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Jean Cocteau es un ruiseñor mecánico a quien le ha dado cuerda Ronsard.

Los únicos brazos entre los cuales nos resignaríamos a pasar la vida, son los brazos de las Venus que han perdido los brazos.

Si los pintores necesitaran, como Delacroix, asistir al degüello de 400 odaliscas para decidirse a tomar los pinceles... Si, por lo menos, sólo fuesen capaces de empuñarlos antes de asesinar a su idolatrada Mamá...

Musicalmente, el clarinete es un instrumento muchísimo más rico que el diccionario.

Aunque se alteren todas nuestras concepciones sobre la Vida y la Muerte, ha llegado el momento de denunciar la enorme superchería de las "Meninas" que -siendo las propias "Meninas" de carne y hueso- colgaron un letrerito donde se lee Velázquez, para que nadie descubra el auténtico y secular milagro de su inmortalidad.

Nadie escuchó con mayor provecho que Debussy, los arpegios que las manos traslúcidas de la lluvia improvisan contra el teclado de las persianas.

Las frases, las ideas de Proust, se desarrollan y se enroscan, como las anguilas que nadan en los acuarios; a veces deformadas por un efecto de refracción, otras anudadas en acoplamientos viscosos, siempre envueltas en esa atmósfera que tan solo se encuentra en los acuarios y en el estilo de Proust.

¡La "Olimpia" de Manet está enferma de "mal de Pott"! ¡Necesita aire de mar!... ¡Urge que Goya la examine!...

En ninguna historia se revive, como en las irisaciones de los vidrios antiguos, la fugaz y emocionante historia de setecientos mil crepúsculos y auroras.

¡Las lágrimas lo corrompen todo! Partidarios insospechables de un "régimen mejorado", ¿tenemos derecho a reclamar una "ley seca" para la poesía... para una poesía "extra dry", gusto americano?

Todo el talento del "douannier" Rousseau estribó en la convicción con que, a los sesenta años, fue capaz de prenderse a un biberón.

La disección de los ojos de Monet hubiera demostrado que Monet poseía ojos de mosca; ojos forzados por innumerables ojitos que distinguen con nitidez los más sutiles matices de un color pero que, siendo ojos autónomos, perciben esos matices independientemente, sin alcanzar una visión sintética de conjunto.

Las frases de Oscar Wilde no necesitan red. ¡Lástima que al realizar sus más arriesgadas acrobacias, nos dejen la incertidumbre de su ****!

El cúmulo de atorrantismo y de burdel, de uso y abuso de limpiabotas, de sensiblería engominada, de ojo en compota, de retobe y de tristeza sin razón -allí está la pampa... más allá el indio... la quena... el tamboril -que se espereza y canta en los acordes del tango que improvisa cualquier lunfardo.

Es necesario procurarse una vestimenta de radiógrafo (que nos proteja del contacto demasiado brusco con lo sobrenatural), antes de aproximarnos a los rayos ultravioletas que iluminan los paisajes de Patinir.

No hay crítico comparable al cajón de nuestro escritorio.

Entre otras... ¡la más irreductible disidencia ortográfica! Ellos: Padecen todavía la superstición de las Mayúsculas.

Nosotros: Hace tiempo que escribimos: cultura, arte, ciencia, moral y, sobre todo y ante todo, poesía.

Los cubistas cometieron el error de creer que una manzana era un tema menos literario y frugal que las nalgas de madame Recamier.

¡Sin pie, no hay poesía! -exclaman algunos. Como si necesitásemos de esa confidencia para reconocerlos.

Esos tinteros con un busto de Voltaire, ¿no tendrán un significado profundo? ¿No habrá sido Voltaire una especie de Papa (*****) de la tinta?

En música, al pleonasmo se le denomina: variación.

Seurat compuso los más admirables escaparates de juguetería.

La prosa de Flaubert destila un sudor tan frío que nos obliga a cambiarnos de camiseta, si no podemos recurrir a su correspondencia.

El silencio de los cuadros del Greco es un silencio ascético, maeterlinckiano, que alucina a los personajes del Greco, les desequilibra la boca, les extravía las pupilas, les diafaniza la nariz.

Los bustos romanos serían incapaces de pensar si el tiempo no les hubiera destrozado la nariz.

No hay que admirar a Wagner porque nos aburra alguna vez, sino a pesar de que nos aburra alguna vez.

Europa comienza a interesarse por nosotros. ¡Disfrazados con las plumas o el chiripá que nos atribuye, alcanzaríamos un éxito clamoroso! ¡Lástima que nuestra sinceridad nos obligue a desilusionarla... a presentarnos como somos; aunque sea incapaz de diferenciarnos... aunque estemos seguros de la rechifla!

Aunque la estilográfica tenga reminiscencias de lagrimatorio, ni los cocodrilos tienen derecho a confundir las lágrimas con la tinta.

Renán es un hombre tan bien educado que hasta cuando cree tener razón, pretende demostrarnos que no la tiene.

Las Venus griegas tienen cuarenta y siete pulsaciones. Las Vírgenes españolas, ciento tres.

¡Sepamos consolarnos! Si las mujeres de Rubens pesaran 27 kilos menos, ya no podríamos extasiarnos ante los reflejos nacarados de sus carnes desnudas.

Llega un momento en que aspiramos a escribir algo peor.

El ombligo no es un órgano tan importante como imaginan ustedes... ¡Señores poetas!

¿Estupidez? ¿Ingenuidad? ¿Política?... "Seamos argentinos", gritan algunos... sin advertir que la nacionalidad es algo tan fatal como la conformación de nuestro esqueleto.

Delatemos un onanismo más: el de izar la bandera cada cinco minutos.

Lo primero que nos enseñan las telas de Chardin es que, para llegar a la pulcritud, al reposo, a la sensatez que alcanzó Chardin, no hay más remedio que resignarnos a pasar la vida en zapatillas.

Facilísimo haber previsto la muerte de Apollinaire, dado que el cerebro de Apollinaire era una fábrica de pirotecnia que constantemente inventaba los más bellos juegos de artificio, los cohetes de más lindo color, y era fatal que al primero que se le escapara entre el fango de la trinchera, una granada le rebanara el cráneo.

Los esclavos miguelangelescos poseen un olor tan iodado, tan acre que, por menos paladar que tengamos basta gustarlo alguna vez para convencerse de que fueron esculpidos por la rompiente. (No me refiero a los del Louvre; modelados por el mar, un día de esos en que fabrica merengues sobre la arena).

¡La opinión que se tendrá de nosotros cuando sólo quede de nosotros lo que perdura de la vieja China o del viejo Egipto!

¡Impongámosnos ciertas normas para volver a experimentar la complacencia ingenua de violarlas! La rehabilitación de la infidelidad reclama de nosotros un candor semejante. ¡Ruboricémonos de no poder ruborizarnos y reinventemos las prohibiciones que nos convengan, antes de que la libertad alcance a esclavizarnos completamente!

El cemento armado nos proporciona una satisfacción semejante a la de pasarnos la mano por la cara, después de habernos afeitado.

