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Natalia Rivera Sep 2014
Puta. Palabra con un simple significado usada en múltiples ocasiones erróneamente. A la mujer a través de largas generaciones se le llama puta por todo lo que para la sociedad está mal según su juicio. Lo cual nos lleva a tener mujeres reprimidas en todos los sentidos, mujeres sumisas, mujeres débiles y todo por culpa de nosotras, si nosotras. De cierta manera las mujeres apoyamos el machismo de la sociedad el cual nos dice puta y es que si vemos a una conocida hablando con 4 hombres a la vez decimos que es puta, si tuviste **** con 6 en un año decimos que es puta, si la vemos vestida con un pantalón corto y una camisa escotada le decimos que es puta. Todos somos putas según ellos. Lo curioso del asunto es que el hombre puede hacer todo lo antes mencionado y la única etiqueta social que se le otorga es mujeriego, nada más. Y, a lo que quiero llegar es precisamente a eso; no importa si eres mujer o hombre tu sexualidad no te hace más o menos simplemente te hace humano. No juzgues aun así conozcas la persona ¿Qué te importa si habla con 4? ¿Qué te importa si se acuesta con mil en un año? No es tu vida, cada cual vive según su juicio.
Hay dulzura infantil
En la mañana quieta.
Los árboles extienden
Sus brazos a la tierra.
Un vaho tembloroso
Cubre las sementeras,
Y las arañas tienden
Sus caminos de seda
-Rayas al cristal limpio
Del aire-.
                    En la alameda
Un manantial recita
Su canto entre las hierbas
Y el caracol, pacífico
Burgués de la vereda,
Ignorado y humilde,
El paisaje contempla.
La divina quietud
De la naturaleza
Le dio valor y fe,
Y olvidando las penas
De su hogar, deseó
Ver el fin de [la] senda.
Echó andar e internóse
En un bosque de yedras
Y de ortigas. En medio
Había dos ranas viejas
Que tomaban el sol,
Aburridas y enfermas.
Esos cantos modernos,
Murmuraba una de ellas,
Son inútiles. Todos,
Amiga, le contesta
La otra rana, que estaba
Herida y casi ciega:
Cuando joven creía
Que si al fin Dios oyera
Nuestro canto, tendría
Compasión. Y mi ciencia,
Pues ya he vivido mucho,
Hace que no la crea.
Yo ya no canto más...
Las dos ranas se quejan
Pidiendo una limosna
A una ranita nueva
Que pasa presumida
Apartando las hierbas.
Ante el bosque sombrío
El caracol, se aterra.
Quiere gritar. No puede,
Las ranas se le acercan.
¿Es una mariposa?,
Dice la casi ciega.
Tiene dos cuernecitos,
La otra rana contesta.
Es el caracol. ¿Vienes,
Caracol, de otras tierras?
Vengo de mi casa y quiero
Volverme muy pronto a ella.
Es un bicho muy cobarde,
Exclama la rana ciega.
¿No cantas nunca? No canto,
Dice el caracol. ¿Ni rezas?
Tampoco: nunca aprendí.
¿Ni crees en la vida eterna?
¿Qué es eso?
                            Pues vivir siempre
En el agua más serena,
Junto a una tierra florida
Que a un rico manjar sustenta.
Cuando niño a mí me dijo
Un día mi pobre abuela
Que al morirme yo me iría
Sobre las hojas más tiernas
De los árboles más altos.
Una hereje era tu abuela.
La verdad te la decimos
Nosotras. Creerás en ella,
Dicen las ranas furiosas.
¿Por qué quise ver la senda?
Gime el caracol. Sí, creo
Por siempre en la vida eterna
Que predicáis...
                                Las ranas,
Muy pensativas, se alejan,
Y el caracol, asustado,
Se va perdiendo en la selva.
Las dos ranas mendigas
Como esfinges se quedan.
Una de ellas pregunta:
