Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Elena Ramos Apr 2015
Elena Ramos


Aquí todo en mi mente da vueltas, nada es estable, no hay un objeto al cual pueda ver directo y guiarme para no caer. Para mí no sirve el simple hecho de tenerlo todo para ser feliz, ni el dinero, ni una familia reconocida en todo Miami y el resto del país. Me llamo Gimena Rodríguez, mis papas son de Honduras pero emigraron a los Estados Unidos cuando mi hermano mayor Roberto tenía apenas diez años en ese entonces yo tenía ocho horribles y apestosos años, era muy fea, mi mama siempre me ponía dos ganchitos en la frente para quitarme el pelo de la cara; bote todas las fotos que dejaban evidencia de ese abuso hacia el estilo y la dignidad de una niña pequeña.  

He buscado en la internet el significado de mi nombre, porque ni yo sé que soy. Hay unos sitios bien raros que dicen que soy de las que necesita ser apoyada por los demás, algo que no es cierto, pero he topado con un sitio que dice que soy de pensamiento firme, ágil y con capacidad analítica. Y por cierto mi número de la suerte dice ser el número cuatro, puede tener algo de sentido ya que el 4 de noviembre es mi cumpleaños, o que casualmente mis papas estén de aniversario el mismo día. Suelo ser de esas chicas que todo el mundo conoce o dice saber conocerme, por el simple hecho de tener una familia la cual, toda América conoce. Mi papa heredo el negocio de mi abuelo, (por lo general el abuelo o como yo lo llamaba Yeyo, era el único que me entendía hasta llegue a prometerle que seguiría los pasos de la familia y seguir el negocio) una empresa que distribuye muebles, ya sean sofás como camas y cosas así. La compañía se llama DecoArte, había empezado en 1934 con mi bisabuelo Arturo, que luego paso a ser mi mi Yeyo y ahora de mi padre (solo espero que Roberto pelee por su lugar en la compañía y decida quedarse todo para él, así no tendría que seguir en este negocio, porque realmente no me gusta). He decidido que quiero ir a Los Angeles y estudiar Fashion Management & Marketing, en la Universidad de Argosy. He aplicado a varias universidades y aun espero respuesta, seria decepcionante no ser aceptada en ninguna y entonces tendría que trabajar en DecoArte toda mi vida. Todos los días son decepcionantes, siempre es lo mismo, mi casa parece un lugar solitario. Roberto tiene su propio apartamento, todos los días sube fotos a su cuenta de Instagram haciendo fiestas, las cuales son mencionadas como las mejores. Fraternidades de muchas universidades terminan ahí, los vagabundos igual, y así todo Miami. Sería bueno si por lo menos me invitara a una de sus “reuniones”, como el las suele llamar cuando estamos frente a nuestros padres. No me veo pequeña, tengo diez y siete años y el próximo año me graduare de Miami Beach High School. Muchos me preguntan si realmente tengo la edad que les digo tener, nadie me cree, muchos dicen que me veo mucho mayor, algo que para mí no está mal. En mi cuenta de twitter me he fijado que Roberto dará una fiesta, tal vez pueda decir que voy a ver una película y me voy un rato a su casa, solo espero que mi propio hermano no me eche de la casa. En mi tiempo libre, después de clases, suelo agarra mi computadora portátil y abrir Word, y escribir todo el día. Hace poco subí gratis un libro de poemas de dicados a la gente que no sabe qué hacer con su vida. He tenido buenas respuestas, inclusive en mi blog recibo visitas y buenos comentarios a montones. Existen dos mundos parami, la realidad y el mundo que creo con los libros y la escritura. Cada libro que leo me envuelve en un sentimiento que hace que imagine estar en el libro. Al escribir siento que mis ideas fluyen y que soy yo honestamente, sin censura, sin miedo a expresarme. En este momento estoy escribiendo una historia ficticia de esta joven que desea encontrar el amor, ya que casi lo encontraba pero el murió. Por su falta de confianza no es capaz de hablar con ningún muchacho. Esta es la introducción del libro:
               Para amar hay un tiempo límite, o por lo menos para mí sí. Si tienes una enfermedad terminal, es muy probable que ese amor nunca llegue. Desearía tener por lo menos un romance que dure poco o hasta cuando yo siga viva. Mi vida se complica cada vez más, el único hombre que veo seguido es mi médico el doctor Collins, está casado y tiene una hermosa hija. En el hospital veo morir a diario personas de las cuales me hice amiga. Aun no olvido su rostro, su pálida cara, que me reía aun a pesar de tener peores condiciones de vida que yo. Se llamaba Mark, tenía doce años cuando lo conocí, y diez y siete cuando lo vi por última vez. Cada año lo volvía diferente, siempre había un problema más o algo en su cuerpo había cambiado por  completo. Lo conocí cuando yo tenía once años, llegue a emergencias esa noche, mi mente giraba, era más verde como la pared que trigueña. Gracias a dios detectaron mi cáncer con tiempo. Pero esa noche ahí estaba el, sentado en una camilla, me pareció muy guapo desde el primer instante en que nuestros ojos se cruzaron. Mientras mi mama hablaba con la enfermera afuera, yo estuve acostada, mirándolo y luego mirando el techo. No sabía que sucedía conmigo, solo sabía que  me sentía a morir. No llore porque él estaba ahí, a dos camillas de la mía. Sabía que me observaba aunque lo disimulaba muy bien. Entraron mi mama y varias enfermeras y un doctor,  después de un rato sacaron mi camilla y me llevaban a otro lugar. Deje a ese muchacho solo en ese espantoso cuarto, solo, y seguramente con dolor en alguna parte. Desperté el día siguiente en un cuarto, había dos camas más  pero al parecer solo yo ocupaba y llenaba aquella gran habitación. Me di cuenta que mi mama y mi papa estaban dormidos, me sorprendió ver a papa faltar al trabajo. No estoy muy segura, pero anoche tuve uno de los mejores sueños más reales que he tenido en mi vida. Soñé con el muchacho de la sala de emergencia. Vi su hermoso pelo, dorado que caía sobre sus orejas, sus perfectos ojos, que no se distinguían si eran grises o verdes. Tenía una camiseta roja, parecía el tipo de adolescente que se intoxica con algo y termina aquí. Definitivamente desearía poder volverlo a ver por lo menos un instante, para poder recordar mejor esa mirada y su hermosa sonrisa.  No hice ruido y me levante buscando un baño, estaba bien, solo algo cansada, y molesta por esa horrenda bata que llevaba puesta, ya que no tenía nada abajo. Hice ruido al levantarme ya que presione uno de los botones que levanta la camilla. Mi padre Augusto, se levantó en un abrir y cerrar de ojos del sofá donde dormía para ir en mi auxilio. –Papa estoy bien-,-No te creo, a dónde vas?-,-solo busco un baño, necesito ir ahorita-. La cara de papa estaba muy diferente, hoy no tenía esa mirada de las mañanas que me decían que todo estaba bien, que la economía estaba por las nubes, o que sasha mi perrita no le causaba alergia cuando todos sabíamos que sí. Me detuve a observarlo, sabía que algo le ocurría,  tal vez fue despedido, o tuvo una seria pelea con mi madre, algo que creo lógico, ya que Paty se pone muy insolente cuando tiene discusiones con papa. –qué ocurre?- le pregunte, tocándole la cara muy delicadamente, tratando de leer su mente o entenderlo-cariño, hay cosas de las cuales tenemos que hablar- al decir esto mi padre, supe que no era nada bueno, porque en ese mismo instante se puso a llorar, por un motivo yo hice lo mismo con él. Mi madre se despertó por el ruido.-Mary, el cáncer no te va a matar, te juro que te van a curar, te lo prometo hija pero por favor no llores-. Mi padre la observo fijamente a los ojos. Fue un golpe muy duro el que recibí, darme cuenta que tenía cáncer y de esta manera. Simplemente, busque la puerta y Salí corriendo, lo más rápido posible, segundos después me di la vuelta y vi que ya no sabía en qué parte del hospital me encontraba. –Mary!-se escuchaba en el fondo. Era mi mama que locamente me buscaba. Me imagino lo mal que se ha de sentir en este momento, pero no lo puedo creer aun, pero tengo cáncer…logre salir de esa situación, ya no estaba corriendo por los pasillos, estaba en un cuarto. –Hola- me di la vuelta y lo vi a él, creí no volver a ver esos ojos, pero si.-hola-creo que nunca estuve tan nerviosa en mi vida. Busque la forma en que la camilla cubriera mi bata, estaba descalza y muy despeinada, pero aun ocupaba ir a un baño. Al fondo vi una puerta, había un baño,-Perdón, pero me puedes prestar tu baño-, él se rio enseguida-si no hay problema, además no es mío es del hospital-. Fui caminando muy rápido, y me encerré, luego, me lave las manos, me enjuague la boca, lave mi cara, y Salí.-me llamo Mary- extendí mi mano hacia la suya.-un gusto Mary, soy Gabriel-. Nombre perfecto para un ángel, el cual él se parecía mucho. Sentía mi corazón palpitando mucho, en un instante sentía que me desmayaba y era enserio, no era por las mariposas ni nada por el estilo, realmente me sentía mal. Gabriel tomo mi mano, me ayudo a sentarme y enseguida llamo a una enfermera. Al rato todos estaban en la habitación, incluso mis papas. –Mary!!—mama estoy bien-.la enfermera me acostó en la camilla de Gabriel, y me tomo la presión, al segundo llego otra enfermera a sacarme sangre. Papa me tomo de la cintura, y me guiaban para ir a mi habitación. Estoy en este momento entrando en un túnel donde sentía que nunca llegaría a casa, pensaba en todas las cosas que hice antes por diversión, pero ahora vivo una pesadilla, que espero que sea simplemente eso, y despertar termine con ella. No pude decirle adiós a Gabriel, pero ya sabia que su numero era treinta y seis, y la mia era la sesenta y dos. Había un brillo que trataba de iluminar mi vida, mi cerebro, había tanta oscuridad, tanta tristeza oculta, cuando la gente que yo amo se de cuente de lo que tengo y en lo que me convertiré tendre miedo de su miedo. He visto tantas películas de esas en las que alguien tiene cáncer o una enfermedad terminal, tengo miedo de no querer luchar por mi vida, miedo a no querer salir de esa comodidad en mi mente y querer rendirme. Tengo solo pocos momentos en mi vida, que valen la pena ser contados. Qué tal si no lleguen mas momentos asi y muera sin haber vivido mi vida. He viajado mucho para que termine asi. Mi mente viaja por lugares muy profundos de mi alma, siento eterna la llegada  a mi habitación. Solo escucho bulla de afuera, tanta que no se en cual enfocarme. Mis papas respetan mi silencio, saben que quiero aclarar mejor las cosas pero que tal si no quiero saberlo y seguir así, viajando por la vida solo por viajar sin rumbo, porque la verdad asi me siento. –mary quieres desayunar, el doctor dice que no tienes dieta-. –Si mam, -dije para romper el silencio de aquella blanca habitación. Tengo una terraza, con hermosas flores, no tengo nada que perder ni ganar ahora, solo disfrutar de su belleza y el canto de los pájaros, es hermosa; la única que no me altera, la única que no se siente como bulla. –pero, creo que todos necesitamos una ducha—si, papa, pero no tengo ropa-.Mama ira a la casa y yo a comprar el desayuno, y tu te quedaras aqui con la enfermera mientra te terminan de revisar-. No  soportaba la idea de que tuvieran que sacarme sangre o que alguien estuviera tan cerca de mi, como esta enfermera. Mis papas salieron de la habitacion, y tuve el descaro de preguntarle en el oído a una de las enfermeras, de quien era Gabriel.-te gusta verdad?-,-no!, simplemente tengo curiosidad-.y ahí empezó la historia mas fasinante e interesante que había escuchacho antes.- Se llama Gabriel Cole y tiene doce años, su mama, no sabemos nada de ella. Vino hace seis meses y desde entonces vive aquí, su papa es Señor Cole,no pudo soportar verlo enfermo entonces pago para que viviera aquí, y se fue. Viene a visitarlo una vez a la semana pero tiene dos semanas sin venir.es un buen muchacho, no le vendría mal una amiga, ahora que no tiene a nadie-.no  puedo creer que su familia lo haya abandonado. No me imagino vivir sin mi mama o sin mi papa, seria horrible.-Bueno he terminado contigo, el doctor Collins vendrá en un rato, descansa-. Salieron por la puerta dejándome sola.
un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
                          un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,

un caminar entre las espesuras
de los días futuros y el aciago
fulgor de la desdicha como un ave
petrificando el bosque con su canto
y las felicidades inminentes
entre las ramas que se desvanecen,
horas de luz que pican ya los pájaros,
presagios que se escapan de la mano,