¡Los vidrios catalanes y las estalactitas de Mallorca con que Anglada prepara su paleta!

Los cubistas salvaron a la pintura de las corrientes de aire, de los rayos de sol que amenazaban derretirla pero -al cerrar herméticamente las ventanas, que los impresionistas habían abierto en un exceso de entusiasmo- le suministraron tal cúmulo de recetas, una cantidad tan grande de ventosas que poco faltó para que la asfixiaran y la dejasen descarnada, como un esqueleto.

Hay poetas demasiado inflamables. ¿Pasan unos senos recién inaugurados? El cerebro se les incendia. ¡Comienza a salirles humo de la cabeza!

"La Maja Vestida" está más desnuda que la "maja desnuda".

Las telas de Velázquez respiran a pleno pulmón; tienen una buena tensión arterial, una temperatura normal y una reacción Wasserman negativa.

¡Quién hubiera previsto que las Venus griegas fuesen capaces de perder la cabeza!

Hay acordes, hay frases, hay entonaciones en D'Annunzio que nos obligan a perdonarle su "fiatto", su "bella voce", sus actitudes de tenor.

Azorín ve la vida en diminutivo y la expresa repitiendo lo diminutivo, hasta darnos la sensación de la eternidad.

¡El Arte es el peor enemigo del arte!... un fetiche ante el que ofician, arrodillados, quienes no son artistas.

Lo que molesta más en Cézanne es la testarudez con que, delante de un queso, se empeña en repetir: "esto es un queso".

El espesor de las nalgas de Rabelais explica su optimismo. Una visión como la suya, requiere estar muellemente sentada para impedir que el esqueleto nos proporcione un pregusto de muerte.

La arquitectura árabe consiguió proporcionarle a la luz, la dulzura y la voluptuosidad que adquiere la luz, en una boca entreabierta de mujer.

Hasta el advenimiento de Hugo, nadie sospechó el esplendor, la amplitud, el desarrollo, la suntuosidad a que alcanzaría el genio del "camelo".

Es tanta la mala educación de Pió Baroja, y es tan ingenua la voluptuosidad que siente Pío Baroja en ser mal educado, que somos capaces de perdonarle la falta de educación que significa llamarse: Pío Baroja.

No hay que confundir poesía con vaselina; vigor, con camiseta sucia.

El estilo de Barres es un estilo de onda, un estilo que acaba de salir de la peluquería.

Lo único que nos impide creer que Saint Saens haya sido un gran músico, es haber escuchado la música de Saint Sáéns.

¿Las Vírgenes de Murillo?

Como vírgenes, demasiado mujeres.

Como mujeres, demasiado vírgenes.

Todas las razones que tendríamos para querer a Velázquez, si la única razón del amor no consistiera en no tener ninguna.

Los surtidores del Alhambra conservan la versión más auténtica de "Las mil y una noches", y la murmuran con la fresca monotonía que merecen.

Si Rubén no hubiera poseído unas manos tan finas!... ¡Si no se las hubiese mirado tanto al escribir!...

La variedad de cicuta con que Sócrates se envenenó se llamaba "Conócete a ti mismo".

¡Cuidado con las nuevas recetas y con los nuevos boticarios! ¡Cuidado con las decoraciones y "la couleur lócale"! ¡Cuidado con los anacronismos que se disfrazan de aviador! ¡Cuidado con el excesivo dandysmo de la indumentaria londinense! ¡Cuidado -sobre todo- con los que gritan: "¡Cuidado!" cada cinco minutos!

Ningún aterrizaje más emocionante que el "aterrizaje" forzoso de la Victoria de Samotracia.

Goya grababa, como si "entrara a matar".

El estilo de Renán se resiente de la flaccidez y olor a sacristía de sus manos... demasiado aficionadas "a lavarse las manos".

La Gioconda es la única mujer viviente que sonríe como algunas mujeres después de muertas.

Nada puede darnos una certidumbre más sensual y un convencimiento tan palpable del origen divino de la vida, como el vientre recién fecundado de la Venus de Milo.

El problema más grave que Goya resolvió al pintar sus tapices, fue el dosaje de azúcar; un terrón más y sólo hubieran podido usarse como tapas de bomboneras.

Los rizos, las ondulaciones, los temas "imperdibles" y, sobre todo, el olor a "vera violetta" de las melodías italianas.

Así como un estiló maduro nos instruye -a través de una descripción de Jerusalén- del gesto con que el autor se anuda la corbata, no existirá un arte nacional mientras no sepamos pintar un paisaje noruego con un inconfundible sabor a carbonada.

¿Por qué no admitir que una gallina ponga un trasatlántico, si creemos en la existencia de Rimbaud, sabio, vidente y poeta a los 12 años?

¡El encarnizamiento con que hundió sus pitones, el toro aquél, que mató a todos los Cristos españoles!

Rodin confundió caricia con modelado; espasmo con inspiración; "atelier" con alcoba.

Jamás existirán caballos capaces de tirar un par de patadas que violenten, más rotundamente, las leyes de la perspectiva y posean, al mismo tiempo, un concepto más equilibrado de la composición, que el par de patadas que tiran los heroicos percherones de Paolo Uccello.

Nos aproximamos a los retratos del Greco, con el propósito de sorprender las sanguijuelas que se ocultan en los repliegues de sus golillas.

Un libro debe construirse como un reloj, y venderse como un salchichón.

Con la poesía sucede lo mismo que con las mujeres: llega un momento en que la única actitud respetuosa consiste en levantarles la pollera.

Los críticos olvidan, con demasiada frecuencia, que una cosa es cacarear, otra, poner el huevo.

Trasladar al plano de la creación la fervorosa voluptuosidad con que, durante nuestra infancia, rompimos a pedradas todos los faroles del vecindario.

¡Si buena parte de nuestros poetas se convenciera de que la tartamudez es preferible al plagio!

Tanto en arte, como en ciencia, hay que buscarle las siete patas al gato.

El barroco necesitó cruzar el Atlántico en busca del trópico y de la selva para adquirir la ingenuidad candorosa y llena de fasto que ostenta en América.

¿Cómo dejar de admirarla prodigalidad y la perfección con que la mayoría de nuestros poetas logra el prestigio de realizar el vacío absoluto?

A fuerza de gritar socorro se corre el riesgo de perder la voz.

En los mapas incunables, África es una serie de islas aisladas, pero los vientos hinchan sus cachetes en todas direcciones.

Los paréntesis de Faulkner son cárceles de negros.

Estamos tan pervertidos que la inhabilidad de lo ingenuo nos parece el "sumun" del arte.

La experiencia es la enfermedad que ofrece el menor peligro de contagio.

En vez de recurrir al whisky, Turner se emborracha de crepúsculo.

Las mujeres modernas olvidan que para desvestirse y desvestirlas se requiere un mínimo de indumentaria.

La vida es un largo embrutecimiento. La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas; poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario; los mosquitos pueden volar tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles, y cuando deseamos viajar nos dirigimos a una agencia de vapores en vez de metamorfosear una silla en un trasatlántico.

Ningún Stradivarius comparable en forma, ni en resonancia, a las caderas de ciertas colegialas.