¿Crees tú en la vida eterna?
Yo no, dice muy triste
La rana herida y ciega.
¿Por qué hemos dicho entonces
Al caracol que crea?
¿Por qué?... No sé por qué,
Dice la rana ciega.
Me lleno de emoción
Al sentir la firmeza
Con que llaman mis hijos
A Dios desde la acequia...
El pobre caracol
Vuelve atrás. Ya en la senda
Un silencio ondulado
Mana de la alameda.
Con un grupo de hormigas
Encarnadas se encuentra.
Van muy alborotadas,
Arrastrando tras ellas
A otra hormiga que tiene
Tronchadas las antenas.
El caracol exclama:
Hormiguitas, paciencia.
¿Por qué así maltratáis
A vuestra compañera?
Contadme lo que ha hecho.
Yo juzgaré en conciencia.
Cuéntalo tú, hormiguita.
La hormiga medio muerta
Dice muy tristemente:
Yo he visto las estrellas.
¿Qué son estrellas? -dicen
Las hormigas inquietas.
Y el caracol pregunta
Pensativo: ¿estrellas?
Sí, repite la hormiga,
He visto las estrellas.
Subí al árbol más alto
Que tiene la alameda
Y vi miles de ojos
Dentro de mis tinieblas.
El caracol pregunta:
¿Pero qué son estrellas?
Son luces que llevamos
Sobre nuestra cabeza.
Nosotras no las vemos,
Las hormigas comentan.
Y el caracol, mi vista
Sólo alcanza a las hierbas.
  Las hormigas exclaman
Moviendo sus antenas:
Te mataremos, eres
Perezosa y perversa,
El trabajo es tu ley.
Yo he visto a las estrellas,
Dice la hormiga herida.
Y el caracol sentencia:
Dejadla que se vaya,
Seguid vuestras faenas.
Es fácil que muy pronto
Ya rendida se muera.
Por el aire dulzón
Ha cruzado una abeja.
La hormiga agonizando
Huele la tarde inmensa
Y dice, es la que viene
A llevarme a una estrella.
Las demás hormiguitas
Huyen al verla muerta.
El caracol suspira
Y aturdido se aleja
Lleno de confusión
Por lo eterno. La senda
No tiene fin, exclama.
Acaso a las estrellas
Se llegue por aquí.
Pero mi gran torpeza
Me impedirá llegar.
No hay que pensar en ellas.
Todo estaba brumoso
De sol débil y niebla.
Campanarios lejanos
Llaman gente a la iglesia.
Y el caracol, pacífico
Burgués de la vereda,
Aturdido e inquieto
El paisaje contempla.
Yulissa Feb 2018
la cosecha de mis padres siembran
alimentándonos con apoyo sin falta
Natalia Rivera Jul 2014
La sociedad a creado una dictadura, una totalmente atroz. Se a creado un estereotipo en el cual la mujer "gorda" se considera fea pero la flaca se considera hermosa. Un gran porcentaje de los que establecieron esto fueron los hombres & lamentablemente el otro por ciento lo cubrimos nosotras mismas. Hemos dejado que eso nos afecté a tal punto en el que nos llegamos a odiar, nos sentimos feas, nos damos asco, tomamos medidas drásticas todo por cumplir con las expectativas que rigen hoy día. Ahora les pregunto ¿vale la pena sentirnos humilladas por el qué dirán? ¿Tenemos que poner nuestra vida en peligro sólo por bajar de peso & complacerlos a ellos? ¿Quieres seguir perdiendote de la vida sólo porque eres "gorda"? Te invito a que te desprendas de ese montón de ideas tontas que tienes en la cabeza causado por ellos mismos, mándalos al carajo a todos si es necesario. Eres mujer, fuerte, libre, hermosa, vida. No permitas ser marginada ni humillada por nadie & muchos menos por ti misma. Aprende a amarte que si tu lo haces no necesitas a más nadie.
Señor, yo no soy digna siquiera de rogarte:
mi corazón ignora la palabra del arte.
Sólo vengo a decirte que no me han comprendido,
porque los hombres hablan con el orgullo herido.