una presencia como un canto súbito,
como el viento cantando en el incendio,
una mirada que sostiene en vilo
al mundo con sus mares y sus montes,
cuerpo de luz filtrada por un ágata,
piernas de luz, vientre de luz, bahías,
roca solar, cuerpo color de nube,
color de día rápido que salta,
la hora centellea y tiene cuerpo,
el mundo ya es visible por tu cuerpo,
es transparente por tu transparencia,

voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano,

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,

corredores sin fin de la memoria,
puertas abiertas a un salón vacío
donde se pudren todos los veranos,
las joyas de la sed arden al fondo,
rostro desvanecido al recordarlo,
mano que se deshace si la toco,
cabelleras de arañas en tumulto
sobre sonrisas de hace muchos años,

a la salida de mi frente busco,
busco sin encontrar, busco un instante,
un rostro de relámpago y tormenta
corriendo entre los árboles nocturnos,
rostro de lluvia en un jardín a oscuras,
agua tenaz que fluye a mi costado,
busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
caigo con el instante, caigo a fondo,
invisible camino sobre espejos
que repiten mi imagen destrozada,
piso días, instantes caminados,
piso los pensamientos de mi sombra.
piso mi sombra en busca de un instante,

busco una fecha viva como un pájaro,
busco el sol de las cinco de la tarde
templado por los muros de tezontle:
la hora maduraba sus racimos
y al abrirse salían las muchachas
de su entraña rosada y se esparcían
por los patios de piedra del colegio,
alta como el otoño caminaba
envuelta por la luz bajo la arcada
y el espacio al ceñirla la vestía
de una piel más dorada y transparente,

tigre color de luz, pardo venado
por los alrededores de la noche,
entrevista muchacha reclinada
en los balcones verdes de la lluvia,
adolescente rostro innumerable,
he olvidado tu nombre, Melusina,
Laura, Isabel, Perséfona, María,
tienes todos los rostros y ninguno,
eres todas las horas y ninguna,
te pareces al árbol y a la nube,
eres todos los pájaros y un astro,
te pareces al filo de la espada
y a la copa de sangre del verdugo,
yedra que avanza, envuelve y desarraiga
al alma y la divide de sí misma,

escritura del fuego sobre el jade,
grieta en la roca, reina de serpientes,
columna de vapor, fuente en la peña,
circo lunar, peñasco de las águilas,
grano de anís, espina diminuta
y mortal que da penas inmortales,
pastora de los valles submarinos
y guardiana del valle de los muertos,
liana que cuelga del cantil del vértigo,
enredadera, planta venenosa,
flor de resurrección, uva de vida,
señora de la flauta y del relámpago,
terraza del jazmín, sal en la herida,
ramo de rosas para el fusilado,
nieve en agosto, luna del patíbulo,
escritura del mar sobre el basalto,
escritura del viento en el desierto,
testamento del sol, granada, espiga,

rostro de llamas, rostro devorado,
adolescente rostro perseguido
años fantasmas, días circulares
que dan al mismo patio, al mismo muro,
arde el instante y son un solo rostro
los sucesivos rostros de la llama,
todos los nombres son un solo nombre,
todos los rostros son un solo rostro,
todos los siglos son un solo instante
y por todos los siglos de los siglos
cierra el paso al futuro un par de ojos,

no hay nada frente a mí, sólo un instante
rescatado esta noche, contra un sueño
de ayuntadas imágenes soñado,
duramente esculpido contra el sueño,
arrancado a la nada de esta noche,
a pulso levantado letra a letra,
mientras afuera el tiempo se desboca
y golpea las puertas de mi alma
el mundo con su horario carnicero,

sólo un instante mientras las ciudades,
los nombres, los sabores, lo vivido,
se desmoronan en mi frente ciega,
mientras la pesadumbre de la noche
mi pensamiento humilla y mi esqueleto,
y mi sangre camina más despacio
y mis dientes se aflojan y mis ojos
se nublan y los días y los años
sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico
y no hay nada detrás de sus imágenes
el instante se abisma y sobrenada
rodeado de muerte, amenazado
por la noche y su lúgubre bostezo,
amenazado por la algarabía
de la muerte vivaz y enmascarada
el instante se abisma y penetra,
como un puño se cierra, como un fruto
que madura hacia dentro, echa raíces,
crece dentro de mí, me ocupa todo,
me expulsa el follaje delirante,
mis pensamientos sólo son sus pájaros
su mercurio circula por mis venas,
árbol mental, frutos sabor de tiempo,

oh vida por vivir y ya vivida,
tiempo que vuelve en una marejada
y se retira sin volver el rostro,
lo que pasó no fue pero está siendo
y silenciosamente desemboca
en otro instante que se desvanece:

frente a la tarde de salitre y piedra
armada de navajas invisibles
una roja escritura indescifrable
escribes en mi piel y esas heridas
como un traje de llamas me recubren,
ardo sin consumirme, busco el agua
y en tus ojos no hay agua, son de piedra,
y tus pechos, tu vientre, tus caderas
son de piedra, tu boca sabe a polvo,
tu boca sabe a tiempo emponzoñado,
tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
pasadizo de espejos que repiten
los ojos del sediento, pasadizo
que vuelve siempre al punto de partida,
y tú me llevas ciego de la mano
por esas galerías obstinadas
hacia el centro del círculo y te yergues
como un fulgor que se congela en hacha,
como luz que desuella, fascinante
como el cadalso para el condenado,
flexible como el látigo y esbelta
como un arma gemela de la luna,
y tus palabras afiladas cavan
mi pecho y me despueblan y vacían,
uno a uno me arrancas los recuerdos,
he olvidado mi nombre, mis amigos
gruñen entre los cerdos o se pudren
comidos por el sol en un barranco,

no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre,
presente sin ventanas, pensamiento
que vuelve, se repite, se refleja
y se pierde en su misma transparencia,
conciencia traspasada por un ojo
que se mira mirarse hasta anegarse
de claridad:
                  yo vi tu atroz escama,
melusina, brillar verdosa al alba,
dormías enroscada entre las sábanas
y al despertar gritaste como un pájaro
y caíste sin fin, quebrada y blanca,
nada quedó de ti sino tu grito,
y la cabo de los siglos me descubro
con tos y mala vista, barajando
viejas fotos:
                    no hay nadie, no eres nadie,
un montón de ceniza y una escoba,
un cuchillo mellado y un plumero,
un pellejo colgado de unos huesos,
un racimo ya seco, un hoyo *****
y en el fondo del hoy los dos ojos
de una niña ahogada hace mil años,

miradas enterradas en un pozo,
miradas que nos ven desde el principio,
mirada niña de la madre vieja
que ve en el hijo grande su padre joven,
mirada madre de la niña sola
que ve en el padre grande un hijo niño,
miradas que nos miran desde el fondo
de la vida y son trampas de la muerte
-¿o es al revés: caer en esos ojos
es volver a la vida verdadera?,

¡caer, volver, soñarme y que me sueñen
otros ojos futuros, otra vida,
otras nubes, morirme de otra muerte!
-esta noche me basta, y este instante
que no acaba de abrirse y revelarme
dónde estuve, quién fui, cómo te llamas,
cómo me llamo yo:
                              ¿hacía planes
para el verano -y todos los veranos-
en Christopher Street, hace diez años,
con Filis que tenía dos hoyuelos
donde veían luz los gorriones?,
¿por la Reforma Carmen me decía
"no pesa el aire, aquí siempre es octubre",
o se lo dijo a otro que he perdido
o yo lo invento y nadie me lo ha dicho?,
¿caminé por la noche de Oaxaca,
inmensa y verdinegra como un árbol,
hablando solo como el viento loco
y al llegar a mi cuarto -siempre un cuarto-
no me reconocieron los espejos?,
¿desde el hotel Vernet vimos al alba
bailar con los castaños - "ya es muy tarde"
decías al peinarte y yo veía
manchas en la pared, sin decir nada?,
¿subimos juntos a la torre, vimos
caer la tarde desde el arrecife?,
¿comimos uvas en Bidart?, ¿compramos
gardenias en Perote?,
                                  nombres, sitios,
calles y calles, rostros, plazas, calles,
estaciones, un parque, cuartos solos,
manchas en la pared, alguien se peina,
alguien canta a mi lado, alguien se viste,
cuartos, lugares, calles, nombres, cuartos,

Madrid, 1937,
en la Plaza del Ángel las mujeres
cosían y cantaban con sus hijos,
después sonó la alarma y hubo gritos,
casas arrodilladas en el polvo,
torres hendidas, frentes escupidas
y el huracán de los motores, fijo:
los dos se desnudaron y se amaron
por defender nuestra porción eterna,
nuestra ración de tiempo y paraíso,
tocar nuestra raíz y recobrarnos,
recobrar nuestra herencia arrebatada
por ladrones de vida hace mil siglos,
los dos se desnudaron y besaron
porque las desnudeces enlazadas
saltan el tiempo y son invulnerables,
nada las toca, vuelven al principio,
no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
verdad de dos en sólo un cuerpo y alma,
oh ser total...
                      cuartos a la deriva
entre ciudades que se van a pique,
cuartos y calles, nombres como heridas,
el cuarto con ventanas a otros cuartos
con el mismo papel descolorido
donde un hombre en camisa lee el periódico
o plancha una mujer; el cuarto claro
que visitan las ramas del durazno;
el otro cuarto: afuera siempre llueve
y hay un patio y tres niños oxidados;
cuartos que son navíos que se mecen
en un golfo de luz; o submarinos:
el silencio se esparce en olas verdes,
todo lo que tocamos fosforece;
mausoleos del lujo, ya roídos
los retratos, raídos los tapetes;
trampas, celdas, cavernas encantadas,
pajareras y cuartos numerados,
todos se transfiguran, todos vuelan,
cada moldura es nube, cada puerta
da al mar, al campo, al aire, cada mesa
es un festín; cerrados como conchas
el tiempo inútilmente los asedia,
no hay tiempo ya, ni muro: ¡espacio, espacio,
abre la mano, coge esta riqueza,
corta los frutos, come de la vida,
tiéndete al pie del árbol, bebe el agua!,

todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo, el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón, el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la Iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisible, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
                                      se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
                                    el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después;
                                    mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la sustancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;

mejor la castidad, flor invisible
que se mece en los tallos del silencio,
el difícil diamante de los santos
que filtra los deseos, sacia al tiempo,
nupcias de la quietud y el movimiento,
canta la soledad en su corola,
pétalo de cristal es cada hora,
el mundo se despoja de sus máscaras
y en su centro, vibrante transparencia,
lo que llamamos Dios, el ser sin nombre,
se contempla en la nada, el ser sin rostro
emerge de sí mismo, sol de soles,
plenitud de presencias y de nombres;

sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo adonde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja,
                                    el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre la yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso,

no pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
grande como la vida de cien soles),
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
-y el festín, el destierro, el primer crimen,
la quijada del asno, el ruido opaco
y la mirada incrédula del muerto
al caer en el llano ceniciento,
Agamenón y su mugido inmenso
y el repetido grito de Casandra
más fuerte que los gritos de las olas,
Sócrates en cadenas (el sol nace,
morir es despertar: "Critón, un gallo
a Esculapio, ya sano de la vida"),
el chacal que diserta entre las ruinas
de Nínive, la sombra que vio Bruto
antes de la batalla, Moctezuma
en el lecho de espinas de su insomnio,
el viaje en la carreta hacia la muerte
-el viaje interminable mas contado
por Robespierre minuto tras minuto,
la mandíbula rota entre las manos-,
Churruca en su barrica como un trono
es
Viendo a Garrik -actor de la Inglaterra-
el pueblo al aplaudirlo le decía:
«Eres el más gracioso de la tierra
y el más feliz...»
                                 Y el cómico reía.
Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.»Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión,
la de la muerte».-Viajad y os distraeréis.
                                              - ¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad.
                                          -¡Tanto he leído!
-Que os ame una mujer.
                                                -¡Si soy amado!
-¡Un título adquirid!
                                      -¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá?
                                          -Tengo riquezas
-¿De lisonjas gustáis?
                                          -¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?
                                              -Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?
                                                -Mucho... mucho...
-¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.-Me deja -agrega el médico- perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.
-¿A Garrik?
                        -Sí, a Garrik... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.-¿Y a mí, me hará reír?
                                              -¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo- no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.
Los quince y los dieciocho,
los dieciocho y los veinte...
Me voy a cumplir los años
al fuego que me requiere,
y si resuena mi hora
antes de los doce meses,
los cumpliré bajo tierra.
Yo trato que de mí queden
una memoria de sol
y un sonido de valiente.

Si cada boca de España,
de su juventud, pusiese
estas palabras, mordiéndolas,
en lo mejor de sus dientes:
si la juventud de España,
de un impulso solo y verde,
alzara su gallardía,
sus músculos extendiese
contra los desenfrenados
que apropiarse España quieren,
sería el mar arrojando
a la arena muda siempre
varios caballos de estiércol
de sus pueblos transparentes,
con un brazo inacabable
de perpetua espuma fuerte.