¿Existe un llamado tan musicalmente emocionante como el de la llamarada de la enorme gasa que agita Isolda, reclamando desesperadamente la presencia de Tristán?

Aunque ellos mismos lo ignoren, ningún creador escribe para los otros, ni para sí mismo, ni mucho menos, para satisfacer un anhelo de creación, sino porque no puede dejar de escribir.

Ante la exquisitez del idioma francés, es comprensible la atracción que ejerce la palabra "merde".

El adulterio se ha generalizado tanto que urge rehabilitarlo o, por lo menos, cambiarle de nombre.

Las distancias se han acortado tanto que la ausencia y la nostalgia han perdido su sentido.

Tras todo cuadro español se presiente una danza macabra.

Lo prodigioso no es que Van Gogh se haya cortado una oreja, sino que conservara la otra.

La poesía siempre es lo otro, aquello que todos ignoran hasta que lo descubre un verdadero poeta.

Hasta Darío no existía un idioma tan rudo y maloliente como el español.

Segura de saber donde se hospeda la poesía, existe siempre una multitud impaciente y apresurada que corre en su busca pero, al llegar donde le han dicho que se aloja y preguntar por ella, invariablemente se le contesta: Se ha mudado.

Sólo después de arrojarlo todo por la borda somos capaces de ascender hacia nuestra propia nada.

La serie de sarcófagos que encerraban a las momias egipcias, son el desafío más perecedero y vano de la vida ante el poder de la muerte.

Los pintores chinos no pintan la naturaleza, la sueñan.

Hasta la aparición de Rembrandt nadie sospechó que la luz alcanzaría la dramaticidad e inagotable variedad de conflictos de las tragedias shakespearianas.

Aspiramos a ser lo que auténticamente somos, pero a medida que creemos lograrlo, nos invade el hartazgo de lo que realmente somos.

Ambicionamos no plagiarnos ni a nosotros mismos, a ser siempre distintos, a renovarnos en cada poema, pero a medida que se acumulan y forman nuestra escueta o frondosa producción, debemos reconocer que a lo largo de nuestra existencia hemos escrito un solo y único poema.
Wörziech May 2014
e com a falta dos ventos vindos do sul,
deixa conscientemente de sentir a liberdade de rodar estradas a fora.

Somente paira nele o interesse por presenciar ares históricos
e as tonalidades azuis entardecidas de trilhas já traçadas pelas correntes em Istambul.

Há de se dizer que peculiarmente nesse instante,
percebe, nele próprio, pontuações apanhadas
que sua adorável gaita não tardaria a memorar:

Não é como o desconhecimento prévio
de uma viagem antiquada;

Tampouco uma imitação da intermitente angústia
pela eclosão de sentimentos vendidos em cápsulas;
Menos ainda assemelha-se com as incertezas graduais
que ocasionalmente acercam uma mente amada;

Incomparável é àquela perda do título real
concedido pelos grifos dos selos já borrados,
jogados sobre a mesa e observados em companhia
de aspirações psíquicas,
sentida em uma insana tarde corroída pelo vício.

É, em verdade,
o ruído, abafado e sintetizado,
dos restos talhados em um porão sempre a oeste,
através dos trompetes, de fumaça e metal,
regidos em orquestra pelo grupo
Camaradas do Estado Mundial.

Uma sequência sonora que perdura a narrar uma bela ficção.
A trajetória dum velho chamado Cristóvão a desbravar,
com pensamentos amenos,
terras sem dono e de corpos sem coração.
A bela construção ideológica de utilizar a dor de seus pés
para tornar esquecida aquela no peito,
provocada pelos seus negros palpitantes pulmões.

Enredo a cantarolar sua bravura por abandonar o grande cavalo
não mais selvagem autônomo e colocar-se frente ao sol túrgido no
horizonte;
desdobrando uma desregrada peregrinação atormentada pela poeira em sua narina e uma ocasional perca de controle promovida
por uma tosse ora doce, ora amarga.

Sempre em sintonia com as batidas de uma nota perdida,
adentrando o território de brasões a cores e a gesticular com gentis ramos de um mato esquecido,
vira caminharem ao seu lado alguns dos seus mais queridos juízos.

Precisamente com seu conjunto de novos e velhos amigos, o calor do espaço ele agora prioriza sentir;

De pés descalços, somente se concentra em seu ininterrupto primeiro passo,
deixando de lado o frenético, deliberado e contínuo deslocar de aço
através das regulares e vagas pontes asfálticas pelas quais todos os dias ele fatalmente necessitava deixar suas despersonalizadas pegadas;
pontes que continuam a apontar o caminho plástico e pomposo
para o estável mundo das mais belas famílias a venderem, amontoadas,
suas próprias almas à beira da estrada rígida e sem graça.

*"Viajará fora das estradas!"
En esas doce horas que somos la espalda del mundo
en aquel diario eclipse
eclipse de pueblos
ecllipse de montes y páramos
eclipse de humanos
eclipse de mar
el ***** le tiñe a la Tierra mitad de la cara
por más que se ponga luz artificial
negrura de sombra
sombra de negrura
que a nadie le asombra
y a todo perdura
obscura la España
y claro Japón
obscura Caracas
y claro Cantón
y siempre girando hacia el Este
aquí está tiznando
allá está celeste
esa sombra inmensa
esa sombra eterna
que tuvo comienzo al comienzo del comienzo
rotativo eclipse
eclipse total
pide a los humanos un solemne rito
que es horizontal
y cada doce horas que llega me alegro
porque medio mundo se tiñe de *****
y en ello no cabe distingo racial
Nis Jun 2018
Ojalá mi cara fuese jazz.
Ojalá mi cara fuese atardecer de cien días
y se perdiese como música en la marea.
Ojalá mis notas fuesen fuego
que corriese raudo por tus venas.
Ojalá se perfumasen en el aire
y  diesen sentido al amanecer del alba.
Ojalá fluyesen como el agua
suavemente rizando la rojez del cielo.
Ojalá fuesen contundentes como la roca
y cayesen a plomo junto a mi corazón muerto.

Ojalá mi cara fuese jazz.
Siempre cambiante, nunca la misma
subebajando en el horizonte.
Tierna y vibrante, siempre difusa
alzándose hacia el cielo con alas desplegadas.
Dulce y salada, externa e interna,
por ósmosis entrando por cada poro.
Pesada y rígida, sólida y pura
cercenando la realidad con su ser preciso.

Ojalá mi cara fuese jazz
siendo lo que no es,
no siendo lo que es.
En cada instante de su espacio manifestándose
en cada punto de su tiempo existiendo.
Única e indivisible, aunque difícilmente alcanzable.
Verdadera mentira que perdura tras los siglos.
Satírica cual elefante boca arriba
dando a luz a lo que siempre ha sido nuestro.

Ojalá mi cara fuese jazz.
Saliendo hacia la luz verdadera
y tornando hacia la oscuridad traicionera.
Volando hacia arriba y en picado,
oteándose a si misma , eterna y cierta.
Creando un nuevo mundo igual a este,
igual de distinto que este a si mismo.
Imitando la certeza de lo incierto.
Pretendiendo con falsedades llegar al verso.