Cubren con bellas frases su más ****** deseo,
que a veces me turbaron, pero que ya no creo.
Sin embargo, a los dos me di con alegría.
Lo comprendo, Señor: ¡toda la culpa es mía!

En los brazos de uno me entregué plenamente,
y en los del otro... ¿Sabes lo que una mujer siente?
Pregúntale a la Virgen, cuando ella era mujer,
todo lo que nosotras llegamos a querer.

Perdóname la audacia, pero aquella María,
no supo del abrazo viril que me rendía.
No miró aquellos ojos fijos en mi hermosura,
como dedos ardientes sobre mi carne impura.

Y no tembló aquel canto de amor en sus oídos
que pudo abrir en músicas la flor de mis sentidos.
Tú también sabes que el hombre se acerca a la mujer,
ebrio por la promesa de su propio placer.

Pero la mujer llora, se resiste, Señor,
y cuando al fin se ofrece, sueña con el amor.
Pues, mientras en el hombre la vida se hace fuerte,
la mujer se desmaya con un poco de muerte.

Quizás tuve un amante que me sedujo un día,
¡tan malo que, por eso, me gusta todavía!
¡Oh muerte, en otros días, que recordar no puedo
sin emoción profunda, te tenía yo miedo!...
En medio de la noche, incapaz de dormir,
clamaba congojado: "Yo tengo que morir...
¡Yo tengo que morir irremisiblemente!"
Y sudores glaciales empapaban mi frente.

¿A quién tender la mano ni de quién esperar?
Estaba solo, solo de la vida en el mar...
Tenía un formidable aislador: la pobreza,
y ningún seno de hembra brindaba a mi cabeza
febril una almohada.
Estaba solo, solo; ¿de quién esperar nada?
Mas pasaron los años, y un día, una chiquilla
bondadosa me quiso. ¡Era noble, sencilla;
la fortuna la había tratado con rigor:
nos unimos... y, juntos, nos hallamos mejor!

Entonces, si la muerte volvía , con su quedo
andar, yo le tenía ya mucho menos miedo.
Buscaba, despertando, la diestra tan leal
de mi amiga, y con ímpetu resuelto, fraternal,
la estrechaba, pensando: "¡Con ella nada temo!
Con tal de marchar juntos, ¿qué importan tu supremo
horror y tus supremos abismos, oh, callada
Eternidad?... Con ella no temo nada, nada.

¿El infierno? -¡El infierno será donde ella falte!
¿Y el cielo? -Pues donde ella se encuentre... Que me exalte
o me deprima tanto como quiera mi estrella:
¿Qué importa, si desciendo y asciendo yo con ella?
¿Que más me dan las hondas negruras del Arcano,
si voy por los abismos cogido de su mano?"
¡Pero tanta ventura enojó no sé a quién
en las tinieblas, y una hoz me segó mi bien!
Una garra de sombra solapando su dolo,
me la mató... ¡y entonces me volví a quedar solo!
Solo, pero con una soledad más terrible
que antes.

                    Sollozando,
buscaba a la Invisible
y pedía piedad a lo desconocido;
abriendo bien los ojos y aguzando el oído,
en un mutismo trágico, pretendía escuchar
siquiera una palabra que me hiciese esperar...

Mas no plugo a la Esfinge responder a mi grito,
y ante el inexorable callar del Infinito
(tal vez indiferente, tal vez hosco y fatal)
escondí en lo más hondo del corazón mi mal,
y apático y ayuno de deseo y de amor,
entré resueltamente dentro de mi Dolor
como dentro de una gran torre silenciosa...

Mis pobres rimas fieles me decían: "Reposa,
y luego, con nosotras, canta el mal que sufriste;
ven, duerme en nuestro dulce regazo, no estés triste.
¡Aún hay muchas cosas que cantar..., cobra fe!"