Si el Cid volviera a clavar
aquellos huesos que aún hieren
el polvo y el pensamiento,
aquel cerro de su frente,
aquel trueno de su alma
y aquella espada indeleble,
sin rival, sobre su sombra
de entrelazados laureles:
al mirar lo que de España
los alemanes pretenden,
los italianos procuran,
los moros, los portugueses,
que han grabado en nuestro cielo
constelaciones crueles
de crímenes empapados
en una sangre inocente,
subiera en su airado potro
y en su cólera celeste
a derribar trimotores
como quien derriba mieses.

Bajo una zarpa de lluvia,
y un racimo de relente,
y un ejército de sol,
campan los cuerpos rebeldes
de los españoles dignos
que al yugo no se someten,
y la claridad los sigue,
y los robles los refieren.
Entre graves camilleros
hay heridos que se mueren
con el rostro rodeado
de tan diáfanos ponientes,
que son auroras sembradas
alrededor de sus sienes.
Parecen plata dormida
y oro en reposo parecen.

Llegaron a las trincheras
y dijeron firmemente:
¡Aquí echaremos
raíces
antes que nadie nos eche!
Y la muerte se sintió
orgullosa de tenerles.

Pero en los negros rincones,
en los más negros, se tienden
a llorar por los caídos
madres que les dieron leche,
hermanas que los lavaron,
novias que han sido de nieve
y que se han vuelto de luto
y que se han vuelto de fiebre;
desconcertadas viudas,
desparramadas mujeres,
cartas y fotografías
que los expresan fielmente,
donde los ojos se rompen
de tanto ver y no verles,
de tanta lágrima muda,
de tanta hermosura ausente.


Juventud solar de España:
que pase el tiempo y se quede
con un murmullo de huesos
heroicos en su corriente.
Echa tus huesos al campo,
echar las fuerzas que tienes
a las cordilleras foscas
y al olivo del aceite.
Reluce por los collados,
y apaga la mala gente,
y atrévete con el plomo,
y el hombro y la pierna extiende.

Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.
Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren:
vienen con la edad de un siglo,
y son viejos cuando vienen.

La juventud siempre empuja
la juventud siempre vence,
y la salvación de España
de su juventud depende.

La muerte junto al fusil,
antes que se nos destierre,
antes que se nos escupa,
antes que se nos afrente
y antes que entre las cenizas
que de nuestro pueblo queden,
arrastrados sin remedio
gritemos amargamente:
¡Ay España de mi vida,
ay España de mi muerte!
Se enreda el lunes con el martes
y la semana con el año:
no se puede cortar el tiempo
con tus tijeras fatigadas,
y todos los nombres del día
los borra el agua de la noche.

Nadie puede llamarse Pedro,
ninguna es Rosa ni María,
todos somos polvo o arena,
todos somos lluvia en la lluvia.
Me han hablado de Venezuelas,
de Paraguayes y de Chiles,
no sé de lo que están hablando:
conozco la piel de la tierra
y sé que no tiene apellido.

Cuando viví con las raíces
me gustaron más que las flores,
y cuando hablé con una piedra
sonaba como una campana.

Es tan larga la primavera
que dura todo el invierno:
el tiempo perdió los zapatos:
un año tiene cuatro siglos.

Cuando duermo todas las noches,
cómo me llamo o no me llamo?
Y cuando me despierto quién soy
si no era yo cuando dormía?

Esto quiere decir que apenas
desembarcamos en la vida,
que venimos recién naciendo,
que no nos llenemos la boca
con tantos nombres inseguros,
con tantas etiquetas tristes,
con tantas letras rimbombantes,
con tanto tuyo y canto mío,
con tanta firma en los papeles.

Yo pienso confundir las cosas,
unirlas y recién nacerlas,
entreverarlas, desvestirlas,
hasta que la luz del mundo
tenga la unidad del océano,
una integridad generosa,
una fragancia crepitante.
Santiago Nov 2015
He pasado tantas veces
Por el valle de la oscuridad
Y te puedo decir
Que es difícil estar allí
Y que tengo cicatrices que cuentan
Tantan historias que me han hecho crecer
Pero ves, aun estoy aquí
Mas fuerte que nunca
Y todo esto se debe
A que he puesto mi confianza
En aquel que me llamo
Y que su respaldo me prometió

Y nunca he estado solo
Dios nunca me ha abandonado
Y si todavía hoy estoy aquí
Es porque tengo su fuerza
No estoy solo
La victoria siempre el me ha dado
Y si ves que he podido vencer
Es porque lo he entregado todo
He reconocido que es el
Quien tiene el poder

Han cerrado en mi puertas que necesite
Pero de que valió
Porque Dios luego abrió muchas mas
Y cada rechazo fue alimentando
El gigante que hay dentro
Esa fe que no pueden matar
Aun estoy aquí
Mas fuerte que nunca
Y todo esto se debe
A que he puesto mi confianza
En aquel que me llamo
Y que su respaldo me prometió

Y nunca he estado solo
Dios nunca me ha abandonado
Y si todavía hoy estoy aquí
Es porque tengo su fuerza
No estoy solo
La victoria siempre el me ha dado
Y si ves que he podido vencer
Es porque lo he entregado todo
He reconocido que es el
Quien tiene el poder

El nunca te dejara
Confía con tu corazón
Tu no estas solo
Tu no estas solo
Confía con tu corazón
Classy J May 2017
Wickedly Waco classically gaudy ******, thee future class coming at you with lyrics so perfecto. Que pasa me llamo es que, me llamo es como, me llamo es Classy J ese. No me es no Español, I'm just classically gaudy and I drank a lot of alcohol. This is no ordinary cypher, and no hidden messages in my raps to decipher. It's just real **** that anyone can roll with, and I here to become such a legend that a million years from now I become a myth. No ***** to give, and I'm not here to apologize or forgive as I'm here to live. Life is cruel yeah that is the rule I learned, and you don't just get respect as it has to be earned. It's a dog eat dog mentality, and im still sticking to the excuse of being a victim of this reality.

Self righteous self involved and self indulged, so selfish but thats just humanity for you but at the same time we feel like we can judge others but we hate to be judged. The things that make me go hmm, but Im also human so that means I'm also part Baffoon. Sometimes I want to hide in a cocoon or fly away to cancun. Trying to be successful in ruin, just an outcast like aloy I have to find my path and surpass the proving. Not many believe in me, but as long as a few do that's all that matters to me. Only got so much life to live, so I have to make the most of it and put in as much passion in my music because I want to be proud of the product I give. Striving to get bigger, and I'm building up a movement that no one can hinder. Longing to know where truth lies, because all I can see right now are true lies. Half hearted promises be ******* with my emotions, because I'm so caught up in all this ******* commotion. Losing love for people, losing love for myself, losing sight of the sequel because I'm so caught up with the constant thoughts of killing myself.

Depressed and stressed and I'm not sure how much more I can be pressed. My uncle recently committed suicide, and that made me see how much pain it's gives others and made me see it from their side. Angry and confused, wondering why or how and what made him do what he did and sometimes those feelings can't be ever diffused. The pain of life sometimes feels unbearable but I have to keep reading them parables. Maybe I'm hysterical confiding in the pages of the bible because sometimes you  have to try turning over the tables. What's my prognosis doc? Well it says here your precocious and need to focus on what you want because you cant make it appear with hoccus poccus this is real life you have to walk the walk. I don't follow the flock because I'm not like other folks that keep looking at the clock and confine themselves in little cults. I'm embracing the worlds absurdity, and i am a ****** absolutely but yet truly also a brutal hard hitting squanchy anomaly. Going on a journey for Szechwan sauce, and buy a cake from the cake boss. Because why not? If nothing really matters why should I do a melancholy job until I rot? I just want to be something else isn't that something else to strive to be unlike everyone else. So if you're like me come along on this classically gaudy ride, because why should unique misunderstood ******* have to hide?
Helas, helas por do vienen
La Corruja y la Carrasca,
A más no poder mujeres,
Hembros de la vida airada.
Mortales de miradura
Y ocasionadas de cara,
El andar a lo escocido,
El mirar a lo de l'Hampa.
Llevan puñazos de ayuda
Como perrazos de Irlanda,
Avantales voladores,
Chapinitos de en volandas.
Sombreros aprisionados,
Con porquerón en la falda,
Guedejitas de la tienda,
Colorcita de la plaza.
Mirándose a lo penoso,
Cercáronse a lo borrasca,
Hubo hocico retorcido,
Hubo agobiado de espaldas.
Ganaron la palmatoria
En el corral de las armas,
Y encaramando los hombros.
Avalentaron las sayas.
CORRUJA: «De las de la hoja
Soy flor y fruto,
Pues a los talegos
Tiro de puño.»
CARRASCA: «Tretas de montante
Son cuantas juego;
A diez manos tomo
Y a dos peleo.»
Luego, acedada de rostro
Y ahigadada de cara,
Un tarazón de mujer,
Una brizna de muchacha
Entró en la escuela del juego
Maripizca la Tamaña,
Por quien Ahorcaborricos
Murió de mal de garganta.
Presumida de ahorcados
Y preciada de gurapas
Por tener dos en racimo
Y tres patos en el agua,
Con valentía crecida
Y con postura bizarra
Desembrazando a los dos,
En esta manera garla:
[MARIPIZCA:] «Llamo uñas arriba
A cuantos llamo,
Y al recibo los hiero
Uñas abajo.
»Para el que me embiste
Pobre y en cueros,
Siempre es mi postura
Puerta de hierro.»
Rebosando valentía,
Entró Santurde el de Ocaña,
Zaino viene de bigotes
Y atraidorado de barba.
Un locutorio de monjas
Es guarnición de la daga,
Que en puribus trae al lado
Con más hierro que Vizcaya.
Capotico de Antemulas,
Sombrerico de la carda,
Coleto de por el vivo,
Más probado que la pava.
Entró de capa caída,
Como los valientes andan,
Azumbrada la cabeza
Y bebida la palabra:
[SANTURDE:] «Tajo no le tiro,
Menos le bebo;
Estocadas de vino
Son cuantas pego.»
Una rueda se hicieron;
¿Quién duda que de navajas?
Los codos tiraron coces,
Azogáronse las plantas;
Trastornáronse los cuerpos,
Desgoznáronse las arcas,
Los pies se volvieron locos,
Endiabláronse las plantas.
No suenan las castañetas,
Que de puro grandes, ladran,
Mientras al son se concomen,
Aunque ellos piensan que bailan.
Maripizca tornó el puesto,
Santurde tomó la espada,
Con el montante el Maestro
Dice que guarden las caras.
[MAESTRO:] «De verdadera destreza
Soy Carranza,
Pues con tocas y alfileres
Quito espadas.
»Que tengo muy buenos tajos
Es lo cierto,
Y algunos malos reveses
También tengo.
»El que quisiere triunfar,
Salga de oros,
Que el salir siempre de espadas
Es de locos.»
MAESTRO: «Siente ahora la Corruja.»
CORRUJA: «Aquesta venida vaya.»
MAESTRO: «Jueguen destreza vuarcedes.»
SANTURDE: «Somos amigos, y basta.»
MAESTRO: «No es juego limpio brazal.»
CORRUJA: «Si no es limpio que no valga.»
MAESTRO: «Siente vuarced.»
SANTURDE:                             «Que ya siento,
        Y siento pese a su alma.»
Tornáronse a dividir
En diferentes escuadras,
Y denodadas de pies,
Todas juntas se barajan.
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «Entráronme con escudos,
Cansáronme con rodelas;
Cobardía es sacar pies,
Cordura sacar moneda.
»Aguardar es de valientes
Y guardar es de discretas,
La herida de conclusión
Es la de la faltriquera.»
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «Ángulo agudo es tomar;
No tomar, ángulo bestia;
Quien viene dando a mi casa,
Se viene por línea recta.
»La universal es el dar;
Cuarto círculo, cadena;
Atajo, todo dinero;
Rodeo, toda promesa.»
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «El que quisiere aprender
La destreza verdadera,
En este poco de cuerpo
Vive quien mejor la enseña.»
Kimmy-Nichole Feb 2012
senorita
her name is ******
living in a half empty cup
under neath the stars
of a lofts stairs.