Ojalá mi cara fuese jazz
y fuese objeto de su ser
y fuese sujeto de su haber
y se realizase siempre que le dieses tiempo
y se realizase siempre en lo que siempre fue
y avanzase inmóvil hacia la verdad
y esperase impasible a la mentira.
Ojalá de cada error saliese un mérito,
una esperanza, una virtud siempre precisa.

Ojalá mi cara fuese jazz
tornando el arte arcana en ente nuevo,
aunque sea falso.
En estúpidas epifanías tornando el acto
cual poeta escribiendo estos versos.
Ojalá repetir versos pasados en lenguas nuevas
y llamarse artista.
Mero comentarista y observador
de lo que precedió en tiempo y espacio.

Ojalá mi cara fuese jazz
existiendo con sólo pensarlo
negando el pensamiento mismo,
lógica implacable mintiendo mi rostro,
contradicciones inapelables mintiendo mi ser.
Con precisión matemática ser mentira,
con la etereidad del arte ser verdad.
Ojalá como estafador maestro ante tu mirar
se hiciese música que disfrutar.

Ojalá mi cara fuese jazz,.
Ojalá mi cara no fuese jazz.
Ojalá no tener cara, ni nada.
Ojalá el solo pensarlo me dejase ciega,
sorda para la música de mi rostro.
Ojalá pasar por debajo de una escalera tirada
para no recibir buena suerte.
Ojalá austera o inexistente,
cual dios mirando tu filosofía vana.

Ojalá mi cara fuese jazz
y unificase tantas corrientes
como puede abarcar con sus brazos.
Ojalá pudiese tornar cierta la realidad
por el mero hecho de pensarla, pero no puedo,
pero mi rostro se muestra impasible
ante desdicha tal y sigue avanzando;
regla dorada entre uñas de marfil,
largos palillos para comer la realidad desvirtuada.

Ojalá mi cara fuese jazz
y revolucionase el mundo con su pensar
y desmontase heregías como ciertas.
Ojalá años más tarde siguiese su lucha
contra el infiel divino hasta su muerte,
y como la de un mono con barba
se tornase contra el padre de la ciencia moderna,
y le enseñase a pensar en sueños,
a soñar en vida, a soñar en muerte.

Ojalá mi cara fuese jazz
y se repitiese eternamente para mi suerte,
nunca cambiando, siempre presente.
Ojalá asesinase al padre de todo
y se adueñase de su lugar.
Ojalá existir antes de ser.
Ojalá rodar por la vida sin mirar a los lados,
destruyendo lo que tantas veces nos ha aplastado
y creando la belleza del arte, que es eterna.

//

I wish my face were jazz.
I wish my night were sunset of one hundred days
and it lost itself like music in the tides.
I wish my notes were fire
which ran swift in your veins.
I wish they would perfume itself in the air
and gave meaning to the morning's sunrise.
I wish they flowed like water
softly curling the sky's redness.
I wish they were sturdy like rock
and they plummeted next to my dead heart.

I wish my face were jazz.
Always changing, never the same.
updowning in the horizon.
Tender and vibrating, always diffuse
rising towards the sky with open wings.
Sweet and salty, extern and intern,
by osmosis entering through each pore.
Heavy and rigid, solid and pure
cutting through reality with its precise being.

I wish my face were jazz
being what it is not,
not being what it is.
In every instant of its space manifesting itself
in every point of its time existing.
One and indivisible, although hardly reachable.
True lie which endures beyond centuries.
Satiric like elefant on its head
giving birth to what always has been ours.

I wish my face were jazz.
Going out to the true light
and turning to the treacherous darkness.
Flying upwards and in a dive,
scanning itself, eternal and true.
Creating a new world equal to this,
equally as distinct as this to itself.
Imitating the certainty of the uncertain.
Trying with falseness to reach the verse.

I wish my face were jazz.
and it were object of its being
and it were subject of its having
and it came true always you gave it time
and it came true always in what it always was
and it moved fordward unmoving towards the truth
and it waited impasible the lie.
I wish of every error a merit would come out,
a hope, a virtue ever precise.

I wish my face were jazz
turning arcane art into a new being,
even if false.
Into stupid epiphanies turning the act
as a poet writing this verses.
I wish to repit old verses in new tongues
and to call myself an artist.
Mere commentator and observer
of what preceded it in time and space.

I wish my face were jazz.
Existing with only thinking of it,
negating thought itself,
implacable logic lying my visage,
unnappealable contradictions lying my being.
With mathematical precision being a lie,
with the ethereality of art being the truth.
I wish that like master con artist before your looking
it turned itself into music to enjoy.

I wish my face were jazz.
I wish my face weren't jazz.
I wish I didn't have a face, nor anything.
I wish only thinking of it made me blind,
deaf to the music of my visage.
I wish passing under a fallen ladder
to not receive good luck.
I wish austere or non-existant,
like god looking at your vane philosophy.

I wish my face were jazz,
and it unified so many streams
like it can embrace with its arms.
I wish I could turn reality true
with the mere act of thinking it, but I can't,
but my visage shows itself impassible
before such misfortune and continues onwards;
golden rule among ivory nails,
long chopsticks to eat the desvirtuated reality.

I wish my face were jazz
and it revolucionised the world with its thinking
and it disassembled heressies as true.
I wish years later its fight would continue
against the divine infidel until his death,
and like a bearded monkey's
it would turn itself against the father of modern science,
and it taught him to think in dreams,
to dream in life, to dream in death.

I wish my face were jazz
and it repited itself enternally to my fortune,
never changing, always present.
I wish it assassinated the father of everything
and took its place.
I wish existing before being.
I wish rolling through life without looking sideways,
destroying that which always has crushed us
and creating the beauty of art, which is timeless.
Ufff this was a long one, took some time to translate it and I think is as accurate as a translation of a poem can be, but any advise regarding it would be appreciated. I know it sounds pretty random, and it is, as it was made mostly through automatic writting; but there is a common point joining the whole poem and giving it order. If you really like it, give it a few reads and see if you can find it ;)).
Victor Marques Feb 2014
Explicar a minha descendência

Deitei-me na cama e não consegui encontrar amor para me amar ou até me confortar e dar guarida.
   Não preciso de ter a luz acesa para entender a minha descendência.  O Pelourinho centenário que venera  minha casa é um privilégio celeste que Reis terrenos gostariam de ter e poder contemplar....
      Nossos antepassados deixarem um pouco deles que perdura para sempre em nossos corações enquanto seres humanos aptos para sobreviver.
        As pessoas estabelecem nesta vida laços que seriam impossíveis senão acreditassem que por qualquer razão iriam ser lembrados depois da sua morte.
A este pensamento  de lembrar quem docemente amou eu chamo imortalidade.  A minha definição de imortalidade é diferente de todas as outras.
A imortalidade depende duma descendência adequada que se manifesta no amor eterno por quem por amor nos deu a conhecer tantas vezes  coisas que pareciam imagens distorcidas de uma realidade que parecia não ser adequada aos nossos antepassados.
      Nem sempre todos os seres humanos conseguem perceber a sua genialidade , nem sequer a sua disponibilidade para completar percursos iniciados por seus entes queridos. Ou melhor ainda,  seus descendentes,  seus antepassados....!
      Eu vou receber sempre na minha memória,  esses ensinamentos que um dia alguém me ofereceu.
Que coisa bonita , que encanto,  que vontade sublime estes meus antepassados tiveram em me fazer acreditar que eu fazia parte de uma geração nobre .
  Victor Marques
Vuelve otra vez tu día,
oh patria amada, el día de tu gloria.