Y yo les respondía: "¡Para qué! ¡para
qué!..."
Mas ellas insistían; en mi redor volaban,
y como eran las únicas que no me abandonaban,
acabé por oírlas...

                         Un libro, gota a gota,
se rezumó, con lágrimas y sangre, de la rota
entraña; un haz de rimas brotó para el Lucero
inaccesible, un libro de tal suerte sincero,
tan íntimo, tan hondo, que si desde su fría
quietud ella lo viese... me lo agradecería.

Después de haber escrito, quéde más resignado,
como si en su fiel ánfora hubiese yo vaciado
todo lo crespo y turbio de mi dolor presente,
dejando en la alma sólo la linfa transparente,
el caudal cristalino, diáfano, de mi pena,
profundo cual la noche, cual la noche serena.

Y aquel fantasma *****, que miraba temblando
yo antes, blandamente se fue transfigurando...
En la pálida faz del espectro, indecisa
como un albor naciente, brotaba una sonrisa;
brotaba una sonrisa tan cordial, de tal suerte
hospitalaria, que me pareció la Muerte
más madre que las madres; su boca, ayer horrible,
más que todas las bocas de hembra apetecible;
sus brazos, más seguros que todos los regazos...
¡Y acabé por echarme, como un niño, en sus brazos!

Hoy, ella es la divina barquera en quien me fío;
con ella, nada temo; con ella, nada ansío.
En su gran barca de ébano, llena de majestad,
me embarcaré tranquilo para la Eternidad.
NO NAME Jun 2017
UNO
He exhalado hondo el aroma que emana la hierba mojada del rocío,
y dejado a los rayos del sol posarse sobre mis mejillas
es tan dulce este momento de mi cabeza en tu vientre,
de tus manos en mi pelo y el silencio
quiero detener el tiempo, ahora el mundo es sólo para nosotras dos,
no digas nada, déjame escuchar el rubor de tu respiración,
el vaivén de tus lados, es el origen de la música
un lugar perfecto para quedarme a vivir
-Mi gota busca entrañas de roca y las perfora.
-En mi flota el aceite que en los santuarios vela.
-Por mi raya el milagro de la locomotora
la pauta de los rieles. -Yo pinto la acuarela.
-Mi bruma y tus recuerdos son por extraño modo
gemelos; ¿no ves como lo divinizan todo?
-Yo presto vibraciones de flautas prodigiosas
al cristal de los vasos. -Soy triaca y enfermera
en las modernas clínicas. -Y yo, sobre las rosas
turiferario santo del alba en primavera.
-Soy pródiga de fuerza motriz en mi caída.
-Yo escarcho los ramajes. -Yo en tiempos muy remotos
dí un canto a las sirenas. -Yo, cuando estoy dormida,
sueño sueños azules, y esos sueños son lotos.
-Poeta, que por gracia del cielo nos conoces,
¿no cantas con nosotras?
                                                -¡Sí canto, hermanas voces!
alaska Dec 2016
asi es como esto funciona, verás
en las noches frías, solitarias, oscuras, a veces no me queda de otra que pensar en ti, en nosotras, en todo lo que ese extraño juego mental de fantasía y salidas de emergencia nos convirtió. y pienso en cómo es posible que los dioses permitieran un amor tal cual. porque podrá haber dolido y ardido en llamas, y sido veneno, y antídoto y pudo haber sido la mentira más grande que jamás conoceré pero también fue la más atractiva, y de alguna forma la manera en que te amé hace de todas tus mentiras una gran e insólita verdad.
Porque la cosa es que después de tanto, tanto tiempo, aún son las 11:18 de un miércoles en la noche y te sigo pensando. Sigo recordando lo nuestro, y todas las quemaduras y cicatrices que me dejaste cuando te marchabas para siempre
y a los dos meses volvías.
Nuestros cuerpos parados de lado a lado
nuestros dedos entrelazados mientras el sol convierte el atardecer en mañana

Aquí la boca de la tierra exhala formando gotas de roció sobre el pasto de migraciones passadas

nuestras manos son flores cúspides
que se extiende más allá de las tierras altas occidentales a tocar gramática de las cuencas costeras donde la avenida Central recorre la parte media de la espalda de Los Ángeles.