****** dances and dreams
wonders if life is all it seems
as its perceived,
questions her thoughts
traces her dreams

chases the feelings
that so desperatley brings ****** to her knees
perhaps there is a plan
maybe its all just a test

as ****** sips her cup
under the stairs
a man comes and says hey bonita como se llamo
******, she speaks softly and smiles
hola senorita he replys
Mi vida, enferma de fastidio, gusta
de irse a guarecer año por año
a la casa vetusta
de los nobles abuelos
como a refugio en que en la paz divina
de las cosas de antaño
sólo se oye la voz de la madrina
que se repone del acceso de asma
para seguir hablando de sus muertos
y narrar, al amparo del crepúsculo,
la aparición del familiar fantasma.
A veces, en los ámbitos desiertos
de los viejos salones,
cuando dialogas con la voz anciana,
se oye también, sonora maravilla,
tu clara voz, como la campanilla
de las litúrgicas elevaciones.
Yo te digo en verdad, buena Fuensanta,
que tu voz es un verso que se canta
a la Virgen, las tardes en que mayo
inunda la parroquia con sus flores:
que tu mirada viva es como el rayo
que arranca el sol a la custodia rica
que dio para el altar mayor la esposa
de un católico Rey de las Españas;
que tu virtud amable me edifica,
y que eres a mis ósculos sabrosa,
no como de los reyes los manjares,
sino cual pan humilde que se amasa
en la nativa casa
y se dora en los hornos familiares.
¡Oh, Fuensanta!: mi espíritu ayudado
de tus manos amigas,
ha de exhumar las glorias del pasado:
En el ropero arcaico están las ligas
que en el día nupcial fueron ofrenda
del abuelo amador
a la novia de rostro placentero,
y cada una tiene su leyenda:
«Tú fuiste, Amada, mi primer amor,
y serás el postrero».
¡Oh, noble sangre, corazón pueril
de comienzos del siglo diecinueve,
para ti la mujer, por el decoro
de sus blancas virtudes,
era como una Torre de Marfil
en que después del madrigal sonoro
colgabas los románticos laúdes!
Yo obedezco, Fuensanta, al atavismo
de aquel alto querer, te llamo hermana,
fiel a mi bautismo,
sólo te ruego en mi amoroso mal
con la prez lauretana.
Tu llanto es para mí linfa lustral
que por virtud divina se convierte
en perlas eclesiásticas, bien mío,
para hacerme un rosario contra el frío
y las hondas angustias de la muerte.
Los vistosos mantones de Manila
que adornaron a las antepasadas
y tienes en las manos delicadas,
me sugieren la época intranquila
de los días feriales
en que el pueblo se alegra con la Pascua,
hay cohetes sonoros,
tocan diana las músicas triunfales,
y la tarde de toros
y la mujer son una sola ascua.
También tú, con las flores policromas
que engalanan los clásicos mantones
de Manila, pudieras haber ido
a la conquista de los corazones.
Mas ¡oh Fuensanta!, al buen Jesús le pido
que te preserve con su amor profundo:
tus plantas no son hechas
para los bailes frívolos del mundo
sino para subir por el Calvario,
y exento de pagano sensualismo
el fulgor de tus ojos es el mismo
que el de las brasas en el incensario.
Y aunque el alma atónita se queda
con las venustidades tentadoras
a las que dan el fruto de su industria
los gusanos de seda,
quiere mejor santificar las horas
quedándose a dormir en la almohada
de tus brazos sedeños
para ver, en la noche ilusionada,
la escala de Jacob llena de ensueños.
Y las alegres ropas,
los antiguos espejos,
el cristal empañado de las copas
en que bebieron de los rancios vinos
los amantes de entonces, y los viejos
cascabeles que hoy suenan apagados
y se mueren de olvido en los baúles,
nos hablan de las noches de verbena,
de horizontes azules,
en que cobija a los enamorados
el sortilegio de la luna llena.
Fuensanta: ha de ser locura grata
la de bailar contigo a los compases
mágicos de una vieja serenata
en que el ritmo travieso de la orquesta,
embriagando los cuerpos danzadores,
se acuerda al ritmo de la sangre en fiesta.
Pero es mejor quererte
por tus tranquilos ojos taumaturgos,
por tu cristiana paz de mujer fuerte,
porque me llevas de la mano a Sion
cuya inmortal lucerna es el Cordero,
porque la noche de mi amor primero
la hiciste de perfume y transparencia
como la noche de la Anunciación,
por tus santos oficios de Verónica,
y porque regalaste la paciencia
del Evangelio, a mi tristeza crónica.
Los muebles están bien en la suprema
vetustez elegante del poema.
Las arcas se conservan olorosas
a las frutas guardadas;
el sofá tiene huellas de los muslos
salomónicos de las desposadas;
entre un adorno artificial de rosas
surgen, en un ambiente desteñido,
las piadosas pinturas polvorientas;
y el casto lecho que pudiera ser
para las almas núbiles un nido,
nos invita a las nupcias incruentas
y es el mismo, Fuensanta, en que se amaron
las parejas eróticas de ayer.
Dos fantasmas dolientes
en él seremos en tranquilo amor,
en connubio sin mácula yacentes;
una pareja fallecida en flor,
en la flor de los sueños y las vidas;
carne difunta, espíritus en vela
que oyen cómo canta
por mil años el ave de la Gloria;
dos sombras dormidas
en el tálamo estéril de una santa.
A ti, con quien comparto la locura
de un arte firme, diáfano y risueño;
a ti, poeta hermano que eres cura
de la noble parroquia del Ensueño;
va la canción de mi amoroso mal,
este poema de vetustas cosas
y viejas ilusiones milagrosas,
a pedirte la gracia bautismal.
Te lo dedico
porque eres para mí dos veces rico;
por tus ilustres órdenes sagradas
y porque de tu verso en la riqueza
la sal de la tristeza
y la azúcar del bien están loadas.
Erin E Esping Feb 2016
Hace frio.
Llueve.
Me gusta
Cuando llueve.

El agua
Baila
En las casa.
Yo Miro.

Escucho
A el agua;
Yo estoy
Feliz.

Hoy es
Sábado.
Y llueve,
Siempre.

Pero,
Yo corro.
Yo corro y yo corro
Cuando llueve.




Llevo
Los pantalones cortes
Además llueve
En sábado.  

Yo descanso.
Yo estoy cansada.
“Yo no trabajo más,” yo hablo.
Pero yo aprendo,
Yo trabajo,  siempre.

Pero, yo estoy feliz
Cuando yo trabajo
Porque, me gusta sábado
Y llueve, siempre,
Y yo bailo con el agua.

Canta, el agua.
Canta a me.
En sábado frio,
Nosotros cantamos,
El agua y me.

Sábado es bueno.
Sábado es simpático.
Me gusta sábado
Cuando el agua y yo
Cantamos y bailamos.
Pero no me gusta lunes,
Martes, miércoles,
Jueves, viernes.
Porque yo estoy en la casa,
No en la escuela.

Mi madre, no, mi madrastra
Es mala y seria.
“No les gustas,” ella habla.
“Tú eres débil y pobre. No les gustas,”
Ella habla otra vez y otra vez.  

Pero, en sábado,
Yo corro.
Porque yo no trabajo
Para mi madrastra
En la casa mala.

Yo corro, cuando
Miro una la chica.
No ella baila en el agua.
No ella canta en el agua.
¿Por qué?





Ella mira me.
Ella habla, “Hi. My name is Basil.”
Yo hablo, “No hablo inglés.”
Ella habla, “Ok. Me llamo Basil.”
Basil. Un nombre bonito.  

Basil habla, “¿Cómo te llamas?”
Yo hablo, “Catrin.”
“Mucho gusto, Catrin” Basil habla.
“Igualmente, Basil” Yo hablo,
Pero no nosotros paseamos.

“¿Estas tu nuevo aquí?” Basil habla.
“No,” Yo hablo.
“¿Estoy yo tu amiga?”
“No.” Ella habla, “¿Por qué?”
“El agua es mi amigo uno,” y yo corro.

Yo estoy en la casa.
No me gusta la casa.
No mi madrastra está aquí.
Pero, el gato está aquí.
Me gusta el gato.




Nombre del gato es Licorice.
Nosotros descansamos.
Yo leo mi libro inglés.
Yo práctico mi inglés.
“Hello,” yo hablo, “es Hola.”

El gato habla, “¡Miau!”
Licorice gusta comer.
“Paseas con me,” Yo hablo.
Él come.
Yo miro.

Yo miro y yo dibujo.
Yo dibujo Licorice.
“¿Miau?” Licorice habla.
“Está bien, Licorice.”
Pero no está bien.

Adiós sábado noches.
Hoy es domingo y mañana.
Mi madrastra no está aquí.  
Mi madrastra no está aquí sábado noches.
Que es bueno.


Hoy, yo corro, otra vez.
Yo miro la chica otra vez.
Basil pasea a me.
“¡Tú estás ilegal!” Basil habla.
“¿Qué?” yo hablo.

Yo miro.
“¿Por qué?” yo hablo.
Yo estoy triste.
Pero el agua baila y canta.

Mi casa es en Dallas Texas,
Pero yo soy de Chihuahua, México.
¿Soy yo libre?
Sí y no
Yo soy libre en México.

Sí, en Dallas,
Yo soy ilegal.
Pero cuando yo canto y bailo con el agua,
Yo soy
Libre.
Vianny Sujo May 2016
Te he comparado con un golpe de suerte porque llegas sin avisar y eres una bonita casualidad; con la goma de mascar en un salón de clase porque te mantengo en secreto y te quiero en silencio. He llamado a tus manos una cornisa porque me aferro a ellas para no caer al acantilado; a tus labios les he dicho océano porque me provocas unas ganas inmensas de ahogarme.

Te llamo arte porque aún no te conozco del todo y cuando creo conocerte te encuentro más gamas de colores, porque siempre tendrás algo nuevo que enseñarme.  Voy a empezar a decir que eres mi mar muerto porque evitas que me ahogue y sé que nunca me hundiré cuando estoy contigo.

He hablado del color de tus ojos refiriendo al color de la tierra donde quiero echar raíces y yo ya he comparado al amor con las jacarandas porque haces que todos mis cimientos se estremezcan y que mi primavera quiera pintarse de colores bonitos. Soy alérgica a las flores pero podría aguantar este jardín tan bonito que estás haciendo crecer en mis pulmones y todas estas mariposas caníbales que me revolotean en el estomago.

Terminaré por compararte con la ciencia ficción y con la magia porque aún no me puedo creer que seas real; y sí, la magia existe, pero tú no puedes verla porque nunca te has visto los ojos brillar cuando hablas de algo que te gusta, ni reír a carcajadas hasta que sólo quede silencio y lagrimas de alegría en tus mejillas.

Me estoy proclamando funambulista porque estoy haciendo equilibrio en tus cuerdas vocales y en tu mirada que siempre tiende al infinito, pero ya no tengo miedo de caer porque me has enseñado que tengo unas alas muy grandes.

Verte es como desayunar jugo de naranja, la mejor forma de empezar el día, un agridulce "Te quiero". Eres esa cucharada de más en el café que nadie se atreve a pedir, pero que espera recibir. Eres esa canción que nunca salto en aleatorio y tengo que escuchar dos veces porque la primera no podía parar de sonreír. Eres la piedra más bonita con la que quise tropezar.

No sé si tengo una arritmia en el corazón o sólo es que ahora es más locomotora y menos órgano, corazón coraza, corazón correcaminos... Ojalá tú sepas escucharlo porque cuando estás cerca me grita en los oídos pero no es mi idioma, es el tuyo.

Ojalá ahora puedan entender que cuando hablo de ti hablo de esa mañana de sábado cuando puedes respirar y dejar la mente en blanco durante el desayuno; de esa canción de La Habitación Roja que suena cuando voy camino a casa y el trafico me hace pensar que estoy en el mundo ideal. Hablo de los días lluviosos y grises, de los libros de poesía, de los lapices de colores.

Ojalá algún día me entiendan que cuando hablo de ti sólo quiero hablar de ti y de lo bonito que es que te saquen una sonrisa cuando lo único que quieres hacer es llorar.
Natalia Rivera Apr 2015
El otro día estaba limpiando la vieja casa en donde crecí cuando era pequeña,  mis padres iban a venderla y necesitaban un poco de ayuda así que accedí. Quise limpiar mi habitación, y al decir limpiar hablaba de quitarle el polvo a los estantes y pasar una escoba. Al entrar la luz del sol entraba por la ventana, dejando todo el polvo que había al descubierto, mis estantes tenían una que otra pieza de porcelana, bailarinas y algunas fotos viejas. Le di la vuelta al cuarto hasta llegar al armario el que se suponía que estuviera vacío, se suponía. Habían dos cajas grandes una al lado de la otra, viejas y dañadas por la humedad; las tome y abrí una de ellas, frente a mi estaban cinco años de mi vida, guardadas todo este tiempo. Fotos, cartas, postales, discos, joyería, las sacaba una por una rápidamente preguntándome que hacían allí, quien las había puesto allí, desde cuando estaban allí. Limpie todo de prisa, le avise a mi madre que me iba y tome las cajas, me dirigía a mi apartamento.