Vuelve de nuevo a resonar triunfales
los himnos que eternizan tu memoria,
y el espléndido cielo de tu historia,
vuelve el sol de tus días inmortales.

Y otra vez a tu ara sacrosanta
llevan tus hijos fieles
flores que fecundaron tus vergeles;
y músicas marciales
al aire asordan, y doquier se oye,
en valles, montañas y llanuras,
en la extensión del suelo colombiano,
el canto jubiloso de los libres
que sube a las alturas,
de la gloria al alcázar soberano.

Y de nuevo flamea,
no como en días trágicos de horrores,
entre el ronco fragor de la pelea,
sino bajo arcos de laurel y flores,
el pendón de la patria,
la santa enseñanza de los tres colores...
la bandera inmortal que oyó las dianas
de los heroicos triunfos legendarios.

La que fue a despertar  los cóndores
a la cumbre más alta de los Andes
y fue más tarde a despertar la gloria;
la bandera inmortal, la santa egida,
que el camino marcó de la Victoria.

Besada por ondas de tus mares,
bajo el palio infinito de tu cielo,
tachonado de ardientes luminares;
lleno de flores tu fecundo suelo.
Y adormida el rumor de tus palmares,
lloras en silencio, Patria mía,
cansada de esperar luz en tu noche,
en la callada noche de tus penas;
cansada de esperar en tu agonía
el hierro que limara tus cadenas.

No, ya los hijos tuyos,
de las selvas antiguos moradores,
vagan libres, bajo el sol fulgente
que vio la gloria de tus días grandes,
ya desde la cima de los Andes
alumbraba ruinas solamente;
ni llevaban vencidos y humillados
por la invasora gente,
el cintillo de oro en la garganta
y el penacho de plumas en la frente,
ni ya el aire cortaba
las voladoras flechas,
ni en las noches de luna sollozaban
de la indígena raza los endechas.

Donde el templo del sol brilla espléndido
y sus láminas de oro refulgían,
ya los dolientes ojos no veían
sino campo infecundo y desolado.
Y el áureo trono de los reyes indios
en el polvo yacía destrozado.
Todo lo derribó cual hacha impía
del duro vencedor el brazo fuerte,
y al fin, de esa grandeza en los escombros
parecía vivir sólo la muerte...
eres, patria, la esclava envilecida;
eres, patria, el girón abandonado;
eres cual hado de baldón tu hado,
y cual vida de baldón tu vida
mas del mal el reinado no es eterno...
no su imperio perdura;
ni es eterna la noche pavorosa,
ni es eterna la humana desventura.

Que en las grandes catástrofes sombrías,
en las horas de angustia y desconsuelo,
cuando a las almas el dolor avanza,
siempre se ve la escala milagrosa
por donde sube la plegaría al cielo,
baja de los cielos la esperanza...
y llega por fin el día.

En que estallan, rugiendo los dolores
en los esclavos pechos comprimidos,
cuando alzan la cerviz los oprimidos
y bajo la cerviz los opresores,
y que tiemblen entonces los verdugos,
porque de sus dolores y sus lágrimas
pedirán los esclavos cuenta un día;
porque el llanto de un pueblo entre cadenas,
de su agonía en el mortal desmayo,
¡se alzan a los cielos, se condensa en nube,
y baja al suelo convertido en rayo!...

Y de lauro inmortal la sien ornada,
no retando a los duros opresores,
no al escape de caballos voladores,
sino en doliente precisión callada,
finge la mente que a la tierra vuelven
de las altas mansiones siderales,
al oír las alabanzas de los libres,
los que valientes en lid cayeron
y hogar y patria libertad nos dieron.

Y al fin llegó a la libertad la hora;
rompió en brillante aurora
la noche de tus penas,
y trocaste por cánticos de triunfo
los rumores de tus ayes y cadenas,
bajó a ti la victoria,
y sonaron las músicas marciales,
y empezaste el camino de la gloria,
el que lleva a las cumbres inmortales.

Y el combate se traba,
pero combate desigual, los unos
son los heroicos en sangrientas lides,
los que en el brazo llevan
empuje de Pelayos y de Cides;
Los que el paso cerraron
al corso altivo, forjadores de cetros,
y altas hazañas de una nueva aliada,
en Lepanto y Pavía renovaron...
Y los otros... Los parias infelices,
los que aun llevan en la espalda impresas
del tormento cruel las cicatrices
y del esclavo la ominosa marca,
más tenían la fe que salva montes,
la sacra fe que lo imposible abarca;
y busca de los amplios horizontes,
donde el sol de los libres centellea,
a la lid se lanzaron.

De esperanza inmortal henchido el pecho,
porque sabían que jamás sucumbe
quien lucha por una patria y su derecho.
Rota por la metralla
su bandera se vio, tintos en sangre
corrieron a la mar los patrios ríos,
y en la atónita tierra no se oía,
cual ronca marejada,
más que en el estruendo de la lid bravía,
fueron los días de la amarga prueba;
fueron los días de orfandad y  llanto
y de muerte y de horrores,
pero nada importaba los reversos
ni de la adversa suerte los rigores.

Y de inmortal la sien ornada,
no retando a los duros opresores,
no al escape de caballos voladores,
sino en doliente procesión callada,
finge la mente que a la tierra vuelven
de las altas misiones siderales,
al oír las alabanzas de los libres,
los que valientes en la lid cayeron
y  hogar y patria y libertad nos dieron.

Sonríen al ver que siempre grande
Por glorioso camino
la patria sigue a su inmortal destino;
y sonríen al ver que limpio brilla
el pendón colombiano
bajo el brillante cielo americano;
Que con amor guardamos su memoria,
Que somos dignos de sus altos hechos
Y dignos herederos de su gloria.
Y también surgen como blancos lirios,
como estrellas en diáfanas neblinas,
alta la sien, con nimbo esplendoroso,
de la patria las bellas heroínas.

También al resonar de las cadenas
indignas sus almas palpitaron;
también las cumbres del dolor hallaron...

También ellas, heroicas y serenas,
de la patria en las aras se inmolaron.
También los hechos brillan
como los hechos de los grandes hombres;
y también tienen la fama
corona de laureles para sus sienes.
Himnos de admiración tienen sus nombres;
que el corazón de la mujer, santuarios
de los puros y nobles idealismos,
también sube a la cima de la Gloria
y es capaz de los grandes heroísmos
para el amor y la virtud nacida
Ella es cordial de toda desventura;
doquiera su piedad enjuga lágrimas
y en toda sombra de dolor fulgura.
Por eso nunca desoyó el lamento
ni vio imposible el horrido quebranto
de la patria llorosa y desvalida.
¡Cuando llanto pidió, le dio su llanto;
cuando vidas pidió, le dio su vida!
¡Vuelve, oh patria, de nuevo
el día de tu gloria inmarcesible!
y otra vez a tu ara sacrosanto,
sube el himno de un pueblo redimido
de la grandeza de tus héroes canta.

