente.
Y en un atardecer: Tus ojos mirando hacia el mar, los míos a la luna, tú aroma en mi camisa, mi mano en tu pelo, tú pelo sobre mi hombro, mi hombro sosteniendo cabeza  y mi corazón como bailando a la par con el tuyo.

Todo parece utópico, pero no lo es…
A venticuatro de julio
Nació en hielo Basilisa
¿En que año? No es de prisa
El saberlo. En plenilunio
Debió ser, y por eso
Salió luimnosa y clara.
Tiene sellado en la cara
Su amor hacia todo, obseso.

Las fieles hadas del tiempo
Con dones se presentaron
Y todas le regalaron
Riquezas que no son cuento.
Diérale, una, talento;
La otra le dio la sal
De la buena voluntad
Y del puro sentimiento.

Esta hermana mía es
Como una rosa del cielo,
Sin espinas, y en desvelo
Por la luz de los demás.

— The End —