Llegando tome un baño, me serví una cerveza y puse una de las cajas encima de la cama. Me tome el tiempo de ver cada una de las fotos; algunas eran mías usando algún traje espantoso, otras de amigos y familia. Reí leyendo las cartas que tenía y escogí la joyería que aun quería conservar. Fui a levantar la otra caja para ver que había dentro y era algo pesada, demasiado para ser ropa o chucherías como lo que contenía la otra. Grandes, pequeños, de todos los colores, carpeta dura y blanda, ahí estaba una colección inmensa de libros que había perdido. Mis libros. Las interrogantes que tuve en la casa volvieron, decidí abrir uno de ellos al azar. Era color verde y tenía algunos garabatos en la portada, “Poemas y Relatos” el mundo se había congelado. Tenía en mi mano uno de mis diarios de hace cinco, casi seis años atrás. Supe que esa noche, tendría de visitante a las lágrimas que hacen varias semanas no aparecían; pasaba las páginas y leí los poemas, las historias, las frases, hasta que en una de las paginas había algo que me llamo la atención. Era un fragmento de algún día.


“5 de junio de 2010

He pasado el verano cuidado a una pequeña, y esta casa es inmensa. Pero me reconforta el saber que en algún momento mi teléfono sonará mi teléfono y será un mensaje de él. Un como estas, que hiciste en el día, estuve esquiando, hace demasiado frio por acá, has comido algo. Me gusta mucho, me ha dicho te amo unas cuantas veces y mi corazón se va elevando con la rapidez que se acaba un suspiro. Blanco como la arena, sus ojos azules como el mar, hermosos, al igual que su sonrisa. Era inevitable no sonreír luego de verlo. Carismático, sarcástico y simpático; inteligente y cariñoso. Es como un ángel, el cual me  trae estúpida e imbécil. Enamorada me trae.


                                                         ­                                                        NARR”


No necesitaba saber el nombre, sabia para quien era aquello. Mucho tiempo había pasado desde que tuve la última conversación con él, pero así era. Como las estrellas fugaces, aparecen cuando quieren y así era él. Los sentimientos me invadían y quise con todas mis fuerzas saber porque se había ido, porque me había abandonado. Así que me asome a la ventana y susurre su nombre, como parte de un hechizo o un ritual.
-Llegue. Me volteé y ahí estaba. Parado frente a mí con sus enormes ojos azules. Me quede paralizada y solo pude decir “llegaste”.
-Oh valla. Demasiado tiempo para solo eso ¿no crees? Repentino silencio, pero luego comenzó a preguntarme que había hecho y como me iba. Hablamos de todo un poco, de las que todos hablan hasta que comenzó
-Hace algunos años atrás tuve un accidente y estuve en coma. Al despertar no recordaba caras, personas, amigos, sucesos. Pero me acorde de ti. No recuerdo exactamente como nos conocimos y porque hemos dejado de hablar, pero me acuerdo de ti.
La sangre la sentía correr fría, el corazón me iba a estallar. El seguía parado junto a mí y yo sentada en la ventana. Cuando finalmente pude hablar le dije
-Siempre me has acordado ese verano. En su mirada que no sabía de qué hablaba así que le mostré lo que había escrito en la libreta.
- Así que, ¿nos gustábamos?
-Al menos yo de ti me enamore, y llegaste a decirme unas cuantas veces un te amo. Perdimos comunicación porque jamás fui suficiente para ti, así que decidí dejar de intentarlo. Poco después supe que tenías pareja, hablamos por última vez y luego desapareciste.
- Lo supuse cuando después de todo me acordaba de tu nombre; eres mi único recuerdo de ese verano. “ángel” susurro casi tan bajo que apenas pude escucharlo. Sonreí y él lo hizo también. Se sentó al lado mío y dejo que descansara mi cabeza en su hombro. Pude sentir su olor, apreciarlo más, ver que aquel rostro de niño había evolucionado. Al lado mío estaba un viejo amor, un viejo amigo, al cual su corazón le pertenecía a alguien más igual que el mío. Pero mi corazón me pedía gritos unas últimas palabras así que le pregunte.
-¿Alguna vez me extrañas?

El me dio un beso en la frente y también recostó su cabeza en la mía, la brisa soplo y yo sonreí.
Para J.M
Divina Lysi mía:
perdona si me atrevo
a llamarte así, cuando
aun de ser tuya el nombre no merezco.

A esto, no osadía
es llamarte así, puesto
que a ti te sobran rayos,
si en mí pudiera haber atrevimientos.

Error es de la lengua,
que lo que dice imperio
del dueño, en el dominio,
parezcan posesiones en el siervo.

Mi rey, dice el vasallo;
mi cárcel, dice el preso;
y el más humilde esclavo,
sin agraviarlo, llama suyo al dueño.

Así, cuando yo mía
te llamo, no pretendo
que juzguen que eres mía,
sino sólo que yo ser tuya quiero.

Yo te vi; pero basta:
que a publicar incendios
basta apuntar la causa,
sin añadir la culpa del efecto.

Que mirarte tan alta,
no impide a mi denuedo;
que no hay deidad segura
al altivo volar del pensamiento.

Y aunque otras más merezcan,
en distancia del cielo
lo mismo dista el valle
más humilde que el monte más soberbio,

En fin, yo de adorarte
el delito confieso;
si quieres castigarme,
este mismo castigo será premio.
Alza, toro de España: levántate, despierta.
Despiértate del todo, toro de negra espuma,
que respiras la luz y rezumas la sombra,
y concentras los mares bajo tu piel cerrada.
Despiértate.
Despiértate del todo, que te veo dormido,
un pedazo del pecho y otro de la cabeza:
que aún no te has despertado como despierta un toro
cuando se le acomete con traiciones lobunas.
Levántate.
Resopla tu poder, despliega tu esqueleto,
enarbola tu frente con las rotundas hachas,
con las dos herramientas de asustar a los astros,
de amenazar al cielo con astas de tragedia.
Esgrímete.
Toro en la primavera más toro que otras veces,
en España más toro, toro, que en otras partes.
Más cálido que nunca, más volcánico, toro,
que irradias, que iluminas al fuego, yérguete.
Desencadénate.
Desencadena el raudo corazón que te orienta
por las plazas de España, sobre su astral arena.
A desollarte vivo vienen lobos y águilas
que han envidiado siempre tu hermosura de pueblo.
Yérguete.
No te van a castrar: no dejarás que llegue
hasta tus atributos de varón abundante
esa mano felina que pretende arrancártelos
de cuajo, impunemente: pataléalos, toro.
Víbrate.
No te van a absorber la sangre de riqueza,
no te arrebatarán los ojos minerales.
La piel donde recoge resplandor el lucero
no arrancarán del toro de torrencial mercurio.
Revuélvete.
Es como si quisieran arrancar la piel al sol,
al torrente la espuma con uña y picotazo.
No te van a castrar, poder tan masculino
que fecundas la piedra; no te van a castrar.
Truénate.
No retrocede el toro: no da un paso hacia atrás
si no es para escarbar sangre y furia en la arena,
unir todas sus fuerzas, y desde las pezuñas
abalanzarse luego con decisión de rayo.
Abalánzate.
Gran toro que en el bronce y en la piedra has mamado,
y en el granito fiero paciste la fiereza:
revuélvete en el alma de todos los que han visto
la luz primera en esta península ultrajada.
Revuélvete.
Partido en dos pedazos, este toro de siglos,
este toro que dentro de nosotros habita:
partido en dos mitades, con una mataría
y con la otra mitad moriría luchando.
Atorbellínate.
De la airada cabeza que fortalece el mundo,
del cuello como un bloque de titanes en marcha,
brotará la victoria como un ancho bramido
que hará sangrar al mármol y sonar a la arena.
Sálvate.
Despierta, toro: esgrime, desencadena, víbrate.
Levanta, toro: truena, toro, abalánzate.
Atorbellínate, toro: revuélvete.
Sálvate, denso toro de emoción y de España.
Sálvate.
The voice Jul 2014
Que dificil ha sido verte haci
Que dificil ha sido no poder ayudarte
no entiendo tu comportamiento
pero tampoco juzgo lo que haces.
Yo se que las cosas son dificiles para ti
Pero quien no ha sufrido tanto o mas que tu
Si tan solo me pudieras voltear a ver
Saber que necesito verte fuerte
Por favor entiende que las cosas no se pueden hacer asi
Los erores que se cometen hoy,
pueden volver a afectarte en el future
Cuanto tiempo fue,
el tu y yo sufrimos por el separamiento
porque quieres que alguien mas pase por lo mismo
tu deverias saber el dolor tu y yo,
tuvimos que sufrir.
Te pido que pongas en mi lugar
Te quiero y te respeto pero es por eso que
tengo que decirte que estas hacienda las cosas mal
Dios te llamo
para ser salvado
y no es justo que tu dejes eso por;
2 segundos de mentiras!!!!
We all make mistakes, this is a message to  friend. Matrimony is promise made to be kept for ever. No one has the right to get in between, because you never know if that may happen to you. respect your marriage vows and other's too!
Desde que te llamo así,
por mi nombre,
ya nunca me eres extraño.
Infinitamente ajeno,
remoto tú, hasta en la playa,
-que te acercas, alejándote
apenas llegas-, tú eres
absoluto entimismado.
Pero tengo aquí en el alma
tu nombre, mío. Es el cabo
de una invisible cadena
que se termina en tu indómita
belleza de desmandado.
Te liga a mí, aunque no quieras.
Si te nombro, soy tu amo
de un segundo. ¡Qué milagro!
Tus desazones de espuma,
abandonan sus caballos
de verdes grupas ligeras,
se amansan, cuando te llamo
lo que me eres: Contemplado.
Obra, sutil, el encanto
divino del cristianar.
Y aquí en este nombre rompe
mansamente tu arrebato,
aquí, en sus letras -arenas-,
como en playa que te hago.
Tú no sabes, solitario,
-sacramento del nombrar-
cuando te nombro,
todo lo cerca que estamos.
EME Apr 2015
Ya no sé que escribir, no encuentro esa forma tan universalmente conocida de por lo menos describir mi entorno, es como si algo se hubiera ido, esfumado, desaparecido. Frotándome la cabeza, dando vuelta por la habitación, inhalando lo ultimo de mi "Chicharrita" en la pipa de mi abuela, entro en la parte superficial de mis pensamientos y puedo darme cuenta de lo que pasa pero al entender que no sé que es lo que esta pasando caigo en la cuenta de que todo es intangible, todo esta lleno de una esencia especifica que lo hace ser lo que es pero no es lo que nuestra aproximación categórica define. Un árbol, porque es un árbol, quien lo llamo árbol, que es un árbol? es simple definirlo, decir que un árbol es eso o aquello, pero quiero definir la esencia del árbol, cual es esa esencia, de donde viene.
Leila Oct 2015
don't tell me what you think i already know
**** what you heard
I need you to give me your word
I need you to show respect
to forget that person you play on fb
spare me the weakass gobbledygook
i mean, I know its hard for you, havin to keep up with what you've said
tho ur perspectives never wrong..being a ******* angel and all with the heavens to dwell upon
but u still look down on me, on my mere morality to make u feel strong
oh beatified one, ur deeds maybe malicious but it's not ur fault
these things can't be helped when your the Earth's salt
and when im the godforsaken idiot who didn't highly enough exalt
your very presence, your every word
no wonder you had to talk all that ****
singing on cue like some sorta mocking bird
for production value - people love the script
a tragic comedy about how cruel it was and still is
that you had to even once suffer such a crisis
to suffer my love..all those weeks and with all depths of my heart and soul poured into my actions
ew..how'd u not die? I see  now the sight of me begs for ur lies
the agonious torture of my unworthy flesh, my blood
of my existence, my name you drug thru the mud..where soon, unsoiled, a lotus will bud
however ur seemingly 'necessary' truth manufacturing to avoid drama
was unnessacry since ur sorry *** coulda saved us both some trauma
i mean i don't know, maybe you are a divine genius
cause we're both here on earth yet somehow u found nirvana
but I think ur thinking of the light of Venus
any heaven, like hell, is what u make if it
infinity has no tolerance for hubris
the highly evolved spirits, the Athenas, Pegasus', Ramas
Jesus', Mohamads, all the angels and prophets
are without being, no space or time can hold
yet ur convinced ur entitled to b idolized in gold
and theres nothing u can say u haven't already heard told
you know everything except for your own soul
which reflects badly on ur momma
Cause that ***** birthed your *******..como te llama?
te llamo un ****, just another ***, no ******* Romeos
so form now on I call you mi amigo perdido
cause if you ever come round my way again
ima squash you like I do a ***** **** blood ******* mosquito.
Lewis R. Mar 2010
May be I missed something…
Sitting lonely by the fireplace, in the rocking chair, just like the one he always wanted to have since childhood, and to sit just like that with such a serious face… thinking really widely and broadly about own… like Sherlock or Epicur… and with a glass of Merlot..
In the whole house just crackling of the fire and hissing of the conditioner… May be I missed something.. Said he, but now out loud to himself…
Something started vibrating, flashing with an idle melody through the dark silence of the house…
- Да.. answered he, in hope that it is some of the “close” people that remembered him in the New Years Eve..
- Hola! Puedo hablar a Sr. Miguel. Esta en el casa ahora?
- -Discúlpeme, está equivocado el número, señiorita…
- -Lo siento…

And she hang up the phone… wrong number… She needed somebody called Miguel…

hmm.. I should’ve said that I was Miguel. Then, shoud've reserved the table in a restaurant and asked her out… And when she woudn’t meet Miguel there, just before she starts leaving, accost her and tell:

-Hola, Senioritta. Me llamo Roberto. Esta muy bonita y estoy solo esta noche. Quiere beber algo comigo?
You don’t have to wonder that people treat a woman with such beauty like that. You’re not first, you’re not the last…
And she responded:
-Gracias y Mucho gusto Roberto. Me encantaria…
And then with projectors and street lights through bars and clubs until the dawn… and then it’s not lonely and very hot in your bed… and in the morning, a little bit ill and tired you ask her:
-Como te llamas?
-Maria…
That would be the last word you would hear from her.. and she gets dressed and gone, gone…
You’re lonely again.. inside just the fantasies and at front of you their reflections on the burning down fire…
Evelin G hoffman Apr 2014
Camino por el pasillo
Miro abajo con la mano en el bolsillo
Te escucho y pretendo no verte
Suspiro mi corazon late fuerte.