Palpite eternamente en nuestros labios
y en nuestras almas su inmortal recuerdo,
porque ensalzando tus radiantes glorias,
oh patria, oh sol que sin ocaso brillas,
estaremos en pie para la tierra,
más para el cielo estamos de rodillas.
Sonrisas que vienen con el color,
historias olvidadas que reviven al alma.
Colores, imágenes, música y sentimientos,
que cautivan, que encantan, que hipnotizan
con los detalles que crean la magia,
entretejiendo líneas de ilusión y felicidad,
que en un suspiro se extingue, pero que perdura en el recuerdo,
corta e inolvidable,
es un camino para los sueños.
Coolgray Nov 2012
Ayer Presente durmió en tu mente,
manteniendo larga la noche y el hogar caliente.
Nunca tan real y tan eterno, aguardando el Ahora
para imponer su voluntad.

Déjalo mostrarse tan grande, tan malvado
y sin embargo tan honesto hermano,
ya mucho tiempo ha esperado
para cobrar el pecado de Pasado.

Aquellos recuerdos que pervierten,
traumas de la vida que no definen
pero si persiguen, como fantasmas de la mente
permanecen invisibles en el rincón de la negación.
Hasta que encuentras el valor de ver al monstruo a la cara,
de verte al espejo sin máscaras, entonces lo comprendes
- El tiempo dura lo que dura, pero
el efímero momento siempre perdura.-




El Presente es ahora pero sin el olor del Pasado
y el color del Futuro la textura simplemente no se siente
Paul d'Aubin Dec 2016


d' Enrique Díez-Canedo

"El desterrado"

Todo lo llevas contigo,
tú, que nada tienes.
Lo que no te han de quitar
los reveses
porque es tuyo y sólo tuyo,
porque es íntimo y perenne,
y es raíz, es tallo, es hoja,
flor y fruto, aroma y jugo,
todo a la vez, para siempre.
No es recuerdo que subsiste
ni anhelo que permanece;
no es imagen que perdura,
ni ficción, ni sombra. En este
sentir tuyo y sólo tuyo,
nada se pierde:
lo pasado y lo abolido,
se halla, vivo y presente,
se hace materia en tu cuerpo,
carne en tu carne se vuelve,
carne de la carne tuya,
ser del ser que eres,
uno y todos entre tantos
que fueron, y son, y vienen,
hecho de patria y de ausencia,
tiempo eterno y hora breve,
de nativa desnudez
y adquiridos bienes.
De aquellos imperturbables
amaneceres
en que la luz de tu estancia
se adueñaba tenue
pintando vidrios y cuadros,
libros y muebles;
de aquellos días de afanes
o placeres,
de vacilación o estudio,
de tenso querer, de inerte
voluntad; de cuantos hilos
tu vida tejen,
no hay una urdimbre quebrada
ni un matiz más débil. ..
Nadie podrá desterrarte
de estos continentes
que son carne y tierra tuya:
don sin trueque,
conquista sin despojo,
prenda de vida sin muerte.
Nadie podrá desterrarte;
tierra fuiste, tierra fértil,
y serás tierra, y más tierra
cuando te entierren.
No desterrado, enterrado
serás tierra, polvo y germen.

El desterrado. 1940

                                                           ­              *
Traduction de "L'exilé"

Tu portes tout avec toi,
Toi que n’as plus rien.
Qui n'existe que pour ce que tu laisses derrière toi.
Les revers, parce ils sont tiens et seulement tiens,
Parce que cette défaite est intime et définitive,
qu'elle est à la fois ta racine, ta tige, et aussi ta feuille,
mais aussi cette fleur et ce fruit, son parfum et son suc.
Tout à la fois et pour toujours.
Il n'y a pas de souvenir qui subsiste
ni de désir ardent qui reste.
Il n’y a pas d'image qui dure
ni même de fiction, ni d'ombre. Dans cette manière de ressentir,
Il n'y a que toi et seulement toi
rien ne se perds :
le passé est aboli.
Lui et elle se retrouvent vivants et présents,
la matière prend forme dans ton corps
une chair dans ta chair se retrouve
chair de ta propre chair,
être de l'être dont tu es.
Un et multiple entre tant
Qui furent, sont et furent
façonnés par leur patrie et aussi par son absence
de temps éternel et d’heure brève,
de nudité native
et de biens amassés
par ces aubes imperturbables,
dans lesquelles
la lumière de ton séjour
s'emparait de manière ténue
en peignant des verres, des tableaux,
des livres et des meubles ;
Lors de ces jours de labeurs
ou de plaisirs,
de vacillements ou d’études,
De tension propulsive, ou de volonté inerte.
Par combien de fils, de ta vie sont tissés.
Il n'y a pas de chaîne rompue
ni de nuances infimes ...
Personne ne pourra t'exiler de ces continents
Qui sont ta chair et ta Terre :
Toi l'Homme sans compromission
Sans conquête ni dépouille
Part de la vie sans mort.
D’une terre où tu es née, de cette Terre fertile.
Et tu trouveras prive de Terre
Quand ils t'enterreront,
Comme une poussière de grains et en germe.

"L’exilé."
1940
Pardonnez- moi cher(e)s Lectrices et Lecteurs, pour mon audace insensée et ma traduction maladroite et précaire du non Hispanophone que je suis. Mais je n'ai pu résister ayant été très ému presque bouleversé par ce texte écrit en 1940, soit en plein Exil Espagnol et au cœur de l'exil de la raison et de la bonté dans le ** me siècle qui pourrait encore avoir tant à nous signifier sur tant d'actuels exilés dont notre Planète regorge; notre Terre d'avidité et d'égoïsme aux naissances si peu contrôlées et aux ressources si mal réparties d' êtres humains, trop souvent en désespérance, d'une simple libre expression, de conditions de vie décentes et meilleures, trop souvent aussi hélas d'illusions d'un  mieux fallacieux en Europe et toujours d'une main tendue qui leur est trop souvent refusée. )
Marco Raimondi May 2017
I

Queira a ter-te tal sacrifício impune à beleza
Desventurar no ofício da morte formosa
No rito estrangulado, no campo da destreza,
Pensamentos que julgo uma ilusão honrosa

Sob a lembrança dos antigos, arcaica proeza
Se medos sentimos dessa prática tão dolorosa,
Aquieta-se! A relva abaixo espera em sua frieza,
Para o pútrido sepulcro de uma luz ardorosa

Onde graça, cuja índole se esquiva,
Singram os raciocínios obscuros
De uma consciência a julgar-se viva

É o fim a tocar alma fugitiva,
A único respeito, tomar com acuro
Um fadário apagado de perspectivas

II

Ao meu semblante prefere-se o nada, diante das vãs venturas
Pois se é hábito e desconcerto sempre padecer,
Coerente é, por esses horrores, nunca me ater
Para que não lastime o infinito desta amargura

Esta angústia vazia que na miséria perdura
Sufocando meu espírito em sofrer,
Vede a todos dura sentença! É preferível já não ser,
Que fugir do fim que, em descrença, meu corpo procura

Se Dido no desalento, por Eneias, deixa vida,
Estou cá, em silêncio de alma desvarrida
A cessar aos vermes o que vivo eternamente

Em álgido lamento, pude cantar nesta partida,
Algumas rimas de mi'a face enlanguescida,
Em que pude prezar da morte seu beijo unicamente
Victor Marques Dec 2009
Jesus Cristo e o vinho




No meu pensamento perene e altivo,

O amor é sempre motivo…

As escadarias se cansam de ser pisadas,

As uvas pelos santos são idolatradas.