Desde allí crecemos flores de cosmos para alimentar a los colibríes
con nuestros dulces néctares
y los colibríes viene y nosotras sonreímos
Quería volver a visitar este poema por que creo que al movernos por la tierra entre el viento nuestras raíces perduran. Y no necesitamos continuamente sentirnos solos. Lo que fue viene con nosotros. Nunca caminamos solos y también somos recipientes de la sabiduría delas vidas de nuestros antepasados. De ellos podemos aprender . Ojalá que esto le dé a alguien la confianza de aceptar lo que fue y abrirse a lo que es hoy.


En el poema el orador ve el pasado (migraciones passadas, la gramática que es afectado por la unión de diferentes lenguajes y elige crecer la flor nativa de estas áreas la flor cosmos en su jardín para hacer lo también un lugar donde los colibríes se pueden encontrar. Ve el pasado y toma agencia sobre su vida y crea algo en este caso el jardín
our bodies stand side by side, fingers intertwined as the sun comes turning dawn into morning. Here earth's mouth exhales
forming cold dewdrops over the pastures of past migrations

our hands cusping wild cosmos stretch past the western highlands
to touch the grammar of coastal basins where central avenue runs down the middle back of Los Angeles

there, too we lift our palms to feed the hummingbirds with our sweet nectars of wild cosmos


Translation to Spanish:

Sueños de tu y yo

Nuestros cuerpos parados de lado a lado
nuestros dedos entrelazados mientras el sol convierte el atardecer en mañana

Aquí la boca de la tierra exhala formando gotas de roció sobre el pasto de migraciones passadas

nuestras manos son flores cúspides
que se extiende más allá de las tierras altas occidentales a tocar gramática de las cuencas costeras donde la avenida Central recorre la parte media de la espalda de Los Ángeles.

Desde allí crecemos flores de cosmos para alimentar a los colibríes
con nuestros dulces néctares
y los colibríes viene y nosotras sonreímos
Tzintzuuquixu a messenger from the gods

the humming bird of the P'urépecha

Aurora means dawn in Spanish
NOYM NDMJ Jun 2022
I have Plath on one shoulder,
Y Storni en el otro.
Sus cuentos, que muy similares son, me guían.
No a su mismo fin, pero me impulsan a crear uno propio.
Sus fines fueron tan poéticos como ellas.
Storni en el mar, no alcanzaba el aire
Como ella misma cuando no alcanzaba su amor poético.
Su adios fue tan dramático como su poesía.
Plath, on the other hand, was not as dramatic, but just as poetic.
She left very matter-of-fact,
The same way one could cut an onion and accidentally cut ones finger
Or how passing out during an overdose is just as casual as sleep.
In an oven.
As a good wife should.
Yet she rejected the good wife norm.
She lived by it because she knew no more.
Her world was limited.
Her world was a bell jar within a bell jar
While one lifted, one still remained.
The air in the larger one was conformist
Just as sticky, just as oppressive, just as much of a stench,
But enough powder and perfume to cover it up.
She was right.
She could not escape the bell jar.
The larger one was too large for her to lift alone,
and forced the smaller one back down on her.
She knew the larger one was there but she lacked a name for it.
She went insane as the world denied her knowledge.
I am grateful that larger bell jar has begun to lift.
Y como se ha levantado,
Puedo yo respirar como no pudo Storni en ese mar congelante
Y como no pudo Sylvia en ese orno patriarcal
Claro, no es fácil encontrar donde respirar.
Pero se puede
Entre nosotras,
se puede.

— The End —