Tus ojos huyen de mi mirada,
Y mis ojos con atraccion extremada
Tratan de disimular el brillo q causas
Pero con todo lo q siento encajas.

Encajas en lo que llamo perfeccion
Hermosa, perfecta en mi imajinacion
Deslumbras mi requisito
Mi cerebro esta en corto-circuito

4/22/2014
EveGaby
Si al mecer las azules campanillas
    de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
    murmurador,
sabe que, oculto entre las verdes hojas,
    suspiro yo.

Si al resonar confuso a tus espaldas
    vago rumor,
crees que por tu nombre te ha llamado
    lejana voz,
sabe que, entre las sombras que te cercan,
    te llamo yo.

Si se turba medroso en la alta noche
    tu corazón,
al sentir en tus labios un aliento
    abrasador,
sabe que, aunque invisible, al lado tuyo,
    respiro yo.
Ellos son, ellos vienen
cada noche a mi lado.
Por mucho que intentara
ocultarme, enterrarlos,
por mucho que quisiera
creer que está el pasado
para siempre dormido,
ellos, desde sus altos
tronos, ellos, siluetas
contra un cielo apagado,
ellos, amigos, hijos
del mismo tiempo, hermanos
en el mismo dolor,
silenciosos, doblados
por su pesada carga
vendrían a mi lado.
Ellos, son muy temblorosos,
muy lentos y muy pálidos.

Pedro, grave, tranquilo,
enorme, sosegado
como el mar en otoño.
Murió un día de marzo
allá lejos…

                    Fernando:
parecía una tapia
bajo el sol del ocaso.
Enterrado en la niebla
quedó un día.

                      Milagros:
yo no la conocí.
Tenía veinte años.
Dicen que eran sus ojos
transparentes y vagos;
que era alegre y muy linda…

Rodrigo, coronado
de espumas, semidiós
marino. Murió ahogado
frente a la playa un día
de tormenta.

                    ¡Qué
claros
los veo! Ellos son, vienen
cada noche a mi lado,
vestidos de jirones
oscuros del pasado.
Ellos quiebran el vidrio
de mis sueños, extraños
y ausentes, como si
nunca hubieran soñado
conmigo, bajo el mismo
cielo triste.

                    Descalzos
andan. Yo no los siento
descender de sus marcos.
Yo no sé que palabras
traen, que no he descifrado.
Nombres, fechas, lugares…
¡Señor, me está vedado
tu secreto! No puedo
darles mi sangre. Hablo
con ellos y no entienden
mis palabras. Los llamo
a voces y no me oyen.

Ellos, lentos y vagos,
ellos son, ellos vienen
cada noche a mi lado.
Ellos amigos, hijos
del mismo tiempo, hermanos
en el mismo dolor,
silenciosos, doblados,
llenos de pesadumbre,
misteriosos y vagos.
Cecelia Francis Feb 2016
You say things like:
"Caw caw!" and "llamo"
with a hard L

As a statement
you ask: "You my baby?"
Despite the holes in my body

Our shared presence a chaotic
good and I, beside myself, at your
"We love each other, don't we?"
Vos
Te hablo de vos,
te llamo a gritos,
vos que te escondes
timida y espontánea,
luz nocturna.

Vos que me llamas
cantando, cuando tocas
las teclas del piano.

Vos que me tejes
los cuentos antes de ir
a la cama, a vos que te extraño
como al fuego de una fogata.

Vos que tienes voz
de poeta y el alma
de un carrusel.

Ha vos petalo de flor
que flota en el tiempo,
vos que pareces alma en pena
todas las noches,
vos mujer de colores
que pintas los sueños
de este hombre.

Te trato de vos
y no de usted
por que te siento
cercana, ha vos
amiga, familia, hermana.

A vos, solo a vos
que me conoces
tal como soy.

No me hables
de otra cosa
que no sea de vos...
Adrián Poveda Apr 2014
Mis recuerdos le reclaman a mi piel
la manera de mantenerte en mi silencio
y poco tardo en recogerle al tiempo
un segundo de tu voz.

recuerda la noche acaso
¿cómo llamarte si le robas su dulzura?
y  ¿cómo me llamo yo?
si en tus labios guardo la cura,

Entonces soy silencio si en silencio es que estás
soy recuerdo si me quieres olvidar
las tinieblas que me dejas si te vas,
y la luz de tus ojos si me vuelves a mirar…

Tal vez nunca sepa tu nombre verdadero
y viva engañado por una simple ilusión
pero recordaré que tu amor fue el primero
el primero que me robo el corazón.
Que título ponerle?
Copyright © 2014 Adrián Poveda All Rights Reserved
La tinta a flor de piel
la llegada omitiendo
el saludo y el pase directo
a lo que  llamo
dos candentes
llamas en tu boca.

El beso de cinco minutos
que pide otros cinco
el fugaz rose de cuerpos
que transforman la energia
y hacen que el tiempo
se consuma rapido
pero que se disfruta cada momento.

Tu cuerpo como un monumento
y el cielo que me regalas cada día
tu forma de hacerme sentir
las curvas que me dejas tocar
y el nudo de la blusa que sostiene
las esferas de cristal.

No se que haría si cambias
tu manera de caminar
y después de memorizar
cada bello lunar en tu cuerpo
no me arrepiento
de pedirte 5 minutos
pues eso basta
para vivirte una eternidad.
En la playa sonora
De auras primaverales,
De las ondas azules del Sorrento
Mueren bajo frondosos naranjales,
Junto al seto, a la vera del camino,
Hay una tosca piedra,
Que mira indiferente el peregrino.
En ella oculta el alelí frondoso
Un nombre que jamás repite el eco.
Sólo a veces, si en busca de reposo
Errante pasajero se detiene,
Al ver el epitafio entre las hojas,
Ante la luz del moribundo día,
Mientras copiosas lágrimas derrama,
-«¡Diez y seis años!», suspirando clama;
«De morir no era tiempo todavía».
Mas, ¿a qué recordar esas escenas?
Dejad que gima el viento
y que murmuren las azules olas.
Yo no quiero llorar en mi aislamiento;
Quiero soñar con mi dolor a solas.

«¡Diez y seis años! ¡Sí, diez y seis
años!»
Torna a decir el pasajero. Y nunca
En una frente más encantadora
Esa edad fulguró; ni otras pupilas
Más hermosas el brillo reflejaron
De esas playas ardientes e intranquilas.
Hoy en vano la llamo:
¡Sólo el alma responde a mi reclamo!
Pero la siento en mí, y a verla vuelvo;
La vuelvo a ver como en felices días,
De puras e inocentes alegrías,
Cuando fijos en mí los negros ojos,
Cual astros en ignota lontananza,
Me hablaba de su amor entre sonrojos,
Y yo, de mi pasión y mi esperanza.
Bien me acuerdo: ondulaban sus cabellos
Del aura al soplo acompasado y blando;
En torno el viento aromas derramaba;
Del trasparente velo se pintaba
La sombra en su mejilla,
y distintos se oían los cantares

Del pescador en la desierta orilla.
y de pronto mostrándome la luna,
Flor de la noche bruna,
y las espumas de la mar, me dijo:
-«¿Por qué llena de luz el alma siento?
Jamás el firmamento
Donde la estrella del amor nos mira;
Jamás esas arenas donde vienen
Las olas a morir; esas enhiestas
Montañas cuyas crestas
Tiemblan entre los cielos, y los bosques
En torno a la ensenada;
Las luces de la costa abandonada
y del nocturno pescador el canto
Halagaron cual hoy mi fantasía...
¡Nunca infundieron en el alma mía
Este que siento, celestial encanto!
»¿No volveré a soñar cual sueño ahora
En embriagante calma?
¿Es que en los cielos asomó la aurora
O es que una estrella se encendió en mi alma?
Hijo de la mañana, ¿son las noches
De tu país tan bellas
Como esta que a mi lado estás mirando
Tachonada de fúlgidas estrellas?»
Luego la virgen se acercó a la madre
Que la escuchaba cerca del ribazo,
Le dio un beso en la frente,
y quedose dormida en su regazo.

Mas, ¿a qué recordar esas escenas?
Dejad que gima el viento
y que murmuren las azules olas.
Yo no quiero llorar en mi aislamiento;
¡Quiero soñar con mi dolor a solas!
¡Cuánto candor en su mirada! ¡Cuánta
Inocencia en sus labios seductores!
¡Quién no hubiera creído en ese instante
Ver concentrados en su alma virgen
Del cielo de su patria los fulgores!
El bello lago de Nemí, que nunca
Un soplo arruga, es menos trasparente;
Jamás pudo ocultar sus pensamientos;
Sus ojos, de su espíritu trasunto,
Los revelaban sin quererlo al punto.
Todo jugaba en ella; y la sonrisa,
Que es con los años contracción de duelo,
Siempre brillaba en sus carmíneos labios
Como arco-iris en radiante cielo.
Ninguna sombra oscureció su rostro;
y si libre los campos recorría,
Cual suelta mariposa,
Una límpida ola parecía
Coronada de luz esplendorosa.
Corría por correr, y su armoniosa
y halagadora voz, arpegio tierno
De su alma pura, que era un canto eterno,
Alegraba hasta al aura rumorosa.

Fue la primer imagen
Que se imprimió en su corazón la mía,
Como la luz en los dormidos ojos
Que se abren con el día.
Desde que amó, fue amor el Universo;
Confundió mi existencia,
Mi existencia entre lágrimas y abrojos,
Con su vida de paz y de inocencia;
Palpitó con mi alma, y formé parte
Del mundo que flotaba ante sus ojos,
De todos sus anhelos,
De la efímera dicha de la tierra
y la eterna esperanza de los cielos.
No pensaba ni en tiempo ni en distancia,
Ni existía el pasado en su memoria,
Pues para ella la vida era el presente.
Todo su porvenir fueron las tardes
De aquellos días de celeste gloria.
Entregó a la Natura
Su corazón, sin sombra de pecado,
y a la plegaria pura
Que de su huerto con las blancas flores
Iba a esparcir en el altar amado.
y de la mano, como niño humilde,
Me conducía al templo de la aldea,
y de rodillas me decía quedo:
«¡Reza conmigo! ¡Sin tu amor, bien mío,
El cielo mismo comprender no puedo!»