Jesus Cristo, amor do nosso Deus,

Da videira que perdura…

Socalcos do Douro com ternura.







O vinho, fruto da eterna videira,

Olhar pendular sobre a cabeceira.

Renascimento duma eterna dor,

Vinificado com eterno amor,

Jesus Cristo santificou o vinho, o labor.
- From Network, wine and people....
Evelin G hoffman Nov 2013
Y es que vuelves a mis pensamientos
Que sera esto que estoy sintiendo ?
Como cuando el mar golpea con olas fuertes
Entras derrepemte, sin avisar a mi mente.

Sombra que me persige que no puedo palpar
Te pienso, te siento y casi que te puedo tocar
Mas tocarte es solo ideas, parte de una fantasia
Ilogica, demente, pero sera erronea mi agonia?

Es que vienes y te vas
Y apareces una vez mas
Eres sombra oscura
La vida se me hace dura!

Pero esa sombra es a veces Brillante
Es la luz de tu belleza sin duda despampanante
Y me olvido si tu presencia hace mi vida dura
Porque mi ilucion de verte, es fantasia que perdura
Rui Serra Apr 2015
acordo
estou preso
na essência do meu ser
abro os olhos
vejo
mas não te vejo
és a imagem que me conta aquela história
tento transpor este rio que me consome
estou na margem da liberdade que me prende sem amarras
procuro-te
na serenidade imensa desses altos casarios
afecto
utopia
aventura
numa busca que perdura

eu, sou apenas...
o encantador de palavras
voando nesta folha como num tapete mágico...
Italia y Alemania dilataron sus velas
de lodo carcomido,
agruparon, sembraron sus luctuosas telas,
lanzaron las arañas más negras de su nido.

Contra España cayeron y España no ha caído.

España no es un grano,
ni una ciudad, ni dos, ni tres ciudades.
España no se abarca con la mano
que arroja en su terreno puñados de crueldades.

Al mar no se lo tragan los barcos invasores,
mientras existe un árbol el bosque no se pierde,
una pared perdura sobre un solo ladrillo.
España se defiende de reveses traidores,
y avanza, y lucha, y muerde
mientras le quede un hombre de pie como un cuchillo.

Si no se pierde todo no se ha perdido nada.

En tanto aliente un español con ira
fulgurante de espada,
¿se perderá? ¡Mentira!

Mirad, no lo contrario que sucede,
sino lo favorable que promete el futuro,
los anchos porvenires que allá se bambolean.
El acero no cede,
el bronce sigue en su color y duro,
la piedra no se ablanda por más que la golpean.

No nos queda un varón, sino millones,
ni un corazón que canta: ¡soy un muro!,
que es una inmensidad de corazones.

En Euzkadi han caído no sé cuántos leones
y una ciudad por la invasión deshechos.
Su soplo de silencio nos anima,
y su valor redobla en nuestros pechos
atravesando España por debajo y encima.


No se debe llorar, que no es la hora,
hombres en cuya piel se transparenta
la libertad del mar trabajadora.

Quien se para a llorar, quien se lamenta
contra la piedra hostil del desaliento,
quien se pone a otra cosa que no sea el combate,
no será un vencedor, será un vencido lento.

Español, al rescate
de todo lo perdido.
¡Venceré! has de gritar sobre cada momento
para no ser vencido.

Si fuera un grano lo que nos quedara,
España salvaremos con un grano.
La victoria es un fuego que alumbra nuestra cara
desde un remoto monte cada vez más cercano.
Tus cuatro sílabas suenan,
«Teusaquillo, Teusaquillo»,
Como un cantar armonioso
Que va en la noche perdido.

«¡Teusaquillo!» De los Zipas
Plácido y buscado asilo,
Cuando en época de lluvias
En el llano el turbio río
Formaba grandes pantanos
Y borraba los caminos!...

De los empinados cerros,
Bajo ramajes tupidos
En las quiebras, murmurando
Dos arroyos cristalinos
Descienden. Cercados pozos
Aquí, al soplo de los riscos,
Tienden sus fríos cristales,
En que peces fugitivos
Nadan, en límpidas aguas,
Donde el serrallo escogido
Del Zipa, su carne bruna
Hunde en mañanas de estío.
Aquí jarrones de Ráquira
Se ven con dibujos finos;
En pilares, cornamentas
De ciervos, conchas, colmillos
De leopardos; en colgantes
Jaulas, bajo cobertizos
De tupida cañabrava,
Son deleite del oído,
De aves de variadas plumas
Dulces cantos no aprendidos
En los maizales de Tenza
O en las selvas del Gran Río;
Labor de orfebres quimbayas
En los muros se ven ídolos,
Y sobre tapiz de esparto
Que se extiende a todo el piso
Pieles y telas vistosas
Teñidas de rojo vivo,
El mismo que en grandes piedras
Perdura en los jeroglíficos.

El Licenciado su gloria
Manchó con nuevo delito.

No pudo entregarle el Zipa
Los tesoros repartidos
A los nobles del Zipazgo,
Y murió en tormento inicuo.
Pero los tres responsables
Sufrieron duro castigo,
No castigo de los hombres
Más sí del poder divino:
Uno, muerto por un rayo,
En día de cielo limpio,
Otro en un juego de cañas,
Y otro, de lepra raído.

Por el incendio de Bosa,
Ya sin techos como abrigo,
Para el Reino conquistado
Capital Quesada quiso,
Y todos, asiento de ella
Fijaron a «Teusaquillo»
Y cuando llegó Quesada
Al lugar que fue escogido
El recuerdo de la vega
De Granada al punto vino
A su mente, vega hermosa
En donde jugó de niño.
La Serrezuela de Suba,
Bajo un azul opalino,
Fingió que era «Sierra Elvira»;
Las colinas de «El Suspiro
Del Moro» le recordaban
Las de Soacha a su espíritu
Y los dos cerros cercanos,
En claro fulgor ceñidos,
Trajéronle a su memoria,
Entre fantástico brillo,
Los collados de Granada
Con un misterioso hechizo.

Y por eso «Nuevo Reino
De Granada», al punto dijo,
«Será el nombre de esta tierra
Del Rey de España y de Cristo».
La aurora del seis de Agosto
Llegó espléndida. Bullicio
En el campamento. Alegre
Son de cornetas. Relinchos
De corceles apastados,
Y terror en los bohíos.