¿No veis el agua azul y trasparente
Al abrigo del aura vagabunda
y del sol encendido,
En el estanque de la clara fuente?
En él un blanco cisne
Nada, de su hermosura haciendo alarde,
y oculta el cuello en el cristal bruñido
Donde tiembla la estrella de la tarde.
Pero si a nuevas fuentes alza el vuelo,
La clara linfa con el ala azota
y extinta queda la visión del cielo.
y con las plumas que dejó deshechas,
Como arrancadas por astuto buitre,
y con la arena que del fondo brota,
El estanque, antes puro,
Que las estrellas reflejaba en calma,
Queda revuelto al fin, triste y oscuro.
Así, cuando partí, todo en su alma
Lo revolvió el dolor; su luz muriente
Huyose al cielo a no volver; y cuando
Vio, sola y afligida,
Su más bella ilusión desvanecida,
Se despidió del porvenir, que goces
No le ofrecía en su abandono aciago;
No disputó su vida al sufrimiento,
Alzó la copa del dolor tranquila
y la apuró de un trago,
En tanto que en su lágrima primera
Ahogaba el corazón; y como el ave

Cuando el sol en los mares se sepulta,
Para dormir oculta
La cabeza en el ala entumecida,
Se envolvió en su tristeza abrumadora,
y se durmió también... pero en la aurora,
En la risueña aurora de su vida.
Mas,  ¿a qué recordar esas escenas?
Dejad que gima el viento
y que murmuren las azules olas,
Yo no quiero llorar en mi aislamiento,
¡Quiero soñar con mi dolor a solas!
En su lecho de tierra ya ha dormido
Muchos años, y nadie
Quizá a llorar a su sepulcro ha ido,
y tal vez en la senda
Que a su postrer asilo conducía.
Se encontrará extendido
El segundo sudario de los muertos,
El implacable olvido.
Nadie esa piedra ya medio borrada
Con una flor visita;
Nadie solloza allá, nadie medita.
Sólo mi pensamiento en esa tumba
Ruega contrito, si remonto el vuelo
De este bullicio, donde sufre el alma,
A otra región de amor, de luz y calma,
y al corazón demando esas queridas

Prendas que ya no existen, y columbro
En las sombras calladas
Sus luminosas huellas,
y lloro tantas fúlgidas estrellas
En mi nublado cielo ya apagadas.
La primera ella fue, mas el divino
y dulce resplandor que en torno vierte
Aun alumbra mi lóbrego camino,
De errante peregrino,
De errante peregrino hacia la muerte.
Un espinoso arbusto
De pálida verdura
Crece junto a su humilde sepultura;
Por el sol calcinado
y por los vientos de la mar batido,
Vive en la roca, sin prestarle sombra,
Como un pesar en corazón herido.
El polvo de la ruta
Blanqueó su follaje, y a la tierra
Baja a servir de pasto
A la cabra montés. Como de nieve
Limpio copo, al nacer la primavera,
Brota en él una flor; mas, ¡ay!, en breve,
Antes de dar al aura lisonjera
Su aroma regalado,
La arranca de su tallo el viento airado,
Cual la vida apagada por la muerte
Antes que al corazón haya halagado

Un ave solitaria el vuelo posa
Sobre una rama que se dobla, y canta
Con voz entristecida,
Cuando cae la tarde silenciosa.
¡Oh, dime, flor marchita sobre el lodo,
Flor que tan pronto marchitó la vida!,
¿No hay otra vida en que renace todo?
Volved a mi memoria,
Tristes recuerdos de esa triste historia;
Volved, recuerdos de mi amor primero,
A traer a mi espíritu la calma.
Ve, pensamiento, a donde va mi alma...
¡Mi corazón rebosa, y llorar quiero!
Amigo: Sé que existes, pero ignoro tu nombre.
No lo he sabido nunca ni lo quiero saber.
Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre,
que es el único modo de hablar de una mujer.

Esa mujer es tuya, pero también es mía.
Si es más mía que tuya, lo saben ella y Dios.
Sólo sé que hoy me quiere como ayer te quería,
aunque quizá mañana nos olvide a los dos. 1

Ya ves: Ahora es de noche. Yo te llamo mi amigo;
yo, que aprendí a estar solo para quererla más;
y ella, en tu propia almohada, tal vez sueña conmigo; 2
y tú, que no lo sabes, no la despertarás.

¡Qué importa lo que sueña! Déjala
así, dormida.
Yo seré como un sueño sin mañana ni ayer.
Y ella irá de tu brazo para toda la vida,
y abrirá las ventanas en el atardecer. 3

Quédate tú con ella. Yo seguiré el camino.
Ya es tarde, tengo prisa, y aún hay mucho que andar,
y nunca rompo el vaso donde bebí un buen vino,
ni siembro nada, nunca, cuando voy hacia el mar.

Y pasarán los años favorables o adversos,
y nacerán las rosas que nacen porque sí;
y acaso tú, algún día, leerás estos versos,
sin saber que los hice por ella y para ti...
La vida es un gran campo de combate:
Ved al hombre luchar de polo a polo;
Yo le llamo vencido al que se abate
Porque se ve sin armas y está solo.

Más nocivos que el buitre carnicero,
Y que la sierpe que veneno entraña,
Son el amigo hipócrita y artero,
El hijo ingrato y la mujer que engaña.

La verdad es la luz; el hombre vano
Que más la oculta, en su maldad se estrella;
Que no me extienda su alevosa mano,
Quien no me dé su corazón con ella.

Evitar a otros daños y amargura,
Ser en sus penas bálsamo y testigo,
Secar su llanto, darle la ventura
Y servirle sin premio, es ser su amigo.

No confundáis lisonja y alabanza;
Distinto son el lucro y el cariño;
No mueva el interés a la esperanza;
Amad como la madre o como el niño.

La experiencia es la hermana de la duda;
No es fiero todo aquel que está en campaña,
Ni amigo todo aquel que nos saluda,
Ni hermano todo aquel que os acompaña.

Abrid los ojos, pobres caminantes,
Sed del humano batallar testigos,
Que cual llegan a odiarse dos amantes,
Llegan hasta matarse dos amigos.

No contrariéis el propio sentimiento
Ni la noble verdad neguéis por nada,
Preferid a riquezas y talento
Franco carácter y palabra honrada.
Victor D López Dec 2019
Tu esposo murió a los 40 años, dejándote sola con siete hijos a mantener,
Pero no antes de que tu hijo mayor más, Juan, muriera ahogado en el mar,
Aun en su adolescencia, trabajando como pescador para ayudarte a ti y a tu esposo
A poner comida en la mesa.

Habías también perdido a una hija,
Toñita, también en su tierna adolescencia, a la enfermedad.
Sus gentiles almas puras encontraron
Su camino de regreso a casa demasiado pronto.

Más tarde en la vida que perderías dos hijos más a la tragedia, Paco (Francisco),
Un, hombre sumamente trabajador, honesto, y bueno cuya inclinación a usar lenguaje ******
Nunca pudieron desmentir una naturaleza apacible y un corazón generoso. Se electrocutó con una
Luz portátil defectuosa mientras trabaja en torno a su piscina.

Y el niño de tus ojos, Sito ( José ), el último en nacer y tu preferido, quien
Había heredado la hermosura física de su padre y también su conciencia social, su política de izquierdas, Su imponente presencia, su ***** de oro, y su mala, mala suerte, terminando su vida tal vez por
Accidente debajo del carril de un tren en movimiento.

Ni la desesperación ni la pobreza pudieron doblar tu espíritu. Tú te levantaste todos los
Días antes de la madrugada para vender el pescado en un puesto en la plaza.
Y cada tarde colocaste una enorme cesta de mimbre en la cabeza y
Caminaste muchos, muchos kilómetros para vender más pescado en otros pueblos.

El dinero era escaso, por lo cual a menudo recibías otros bienes a cambio de tu pescado.
También le dabas tu pescado a quien solo te lo podía pagar con su bendición. Caminabas
De vuelta a casa, a altas horas de la noche, a través de la oscuridad o por
Caminos iluminados por la luna, cargada de lo que te dieran a cambio de tu pescado.

Verduras, huevos, y tal vez un conejo o un pollo llenaban tu cesta de mimbre sobre tu
Fuerte cabeza. Caminabas recta sobre tus piernas repletas de venas varicosas, impulsada
Siempre hacia delante por un propósito noble: alimentar a tus hijos y poder darles
Esperanza de que vendrían tiempos mejores.


Durante la peor época de hambre mediante y después de la Guerra Civil, la chimenea de tu
Casa alquilada con vistas al Puerto de Fontan, expulsó humo ***** todos los días.
El fuego de tu lareira alimentó no sólo a tus hijos, sino también a muchos vecinos aun
Menos afortunados que tú, alimentando su cuerpo y manteniendo en vida la esperanza.

Fuiste criticada por algunos vecinos cuando lo peor había pasado, después de la guerra.
"¿Por qué trabajas tan duro, Remedios, y permites que tus niños pequeños trabajen
Tan jóvenes? Los sacrificas a ellos y a ti misma sin necesidad por un orgullo imbécil
Cuando Franco y la ayuda extranjera otorgan comidas gratis para los necesitados”.

“Mis hijos nunca vivirán de la caridad pública mientras mi espalda lo permita,” era tu
Contestación. Resentiste a tu esposo por poner la política por encima de su familia, y por
Arrastrarte a ti y a tus dos hijas mayores de tu cómoda y sana vida en tu casa, en el
Numero 10 Perry Street cerca del Grenwich Village a una Galicia sin esperanzas.

El optó por inclinar su lanza a molinos de viento por a la eterna gloria de otros hombres
Necios. Y te dejó a ti sola para enfrentar la ingloriosa lucha por la sobrevivencia diaria.
No obstante su corazón enfermo, el trabajó  con gran diligencia para promover un futuro
Justo en su querida España, ignorando la realidad practica de tu doloroso presente.

Te llenó de hijos y construyó con gran cuidado la cruz en la cual lo crucificaron, una
Palabra a la vez, dejándote a ti la dolorosa tarea de recoger los rasgos de su idealismo
Destrozado.  Pero tú sobreviviste y prosperaste sin sacrificar tus propios principios
Sólidos y sin permitir que tus hijos sufrieran más privaciones que las del trabajo duro.

Nunca perdiste tu sentido del humor. Nunca tomaste a nada ni a nadie con gran seriedad.
Enfrentada con la absurdidad de la vida, siempre optaste por reírte con ganas.
Te vi llorar muchas lágrimas de risa, Pero nunca te vi llorar lágrimas de tristeza o de dolor.
Nunca te verías a ti misma como una víctima ni permitiría que otros lo hicieran.

Te encantaba la gente. Tu sentido del humor fue siempre irreverente y repleto de suave Ironía.
Y de gran sabiduría. Te encantaba reírte de ti misma, de otros, y especialmente de
Tontos pomposos que invariablemente no se daban cuanta que eran los objetos de tu gran
Diversión, inconscientes de tu despito, proveído con gentiles palabras y ojos luminosos.

Tus cataratas y miopía hicieron difícil que leyeras, No obstante leías
Vorazmente y te encantaba escribir largas cartas a tus seres queridos
Y amigos. Eras una anciana sabia, la persona más sabia y más fuerte que jamás conoceré.
Eras sabia, si, pero con el corazón de una niña y el alma de un ángel.

Fuiste el ser más sano, más racional, más bien ajustado y humano que jamás he conocido. Eras
Traviesa, pero incapaz de malicia. Fuiste aventurera; nunca tuviste miedo de probar o de aprender algo Nuevo. Fuiste amante de la diversión, interesante, amable, traviesa, divertida e infernalmente inteligente.


Habrías sido una de las primeras adoptadoras de toda la
Tecnología moderna, si hubieras tenido una vida más larga,
Y te hubiera encantado jugar-y trabajar con
Todos mis juguetes electrónicos.

Habrías sido un terror con un procesador de textos, con el correo electrónico
Y con las redes sociales y una gran campeona con mis juegos de video.
Me habrías ganando en todos ellos. Éramos grandes amigos tú y yo,
Y compañeros de juego a lo largo de la mayor parte de mi infancia.

Nos seguiste a nosotros aquí en breve después de que emigramos en 1967, dejando atrás a 20 nietos. Nunca entendí a plenitud la profundidad de ese sacrificio,
O el amor que lo hizo soportable para ti. Lo comprendo ahora. Demasiado tarde.
Es uno de los grandes pesares de mi vida.

Jugamos juegos de mesa, a vaqueros e indios, carreras de coches eléctricos,
Volteamos tarjetas de béisbol y compartimos miles de manos de cartas juntos. Nunca
Se me ocurrió que tú eras el más mínimo inusual de ninguna manera. Te amé profundamente, pero Nunca me moleste mucho por demostrártelo. Eso también me pesa, y es también demasiado tarde.

Después de mudarse a Buenos Aires, cuando mamá se había ganado suficiente dinero
Para llevarte a ti y a los dos hermanos más jóvenes, el sistema de cuotas entonces
No permitía que emigraran también tus dos hijos menores, quienes quedaron
Al buen cuidado de tu hija casada mayor en España, María, y su esposo, Fausto.

Los querías contigo. Te dirigiste directamente a Evita Perón para pedirle ayuda.
Como era de esperar, no pudiste conseguir esquivar a sus porteros. Pero no eras nada si no persistente. Sabías que Evita salía temprano cada mañana para su oficina. Y te
Estacionaste a las 6:00 de la mañana, mediante muchos, días por su camino de salida.

Con el tiempo, Evita le hizo parar a su chofer y te señalo que te acercaras.
"Abuela, ¿por qué me hace señas a mí cada mañana cuando salgo para mi trabajo? "
Ella preguntó. Tu le explicaste acerca de tus hijos en España. Evita se apiadó y
Te escribió un pase en su tarjeta para verte en su oficina al día siguiente.

La fuiste a ver al día siguiente y ella te aseguró que la visa se expediría inminentemente;
Cuando se enteró de que hacías la vida de lavandera y de limpieza,
Ella te ofreció una máquina de coser y entrenamiento para
Convertirte en una costurera con la intención de promoverte una vida mejor.

Tú se lo agradeciste, pero declinaste la oferta. "Dele la máquina de coser a otra madre Necesitada. Mi espalda es fuerte y mis manos me sirven bastante bien, igual que siempre Me sirvieron. “Evita debió haber quedado impresionada, puesto a que te pidió que la Visitaras una vez más cuando los niños hubiesen ya  llegado a Buenos Aires.


Te dio otro pase y tú cumpliste tu palabra, como siempre, de volver a verla con tus niños.
Evita te volvió a ver en su despacho brevemente y compartieron chocolate en taza y Galletas tu, Evita y tus dos hijos menores—Emilio y José (Sito). No eras partidaria de la Política ni del
Peronismo, pero siempre defendiste a Evita mediante tu larga vida.

Te fuiste demasiado pronto. No te había dicho “te quiero” en muchos años, estando
Demasiado ocupado con mis estudios y con otras ocupaciones igualmente inútiles.
Falleciste sin poder volverte a ver. Mamá tuvo que ir a tu lado sola. La última vez que
Te había escrito te envié una foto de mi graduación de abogado.

Según mamá la llevabas en el bolsillo antes de que te diera el ictus cerebral del cual
No hubo recuperación. Como siempre, me quisiste con todas mis faltas que me hacen
Indigno de tu cariño. Yo presentí el momento de tu muerte. Desperté de un profundo
Sueño desperté y vi un pájaro blanco parado encima de mi escritorio al pie de mi cama.

Ese pájaro de tamaño humano extendió unas enormes alas y voló hacia mí,
Traspasándome y dejándome en un fuerte escalofrió. Supe en ese momento que
Habías muerto. Lloré y recé por ti. Mamá llamo el próximo día por la mañana
Para confirmar la triste noticia.

Mamá también me comunicó muchos años después que habías estado en una
Coma por un tiempo pero que habías despertado y que, sin conocerla, le
Habías dicho que viajabas a Nueva York par ver a tu nieto. Luego te dormiste
Por última vez, según mamá.  Te echo de menos todos los días.

Translated by the author from Of Pain and Ecstasy: Collected Poems (C) 2011 Victor D. Lopez (Amazon Kindle and CreateSpace)]
¿En dónde estás, ensueño peregrino,
Ensueño de mi vida sin ventura?
Tarde, muy tarde, ante mi fosa oscura
Quizá vendrás como ideal divino.

¿Dónde te oculta mi fatal destino?
¿Bajo qué cielo esplende tu hermosura?
Sin ti en mi senda ni una luz fulgura...
Sin ti es largo, muy largo, mi camino.

Y te llamo con voz desfallecida,
Te llamo y no respondes...  Y ya creo
Que no vendrás, hermosa prometida.

Y tal vez, ¡oh ilusión de mi deseo!
¡Oh mitad de mi alma y de mi vida!
Tal vez paso a tu lado... y no te veo.
Lo que conoces
es tan poco
lo que conoces
de mí
lo que conoces
son mis nubes
son mis silencios
son mis gestos
lo que conoces
es la tristeza
de mi casa vista de afuera
son los postigos de mi tristeza
el llamador de mi tristeza.

Pero no sabes
nada
a lo sumo
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco
de ti
lo que conozco
o sea tus nubes
o tus silencios
o tus gestos
lo que conozco
es la tristeza
de tu casa vista de afuera
son los postigos de tu tristeza
el llamador de tu tristeza.
Pero no llamas.
Pero no llamo.
Cuando resido en este país que no sueña
cuando vivo en esta ciudad sin párpados
donde sin embargo mi mujer me entiende
y ha quedado mi infancia y envejecen mis padres
y llamo a mis amigos de vereda a vereda
y puedo ver los árboles desde mi ventana
olvidados y torpes a las tres de la tarde
siento que algo me cerca y me oprime
como si una sombra espesa y decisiva
descendiera sobre mí y sobre nosotros
para encubrir a ese alguien que siempre afloja
el viejo detonador de la esperanza.

Cuando vivo en esta ciudad sin lágrimas
que se ha vuelto egoísta de puro generosa
que ha perdido su ánimo sin haberlo gastado
pienso que al fin ha llegado el momento
de decir adiós a algunas presunciones
de alejarse tal vez y hablar otros idiomas
donde la indiferencia sea una palabra obsena.

Confieso que otras veces me he escapado.
Diré ante todo que me asomé al Arno
que hallé en las librerías de Charing Cross
cierto Byron firmado por el vicario Bull
en una navidad de hace setenta años.
Desfilé entre los borrachos de Bowery
y entre los Brueghel de la Pinacoteca
comprobé cómo puede trastornarse
el equipo sonoro del Chateau de Langeais
explicando medallas e incensarios
cuando en verdad había sólo armaduras.

Sudé en Dakar por solidaridad
vi turbas galopando hasta la Monna Lisa
y huyendo sin mirar a Botticelli
vi curas madrileños abordando a rameras
y en casa de Rembrandt turistas de Dallas
que preguntaban por el comedor
suecos amontonados en dos metros de sol
y en Copenhague la embajada rusa
y la embajada norteamericana
separadas por un lindo cementerio.

Vi el cadáver de Lídice cubierto por la nieve
y el carnaval de Río cubierto por la samba
y en Tuskegee el rabioso optimismo de los negros
probé en Santiago el caldillo de congrio
y recibí el Año Nuevo en Times Square
sacándome cornetas del oído.

Vi a Ingrid Bergman correr por la Rue Blanche
y salvando las obvias diferencias
vi a Adenauer entre débiles aplausos vieneses
vi a Kruschev saliendo de Pennsylvania Station
y salvando otra vez las diferencias
vi un toro de pacífico abolengo
que no quería matar a su torero.
Vi a Henry Miller lejos de sus trópicos
con una insolación mediterránea
y me saqué una foto en casa de Jan Neruda
dormí escuchando a Wagner en Florencia
y oyendo a un suizo entre Ginebra y Tarascón
vi a gordas y humildes artesanas de Pomaire
y a tres monjitas jóvenes en el Carnegie Hall
marcando el jazz con negros zapatones
vi a las mujeres más lindas del planeta
caminando sin mí por la Vía Nazionale.

Miré
admiré
traté de comprender
creo que en buena parte he comprendido
y es estupendo
todo es estupendo
sólo allá lejos puede uno saberlo
y es una linda vacación
es un rapto de imágenes
es un alegre diccionario
es una fácil recorrida
es un alivio.

Pero ahora no me quedan más excusas
porque se vuelve aquí
siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros
se introduce debajo de la piel
y esta ciudad sin párpados
este país que nunca sueña
de pronto se convierte en el único sitio
donde el aire es mi aire
y la culpa es mi culpa
y en mi cama hay un pozo que es mi pozo
y cuando extiendo el brazo estoy seguro
de la pared que toco o del vacío
y cuando miro el cielo
veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur
mi alrededor son los ojos de todos
y no me siento al margen
ahora ya sé que no me siento al margen.

Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir Nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto.
Difícilmente llamo a la realidad, como el perro, y
también aúllo. Cómo amaría establecer el
diálogo del hidalgo y el barquero, pintar la jirafa, describir
los acordeones, celebrar mi musa desnuda y enroscada a mi cintura de
asalto y resistencia. Así es mi cintura, mi cuerpo en general,
una lucha despierta y larga, y mis riñones escuchan.
Oh Dios, cuántas ranas habituadas a la noche, silbando y
roncando con gargantas de seres humanos a los cuarenta años, y
qué angosta y sideral es la curva que hasta lo más lejos
me rodea! Llorarían en mi caso los cantores italianos, los
doctores de astronomía ceñidos por esta alba negra,
definidos hasta el corazón por esta aguda espada.
Y luego esa condensación, esa unidad de elementos de la noche,
esa suposición puesta detrás de cada cosa, y ese
frío tan claramente sostenido por estrellas.
Execración para tanto muerto que no mira, para tanto herido de
alcohol o infelicidad, y loor al nochero, al inteligente que soy yo,
sobreviviente adorador de los cielos.
Vanilla Feb 2018
Me matas
Miradas vacías
Ojos Perdidos
Como si fuéramos desconocidos

Te llamo
No contestas
Extraño los días
Que admiraba tu belleza

Perdona me
Amorre mió
Por cualquier delito
Que e cometido
Me llamo pájaro Pablo,
ave de una sola pluma,
volador de sombra clara
y de claridad confusa,
las alas no se me ven,
los oídos me retumban
cuando paso entre los árboles
o debajo de las tumbas
cual un funesto paraguas
o como espada desnuda,
estirado como un arco
o redondo como una uva,
vuelo y vuelo sin saber,
herido en la noche oscura,
quiénes me van a esperar,
quiénes no quieren mi canto,
quiénes me quieren morir,
quiénes no saben que llego
y no vendrán a vencerme,
a sangrarme, a retorcerme
o a besar mi traje roto
por el silbido del viento.

Por eso vuelvo y me voy,
vuelo y no vuelo pero canto:
soy el pájaro furioso
de la tempestad tranquila.
Mi amada se fue a la Muerte,
partió al Misterio mi amada;
se fue una tarde de invierno;
iba pálida, muy pálida.

Ella que, por su color,
gloriosamente rosada,
parecía un ser translúcido
iluminado por llama
interna...

             ¡Qué lividez
aquella, la de mi Ana,
y qué frialdad! ¡Si tenía
hasta las trenzas heladas!

¡Se fue a la Muerte, que es
nuestra Madre, nuestra Patria
y nuestra sola heredad
tras este valle de lágrimas!

Hoy hace tres meses justos
que se la llevaron trágicamente
inmóvil, y recuerdo
con qué expresión desolada
se plañía entre los árboles
el viento del Guadarrama.

¡Tres meses de viaje! ¡Nunca
fue nuestra ausencia tan larga!
Noventa días sin verla,
y sin una sola carta...

Abismo de los abismos,
distancias de las distancias,
hondura de las honduras,
muralla de las murallas,
¿donde tienes a mi muerta?
¡Dámela! ¡Dámela! ¡Dámela!

¡En vano en la noche lóbrega
suena y resuena la aldaba
con que llamo a la gran puerta
del castillo que se alza
en la cima misteriosa
de la fúnebre montaña!

Cierto, detrás de esa hostil
fortaleza, alguien se halla...
Se adivina no sé qué,
un confuso rumor de almas...

De fijo nos oyen, pero
nadie nos responde nada,
y resuena solamente,
con vibraciones metálicas,
en los ámbitos inmensos
el golpazo de la aldaba.

Hoy hace tres meses justos
que se la llevaron, tragicamente
inmóvil, y recuerdo
con qué expresión desolada
se plañía entre los arboles
el viento del Guadarrama;

y recuerdo también que
al cruzar por las barriadas
de Madrid me sollozó
una tétrica gitana:
"Señorito, una limosna
por la difunta de su arma!"
Como guarda el avaro su tesoro,
        guardaba mi dolor;
quería probar que hay algo eterno
a la que eterno me juró su amor.
Mas hoy le llamo en vano y oigo, al tiempo
        que le acabó, decir:
¡Ah, barro miserable, eternamente
        no podrás ni aun sufrir!
Leydis Jan 2018
Creo conocerlo

Un guerrero indomable
con un corazón inquieto,
un niño travieso extraviado
en los intentos del que tiene
que florecer con apresura.

Un hombre incansable
con una coraza dura,
con una mirada llena de complicidad,
de ternura, de lujuria,
de un pasado que quiere entregarse a su futuro
sin tener que revivir las heridas de su presente.

Un hombre insaciable,
que ensombrece los débiles rayos del sol
ante la intensidad que él transfiere.
Con una luz que ofusca, con la cara lacerada
evidenciando todas la batallas avaluadas en su cara.

La anarquía su guía de vida,
algunos les llaman El Bohemio,
otros bisoño, yo le llamo El Solitario.

Él ante nadie se rinde, o, completamente se entrega,
a nadie le pertenece, pero su mirada su soledad despliega;
ese deseo de tener la dicha de quien mire más allá de su armadura,
de quien reconozca su alma, de quien no quisiese blanquear sus manchas.

Él quiere en una mirada encontrar calma,
caminar juntos el trayecto sin fechas de ruina
pero entregarse paz en cada prueba, sin perder .  

No sé por qué se tanto de él,
porque siento tanta afinación por su ser,
porque siento sus heridas en mi piel,
y, sus manchas las he visto en algún
espejo donde alguna vez me mire.

No sé por qué me estremece su mirada,
porque siento conocerlo,
porque siento necesidad de protegerlo,
él no es mío y nunca le he pertenecido,
No sé………………………………………………….
talvez lo recuerda mi alma de alguna otra vida.

LeydisProse
1/31/2018
https://m.facebook.com/LeydisProse/

— The End —