De todos los que lloraban,
Ante sus ocultos ídolos,
La muerte vil de su Zipa,
En lento y cruel suplicio,
Con los huesos destrozados,
En una tabla tendido.

Ya recogidas las toldas
Avanzan a «Teusaquillo».

Se apea de su caballo
Quesada -los ojos fijos
De todos en él- arranca
Puñado de hierba; altivo
Se yergue; lo agita y dice:
«De estos remotos dominios
Tomo posesión perpetua
En nombre de Carlos Quinto».
Vuelve a montar. Y prosigue,
Con fuerte voz: «Desafío
A todo aquel que se oponga
A esta fundación... ¡Oídlo!»
Desnudo brilla el acero,
En su puño fuerte erguido,
Y vuelve a envainarlo.
Nadie
Sus palabras contradijo.

Y al punto ordenó que doce
Casas de techo pajizo
Se alzaran, de los Apóstoles
En recuerdo.
Fray Domingo
De Las Casas por mandato
De Quesada, en ese mismo
Instante empezó una ermita
Con españoles e indios,
Y en tela de burdo lienzo
Incólume ante los siglos,
Un crucifijo pintado
Se alzó en el altar.
¡Y Cristo
Abrió los brazos pidiendo
Piedad para los vencidos!

Y desde aquella mañana,
Cuando cambió «Teusaquillo»
Su nombre por Santa Fe
De Bogotá y Carlos Quinto
Iba con un nuevo reino
A ensanchar su poderío,
El sol ya no se ponía
En españoles dominios.
Victor D López Jan 2019
Hoy yo volví a cantar,
Algo mas alto que un llanto,
Que aun no puedo evitar
Pero lo puedo soportar,
Envuelto en mi como un manto.

La música sabe llamar,
A lo que ya se a perdido,
Y por no saber amar,
O no querer destacar,
Se enterró en el olvido.

Por profunda la fisura,
Siempre se puede surgir,
La tiniebla mas oscura,
Con una luz blanca y pura,
Se puede sobrevivir.

Unas notas en cadenas,
Empreñan una melodía,
Y en cenizas y arenas,
Crece esperanza en las venas,
Y da luz a la alegría.

Mi madre en su tristeza,
Lloraba lagrimas de canto,
Lo hacia con gran destreza,
Y dolorosa belleza,
Música su diario llanto.

Mi canto es mi poesía,
Sin tono, dolorosa, impura,
No es un canto de alegría,
Pero la tristeza expía,
Y la esperanza perdura.

[ Mi lectura de este poema es accesible en https://youtu.be/sLJJvnyGrkQ ]
(c) 2019 Victor D. López
Desde el primer Adán que vio la noche
Y el día y la figura de su mano,
Fabularon los hombres y fijaron
En piedra o en metal o en pergamino
Cuanto ciñe la tierra o plasma el sueño.
Aqui está su labor: la Biblioteca.
Dicen que los volúmenes que abarca
Dejan atrás la cifra de los astros
O de la arena del desierto. El hombre
Que quisiera agotarla perdería
La razón y los ojos temerarios.
Aquí la gran memoria de los siglos
Que fueron, las espadas y los héroes,
Los lacónicos símbolos del álgebra,
El saber que sondea los planetas
Que rigen el destino, las virtudes
De hierbas y marfiles talismánicos,
El verso en que perdura la caricia,
La ciencia que descifra el solitario
Laberinto de Dios, la teología,
La alquimia que en el barro busca el oro
Y las figuraciones del idólatra.
Declaran los infieles que si ardiera,
Ardería la historia. Se equivocan.
Las vigilias humanas engendraron
Los infinitos libros. Si de todos
No quedara uno solo, volverían
A engendrar cada hoja y cada línea,
Cada trabajo y cada amor de Hércules,
Cada lección de cada manuscrito.
En el siglo primero de la Hégira,
Yo, aquel Omar que sojuzgó a los persas
Y que impone el Islam sobre la tierra,
Ordeno a mis soldados que destruyan
Por el fuego la larga Biblioteca,
Que no perecerá. Loados sean
Dios que no duerme y Muhammad,
 Su Apóstol.
En el fondo del sueño están los sueños. Cada
noche quiero perderme en las aguas obscuras
que me lavan del día, pero bajo esas puras
aguas que nos conceden la penúltima Nada

late en la hora gris la obscena maravilla.
Puede ser un espejo con mi rostro distinto,
puede ser la creciente cárcel de un laberinto,
puede ser un jardín. Siempre es la pesadilla.

Su horror no es de este mundo. Algo que no se nombra
me alcanza desde ayeres de mito y de neblina;
la imagen detestada perdura en la retina

e infama la vigilia como infamó la sombra.
¿Por qué brota de mí cuando el cuerpo reposa
y el alma queda sola, esta insensata rosa?
Alta en el alba se alza la severa
faz de metal y melancolía.
Un perro se desliza por la acera.
Ya no es de noche y no es aún de día.

Suárez mira su pueblo y la llanura
ulterior, las estancias, los potreros,
los rumbos que fatigan los reseros,
el paciente planeta que perdura.

Detrás del simulacro te adivino,
oh joven capitán que fuiste el dueño
de esa batalla que torció el destino:

Junín, resplandeciente como un sueño.
En un confín del vasto Sur persiste
esa alta cosa, vagamente triste.
Torne en mi boca el verso castellano
a decir lo que siempre está diciendo
desde el latín de Séneca: el horrendo
dictamen de que todo es del gusano.

Torne a cantar la pálida ceniza,
los fastos de la muerte y la victoria
de esa reina retórica que pisa
los estandartes de la vanagloria.

No así. Lo que mi barro ha bendecido
no lo voy a negar como un cobarde.
Sé que una cosa no hay. Es el olvido;

sé que en la eternidad perdura y arde
lo mucho y lo precioso que he perdido:
esa fragua, esa luna y esa tarde.
En su hierro perdura el hombre fuerte,
hoy polvo de planeta, que en las guerras
de ásperos mares y arrasadas tierras
lo esgrimió, vano al fin, contra la muerte.

Vana también la muerte. Aquí está el hombre
blanco y feral que de Noruega vino,
urgido por el épico destino;
su espada es hoy su símbolo y su nombre.

Pese a la larga muerte y su destierro,
la mano atroz sigue oprimiendo el hierro
y soy sombra en la sombra ante el guerrero

cuya sombra está aquí. Soy un instante
y el instante ceniza, no diamante,
y sólo lo pasado es verdadero.
Wörziech May 2013
Estar só,
e preferir recordar só do que se lembra.
Refletir e repensar.
A guerra pela liberdade perdura por todos que a buscam.
Esperar de mais, buscar de mais.
Hipocrisia é o brilho dos meus olhos,
Ignorância a percepção dos seus.
Audição aguçada e demasiada para se entender.
Enquanto sobrevivem pela liberdade que buscam,
e pela incompreensão que pregam.
A empatia segue paralelamente ao seu conhecimento.
Falar de mais, saber de mais.
Se superestimar de mais.

— The End —